jueves, 30 de setiembre de 2010

Tema de la semana ORAR CON MARIA - Perseveraban en oracion con Maria (Hech 1,14 , Estatutos de la FMVD 231)

Es sorprendente, que tengamos a María como Madre. Pero, todavía más que la encontremos presente en todos los momentos de nuestra vida, como los discípulos: “Todos ellos perseveraban juntos en la oración en compañía de algunas mujeres, de María, la madre de Jesús, y de sus hermanos”. (Hch1,14) ¡Encuéntrate a María estando contigo, perseverando contigo, y no dejes de asombrarte! Ella está, ¡date cuenta! ¡Está! PERSEVERANDO CONTIGO, PORQUE ERES FORMADOR DE FORMADORES.

Este día no te canses de asombrarte, no pases de largo ante la contemplación de la Palabra de Dios, porque es la realidad, María está ¿Te has dado cuenta?. Es importante hablar con María de la perseverancia en la oración, porque ella está amándote enseñándote a perseverar en la oración. No temas, ¿No estoy yo aquí que soy tu Madre? ¿No estás por ventura en mi regazo? ¿Qué más te puede faltar? Para perseverar en la oración como formadores de formadores, realmente necesitamos de ti Madre, porque estamos: “Deficientes de luz, de fuerza, de amor... el Yo, el egoísmo, el orgullo, la ignorancia y miseria de nuestro propio corazón, interfieren, neutralizan, desmoronan y arruinan el proceso del Espíritu en nuestra divinización. María nos incluye de nuevo en su entrega al Padre” (Jaime Bonet. Estatutos VD. 237).

María sabe que hay una fuente, una clave para saltar todas las dificultades en el seguimiento y en el camino del amor, esa es: LA ORACIÓN. La oración es cuestión de amor, amor no sólo a Dios, sino a los hermanos. Nosotros no nos alcanzamos a imaginar cuánta vida y amor se gestan en cada rato de diálogo con Dios. La mejor forma de amar a los hermanos es presentarles una persona llena y plena del amor de Dios, dispuesta a amar con el mismo amor de Jesús; eso sólo se forma en la oración, ahí Dios va transformando el corazón de piedra en uno de carne, como el de María (EZ 36,24-28).

La acogida de la Palabra de Dios, no es sólo para sentirnos bien, porque nos hemos acostumbrado a orar, o porque hace bien a nuestro espíritu... La oración es ante todo “RESPONSABILIDAD”, es AMAR BIEN AL HERMANO. Sino oramos: ¿Qué palabras damos?, ¿Qué amistades brindamos?, ¿Con qué calidad de amor amamos?... Si los otros llegan a nuestra vida buscando a Dios, no podemos ser un engaño o dar a Dios con rebajas.

“Para compartir abundantemente y cuidar la vida divina, que es amor, Jesús llama a seguirle a personas. María, toda y sólo amor, engendra, forma, educa y acompaña por los mismos pasos de Jesús a los dispuestos a seguirle, hasta las mayores pruebas y extremos de amor” (Jaime Bonet. Estatutos VD 234).
¡Que bueno es tener una Madre! Que nos enseñe, forme, eduque y acompañe en la oración, para compartir la vida abundante y cuidar la vida divina, hasta llevarnos a las mayores pruebas de amor. Esto es orar, es amar y amar bien. No tiene nada que ver con una vida mediocre, descafeinada, sino una vida a presión, llena de la Vida Divina, que es Amor. Por eso, María está, sabe estar acompañándonos, dándonos a conocer el Rostro Materno de Dios.

Por María, ha querido Dios revelar su ROSTRO MATERNO a todos los hombres de la manera más cercana y familiar, más eficaz y delicada y aplicar, por María la esencia pura y delicadeza entrañable de su infinito amor para con todos sus hijos sin excepción. (Estatutos FMVD 231).
Para que no nos acostumbremos a vivir sin oración o como si oráramos. Dice un refrán: ¡Dime con qué rostro vives y te diré qué rostro tienes! María contemplaba el Rostro de Dios y por eso, podía revelar el rostro materno de Dios.

Tú, Mamá, no fuiste un engaño, tu vida se encontraba “llena de Dios” (Lc 1,28; 2Co 4,7), supiste bien como amar: acogiendo la Palabra de Dios y poniéndola en práctica (Mt 7,24), aunque te supusiera desinstalación, cambios, incomodidades... Tú interior era como un manantial, porque tenías una vida orante, que guardaba y hablaba todo con Dios (Lc 2,19), por esa razón brotaba de Ti sólo el amor de Dios. Ayúdanos a ser consientes de la fuerza y responsabilidad de la oración que no la relativicemos, rebajemos o minusvaloremos.

lunes, 27 de setiembre de 2010

“Por ellos ruego; no ruego por el mundo”

Esta mañana, empezaba la oración pidiéndole al Espíritu Santo: Enséñame a orar como conviene, enséñame a orar desde lo que soy y me ayudaba descubrir como respuesta de Dios, en primer lugar, no la consciencia de una responsabilidad, sino la certeza de mi dignidad. Entendía de parte de Dios que lo que soy, mi identidad no es ser misionera, ni discípula verbum Dei, menos aún docente; aunque ciertamente me desempeñe como tal y ello configure mi quehacer.

La experiencia que Dios me regalaba al empezar la oración es que soy, antes de todo Hija e hija muy amada suya 1Juan 3,1-2. Esta es la dignidad que Dios nos regala cada día, este lugar en el que Dios nos sitúa.

El Señor nos dice: te invito a orar conmigo desde tu lugar de hija(o) amada(o) por mi, ora conmigo con la certeza de que vales mucho a mis ojos, de que tu vida me es muy cara y que hoy estoy dispuesto a dar cuanto sea necesario para que tu vivas y lo hagas en plenitud (Isaías 43,4) (Juan 10,10), del mismo modo que un día envié al hijo, a Jesús, para que tengas la vida en abundancia, hoy vuelvo a disponerlo todo. Reconocía como un regalo, muy grande, de parte de Dios el poder empezar el día con la certeza de su opción por mi vida y más aún encontrarle sosteniendo nuestra existencia y cuanto vivimos a través de la oración de mismo Jesús. Como nos lo muestra en Juan 17, 7-11.
He manifestado tu Nombre a los hombres que tú me has dado tomándolos del mundo. Tuyos eran y tú me los has dado.
Me ayudaba tanto escuchar estas palabras de Jesús, puesto que yo siempre he visto a Jesús como el mayor regalo que el padre le ha dado a nuestra vida; sin embargo encontraba a Jesús agradeciendo al Padre por nuestra vida porque nosotros somos el don que el padre le ha dado, cada una de nuestras vidas en medio de su pobreza es don de Dios para la vida de Jesús, en realidad esto se me hacia muy grande, sí como reconocer la fe que Jesús tiene en nuestra vida.

Jesús cree en nuestra conversión, en nuestro seguimiento, en la obra que la palabra ha realizado en nosotros. Jesús cree en nuestra vida y no porque sea un iluso; sino porque él ve más allá. Jesús conoce nuestro corazón, su deseo de ser fiel, sabe de nuestras luchas e incluso de nuestro sufrimiento porque muchas veces quisiéramos poder amar más a Dios y a los suyos que nos confía, él nos conoce profundamente y en virtud de ello da testimonio de nosotros ante el Padre.

”Han guardado tu Palabra. Ahora ya saben que todo lo que me has dado viene de ti porque las palabras que tú me diste se las he dado a ellos, y ellos las han aceptado y han reconocido verdaderamente que vengo de ti, y han creído que tú me has enviado”.

Ante las palabras de Jesús y descubriendo su fe en nuestra vida yo le pedía: enséñanos a creer en nosotros, como tú crees en nuestra vida, porque si así lo hiciéramos daríamos más pasos, viviríamos más agradecidos y tendríamos mayor gozo; además le pedía enséñanos a mirar a los demás y a creer en ellos como tú lo haces, porque si así lo hiciéramos nos promocionaríamos más y nos ayudaríamos a caminar tus caminos, sin prejuicios, sin rivalidades, con esperanza y sin desistir de nadie.

Me ayudaba reconocer a Jesús amando a cada uno de los suyos, con un amor personal, llegando a donde cada uno necesita, Jesús se dedica a cada uno, como lo hace hoy con nosotros, nos ama con un amor comprometido y ello se concreta en su oración por nuestra vida.

“Por ellos ruego; no ruego por el mundo, sino por los que tú me has dado, porque son tuyos; y todo lo mío es tuyo y todo lo tuyo es mío; y yo he sido glorificado en ellos”.

Muchas veces la palabra que hoy se nos propone para orar me había parecido excluyente, la había entendido como la oración de Jesús por el grupo de los que le habían acogido, de los que intentamos seguirle, por los buenos”; sin embargo Jesús me decía esta mañana, en esta oración no falta nadie, todos están en mi mente y en mi corazón. Me ayudaba encontrar a Jesús rogando por todos, el no pide por el mal del mundo, no se escandaliza del pecado, de la corrupción existente, él mira a cada persona y da el paso a la esperanza.

Jesús me decía yo ruego por todos, porque nadie está dejado de las manos del padre, por ello me los ha confiado a todos y los he acogido y comprometido con cada uno en particular y estoy dispuesto a llegar a donde cada uno necesite para vivir su dignidad de hijo de Dios, hoy yo voy hasta donde tú y cada hermano necesiten, para abrirse a mi amor. Se me hacía tan fuerte ver que Jesús no se queda contemplando el mal del mundo, ni siquiera el que somos capaces de albergar en nuestro corazón muchas veces, porque Jesús sabe que muchas veces, la mayoría, el mundo no está fuera sino dentro de nosotros y nos dice: “Tengan valor yo he vencido al mundo” (Marcos 16,33)

Que diferente es enfrentarnos al mundo sabiendo que Jesús ya lo ha vencido por nosotros y que sólo necesitamos creerlo, para poderlo vencer también, parece fácil decirlo, pero sin embargo es la lucha de cada día y no es tarea fácil; sin embargo no estamos solos, él sostiene nuestro camino:

“Yo ya no estoy en el mundo, pero ellos sí están en el mundo, y yo voy a ti. Padre santo, cuida en tu nombre a los que me has dado, para que sean uno como nosotros”.
Contemplando a Jesús, en su oración por nosotros, encontraba la necesidad de pedirle que ensanche mi corazón, que me enseñe a orar con ese corazón universal que acoge a cada uno como estamos y desde lo que somos, comprometiendo su propia vida, para que podamos vivir nuestra identidad de hijos libres, plenos.

Reconocía que estoy lejos de vivir su calidad de amor; pero Jesús aviva mi esperanza, Él que empezó la obra buena en nosotros la llevará a su plenitud, el día que él ha dispuesto. (Filipenses 1,6)
Pidamos a nuestra madre nos haga poder creer que para Dios nada hay imposible.

martes, 21 de setiembre de 2010

Conságralos según tu Palabra

Esta mañana le daba gracias al Señor, por llamarnos a estar con El, no como estamos con los amigos o la familia sino estar unidos hasta el grado de ser Uno con El y con el Padre.

Y desde el comienzo, desde que llamos a sus apóstoles (Marc 3,1-3) lo hizo para que esten unidos a El.

Jesús cuando llama a una misión, llama primero a Estar a solas con El, por eso es que la Iglesia y particularmente nuestra Comunidad Verbum Dei, nos insiste en que oremos, en que dialoguemos con Quien esta en nuestro interior que por su voluntad ha querido hacerse Uno con nosotros.

El asi lo ha querido, nos eligió para estar con El, para darnos la Gloria, para ser fermento de unidad en todo el mundo.

Esta mañana en medio de la turbulencia de mi viaje de retorno al Perú despues de seis meses, Jesús me enseñaba a sentir y pensar apropiadamente.

Porque la tristeza de dejar a los seres queridos con quienes se ha compartido muchas cosas bonitas y no tan bonitas, y la incertidumbre del futuro que aparece a veces amenzante de dolor, de problemas que son las que parecen pesar mas; me hacia ver, en El, el olvido de si mismo, de la copa del sufrimiento que tenia por delante, para pensar en sus apóstoles, sus amados discípulos.

Y ruega por ellos, por los consagrados, por los que El Padre le dio tomándolos del mundo, “eran tuyos Padre y tu me los diste”...Te ruego por ellos....Padre consagralos en la Verdad, tu Palabra es Verdad”.

En cada instante de nuestra vida, el Padre nos da personas, familia, amigos, con un propósito, no solamente para hacer relaciones sociales; Jesús los recibió para darles a conocer su Nombre, y en ello invirtió todo su tiempo, dia y noche; en las noches oraba por ellos al padre, en las mañanas predicaba lo que el Padre le habia dicho.

Jesús quiere lo mismo para nosotros, estar unidos al Padre, para darlo a conocer al mundo, para sacar a los hijos de Dios del mundo, de lo que no da vida.

Jesús se consagró en su vida entre nosotros a cuidarnos, murió y resucitó para cuidarnos, para salvarnos...como?, con su Espíritu Santo que santifica, que es el Verdadero y que está en su Palabra.

Démosles gracias al Padre por darnos a Jesús, Palabra de Dios que se ha quedado con nosotros para seguir consagrándonos por su Palabra, y que podamos corresponderle consagrándonos a E,l a escuchar su Palabra.

La Consagración como el matrimonio es de dos, asi mismo Dios necesita nuestra presencia con El, para bien de todos aquellos que nos da en la vida diaria. Que aprendamos a cuidarlos y rogar por ellos como Jes”us lo hace con nosotros.

Que la Virgen Maria nuestra Madre nos bendiga.

Nila

Lectura para orar Juan 17, 17-24

jueves, 16 de setiembre de 2010

Tema: La Palabra Consagra tu vida


A mí me ayudó mucho la Escuela de la semana pasada, que nos invitaba a estar en la casa del alfarero, donde Dios trabaja nuestra vida y eso es grande porque nuestra vida va de más a más.

Como una vez que un señor le dio a otro un derechazo, un fuerte golpe en la cara y éste le dice al que le pegó ¡Esto no se va a quedar así! ¡Claro le dice! No se va a quedar así porque se te va a hinchar, así es la vida que nos da Dios, claro que no nos pega, pero se hincha, se inflama de Amor cada día, más, por nuestra vida.

En el retiro que tuvimos las misioneras esta semana se nos habló de esta cita Oseas 2, 16-22, y yo mientras hacía unas gestiones esta mañana en el bus me preguntaba dónde y cómo se lo daría a ustedes, ahí en medio del ruido empecé a orar y ahí me iba conquistando y me iba introduciendo al desierto para que le escuchemos.

Dios habla en el silencio porque en el ruido no se entiende , imagínense a un enamorado que se le declare a su chica en una discoteca en tremendo ruido es como que no le da importancia al asunto, yo creo que la llevaría a un lugar donde haya silencio y mirándole, escuchándole y prestándole atención le diga lo que siente. Así es Dios, Él te mira, te escucha y quiere que tú hagas lo mismo, y quiere ver que seas sincero, y eso es un regalo, es en la oración donde Él me habla y yo le escucho, es un encuentro de dos.

Y en esa oración Dios, donde Dios va consagrando nuestro ser en Éxodo 33, 7-11, dice: Moisés tomo la tienda, y hay que usar la imaginación porque la Palabra se dirige a mi vida y allí en mi tienda hay preocupaciones, dificultades, problemas que nos agobian, y Dios así nos toma, nos acoge cómo y desde donde estamos. Moisés tomó su tienda y la puso a cierta distancia, Dios en la oración me invita a salir de mi campamento para que no te quedes ahí en tus cosas del día a día. Sin levantar la mirada como las gallinas paran picoteando y no levantan la mirada, o si yo fuera en bicicleta sólo mirando los pedales, sufriría accidentes, tengo que levantar la mirada, a veces vamos así, los problemas, nos hacen ir con la mirada hacia abajo, pero Dios te dice levanta la mirada, sal afuera. Haz distancia porque Dios te invita a entrar en la Tienda de las Citas divinas, y salir de nosotros mismos.

En las citas divinas Dios nos invita hablar con Él boca a boca como lo hacía con Moisés, Jaime nuestro fundador, se perdió de ser famoso, porque en una radio le hicieron una entrevista y le preguntaron si había tenido apariciones y él contestó ¡Gracias a Dios, No! En la oración vemos a Dios cara a cara por la fe en su Palabra, sin verlo lo miro, sin oírlo, le escucho, sin estar él, lo puedo palpar. El habla a través de nuestra conciencia más allá de los sentidos corporales. Sólo sé que Dios me habla a través de la Palabra y eso es un regalo, hacer una oración fuerte, larga, profunda y nos mete en la fragua de su amor donde es capaz de transformar nuestros fallos, pecados en algo útil. Una oración al rojo vivo consagra nuestra vida.

Tu Palabra es luz para mi camino, en medio de la oscuridad en la que a veces vivo. Para ver si ahí descubro a Dios. Primero lo escucho y qué quiere decirnos ese día ¡Samuel 3,10 Yavé se detiene en nuestra vida ¿Cuántas veces le escuchamos? ¿Cuánto tiempo tiene que esperar Dios para que le escuches, hoy te llama dos o tres veces, Samuel le responde a la tercera vez y eso me salva, por pura misericordia, que le reconozca no importa a la tercera vez.
A veces vamos a misa o rezamos escuchamos la Palabra pero no entendemos nada porque no estamos atentos, mi abuela nos mandaba a misa y de regreso nos preguntaba qué habíamos entendido de la Palabra y nosotros no sabíamos qué responder porque estábamos más atentos a la mirado del chico, o distraídas en otras cosas, es decir estábamos presentes en la misa pero no poníamos nuestra mente y corazón en lo que se hacía, era como misa de cuerpo presente es la misa de difuntos porque no responde ni con la mente, ni con el corazón.

Cuando uno escucha y está atenta responde como Samuel, ¡Habla que tu siervo escucha! Es tener disposición para que la Palabra actúe en mí y Dios pueda trabajar en mi vida porque él me conoce y me conoce más que yo a mí mismo.

La Palabra es viva y eficaz, si no es eficaz en mí será porque ¿Cómo la escucho? ¿Cómo la vivo? Mi papá me mandaba a misa pero él no iba, pero después de dos años que yo, ya era misionera fue a una convivencia, porque pensaba que esas cosas no eran para él. En esa convivencia después de la charla de Dios Padre, lloró porque por primera vez escuchaba que era hijo de Dios, y decía yo no sabía hasta hoy y desde esa convivencia han pasado 10 años y él vive esa experiencia y su canto favorito es Hijo ¿Por qué vives solo? Es que un corazón abierto derrumba todos los muros y derriba todas las dificultades para hacer que la Palabra sea eficaz, y penetra hasta donde se divide el alma y el espíritu, llega a tu vida para que la dejes trabajar con toda su fuerza, te transforme y consagre.

Había un sacristán que era muy fiel a los servicios de su iglesia y un día sus hijos decidieron festejar sus 50 años de matrimonio y así que le pusieron nueva dentadura, peluca y lo arreglaron bien y cuando ya estaba listo y muy guapo, lo arrolla un carro y se va al cielo, cuando se presenta a San Pedro, él estaba muy molesto y le decía por qué justo ahora que estoy por celebrar mis cincuenta años y mis hijos me han preparado ¿por qué se te ocurre que muera? Y eso mismo le reclama a Dios, y Dios le dice ¡Ah, eres tú! Es que estaba tan cambiado que ni Dios le reconocía, es un chiste porque Dios nos conoce y nosotros muchas veces no somos sinceros y camuflamos nuestros sentimientos, acciones y no nos mostramos tal cual somos y Dios no nos puede transformar por falta de confianza, y es porque no nos sabemos amados y él quiere nuestro mayor bien.

La confianza en Dios es básica, como la de un niño, es vital ponernos en sus manos, la Palabra orada, escuchada con Amor me consagra. Cuando yo recién ingresé a la comunidad, muy jovencita, Jaime nos decía, que consagrar significa consagra con Jesús, tú eres pertenencia de Dios, Dios es mi dueño, y es todo para mí.
Deuteronomio 4,6 Escucha, coloca tu nombre, con todo tu ser, no a medias, ni a pedacitos, es todo mi ser para Dios, porque eso me hace más humano, más auténtico, y por ello no tengas miedo porque te daré un corazón capaz de conocerme, de descubrir quién soy yo.

Jaime en su pueblo, antes de formar la Comunidad Verbum Dei, estaba de párroco y no sabía qué hacer con la gente para que esté atenta en la misa, porque rezaban rosario, leían su misal y no lo seguían en la misa y un día dio un golpe en el altar con su mano y dijo ¡Aquí está Jesús! Y las personas decían a dónde y él les dijo en esta Hostia, por eso Dios te dice: te daré un corazón que sea capaz de conocerme y darte cuenta que Dios es respuesta para mi vida y a eso me dedicaré a que todos se hagan sensibles a la vida de Dios y que los haga capaces de amar a los demás.

Todo esto les he dicho para introducirlo al desierto y que su corazón ya esté dispuesto a dejarse conquistar por Dios, como en el libro de El Principito, cuando él quiere ser amigo del zorro, pero éste le dice: para que yo sea tu amigo tienes que domesticarme, y así me encariñaré contigo.

Dios se encarga de poner todo para que su corazón vaya atrayendo al mío, y me dice: ¡Ven a la cita! Es el momento de la oración, y allí tú me responderás y me dirás marido mío, San Agustín decía ¡Oh hermosura mía! Tarde te encontré te busque afuera cuando tú estabas dentro de mí!

Y se trata de que tú te lo creas, porque haré un pacto con tus problemas, con tus sueños no logrados, con tus fracasos, tus dificultades (fieras, salvajes, aves de rapiñas, serpientes) para que no te hagan daño, porque a veces ante las dificultades nos decimos por qué yo, por qué a mí:, se trata de descubrir que Dios está ahí y no permitirá que te hagan daño, y Él no puede dejar de consagrarte aún cuando en tu matrimonio vaya mal y se vuelva platónico, platos van y platos vienen sobre sus cabezas, les haré que duerman con seguridad.

El llamado de Dios es de pertenecerle y eso hace Dios en la oración, por eso no tengan miedo ponerse en manos de Dios.


Lecturas para orar en la semana.

Miércoles: Orar la Escuela de la Palabra
Jueves: Exodo 33, 7-17 “Dios hablaba con Moisés cara a cara”
Viernes: Oseas 2, 16-22 “Te hablaré al corazón y te consagraré”
Sábado: 1 Samuel 3, 1-10 “Habla Señor que tu siervo escucha”
Domingo: Salmo 18, 1-20 “Como te quiero oh Señor, fuerza mia!”
Lunes: Hebreos 4, 12-13 “El poder de la Palabra consagratoria”
Martes: Juan 17, 17-26 “Consagralos según tu Palabra”

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martes, 14 de setiembre de 2010

Al Padre le ha parecido bien darnos el Reino.

Queridos hermanos que reciben las pautas, hoy dia nos propone la comunidad Orar con la Palabra de Lucas 12,32 y Juan 17.

A mi me llamaba mucho la atención ver el especial cuidado de Jesús para sus discípulos, de que manera los amaba que en medio de multitud de personas, no separa su mirada de ellos:

En el inicio del capitulo de Lucas 12, dice :

“Se habian reunido miles y miles de personas, hasta el punto de que se aplastaban unos a otros, entonces Jesús se puso a decir especialmente para sus discipulos” ....

Habiendo tantas personas se dirige especialmente a su rebaño, a su pequeño rebaño, pero no solo por número, ya que El habia elegido a sus 12, sino por su humildad, su pequeñez, su pobreza de espiritu.

En esta parte de la Biblia, Jesús les habla de lo esencial en la Vida, y toma tres puntos:

No teman a los que matan el cuerpo. No esta la vida en el poseer, y No se inquieten por como vivirán.

Jesus los va corrigiendo, los va consagrando haciendolos a su imagen entregandoles el Reino....habitando en sus corazones, El mismo, con su manera de ver, de amar de vivir.

Nosotros podemos tener la misma esperiencia de los apostoles, cada vez que escuchamos la Palabra El Reino viene a nosotros, para transformarnos, para darnos paz en medio de un mundo lleno de tensiones.

Nuestra vida en este mundo anda preocupada por muchas cosas, todos de una u otra manera, vivimos pensando en lo material que necesitamos para vivir, es lo normal y lógico; pero cuando nos preocupamos obsesivamente Jesus dice “¡No se atormenten!”El Padre de ustedes sabe que ustedes las necesitan”. “ busquen mas bien el Reino y se les darán tambien esas cosas",

Busquen la Palabra, oren y velen para no caer en la tentación del mundo y sus afanes. En la Palabra encontramos el Reino, porque la Palabra es Dios, es Jesús, es el Reino, que contiene en si, todo lo que necesitamos para vivir.

En la Palabra encontramos la fuerza, el ánimo, la esperanza, la fe, el amor, compañía, acogida, cariño verdadero, fiel e incondicional, desde la Palabra todo lo podemos vivir ofreciendo por nosotros y por nuestros hermanos, porque la Palabra nos hace vivir con Dios todos los acontecimientos, nos hace vivir como consagrados, nuestros sacerdocio bautismal.

El Reino es para todos, porque el Padre es padre de todos sin excepcion, todos estan invitados a gozar del Reino, pero son los humildes los que la acogen como los apóstoles.

Jesus exclama mirando a sus discípulos, tan sencillos y que aun con tantos problemas familiares e inclusive con todos sus defectos lo siguen sin desanimarse, sin echarse para atras, lleno de gozo del Espiritu Santo dice:Yo te bendigo Padre, Señor del cielo y la tierra porque has ocultado estas cosas a los sabios y entendidos y se las has dado a conocer a los pequeñitos. Si Padre, pues tal ha sido su voluntad" Jn 10,21

A Dios le ha parecido bien darnos el Reino entregar en nuestras manos a Jesús, que cual Hijo obediente dice: “Todo lo que el Padre me ha dado vendrá a mi y yo no rechazaré al que venga a mi" Jn 6,37

El Padre asi lo ha querido, entregar nuestra vida y nuestra salvación a Jesús para poder vivir en este mundo consagrados a Dios. La consagración es para todos, no solo para sacerdotes y religiosos, por nuestro bautismo, todos tenemos derecho al Reino, por la Sangre de Cristo que nos ha redimido para pertenecerle nuevamente al Padre, entonces:

No temas pequeño rebaño, porque al Padre de ustedes le agradó darles el Reino

Somos un rebaño pequeño, pero no solo en número porque es verdad no son muchos los que se acercan a la Palabra o se quedan con Ella para vivirla y anunciarla, pero somos pequeños, como los niños que todo lo esperan de su padre.

La Palabra nos consagra para vivir al estilo de Jesús en pobreza, en castidad, en obediencia; no es imposible, con El todo lo podemos.....podemos vivir el Reino, la Palabra nos enseña, nos saca del mundo.

Yo recuerdo que hace 13 0 15 años, sabía muy poco de Dios, nosabía ni que era la Palabra, ni como leer la Biblia, ella estaba en mi casa como un texto mas del colegio de mis hijos, y no la leia porque estaba "ocupada" en el trabajo de la oficina, en los quehaceres de la casa, en atender a los niños, al esposo, la comida etc, en los eventos sociales de fin de semana, en fin mi mundo era dedicarme solo a mis cosas, mi mundo era mi familia y nada mas

Me acuerdo también que cuando empece a ir a un grupo de oración, cómo me costaba encontrar los versículos, todo se me mezclaba el A.T y N.T , Tesalonicenses, Deuteronomio... me parecian nombres tan raros y dificiles, todo se me hacia una confusion, pensé que nunca iba a aprender.

Pero han pasado los años, y permaneciendo en la en oración y haciendo las mismas cosas, mi vida ha cambiado, ahora no puedo vivir sin la Palabra, mis pensamientos antes de decir o hacer algo se dirigen primero a Dios, para preguntarle, para pedirle que me guíie hacia su voluntad; ahora mis prioridades son totalmente diferentes, mi familia ahora siento que es todo el mundo. Siento que estoy en el mundo, pero no soy del mundo porque a Dios le pareció bien darme el Reino, “me sacó del mundo en que vivía me, dio a conocer la Vida Eterna a Jesús, Palabra de Dios, me enseñó a amar al Padre.

"He manifestado tu Nombre a los hombres: hablo de los que me diste, tomándolos del mundo. Eran tuyos y tu me los diste y han guardado tu Palabra"

Conocer la Palabra es consagrarse en la Verdad, por eso Jesús insiste en que permanezcamos en El, como nos decian ayer, Jesus ora al Padre para que nos consagre, nos santifique por la Palabra de Verdad:

Padre “Conságralos mediante la Verdad, tu Palabra es verdad”.

Entonces permaneciendo en la verdad nos hacemos libres de todo apego a lo material, todo lo vemos importante pero ya no con el peso que lo veiamos antes, y podemos decir:

“ Ya no vivo yo es Cristo quien vive en mi" todo lo que vivo en lo humano lo vivo con la fe en el hijo de Dios que me amo y se entregó por mi “ Gal 2,20

Jesus cuida nuestra vida, nos ha hecho uno con El, vivimos en El.

“Padre tu me los diste...Padre cuando estaba con ellos yo los cuidaba...Padre guardalos en tu Nombre, que sean uno como nosotros somos uno...”

Es dificil vivir como cristos, como consagrados El mismo nos ha dicho "Ustedes encontrarán la persecución en el mundo. Pero animo, yo he vencido el mundo”Jn 16,33

No estamos solos, nunca lo estaremos, Jesús ruega al Padre por nosotros tenemos, un Intercesor, un Sacerdote que se ofrece cada dia y que mora en nosotros que le dice:

“Padre por ellos me consagro....El no necesita consagrarse porque es Dios pero, siempre Jesús se nos pone de modelo para enseñarnos lo que significa consagrarse a Dios y a los hermanos....

No tengamos miedo El nunca nos va a dejar solos en este camino al que nos ha llamado.... “Padre no te pido que los saques del mundo. Sino que los defiendas del maligno. Ellos no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo"

Estamos insertados por Cristo Palabra de Dios en el corazón del Padre, consagrados para Dios por la Palabra, ya todo lo tenemos en Dios por la Palabra que nos hace ver la Verdad, lo esencial de la Vida.

Que nuestra Madre Santísima ruege por nosotros para vivir consagrados al Amor de Dios, orando con la Palabra para servir a nuestros hermanos a nuestra familia toda, ofreciendo nuestra vida para su consagración por gracia de Dios.

Dios nos bendiga.

Nila.

miércoles, 8 de setiembre de 2010

Una Palabra Consagratoria


Cuando Empezamos la Escuela, empezamos siempre sensibilizándonos sobre la fuerza que tiene la Palabra, fuerza que transforma nuestro corazón y le decía a Dios, ¿Cómo hacer para que quienes nos escuchen, logren transformar su corazón y llegue este corazón hablar con Dios? Hasta dónde debo llegar?

Porque nosotros venimos cansados, estresados y Jesús así ve a los discípulos de Emaús, Cómo habría que explicar las Escrituras para que el corazón nuestro arda, como a los de Emaús? ¿Qué poder tiene la Palabra que es capaz de trasvasar todo el Amor de Dios y sacar de nosotros lo precioso que tenemos?

Jesús es capaz de pronunciar una palabra y nos llena de su Vida y de su Espíritu. Señor efectivamente tu Palabra tiene Vida y tu Espíritu hasta santificar el ser del hombre. ¿Dónde? ¿Cómo hace realidad esto? Y la respuesta de Dios es en el torno de Dios, en la casa del alfarero, siempre que Dios me habla del poder de su Palabra me viene a la mente Proverbios 4,23

"Hijo mío guarda tu corazón, porque de él brotan fuentes de agua viva"

Te invito en este momento de tu vida, de tu corazón que la vivas, cuida tu corazón porque donde está tu corazón está tu tesoro, y de lo que rebasa el corazón habla la boca.

Cuando uno va al Alfarero, es como si fuera a la sala de operaciones y para ir allá se requiere tiempo, espacio y uno se confía a los médicos; eso es lo que necesitamos para entender el corazón de Dios, para que veas el corazón del alfarero que quiere que te dejes extirpar todo aquello que no necesita tu corazón, esa apatía, desesperanza, tedio, cansancio.

Dios quiere llenarla hoy día de ilusión, y te dice: ¡Hijo mío! "Como quisiera convertir tu corazón de piedra "
¿Qué necesito Señor para entrar al torno, en ese lugar sagrado lleno de amor y ternura?
Reconócete cómo estás y cuáles son tus carencias, Yo te lo puedo dar.
A veces cuando predico me digo: ¿Qué hago aquí? Porque me siento más duro, revuelto con mis cosas, y en todo lo que vivo y no percibo realmente el poder que tiene la Palabra.

Reconócete por qué hay que entrar en la fragua de Dios, el sano no lo necesita y el que adolece de fallos sí। Y me siento tan limitado, que reconozco que con mis palabras hiero a las personas que más quiero, siendo mi intención arreglar las situaciones. Yo creo que eso está bien, pero las personas me hacen ver que no es así, y necesito pasar por la fragua de Dios, para que me purifique y me devuelva la capacidad de levantar a las personas y no hundirlas.

Reconócete que te entregaste a Jesús y que Él te está suplicando que por la misericordia de Dios le ofrezcas tu vida con todo lo que eres y así como estás - Porque eso es lo que más quiero, para trabajarla hasta que tu corazón quede bien hecho en el torno de la oración, donde voy a dejar la imagen de Cristo.

La experiencia de pasar por el torno de Dios es pasar por sus manos cálidas, amorosas y tiernas, a mí en un momento de estos me invitaba a ir a confesarme y me fui, dije todos mis pecados y al terminar la confesión el sacerdote me dijo: Ahora estás puro como un recién nacido, y eso experimenté: El llamado de Dios a vivir la santidad.
Un Espíritu que se posa sobre ti, para regalarte la experiencia del alfarero, experiencia que tiene que ser permanente para cuidar la nueva vida que Él te regala, sin dejarte llevar por donde la realidad te lleve y que te seduce y te lleva por donde tú no quieres pero vas por falta de fe.

Conversaba en familia sobre los fracasos matrimoniales y mis tías opinaban que lo mejor era que la parejas no se casen, que convivan, pero yo sólo atiné decir, no estoy de acuerdo con eso, que debe de haber matrimonio y pensaba que si yo hubiese orado ese día quizás hubiera tenido la palabra oportuna para rebatir lo que estaban diciendo

Nos enfrentamos a una realidad llena de malas noticias, y que es inevitable no dejarlas a un lado, dice un refrán dime con quién andas y te diré quién eres y tú ¿con quién andas? Como Jesús, andar con el Padre, por eso te dice: Tu Vida...eso es vital para dialogar en la fragua de Dios.
La realidad nos llega por todos los sentidos, la mente como un molino muele todo lo que le llega, y va al corazón, ¿Cómo llevar la contracorriente? Implica sufrimientos, sin El no caminamos.
Me acuerdo de niño, cuando me portaba mal, mi mamá me hablaba y me prohibía hacer algunas cosas que a mí me gustaban y eso a mí no me gustaban no percibía que eran para mi bien, que mi madre me quería; sucede lo mismo con Dios, nos cuesta meternos en la fragua pero es un dolor que nos enaltece, porque lo hace por Amor.

En la casa del alfarero Dios nos seduce, pero el demonio te tienta, como sucede en el trabajo hay personas que hablan mal una de otra, con el fin de conseguir beneficios, lo bueno es no dejarse condicionar por esas voces, aunque te ofrezcan promocionarte.

Yo le agradecía a Dios, que no me dejé condicionar por esas personas, pero Dios me decía eso no basta, porque nos enfrentamos no con personas humanas sino con las fuerzas del maligno, las personas nos dejamos condicionar por el demonio, no porque sean malas, sino porque están equivocadas o por ignorancia.

Descubrir en nosotros todo el potencial que hay en la Palabra y en la oración necesitamos orar en toda ocasión। Esto lo dice Pablo, desde la prisión y desde allí da Vida, y nos dice que el demonio no puede encadenarnos, pues el anda como león rugiente para comer a su presa.

El demonio ahora ataca nuestros valores, y sus presas son los adolescentes y jóvenes, a quienes les invitan a deleitarse con la cerveza, la propaganda de Brama me decía un amigo, no es que tenga rivales sino que Brama está trabajando a futuro, pues comienza por darles a los adolescentes para que en un futuro sólo reconozcan su sabor.

Dios nos invita a que le prestemos nuestra vida, para contrarrestar esta avalancha de propagandas. Y que salga de nuestro corazón, la Palabra siempre oportuna.
Para eso nos invita entrar al desierto de su torno, en la fragua para que nos moldee y nos fortifique.
Necesitamos una oración constante, en toda empresa se necesita comunicación para que tenga éxito, si no la hay, fracasa, y si no hay comunicación con Dios no vamos a dar fruto, damos frutos buenos cuando vivimos unidos a Dios, Es momento de responsabilizarnos con amor, al que mucha ama Dios más le confía, lo cree capaz de colaborar con El.

Como dos niños que querían hacer caer a un sabio, y se decían entre ellos, ahora va a caer: y llegaron al sabio con una paloma con sus manos detrás, en la espalda y se dijeron: le preguntaremos dinos si la paloma que tenemos está viva o muerta, si dice que está viva, le torceremos el cuello, y si dice que está muerta se la mostraremos viva ,y van y le preguntan y el sabio les dice, cuando le hacen la pregunta:¿Cómo está la paloma? El les dice: Está en tus manos.

Dios te dice ahora: está en tus manos la Palabra para que la entregues oportunamente, está en tus manos la evangelización para que llegue a los corazones rotos, para que todos se salven y lleguen al conocimiento de la Verdad. Está en tus manos y no tengas miedo, porque al Padre le ha parecido bien darles el Reino.

Por eso Yo les he dado a conocer tu nombre, para que el Amor con que tú me has amado esté en ellos y yo en ellos. La compañía de Jesús garantiza la misión, y veía a Jesús con una mano tendida, tranquila, sosteniendo nuestra vida y te invita a entregarla para que Él la moldee como le parece.

Rafo.
Lecturas para la Semana
Miércoles: Orar la Escuela
Jueves: Gusta su Amor y deja que prenda en tu corazón: (Lc 24:13-35)
Viernes: Detrás de La Palabra late el corazón cálido de Dios (Jer 18:1-6)
Sábado: Para moldearte necesita de tu vida (Rom 12:1) y (Jer 18:1-6)
Domingo: Firmes en oración y súplica para enfrentar las maniobras del maligno (Ef 6:10-20)
Lunes: Sin no estamos unidos a él no hay frutos (Jn 15:4-5)
Martes: A Dios le ha parecido bien confiarles el Reino (Lc 12:32) (Jn 17:)

lunes, 6 de setiembre de 2010

Encuentro que nos hace dadores y transmisores de Vida.

Lectura: Ezequiel 37 1-14

Queridos hermanos, queria empezar con un poema de Lope de Vega que siempre me acompaña para hablarle a mi Señor;

¿Qué tengo yo, que mi amistad procuras? ¿Qué interés te sigue, Jesús mío, que a mi puerta, cubierto de rocío, pasas las noches del invierno a oscuras?”

Porque aunque han pasado muchos años desde nuestro primer encuentro, no deja de sorprenderme que Dios se haya fijado en mi vida, ...Quién soy yo Señor para que me mires y pienses en mi?

Cuánto tiempo estuvo esperándome, cuánto tiempo sin conocerlo, sin hablarle, sin amarle, cuanto tiempo mirándome como “esos huesos secos” de que nos habla el Libro de Ezequiel 37. 1-14 para darme la Vida.

Doy gracias a la Comunidad Verbum Dei una vez mas, a las misioneras, que le fueron fieles y profetizaron sobre mi vida, que hicieron el transvase de la Vida de Dios en mi corazón.

Cuando nuestra vida recibe la Vida de Dios, se vuelve tambien transmisora de Vida, porque damos lo que recibimos, porque ya no podemos pasar por la vida de nuestros hermanos con indiferencia, en cada encuentro con la Palabra en cada dia de oración, El nos transmite su ilusión por dar la vida. Dios es Vida, y porque nosotros somos sus hijos estamos llamados a Vivir por El con El y en El.

En la lectura de hoy, podemos contemplar el encuentro de Dios con el Profeta Ezequiel, como va haciendo en su vida un transvase de sus planes, de su preocupacion por dar la Vida a su Pueblo y como se concreta por la obediencia y fidelidad del profeta en la resurrección de Israel.

Cuando el profeta Ezequiel siente la mano de Yavé sobre si, “La mano de Yavé se posó sobre mi”. Siente el Espiritu de Dios sacarle a un plano espiritual, mas amplio, “ Yavé me hizo salir por medio de su espiritu” .

Efectivamente, cuando nos encontramos con Dios en la oración, y vamos escuchando la Palabra, asimilándola....mirando nuestra vida, y sin darnos cuenta su Mano nos conduce a mirar lo que El quiere hacernos ver: su pueblo...dice Ezequiel:

“Me depositó en medio de un valle, que estaba lleno de huesos humanos”.

Eran huesos humanos, eran huesos esparcidos por el suelo, eran muy numerosos y estaban completamente secos...que es lo que mueve a Dios para mostrar al profeta ese “cementerio o valle de muerte”,?

Porqué ha buscado un Hijo de hombre, humano, para contemplar “esas desgracias”?....muchas preguntas le hacia a Dios en la oración, porque suscitaba en mi muchos sentimientos, muchos recuerdos, muchas preocupaciones, y precisamente eso es lo que Dios me queria transmitir la preocupacion por su pueblo como en el Exodo “he escuchado el clamor de mi pueblo, he visto su sufrimiento...”.

Miraba mi propio pueblo, mi familia, los que Dios me ha dado, amigos, conocidos, y encontraba mucha sequedad, mucha tristeza de muerte, mucha desesperanza, no de ahora solamente, sino de hace mucho tiempo, y le preguntaba también a Dios....porque se secaron? Porque se volvieron como los huesos secos sin vida, apagados, porque perdieron la fe, en que momento se volvieron “malos, hirientes, infieles etc. Que les quitó la vida, que pasó en sus vidas que los lanzaron a la tumba?”.

Dios le hace ver a Ezequiel el pueblo de Israel despues de que sus enemigos lo destruyeron, lo traicionaron y se burlaron de ellos; y ahora en esta parte de la historia, pasa lo mismo, el pecado, la maldad, ha ido arrasando con el Pueblo de Dios, con nosotros con nuestros hermanos, la ignorancia nos va matando la fe, la esperanza, el amor, estamos alejándonos de Dios y como al profeta El nos llama ahora para recupernos, para resucitarnos y darnos la Vida,

Dios pone su mano sobre Ezequiel como quiere ponerla sobre tu vida, y la mia, para recuperar la fe, porque al menos yo, se me hacia tan dificil hacer revivir los huesos secos y ante la pregunta del Señor:

“Podrán revivir estos huesos?” Respondí "Ýavé tu lo sabes” porque Yo señor tengo mis dudas, he intentado revivirlos, pero no me ha dado resultados.

Pero el Señor no se queda con mi respuesta e insiste: Ahora yo te digo “Profetiza con - respecto - a estos huesos”, especificamente con respecto a tu esposo, a tu amiga, a tu hijo.... “ les dirás “ ¡Huesos secos escuchen la Palabra de Yavé”, no es mi palabra la que da la Vida, es la Palabra de Yavé, El me da la autoridad para que en su Nombre transmita la Vida.

El dar la Vida y el Transmitirla, viene de la Escucha de la Palabra de Dios, “Nadie da lo que no tiene”, dice un dicho, necesito encontrarme con Dios en la Oración para recibir la Vida, necesito cargarme de Palabra de Dios para poder decir.

“Esto dice Yavé a estos huesos: Haré que entre en ustedes un espiritu y viviran, Pondré en ustedes nervios, hare que brote en ustedes la carne, extenderé en ustedes la piel, colocaré en ustedes un espiritu y viviran: Y sabrán que Yo soy Yavé”.

Y sabrán que el es Dios....

Ezequiel hizo lo que Dios le dijo:

“Hice según lo que se me habia ordenado y mientras profetizaba se produjo una gran agitación: los huesos se acercaron unos a otros. Miré vi como se cubrian de nervios, brotaba la carne y se extendía sobre ellos la piel, pero no habia en ellos espíritu.”.

El recibir la Vida y el espiritu de Dios es un proceso, se da en cada dia en cada encuentro, no es “magia”, es un trabajo de fidelidad, de obediencia, de servicio a Dios y a los hermanos, yo he visto tambien huesos secos en mi familia, que han recuperado la Vida, desde mi propia experiencia de ir escuchando a Dios de mirar mi vida transformarse en las manos de Dios, la vida de mi esposo de mis hijos, de muchas personas las he visto “recuperar la vida, levantarse sobre sus pies...”.

Profetizar, transmitir la Vida, es tambien un trabajo de fe, en que El lo dice y lo hace, yo le escucho y hago lo que El me dice, y Miro....como Va soplando el Espiritu desde los cuatro vientos sobre los muertos para que vivan”

“Yavé me dijo entonces: Hijo de hombre, estos huesos son toda la casa de Israel. Ahora dicen Nuestros huesos se han secado, nuestras esperanzas han muerto, hemos sido rechazados” Por eso profetiza: Les dirás estas palabras de Yavé : Voy a abrir las tumbas de ustedes pueblo mío, haré que se levanten de sus tumbas y los traeré de vuelta a la tierra de Israel. Entonces cuando haya abierto sus tumbas y los haya hecho levantarse, sabran que yo soy Yavé”.

Que bonito es sentir la confianza de Dios en nuestra vida sentir su mano posarse sobre nosotros con ese gesto de Amigo, de Camarada que nos invita a compartir la Mision de Transmitir la esperanza, el conocimiento de un Dios que salva y que da la Vida.

Que María nuestra Madre Santísima nos acompañe en nuestra misión de ser Palabra de Dios dadora y transmisora de Vida.

Nila

viernes, 3 de setiembre de 2010

You Are My Hiding Place/As The Deer

La oración encuentro que me comunica Vida y Amor


Isaías 62,1; Salmo 34,9; Juan 21 1-8

Pautas.

2 de setiembre

Qué bueno poder empezar cada día con la seguridad de que Dios nos esta esperando, que quiere dialogar con nosotros. Y en ese dialogo gustar y ver cuan BUENO es el Señor, pues en El encontramos siempre refugio, asilo seguro, su corazón esta siempre abierto, para acogernos, estemos como estemos, limpios o sucios, vacios o llenos. Su fidelidad es nuestra salvación, el nos sigue viendo con la esperanza de que algún dia lo entenderemos claramente y sin velos 1Corintios 13,13.

Para El somos esos hijos amados y elegidos por siempre, a quienes nos confía todo lo que sabe del padre, nos trasmite su misma vida su mismo amor.

La escuela de la palabra del martes, me dejaba con un corazón muy agradecido para con El, por su fidelidad, pues sigue apostando y fiándose de cada uno de nosotros, sigue alcanzándonos la mano diciéndonos Ven… alarga su mano, para alcanzarnos y si llegamos a caer en esas aguas removidas de nuestros miedos y cobardías, ahí esta su mano firme y fuerte..

Le daba gracias a Dios por su fidelidad y esta fidelidad sigue arrastrando s muchas personas que también quieren ser fieles, al llamado que reciben de parte de El, a ser sus representantes , embajadores aquí en la tierra (gracias Padre Juan Luis por tu vida).

En un momento de oración frente al ataúd de El Padre Juan Luis, recordando esas vivencias de estos últimos tiempos, y mirando su foto le decía: ¡Cuanta Falta nos vas hacer¡ y escuchaba que me decía, con esa sonrisa y paz que lo caracterizaba continua, sigue siendo Palabra de Dios, Verbum Dei, el admiraba mucho el carisma, confiaba en el Verbum Dei, cuanto nos ayudado, a todos los niveles., me siento muy pequeña frente a la talla que El ha dejado, pero me animaba, diciéndome que El seguiría trabajando desde arriba.

Estos momentos de sufrir esta separación, tan importante es hora de reafirmar la certeza de la promesa de Dios, la vida plena en El, los que nos adelantan nos invitan a continuar y no dejar que las aguas ahoguen la voz de su llamada.

Por esto por el amor a Ellos que nos miran, nos esperan allá arriba no podemos callar, no podemos seguir luchando por esos ideales de justicia y salvación para todos.

Isaias 62,1