miércoles, 30 de junio de 2010

Lo que Cristo quiere ser para ti

Te invito a abrir el Evangelio y a descubrir eso que Cristo quiere ser para tí....

· El quiere ser amigo, un amigo sincero de sus vidas (Jn.15,14)

“¿No ardía nuestro corazón, mientras nos hablaba en el camino y nos explicaba las Escrituras?” Así hablaban Cleofás y su amigo de su encuentro con Jesús. Así hablan los que experimentan su amistad. Su corazón arde.

Nosotros buscamos estima. Nadie nos estima como Él.
Buscamos aplausos. Nadie nos aplaude como Él.
Buscamos afecto. Nadie nos ama ni nos amará como Él.

Pero es un amor que nos eleva, nos hace sufrir, según el dicho: “Quien bien te quiere te hará llorar”. Porque no exigir de la persona amada que sea lo mejor, sería indifrencia, lo contrario del amor. Como el amor de Cristo a nosotros es muy sincero no puede permitir que seamos mediocres. Tu amor no me permite ser un mediocre.

· Él quiere ser tu compañero, un compañero de camino, como quiso serlo, para llenarles de optimismo, de aquellos discípulos atormentados y desanimados de Emaús (Lc. 24,13-35)

No es lo mismo trabajar por Él que trabajar con Él. Tenemos que hacer el apostolado juntos: “Yo estaré con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo...”
Nos da, además, la compañía de su Madre: “¿No estoy yo aquí que soy tu Madre?”; palabras dichas por la Virgen a Juan Diego.
A veces nos empeñamos en caminar solos por la vida, como huérfanos tristes...

· Él quiere ser vida, tu vida, como lo fue para aquel joven muerto de Naín o para aquel corazón también muerto por la ambición de Zaqueo (Lc. 19, 1-10)

Vida es entusiasmo, felicidad, ideal, triunfo, satisfacción, juventud perenne. Jesucristo dice tener todo esto y quiere comunicarlo. “Si conocieras...pedirías, y Él te daría agua viva”, le dijo a la Samaritana.
Cuantos jóvenes envejecidos prematuramente por el vicio, con el alma lacerada por el hastío, por el desengaño, la frustracción o el aburrimiento; su vida ha perdido la brújula, ¿para qué y por qué vivir? No tienen respueta. De aquí al suicidio no hay sino un paso lógico, que muchos, por desgracia, dan. Y todo porque no conocen ni tienen a Cristo.

· Él quiere ser camino, tu camino, para ti que tanteas en las tinieblas anhelando una salida a tus ansias de felicidad (Jn.14,5)

Todos queremos ser alguien, realizarnos, valer para algo, realizar grandes cosas, ser líderes.

¿Cómo lograrlo? La Santísima Virgen nos da la solución en las bodas de Caná: “Haced lo que Él os diga”. La solución consistió en que en que en una boda en la que faltaba el vino se sirvió el mejor vino del mundo.

· Él quiere ser verdad, tu verdad por la que luches y vivas.

La verdad de la vida y de las cosas, el sentido y razón y felicidad de tu vida.
Mi vida tiene una verdad; voy rumbo al puerto, mi vida tiene esperanza, tiene frutos realizaciones, tiene plenitud con Cristo.

· Él quiere ser resurrección, tu resurrección, es decir, tu esperanza, tu anhelo de una vida sin fin.

Resurrección de todas las ilusiones muertas o moribundas, también de las ilusiones humanas, intelectuales. Resurrección de las grandes ideales y metas de la vida.

· Él quiere ser alegría, la fuente de tu felicidad.

La tristeza no es cristiana. La amargura y el desaliento tienen otro dueño. Mi tristeza y amargura son la cadena que me tiene amarrado al demonio.

A Cristo le gusta abrir jaulas, quitar cadenas, abrir puertas de cárceles, tender puentes en el abismo.. “He encontrado a Cristo y por tanto la alegría de vivir...”¡ A qué poco sabe el mosto, la cerveza... al lado de Cristo!

· Él quiere ser amor, ese amor que inunde de plenitud tu existencia.

El deseo más fuerte del hombre es amar y ser amado. En el cielo este anhelo se transforma en éxtasis. Por la calle y por la vida pasan amores que nos acalambran por un rato...amores que engañan, que prometen felicidad total, y nos dejan con unos pétalos marchitos en las manos. Cristo es el Amor eterno, que te ama desde siempre y para siempre y te hace plenamente feliz, si tú quieres.

· Él quiere ser roca, la roca en donde tu debilidad encuentre fortaleza y optimismo. (Mc, 4, 35-41)

Rompeolas, roca de cimiento, muralla que defiende. Esto significa sentir seguridad, valor, certeza, fuerza, ímpetu juvenil, audacia, pasión por la misión y por la vida.

· Él quiere ser paz, paz para tu corazán a veces atribulado y a veces probado por el dolor y el sufrimiento.

Quiere que luches, pero con paz interior. “Aquí me sorprende el recuerdo de la realidad más radiante que vivimos los cristianos. Tengo a Dios en medio de mi corazón...¡ Todo está arreglado; adiós tristeza, adiós soledad, adiós lágrimas! ¡Lo tengo todo! El está conmigo, Él me consuela, Él me sanará...”

“La vida del alma, minuto a minuto es siempre bella , preciosa y emocionante, cualquiera que sea la condición del cuerpo. Ningún precio es suficiente para pagar la intimidad con Cristo”.

Santa Teresa de Jesús: “Nada te turbe, nada te espante, todo se pasa, Dios no se muda. La paciencia todo lo alcanza. Quien a Dios tiene, nada la falta. Sólo Dios basta”.

· Él quiere ser “pan”, pan que fortalezca tu espíritu en tus luchas y desgastes.
Pan espiritual que me da la vida eterna. “El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene la vida eterna...”

Pan de la ilusión y el entusiasmo por los grandes ideales.
Pan de la victoria y de los resultados.
Pan de la perseverancia.
Pan para repartir a los hambrientos.

· Él quiere ser perdón, para consolarte en tus caídas y debilidades.
Un perdón eterno, de todo y de siempre. Mucho me tiene que querer el que me ha perdonado tanto. “El que siempre nos soporta y nos perdona, olvidando nuestras pequeñas o tremendas ofensas a su amor”.
“Perdónales, Padre, porque no saben lo que hacen”. Si algo le salió del corazón fue esta petición a su Padre. El Padre le respondió: Hijo mío, porque Tú me lo pides, y me lo pides así, los perdono”.

Padre Mariano de Blas.


sábado, 26 de junio de 2010

¿De dónde le viene la fuerza a Jesús?

Mateo 26,39-42

Buenos dias queridos hermanos. Esta mañana le agradecía mucho al Señor, por el regalo de la oración, porque en ella su Palabra nos va llevando a entender cual es la voluntad de Dios, y a conocer todas las capacidades y dones que nos ha dado para vivirla.

La oración que nos proponen esta mañana es profundizar en la Fuerza de Jesús, de dónde saca esa fuerza que le hace salir de un estado de tristeza, de angustia y le lleva a enfrentar la Cruz, a vivir su Pasión.

Haciendo la composición de lugar: El está llegando al Huerto de Getsemaní, acompañado de sus discípulos después de la última Cena...

Jesús estaba sufriendo como uno de nosotros, “Se despojó de su condición divina no se apegó a su igualdad con Dios tomando la condicion de servidor, se hizo semejante a los hombres” Filip 2,7.... necesitaba orar. Por eso va al Monte de los Olivos, al huerto, porque necesita estar a solas con el Padre....

Cuando llegó, tomó consigo a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo y comenzó a sentir tristeza y angustia. Y les dijo:Siento una tristeza de muerte quédense aqui conmigo y permanezcan despiertos.” “sientense aqui mientras yo voy mas alla a orar’

Porqué necesita orar a solas Jesús? Necesita fuerzas? Uno de los que mas quería su discipulo, Judas unos de los doce, a sus espaldas lo esta traicionando, tambien ya sabia que Pedro lo iba a negar tres veces, sabía que sus apóstoles se dispersarian por todas partes abandonandolo. Como que todo se venia abajo. Tres años trabajando duro, parecían haber sido inútiles.

En nuestra vida, cúantas veces nos hemos encontrado asi?, Muchísimas; en nuestro matrimonio, en nuestro apostolado, en el trabajo, en la comunidad, en la amistad con alguien, en nuestra vida en general, cuantas veces nos hemos sentido decepcionados o frustrados porque las cosas no han salido como esperábamos, y nos ha faltado fuerzas para levantarnos de nuevo....queremos continuar y no podemos, muchas veces no le encontramos ya el sentido, el para que, el corazon esta cansado, débil, roto.

Yo le preguntaba a Jesús esta mañana, cúal era el motivo que tenia para continuar, para no huir. Porqué queria seguir para adelante?, y entendia desde la Palabra que lo que le movía a Jesús a seguir, era el amor al Padre, El era su hijo amado en quien Dios habia puesto su complacencia, Jesús deseaba cumplir la voluntad del Padre, ser su complacencia ahora, en tiempos dificiles....

Numerosas veces habia expresado “Yo no he venido a hacer mi voluntad, sino la voluntad de mi Padre....Mi alimento es hacer la voluntad del Padre....El Padre me ama porque yo hago lo que le agrada....

Jesus amaba al Padre, y porque amaba al Padre quiere hacer su voluntad, no lo hace por miedo, o por obligacion...

“El Padre me ama porque yo doy mi vida para retomarla de nuevo, Nadie me la quita sino que yo mismo la entrego” Jn 10,17

Nosotros tambien queremos dar la vida, tenemos buenas intenciones, tomamos decisiones radicales por el Evangelio, para la misión, pero hay momentos en que nos faltan las fuerzas...Qué hacer en esos momentos, de donde sacar fuerza? necesitamos mirar a Jesús y ver que hizo cuando se siento débil, turbado, triste y angustiado?

“Padre si es posible que esta copa se aleje de mi”. Pero no se haga lo que yo quiero, sino lo que quieres tú.”

Jesús buscó a su Padre para pedirle le aparte la copa del dolor, la cruz, El pone en las manos del Padre su destino, no escoge El, solo le propone Padre si tu quieres...quizas si tuviera mas tiempo Padre...”

Jesus va orando y su Padre va mirando el corazón de su amado Hijo, dispuesto, obediente...de esta comunion de voluntades sale la fuerza de Jesús.


Ahora mi alma esta turbada. Dire acaso: Padre líbrame de esta hora:? Si precisamente he llegado a esta hora para enfrentarme con todo esto.

!PADRE DA GLORIA A TU NOMBRE!.

Entonces se oyó una voz que venia del cielo” “Lo he glorificado y lo volvere a glorificar”

Jn 12,27

En hacer la voluntad del Padre, Jesús encuentra su Fuerza....en el deseo de Glorificar a su Amado Padre. “No importa a que precio, no importa si tengo que padecer por tus hijos Padre si tengo que morir para recuperarlos...”.

Cuando nos toca sufrir, cuando nos preguntamos: porque yo tengo que sufrir las consecuencias del pecado del otro?, ...porque soy yo siempre la que tengo que perdonar?...Porque soy yo la que tengo que cuidarle despues que ella o él no se cuidó...porque yo tengo que sufrir por el otro? Hay que buscar la respuesta en el Amor, en cuanto amamos la voluntad de Dios?, esa será nuestra fuerza. “Padre que quieres que haga, en esta situación, cual es tu voluntad?

Esta mañana cuando le preguntaba a Jesús todas esas cosas....El me hacia mirar sus motivos de morir en la Cruz, ¡FUI YO! ¡El sufrió por mi!, porque El no habia hecho nada y tuvo que pagar por mi, el sentido de Jesús, era mi vida, mi salvación, esa era la voluntad del Padre y El la cumplía en su propia vida.

A mi se hace dificil entender la tallade este Amor, pero aunque no logre entenderlo es suficiente sentirme amada de tal modo, para encontrar ahi mi fuerza , mi fortaleza para cumplir la voluntad del Padre.

Encontrar que la voluntad de mi Padre es que se salven todos, no importa mi orgullo herido, no importa mi ego, como a Jesús no le importó quedar desfigurado por mi.

Muchos quedaron espantados al verlo, pues estaba tan desfigurado, que ya no parecia un ser humano.”Is 52,14....El soportó el castigo que nos trae la paz y por sus llagas hemos sido sanados” Is 53,5

A mi me ayuda mucho contemplar la Pasión de Jesús, su pasion por nuestra vida, porque eso me ayuda a apasionarme por El y me da mucha Fuerza para querer hacer lo mismo, las cosas que pasamos, los sufrimientos de esta vida, no se comparan con la Gloria que nos espera, dice San Pablo.

El Don de la Fortaleza es una fuerza espiritual, que únicamente Dios nos la puede dar, es la fuerza que ha hecho santos, y santas, personas que son capaces de salir de si mismas para pensar en el otro.

El que ha sufrido sabe de que se trata, el que ha sufrido que han pasado por aguas profundas y hornos de fuego, pueden testimoniar de donde sacaron su Fortaleza. Eel que nunca ha sufrido tiene un conocimiento teórico, pero no alcanza todavia a comprender como es que se tiene fuerza para superar una traición, la muerte de un ser querido, el dolor de ver a un hijo enfermo.

Después de orar se levantó y fue hacia donde estaban los discipulos..Pero los halló dormidos abatidos por la tristeza. Les dijo “ustedes duermen? Levantense y oren para que no caigan en la tentacion”

Es tiempo de orar para empezar a fortalecernos. No dejarnos vencer por el sueño, los tiempos cada vez se presentan mas cargados de tentaciones.

Como fruto de esta oración de Getsemaní Jesús sale con la Fuerza del Padre....

“Entonces volvió donde los discípulos y les dijo: ¡Ahora pueden dormir y descansar! Ha llegado la hora y el Hijo del hombre es entregado en manos de pecadores. ¡Levántense, vamos! El traidor esta a punto de llegar”.

Pidamos a María nuestra nos ayude a buscar la Fuerza del Señor en la oración, en el diálogo con la Trinidad para poder decirles a nuestros hermanos qu sufren ¡Levántense, vamos!. Enseñarles de donde se saca la Fuerza, donde esta la Fuente para resistir los dias malos. Necesitamos orar largos ratos para dejar que el Espiritu Santo actúe y nos de fortaleza para vencer la tentacion de la dejadez, del abandonarnos, de querer hacer nuestra voluntad y no la voluntad del Padre.
Dios nos bendiga.

Nila.