jueves, 28 de octubre de 2010

Amar es dar la Vida de Dios

Buenas noches, estoy muy contenta de estar nuevamente en Lima, le agradezco al Señor por confiar en mi para compartir hoy día su Palabra.
Estamos orando la verdad de fe Tu Vida es para Amar, y la semana pasada, nos decían como ser administradores de la Palabra.

“Imagínense a un administrador digno de confianza y capaz su Señor lo ha puesto al frente de sus sirvientes y es el quien les repartirá a su debido tiempo la ración de trigo”.

Un trabajador digno de confianza y capaz, quien es?...es aquel que lo ha conocido, que ha experimentado el Amor del Señor, que lo ha promocionado, que le ha hecho crecer en la vida, que le ha hecho una persona madura, que puede hacerse responsable de personas, de llevar sus ideales, sus pensamientos, sus sentimientos, y representarle a El, allí donde El se lo encomienda y allí les dará a su debido tiempo la ración de trigo, un servidor prudente que sabe en que tiempo dará el alimento, la ración.

"Afortunado ese servidor si al llegar su señor lo encuentra cumpliendo su deber. En verdad les digo que les encomendará el cuidado de todo lo que tiene.” Luc 12,42

Esa es la invitación del Señor ahora, a abrir los ojos, los oídos, todo nuestro ser a su Palabra.
Yo me experimentaba poco digna, y no tan capaz, pero, el Señor, me tranquilizaba mucho porque me decía que no importe como yo me sienta, El me ve mi vida diferente de cómo yo la veo, me ve con mucha proyección, que puedo hacer lo que el me quiere confiar.
Porque a veces uno siente que te jalan hacia abajo los errores, las cobardías, las debilidades que tiran tan fuerte que te da pena no responder como discípula, como mama, como misionera, como papa, o el estado en que cada uno se encuentre.
Y en medio de todo da miedo perder la fe, la confianza y el amor de Dios. A mi se me hacia tan hermoso cuando Dios me decía:

"“Nada ni nadie te puede separar de mi amor, ni la muerte ni la vida, ni tus faltas, ni nada de lo que hagas” Rom 8,35

Nada nos puede separar de su amor! Porque

El, Jesucristo, entrego su vida por nosotros, y en esto hemos conocido el amor, ahora también nosotros debemos dar la vida por los hermanos. 1Juan 3,16

Esta semana la invitación es a volver a ser el siervo fiel, que se ha encontrado con el Amor de Dios que le confía el proyecto de amar y dar su vida como El lo hizo.

Recuerdo a un muchacho que había sido muy rebelde, inclusive una vez lo expulsaron del colegio por una travesura, casi incendia su salón, y mucha gente lo rechazaba como mala compañía para su hijo, y yo recuerdo que mi hijo lo traía a casa y todos lo tratábamos con mucho cariño, a veces me decía que yo era como su mamá, y mi esposo se hizo su amigo, a veces nos enterábamos de cosas que hacia que no estaban bien, pero le seguíamos amando y orando por el.
Le pregunte que si le podía mandar la Escuela por Internet y aceptó, y así pasaron algunos años, y poco a poco el empezó a cambiar, ahora tiene su esposa, su hijita, trabaja muy bien, y es un ejemplo para muchos matrimonios.

El conoció el Amor de Dios, que le aceptaba como era y esperaba lo mejor de el.


“En diversas ocasiones y bajo diferentes formas Dios hablo a nuestros padres por medio de los profetas, hasta que en estos días nos hablo a nosotros por medio del hijo a quien hizo destinatario de todo”. Hebreos 1,1

Ahora nos habla por su Hijo, Palabra de Dios, en la vida muchos nos han dado consejos, lecciones, instrucciones de cómo vivir, de cómo amar pero ahora la Palabra viene a perfeccionar nuestro amor, Ahora Viene a enseñarnos a amar, Jesús nos enseña que es el amor.

En el hijo conocemos como amar a nuestros hermanos.Entonces que es amar?.....

Amar es hacer la voluntad de Dios, Amar es hacer el máximo bien, no según el criterio, el gusto o parecer de la persona, sino según su auténtico desarrollo.
Es darles la Palabra. La manera de amar de Cristo…si no amamos a lo cristo, traicionamos, engañamos y drogamos al hermano, podemos satisfacer sus gustos, pero a fin de cuentas lo matamos.

–Una señora me decía esta mañana, “mi esposo esta amargo con sus hijos, porque hacen lo que les da la gana, y dice pero si yo les di todo, les pague la universidad, les compre carro, les di para poner su negocio, les di lo que querían”.Ella me contaba que su hijo le había dicho hace poco.
Hubiese preferido, vivir en una choza, que no tuviéramos tanto dinero pero que mi papá se hubiera quedado con nosotros.

Por lo tanto amar es dar la vida de Dios, es dar a Jesús es desear el mayor bien a las personas es darles la fe en Jesús. Es amar a lo Cristo amar es darles a los hijos el Mayor bien es Jesús, enseñarles a vivir a amar, amándolos.

“Esto es bueno y agrada a Dios nuestro Salvador, pues el quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad, y la voluntad del Padre bien sabemos que es que todos alcancen el camino de la salvación”1 Tim 2,3


La voluntad de Dios es nuestra santificación, cuando pasamos por problemas: Un divorcio, una enfermedad grave, una muerte, la gente dice es la voluntad de Dios. Ha sido la voluntad de Dios, su voluntad no es dejar huérfanos viudas, pobreza, el llanto la tristeza. Dios es amor…..Muchas cosas que nos pasan son por no haber estado con Dios, por descuidar nuestra salud, por la contaminación, por el daño que nos hacemos nosotros mismos, pero allí en el momento del dolor el se hace presente para santificarnos.


Dios quiere nuestra salvación, que nadie se pierda por eso envió a Jesús que murió y resucito por nosotros para darnos la vida eterna, para darnos el secreto del amor, del amar, el COMO.


“Si cumplen mis mandamientos permanecerán en mi amor como yo he cumplido los mandamientos de mi padre y permanezco en su amor”. Este es mi mandamiento que se amen unos a otros como yo los he amado”…… En esto esta el amor en esta permanencia, en cumplir sus mandatos…“Y cual es su mandato? Que creamos en el Nombre de su Hijo Jesucristo y nos amemos unos a otros, tal como El nos ordeno".
Este es mi mandamiento que se amen unos a otros como yo los he amado”…… El que guarda mis mandamientos permanece en Dios y Dios en el. Pues Dios permanece en nosotros y lo sabemos por el Espíritu que nos ha dado” 1Juan 3,23-24

Permanecer en el amor es quedarte aun cuando las cosas no son como te gustan, cuando tienes contrariedades, cuando quieres escapar….cuando no nos entienden los padres, porque sucede que a veces la mamá ya esta mayor, y su carácter ha cambiado, la mamá ya no es tan ágil como antes…se cansa, no escucha bien, o el papá se ha vuelto renegón…o terco, dice cosas en el momento menos oportuno…algunos hijos les gritan, se impacientan, no saben de donde sacar paciencia…algunos se van de casa a vivir en apartamentos compartidos con amigos, y allá los papás que se las arreglen… otros salen a la calle, a buscar a los amigos, etc. El mandato del Señor es:

“Permanece en el amor, así es como el Padre les concederá todo lo que le pidan en mi Nombre”
Podemos pedirle todo aquello que necesitamos para permanecer siendo fieles a su mandato de ser amor: paciencia, comprensión. Si no permanecemos en su amor, nos secamos, sufrimos, y hacemos sufrir a los demás.

Permanecer en el amor es para ser Amor, dar amor, dar a Dios. "El amor es paciente y muestra comprensión.El amor no tiene celos, no aparenta ni se infla. No actúa con bajeza, ni busca su propio interés, no se deja llevar por la ira y olvida lo malo. No se alegra de lo injusto, sino que se goza en la verdad. Perdura a pesar de todo, lo cree todo, lo espera todo y lo soporta todo Con 13,8…..

Permanece en mi Amor.Uno puede decir: suena bien pero como aplicarlo…como debemos permanecer en su amor?, le preguntaba al Señor, como hacer cuando a uno le han hecho algo malo, cuando la persona te ha abandonado, cuando te enteraste que en el trabajo o el barrio han hablado mal de ti, como permanecer siendo amor, cuando lo que quieres es desquitarte de la persona que te ha herido, cuando te han golpeado.

El Señor me iba enseñando como permanecer en el amor...mirando no el pecado sino la identidad de la persona…Ama como yo te he amado
Su "como" me enseña como soy amada por el primero, me mira como estoy, pero no se queda mirando mis errores, sino que espera lo mejor de mi, que me de cuenta, me da oportunidades. ..Le doy yo a mis hermanos oportunidades o les condeno, espero lo mejor, o pienso que ya me canse porque esta persona nunca va a cambiar? Con que facilidad veces tiramos la toalla en la vida de las personas, las dejamos de llamar, de visitar, abandonamos al esposo, al hermano que no quiere dejar la droga, nos quitamos de su vida.
Pero Jesús no tiró la toalla con nosotros, dio su Vida murió en la cruz para salvarnos, porque era la voluntad del Padre, Permaneció en el amor del Padre; permanecer en el amor, es amar, permanecer en el deseo del Padre, en su intención, es luchar por la vida de Dios en el hermano, defender su vida, entregarnos, para darle el Amor de Dios. Dios nos confía el proyecto que tiene para la vida de los hermanos.

Conversaba con una persona y me decía, "yo ahora cuando veo a la gente que esta equivocada, me duele, me salen lágrimas, yo antes no era así, quisiera decirles que su vida puede cambiar que pueden ser felices, veo a una chica pegada a su enamorado, el la trata mal, pero ella soporta las humillaciones y no quiere dejarlo".

Cuando permanecemos en el amor de Dios, tenemos sus sentimientos, El Cristo que vive ya en nosotros, nos hace mirar a la gente diferente, queremos ir a decirles, ¡!Vive,!, ¡!se feliz!!
! Tu vida es para que seas feliz, para que ames pero de una manera diferente!!Nos aferramos a las personas, porque es el único amor que conocemos, la única manera de amar, con sentimientos, una manera egoísta de amar, porque le necesito a mi lado, porque necesito compañía, porque me gusta esa persona…El amor no busca su propio interés.

Hay una joven en la universidad, que va a la capilla se prepara para la confirmación, y le gusta estar con las misioneras, escuchar la Palabra con los demás compañeros, pero su mama ha empezado a prohibirle que se reúna con el grupo, que pase mucho tiempo con las misioneras…nuestra manera de amar como mamas, de querer imponerles a los hijos lo que nos parece bien, no les deja ser libres para amar con el amor de Cristo.

La mamá de esta joven no le deja crecer porque busca su propio interés… el amor humano que esclaviza, ante esto Jesús nos invita a dejar las esclavitudes… No se hagan esclavos del pecado, de sus egoísmos, de sus intereses,
Una persona decía, “yo no voy a ver a mi mama porque me voy a encontrar con esa persona que me hizo tal cosa”, porque hablo mal de mi, le esclaviza el resentimiento, no deja salir el amor que Dios quiere darle a su mama a través de su vida…, Otra persona cuando le dicen porque no vas? Dicen: pero si ya le mande dinero, u otras dicen en vez de dar la Palabra, debemos ir a conseguir donaciones de comida de ropas y repartir por los lugares más pobres.

Amar no es dar limosna, o donativos, el auténtico amor no va en esta línea, ni siquiera darse a si mismo, si no damos a Dios, lo que hacemos es tranquilizar nuestras conciencias, amar es ir a solucionar los problemas de las personas de raízEl proyecto para la vida de cada uno es que seamos perfectos en el amor.
Cuidando el proyecto de Dios en la vida de las personas…es ayudar a la enamorada, a la esposa, al amigo a la misionera inclusive al sacerdote, a cada persona mirarle como la mira Dios, como futuros santos. Perfectos en el amor. Recuerdo que a mi hijo el menor, le daba las pautas en las mañanas, lo que había orado temprano, apurado me pedía, “Ya mamá, dame la Palabra, la Palabra”….
Y allí aunque sea rapidito, como fast food le iba dando la Palabra, medio con duda, medio confiando en que Dios haría el resto y allí, apurado como tomar desayuno iba escuchando, y aunque ha pasado el tiempo ahora me maravillo de cómo Dios le ha hecho crecer en el amor, que a pesar de todo el trabajo que tiene es ejecutivo de una empresa, y catedrático en la UPC, junto con su esposa que también es directora de una revista de publicidad, sacan tiempo para reunirse con parejas y ayudarles a formarse, a fin de cuenta no importa el trabajo que tengamos, el Señor nos llama a ser servidores del Amor, el principal trabajo es el de amar, nuestra vida es para amar allí donde estemos.allí entre todos, van aprendiendo a orar, a conocerse mas como parejas y a conocer a Dios para vivir el proyecto de ser amor, en la vida del otro y de sus futuros hijos.
Para el que se encuentra con el Amor y descubre que su vida es para amar, el trabajo no es un impedimento para llevar a otras personas la Verdad Fundamental de su Vida.Tu Vida es para amar.

Entonces cual es el proyecto que tenemos que realizar? ese proyecto de vida es ser perfectos en el amor.“Por su Parte sean ustedes perfectos como es perfecto el Padre de ustedes que esta en el Cielo.” Mt 5,48

Como hacerlo?: es dar la vida de Dios por la Palabra aquí en esta verdad se descubre la forma mas profunda y eficaz de respuesta que es amar al hombre en su raíz devolviéndole su identidad.

Ante el sufrimiento del mundo, la falta de fe, de esperanza, de amor, nosotros tenemos la respuesta, hemos conocido el amor, la respuesta que recibimos en nuestra propia vida un día, y cada día los hermanos la están esperando, el mundo espera respuestas….a nosotros Dios nos ha elegido para engendrar el amor divino en las personas dando la Vida de Dios, la Palabra que es Vida, camino, Verdad, santificación, salvación.

“Id y predicad, enséñenles a cumplir todo lo que yo les he encomendado a ustedes,” dales el amor con que yo te he amado "yo estoy contigo hasta el fin de la historia” Mt 28,20

Que María nuestra Madre nos ayuda a perseverar en la oracion para aprender a amar como Jesus nos ama, para dar la Vida de Dios.

Dios nos bendiga

Nila

martes, 26 de octubre de 2010

...Donde esta tu hermano?

Génesis 4, 1-10

Esta mañana le daba gracias al Señor por poner en mi, el deseo de llegar a mis hermanos con su Palabra a través de las pautas, el regalo de poder prepararles el alimento que están esperando, la Palabra de Dios que los guíe, que vaya haciéndoles interioriza cada día mas el sentir, los pensamientos, el interés y compasión del Padre por sus hijos, mis hermanos.
Y le daba gracias por los cambios que ha ido haciendo en mi, como me va transformando y renovando el corazón cada día a través de la oración, de la convivencia con su Palabra.
Le decía, antes Señor me despertaba y lo primero que hacia era pensar en mi, automáticamente dirigirme a arreglarme, arreglar las cosas para el colegio, para ir trabajar, para comprar las cosas para el desayuno, etc.
Pero ahora me despierto, mas temprano para tener mas tiempo juntos dialogando contigo, y lo primero que pienso es mis hermanos porque he escuchado Señor tu voz que me pregunta “donde esta tu hermano’? , pero es una pregunta que me la hace porque me ama, porque cuida mi vida primero, para interesarme, por mi hermano, donde esta? Como esta?,

Recuerdo hace mucho tiempo cuando no te conocía como ahora Señor, tenia un hermano alcohólico, y desde mi manera de ver, le ayudaba con ropa, dinero, o cosas, que necesitara, pero no supe darle la ayuda adecuada, le deje morir no supe darle a Dios, ayudarle a tener una vida diferente, el tomaba de dolor, de soledad, porque no llego a conocer el amor de Dios, como era amado.
Por eso cuando he ido a los centros de rehabilitación a dar la Palabra, siempre que los veo a mis hermanos, me inspiran tanto amor, y les digo: Ahora ustedes son mis hermanos, les cuento, y les digo que ahora quiero llegar a tiempo a sus vidas, para decirles como son amados por Dios.

Le doy gracias a Dios también porque cuando me pregunta donde esta mi hermano? No es para tomarme cuentas, como a un guardián asalariado, sino porque en dar la vida a mi hermano también recibo la vida, porque me hace ir con la cabeza levantada, poder ofrecer el mejor fruto de mi vida; no ofrezco sacrificios ni holocaustos, sino la vida de Dios, servida para ellos, en mi vida, como bandeja, por eso tengo que cuidar mi tiempo de oración, mi vida para darla, ya no vivo yo, cuando oro, cuando comulgo con el amor, es El quien vive en mi y me mueve y me lleva y me trae de la cintura, solo puedo levantar los brazos y decirle Hágase Señor llévame donde quieras, donde me necesiten.

La oración, el diálogo con Dios nos hace escuchar el clamor de los hermanos, sus gritos, que claman, “Donde esta Dios?, quiero ver a Dios”, lamentos que Dios nos lo transmite en la oración.
Ayer me compartía una persona, que esta ofreciendo su vida a Dios hace un ano mas o menos, me decía “Cuando oro a mi me salen las lágrimas de dolor, al pensar en todas las parejas, las personas, que viven una vida equivocada, pegadas al amor del esposo, celosas, y otra que ya ha tenido dos compromisos, y va por tercero, y con cuatro hijos en medio de todo, esto me hace sufrir, y por ellos quiero ir, invitarles a las reuniones de matrimonios, por ellos, para que conozcan el Amor, para que no vivan equivocados.

Dios hace el trasvase de su amor, de sus sentimientos y pensamientos a nuestro corazón en ese tiempo rico de oración….a la pregunta de: Donde esta tu hermano?, ahora le puedo decir mi hermano Señor esta conmigo, comparte mi vida, convive conmigo, porque Tu estas conmigo, y donde estas Tu esta mi hermano, donde esta mi hermano estas tu.
Gracias Señor por el regalo de la vida de mis hermanos, gracias por encomendarmelos.
Hay una canción de Verbum Dei, que m ayuda mucho, y quería compartirla con ustedes esta mañana, para meditarla también.

“Y si fuéramos nosotros las piedras vivas sobre las que se construyera un mundo de justicia, Y si fuéramos la voz que se pronuncia cuando vemos que al hermano le despojan de su dignidad. Si escucháramos, el clamor de tantos que en las calles van sin rumbo agotados de sobrevivir.
Si dejáramos que su dolor fuera el nuestro y levantáramos las cadenas que le roban su libertad, Si sus rostros tristes y cansados se grabaran en tu corazón, si sus penas resonaran en tu interior….
Donde esta tu hermano? Tu silencio lo condeno….si quisieras hoy acercarte y curar mis heridas si en mis oídos tu descubrieras que se me va la vida.
Si calmaras la sed de amor que siento y acompañaras mi soledad. Si estuvieras de pie junto a mi cruz.
Donde esta tu hermano? TU AMOR LO LIBERO

Madre ayúdanos a ser servidores leales del Señor.
A buscar a nuestro hermano, como guardianes de su fe, PARA LIBERARLES, para que el mundo no le robe el Amor, su identidad, que podamos ayudarle a encontrar El Camino, La Verdad y la Vida con nuestra vida, nuestro amor. Dios nos bendiga.
Nila

...Donde esta tu hermano?

Génesis 4, 1-10

Esta mañana le daba gracias al Señor por poner en mi, el deseo de llegar a mis hermanos con su Palabra a través de las pautas, el regalo de poder prepararles el alimento que están esperando, la Palabra de Dios que los guíe, que vaya haciéndoles interioriza cada día mas el sentir, los pensamientos, el interés y compasión del Padre por sus hijos, mis hermanos.
Y le daba gracias por los cambios que ha ido haciendo en mi, como me va transformando y renovando el corazón cada día a través de la oración, de la convivencia con su Palabra.
Le decía, antes Señor me despertaba y lo primero que hacia era pensar en mi, automáticamente dirigirme a arreglarme, arreglar las cosas para el colegio, para ir trabajar, para comprar las cosas para el desayuno, etc.
Pero ahora me despierto, mas temprano para tener mas tiempo juntos dialogando contigo, y lo primero que pienso es mis hermanos porque he escuchado Señor tu voz que me pregunta “donde esta tu hermano’? , pero es una pregunta que me la hace porque me ama, porque cuida mi vida primero, para interesarme, por mi hermano, donde esta? Como esta?,

Recuerdo hace mucho tiempo cuando no te conocía como ahora Señor, tenia un hermano alcohólico, y desde mi manera de ver, le ayudaba con ropa, dinero, o cosas, que necesitara, pero no supe darle la ayuda adecuada, le deje morir no supe darle a Dios, ayudarle a tener una vida diferente, el tomaba de dolor, de soledad, porque no llego a conocer el amor de Dios, como era amado.
Por eso cuando he ido a los centros de rehabilitación a dar la Palabra, siempre que los veo a mis hermanos, me inspiran tanto amor, y les digo: Ahora ustedes son mis hermanos, les cuento, y les digo que ahora quiero llegar a tiempo a sus vidas, para decirles como son amados por Dios.

Le doy gracias a Dios también porque cuando me pregunta donde esta mi hermano? No es para tomarme cuentas, como a un guardián asalariado, sino porque en dar la vida a mi hermano también recibo la vida, porque me hace ir con la cabeza levantada, poder ofrecer el mejor fruto de mi vida; no ofrezco sacrificios ni holocaustos, sino la vida de Dios, servida para ellos, en mi vida, como bandeja, por eso tengo que cuidar mi tiempo de oración, mi vida para darla, ya no vivo yo, cuando oro, cuando comulgo con el amor, es El quien vive en mi y me mueve y me lleva y me trae de la cintura, solo puedo levantar los brazos y decirle Hágase Señor llévame donde quieras, donde me necesiten.

La oración, el diálogo con Dios nos hace escuchar el clamor de los hermanos, sus gritos, que claman, “Donde esta Dios?, quiero ver a Dios”, lamentos que Dios nos lo transmite en la oración.
Ayer me compartía una persona, que esta ofreciendo su vida a Dios hace un ano mas o menos, me decía “Cuando oro a mi me salen las lágrimas de dolor, al pensar en todas las parejas, las personas, que viven una vida equivocada, pegadas al amor del esposo, celosas, y otra que ya ha tenido dos compromisos, y va por tercero, y con cuatro hijos en medio de todo, esto me hace sufrir, y por ellos quiero ir, invitarles a las reuniones de matrimonios, por ellos, para que conozcan el Amor, para que no vivan equivocados.

Dios hace el trasvase de su amor, de sus sentimientos y pensamientos a nuestro corazón en ese tiempo rico de oración….a la pregunta de: Donde esta tu hermano?, ahora le puedo decir mi hermano Señor esta conmigo, comparte mi vida, convive conmigo, porque Tu estas conmigo, y donde estas Tu esta mi hermano, donde esta mi hermano estas tu.
Gracias Señor por el regalo de la vida de mis hermanos, gracias por encomendarmelos.
Hay una canción de Verbum Dei, que m ayuda mucho, y quería compartirla con ustedes esta mañana, para meditarla también.

“Y si fuéramos nosotros las piedras vivas sobre las que se construyera un mundo de justicia, Y si fuéramos la voz que se pronuncia cuando vemos que al hermano le despojan de su dignidad. Si escucháramos, el clamor de tantos que en las calles van sin rumbo agotados de sobrevivir.
Si dejáramos que su dolor fuera el nuestro y levantáramos las cadenas que le roban su libertad, Si sus rostros tristes y cansados se grabaran en tu corazón, si sus penas resonaran en tu interior….
Donde esta tu hermano? Tu silencio lo condeno….si quisieras hoy acercarte y curar mis heridas si en mis oídos tu descubrieras que se me va la vida.
Si calmaras la sed de amor que siento y acompañaras mi soledad. Si estuvieras de pie junto a mi cruz.
Donde esta tu hermano? TU AMOR LO LIBERO

Madre ayúdanos a ser servidores leales del Señor.
A buscar a nuestro hermano, como guardianes de su fe, PARA LIBERARLES, para que el mundo no le robe el Amor, su identidad, que podamos ayudarle a encontrar El Camino, La Verdad y la Vida con nuestra vida, nuestro amor. Dios nos bendiga.
Nila

jueves, 21 de octubre de 2010

"Somos administradores del Amor de Dios"

(Mt 5,13-16)

Esta mañana iniciamos la oración reconociendo en nuestra propia vida lo de (2Tim 2,9): La Palabra de Dios no ha estado encadenada en nuestra propia vida, porque es la ENTREGA DE CRISTO. El Señor nos invita a hacer memoria de todas esas experiencias donde Cristo nos ha amado primero, con un amor que es libre porque no ha estado encadenado.

Rememorar es volver a pasar al corazón, es reavivar la Fe, la Esperanza y el Amor en la entrega de Cristo. Mira lo que ha hecho que tu vida sea “SAL Y LUZ DE LAS GENTES” (Mt 5,13-16). “Ustedes son la sal de la tierra”, pero si la sal se desvirtúa ¿Con qué se salará? Lo que hace que nuestra vida sea sal y tenga sabor eres tú Señor, es tu Salvación, tu entrega por nosotros. Y tu entrega no pasa, es y será siempre, porque no puedes desdecirse.

Saborea la entrega de Cristo en tu propia vida, que te de sabor, que te haga sentirte bien en tu propia vida, que te haga ser buen administrador porque te experimentas digno de confianza y un servidor capaz

Dice la Palabra de Dios: «Imagínense a un administrador digno de confianza y capaz. Su señor lo ha puesto al frente de sus sirvientes y es él quien les repartirá a su debido tiempo la ración de trigo.
Afortunado ese servidor si al llegar su señor lo encuentra cumpliendo su deber. (Lc 12,42-43)

Así nos ve Jesús, nos ve con una mirada de posibilidad, creyendo en nosotros y creando en nosotros lo que él cree. Eres administrador digno de confianza. Pregúntale ¿Por qué digno de confianza? ¿Qué ve? ¿Qué hace que seamos dignos de confianza ante él? Porque no podemos permanecer en nuestros desánimos y pesimismos cuando nos ponemos ante su mirada, porque nos sitúan en la verdad de nuestra vida. La entrega de Cristo hace que seamos considerados dignos de confianza, no podemos hacer inútil su gracia, su entrega por nosotros por nuestras experiencias vividas, frustraciones, perplejidades, etc. Que podamos experimentar a la hora de amar.

Dice San Pablo a los Efesios 3,12: acerquémonos a él con plena confianza. Tú eres administrador digno de confianza y capaz. Porque la capacidad viene de Dios, su entrega nos capacita en el día a día a vivir de acuerdo a lo que somos, vivir en un amor en libertad, liberados de las ataduras del pecado que nos esclaviza para no vivir para nosotros mismos, sino para el dio la vida por nosotros. ¿Te crees capaz de ser administrador? ¿Cómo te vez delante de Jesús? ¿Cómo te vez delante de ti? ¿Cómo te ves delante de los demás? Y lo más importante es como te ve Jesús: No solo como administrador, sino “DIGNO DE CONFIANZA Y CAPAZ”, porque su entrega se ha ido amasando en nuestra vida, se ha hecho parte nuestra. Mira tu vida, mira la vida de los demás: llevamos por todas partes las marcas de Cristo. Reconoce sus marcas en tì , terminarás diciendo como Tomás: Sr. Mío y Dios mío.

El Sr. Lo ha puesto al frente de sus sirvientes: Encuéntrate en el lugar donde Jesùs te ha puesto, este lugar te arranca de donde tu te pones: una infravaloración que no te deja ser libre ni amar en libertad o en una competitividad que màs que servir pierdes tiempo, vida, y te desgasta. Te he puesto al frente de sus sirvientes, eres luz para iluminar, llevas dentro la luz, pero necesitas mirar la luz que hay en ti, y que es màs fuerte que la oscuridad que experimentas, està la luz y transformarà tus oscuridades, ponte al frente de los sirvientes, porte a servir, eres servidor.

Ser por tanto administrador es ser servidor, y el servidor no ha venido a ser servido sino a servir, a administrar el amor experimentado de Cristo. Solo el Amor nos da el gesto y la palabra oportuna, nos dispone para saber dar a su debido tiempo la ración de trigo, convertido en servicio, entrega, donación, confianza, despojo, abajamiento, libertad.

Pidámosle a Marìa la humildad para no hacer inútil la entrega de Cristo en nuestra vida, siendo administradores fieles dignos de confianza y capaces.
Hna. Pattty

miércoles, 20 de octubre de 2010

"La Palabra no esta encadenada"

En la jornada del domingo he ido viendo como en las parejas de matrimonios se ha ido haciendo el proceso del dinamismo de la Palabra, Dios ha ido trabajando en esas personas. El dinamismo misionero se deja hacer realidad. La Palabra de Dios no esta encadenada.

Este tema Tu vida es para amar, es ver la identidad que uno tiene de ser amor, que si no ama no es nada, pero esas concreciones de amar con el amor evangélico no son fáciles, pero me estimula la certeza de la Palabra que dice “La Palabra de Dios no esta encadenada” por mis tempestades, por mi no saber amar, por la forma como herimos a las personas, la Palabra no esta presa de eso.

"No te preocupes porque yo no estoy presa no estoy encadenada a tus obras a lo que hagas o dejes de hacer" ; esas obras donde uno quisiera mostrar que uno es bueno, "pero tienes mi palabra que escoge lo débil, lo necio lo que no es", la Palabra ama mi vida y la escoge así, y mas aun me hace amar mi vida como es. El ama mi vida como es, y en esa misericordia compruebo que mira mi vida con posibilidad, en su misericordia me levanta y me dice aquí estoy.

No digas que no puedes dar la Escuela, porque no estas encadenada, María me dice “nos urge el amor de Cristo”, urge amar como Cristo porque nos conoce mas que cualquiera, mas que nuestra propia familia.

Gracias a ese amor nos hace criaturas nuevas, no nos miramos con ojos humanos sino con ojos de fe, y con esa urgencia del amor de Cristo te abre el hambre de poder amar.
“que lenta soy para asimilar la frescura del amor de Dios me pueden mis fracasos, mis sentimientos de haber herido a alguien", siento un peso, pero el Señor me hablaba de la fuerza de la Palabra. “Que te impide amar”?
Es el orgullo de reconocer que tienes huecos que cuando uno lo toca duele, que uno tiene cosas que aun no acepta de uno mismo y de los demás que cuando alguien te pincha la “costra salta”.
Esperamos que otros entiendan esas heridas pero no, el amor evangélico es amor aunque duela, es la verdad solo el amor de Cristo es lo que cura.
En vez de esperar que otros entiendan esas heridas: da, porque hay mas alegría en dar que en recibir.

No hay maneras de llenar vacíos, solo los cubre el amor de Dios, Gracias Señor, por conocerte, porque necesitaba de este amor misericordioso, te he encontrado a ti y me has curado las heridas. Cuando te llena el amor, no hay nada que te impida amar.

El Padre Juan Luis era una persona que rebosaba de amor, aun en sus últimos momentos no se cansaba de dar, a todo decía gracias…a lo mas mínimo.,…
A mi me despertaba el amor que Dios ha puesto en mi, daba deseos de ser como esta persona.
El amor cubre multitud de pecados, su amor es el precio con que quiere pagar, por eso el amor nos urge.

Eres el administrador del amor de Dios. Eres sal del mundo..
La sal si no sala, es echada a la basura, la sal es el amor que necesitamos es el amor de Cristo, no el amor a nuestra medida, .
Somos personas a las que Dios nos ha hecho anhelando esa calidad de amor, se tu ahora el administrador del amor de Dios, administra esa calidad de amor.

No te puedes parar en los fracasos, de no saber amar cuando no aciertas cuando caes, cuando te ves como fracasado como que no atinas a la hora de amar.
El Señor nos ama mucho y dice “a mi me basta tu esfuerzo, para amar", como dice la canción, "y si te cansas de amar continua amando".

Porque Dios no ve la apariencia esos deseos que tienes de ser amor, Dios lo esta despertando, porque a el lo que le importa es que seamos felices maduros en el amor de Cristos auténticos seguidores de Cristo, fieles en el seguimiento y al no amar nos hacemos daño nosotros mismos y a los demás,
Que mal nos sentimos después de una riña, lo que nos interesa en esta vida es la felicidad, así entendía la palabra que dice “el que no ama esta en un estado de muerte”

Caín cuando después de haber matado a su hermano Abel, se encuentra mal, dice la Palabra "estaba agazapado”, el enemigo esta buscando como hacerte caer cuando no amas,
El amor de Cristo nos urge porque Dios nos pide ser administradores de su amor, olvídate de tus propias penas porque el amor de Cristo nos urge.

Cuando oraba la realidad de que estaba llamado a ser amor recordaba las palabras del Papa Pío XII a quien le tocó el recoger las consecuencias de la primera y segunda guerra mundial.
Decía “nuestro mundo es un cortejo de cadáveres ambulantes”.
Que fuerte es cuando hay violencias guerras, y compruebas que nuestra sociedad de ahora, nuestro medio, no ha cambiado mucho, después de esto. Europa no ha sido evangelizada, los Papas siguen denunciando que vivimos en una cultura de muerte.

Le preguntaba al Señor,…que nos toca vivir? Que nos quiere decir Señor, viendo la procesión del Señor de los Milagros, que significa para nosotros que estés saliendo por nuestras calles? En esta realidad concreta nos dice “Tengo Sed” me urge demostrar cuanto amo a mis hermanos, me urge entregarme una vez mas. Estoy aquí pidiéndote que seas administadora de mi amor, no quiero que administres cosas solamente , el precio que tienes que pagar es la Cruz.

Jesús es muy claro, un día, uno de entre la gente le pidió a Jesús “Maestro dile a mi hermano que me de mi parte de la herencia”, el Señor le dice “Amigo quién me ha nombrado juez o partidor de herencias?”, El Señor no quiere meterse en estos asuntos, la solución esta en el amor.
Después dijo a la gente” Eviten con gran cuidado toda clase de codicia, porque aunque uno lo tenga todo, no son sus posesiones los que le dan la vida”
No son tus obras las que te dan la vida, es la calidad de amor que quieres dar a tus hermanos.
Luego dice Jesús algo para aclarar este asunto:

Había un hombre que tenia muchos graneros y buscaba acumular para si, y le dice Necio entregaras tu alma, esta misma noche,…

El secreto del amor esta en dejarse llenar del amor de Cristo no en el poseer bienes materiales.
El Señor nos dice “da gratis lo que recibiste gratis”, que tienes tu que no hayas recibido?.
No niegues a tu hermano lo que le pertenece, San Atanasio decía, "lo que des a tu hermano de limosna ya le pertenece tu lo tienes como administrador, lo que des de limosna a un pobre, Dios te lo ha dado, para que se lo des".
Dios te dio a ti los bienes, que tienes, los bienes espirituales y materiales son de Dios.

Cuando alguien te ama te esta dando lo que te corresponde; cuidado con la avaricia, reparte esos tesoros que Dios te da.
El que no vive el amor se aísla, el que no comparte se queda solo, no participa de su entrega de su vivencia. El que no comulga no establece comunión, y el que no ama, el que odia a su hermano es un asesino, porque esta matando el amor.

Cuando Dios nos invita a amar sabe que nos cuesta pasar por la cruz, por el horror de la humillación, de nuestro orgullo y sentimientos, nos llama a orar para conocer como tenemos que amar, para que el amor se dilate, “A Dios no la visto nadie jamás, pero si nos amamos unos a otros Dios esta entre nosotros, y su amor ha llegado a su plenitud en nosotros.
Dios permanece en nosotros. Cuando nos amamos Dios permanece en nosotros. Y su amor se dilata en nosotros. No se reduce, crece, aumenta.

Por eso en nuestra comunidad no estamos para que nos amen sino para amar y crecer siendo maduros en el amor, y sacar el amor que El ha puesto en nuestros corazones, para facilitar ambientes donde se pueda amar como Cristo.

El Señor nos pide permanecer en el, Cuando permanecemos en el? Cuando oramos, cuando dialogamos, Dios nos ha puesto para amarnos, por eso nos urge el amor de Cristo.

Nos toca ser barro en las manos del alfarero, somos roca dura a veces, pero nos invita ahora a ser barro dócil en sus manos. Urge el amor de Cristo para que seamos administradores de su amor, no podemos pasar de frente por la vida de nuestros hermanos, donde está tu hermano, que has hecho con la vida de tu hermano?....que haces con tu oración, te hacer crecer el amor tu oración?

Señor necesito orar, tu sabes como tengo que orar tengo el corazón, golpeado herido, Tu lo sabes Señor, que mi deseo es poder amar, curar heridas, necesito orar, para poder amar, porque la cruz es el amor de Cristo, necesito orar porque el amor de Cristo me urge en el mundo.

Hna. Gloria Medina.

lunes, 18 de octubre de 2010

Steve Green - Oh Que Inmenso Amor / Ven Amigo A Jesus

"Ve, y haz tu lo mismo"


Hoy es el primer recorrido procesional del Señor de los milagros y es un día especial. Desde que tengo uso de razón, este día ha significado mucho para mí, porque Jesús, en la imagen del Señor de los Milagros pasa derramando bendiciones, escuchando súplicas y haciéndonos despertar a la conciencia de que detrás de nuestra vida hay un amor grande, fiel, un amor que es capaz de llegar al extremo por nuestra paz, por nuestra libertad; por nuestra felicidad.
Con lo antes dicho, el Espíritu me remitía al libro del Deuteronomio capitulo 32, versículo 11, en el que se dice de nuestro Dios que: Como el águila despierta su nidada, revolotea sobre sus polluelos, extiende sus alas, los toma, los lleva sobre sus plumas. Así es como encontraba hoy a nuestro Dios, en la imagen de este Cristo de brazos extendidos, saliendo hoy a decirnos: tú también tienes capacidad de amar hasta el extremo.

Me ayudaba mucho entender, de parte de Jesús, que el extremo que ha de llegar uno no es el mismo que el de otro. Pensaba en santa Teresita del niño Jesús, dándose a sí misma en los pequeños detalles, dentro de su claustro; en madre Teresa de Calcuta, recorriendo las calles de la India, brindando amor y consuelo a los más pobres entre los pobres; en el santo cura de Ars, cuyo celo por las almas, sus catequesis y su ministerio en el confesonario transformaron el pueblecito de Ars; en Jaime Bonet predicando tandas de ejercicios, haciendo que, por medio de la palabra, muchos nazcan a la vida de Dios; en Laura vicuña ofreciendo su relación de amistad con Jesús y sus pequeños sacrificios por la conversión de su madre y pensaba también, en tantos laicos y laicas que, a lo largo de la historia, han hecho extraordinario lo ordinario; aquellos Cristianos de a pie, que en su día a día encontraron el camino de su santidad, algunos en su profesión, otros en la política, y otros muchos en su hogar, quizá asumiendo con paciencia una penosa enfermedad.
Es que la santidad no depende de la labor que realicemos, ordinaria o extraordinaria, sino de cuanto de amor hay en aquello que diariamente vivimos; la santidad no es otra cosa que la perfección en el amor, es vivir la vocación a la que Dios mismo nos ha llamado, al crearnos a su imagen y semejanza suya, amar con un amor como el suyo, que es amor de misericordia.
Descubría la invitación de hoy, de parte del mismo Jesús, a vivir la vida con intencionalidad. Me decía el Señor: Mira que quien ha hecho la opción por amar, siempre encontrará en su camino, la ocasión para vivir su opción, como el samaritano que iba de camino y del cual te hablo en Lucas 10,34-37:

Me decía el Señor, hay quienes van por la vida afanados en muchos quehaceres, urgidos por un sin número de exigencias y en su ir y venir se olvidan de lo esencial; se olvidan además de que su vida esta llamada a hacerse en la relación con los demás y que por tanto, necesitan aprender a mirar en el otro a un ser humano, un hermano, cuya sola presencia exige ya una respuesta de acuerdo a la situación en que se encuentra: El sacerdote y el levita de la parábola, no supieron reconocer lo antes dicho, sin embargo:

“un samaritano, que iba de camino, vino cerca de él, y viéndole, fue movido a misericordia”
Esta mañana me asombraba esta palabra, no nos dice que el samaritano se enterneció, tuvo lastima, se sintió comprometido, ni indignado tras ver la actitud de los anteriores personajes, el samaritano fue movido a misericordia y esto es que se despertó en él, el sentimiento propio de la forma de amar de Dios; ya que la forma en la que Dios nos ama es con amor de misericordia. Lo otro que me ayudó mucho es escuchar que el samaritano fie movido a misericordia, el Dios que vivía en el y aquel con el que probablemente iba dialogando en el camino, le movió a misericordia. Reconocía en esto último, que un amor solicito y generoso como el de Jesús no se improvisa y empieza por darle a Dios su lugar en nuestra vida, por dejarle actuar y amar en nosotros.
Es el Señor, quien si sabemos escucharle, será quien inspire en nosotros el gesto y la palabra oportunos, para responder a la realidad concreta del hermano, que nos demanda una respuesta particular, ya que cada hermano es distinto y muchas veces una misma situación precisa de respuestas distintas.

El samaritano, primero vio, con los ojos de Dios, al hermano abatido y luego:
“acercándose, vendó sus heridas, echándoles aceite y vino; y poniéndole en su cabalgadura, lo llevó al mesón, y cuidó de él.”

Al empezar la oración, el Señor me había hablado de vivir la vida con intencionalidad y me decía, quien ama no se conforma con vivir el solo su vocación al amor; sino que se convierte en esa águila que incita a la nidada de Dios, despertando en ellos su capacidad de “volar”, de amar al estilo de Dios, con un amor de misericordia; tal y como lo hizo el samaritano:
“Al otro día, al partir, sacó dos denarios, y los dio al mesonero, y le dijo: Cuídamelo; y todo lo que gastes de más, yo te lo pagaré cuando regrese.”
El Señor nos está invitando a ir por la vida, no solo reconociendo en cada hombre a un prójimo, sino a hacernos nosotros prójimos de los demás, empezando por los que tenemos más cerca. Esta mañana el Señor nos pregunta:

¿Quién, pues, de estos tres te parece que fue el prójimo del que cayó en manos de los ladrones? Él dijo: El que tuvo misericordia con él.
También nosotros conocemos la respuesta, se trata ahora de poner en práctica lo que sabemos, por eso prosigue el Señor:
“Ve, tú y haz tú lo mismo.”
Que María, nuestra madre, nos ayude a reconocer al Señor que sale a nuestro encuentro para amarnos y a fuerza de hacernos experimentar su amor, quiere incitar, nuestra capacidad de amar a su estilo.
Que el Señor y la madre nos bendigan:
Pilar

jueves, 14 de octubre de 2010

María veía el cuerpo de su Niño desgarrado

Tú sabías lo que era una flagelación. Lo sabían todos. Pero ahora era tu Hijo. Lo veías con la pupila abierta y enrojecida: El cuerpo de tu Niño desgarrado; veías, no te imaginabas, los gestos de dolor a cada golpe que nunca terminaba y que iba volviendo roja toda la piel de Jesús, piernas, brazos, el pecho, la espalda, hasta la cara con la sangre que corría casi desde los ojos como una cascada de flagelos.

Para purificar mis pecados. La terrible ofensa se mide por lo terrible del martirio. La flagelación sola hubiera matado a Jesús. Muchos hombres con menos ganas de sufrir, caían exánimes en un charco de sangre. Jesús resistió, porque aún le quedaban las manos y los pies para la cruz; pero sobretodo porque aún le quedaba amor y capacidad de sufrimiento para los pecadores más empedernidos. Con los primeros cien azotes fueron derritiéndose la mayoría de los pecados. Pero fue necesario llegar a ciento veinte, contados en la sábana santa, para ablandar a los de piedra. ¿A qué azote llegaron mis pecados? ¿Al ciento veinte?.

Terrible dolor, infinito amor. Aquí cayó rendida aquella religiosa mediocre, de nombre Teresa, al exclamar: “Ahora comprendo de qué me has librado y cuál ha sido el precio”.¡El precio! Desde ese momento se decidió a ser santa. Todos los hombres deberíamos entrar al patio de la flagelación y contemplar de cerca, para ver si, como a Teresa, se nos rasga el corazón para gritar idénticas palabras. Ante la flagelación, como ante la cruz, no se puede seguir adelante, si hay un poco de amor.

Tu Hijo es un guiñapo, tu Hijo no puede ser contemplado sin horror. Es como uno ante el cual se oculta el rostro, porque no se le puede mirar. Pero Tú no ocultas el rostro, Tú lo amas hoy más a ese Hijo sangrante, destrozado, semimuerto. Yo tampoco quiero retirar los ojos manchados. Quiero que mis ojos a fuerza de mirar se rompan en un mar de lágrimas sinceras; quiero que mi corazón de piedra, a base de sentir su amor, se vuelva un corazón de carne. Aquí han caído grandes pecadores, han muerto grandes canallas y han resucitado santos y mártires.

Yo también quiero caer muerto de dolor y arrepentimiento y resucitar un santo a la vista de Jesús flagelado por mí. ¡He aquí el Hombre! ¡He aquí el amor del Hombre! ¡He aquí lo que queda del Hijo del Hombre por haberse atrevido a amar a los hombres hasta el extremo! Hay en la Biblia una frase terrible en relación al hombre perverso: “Dios se arrepintió de haber creado al hombre” Yo te pregunto, Jesús, Dios: “¿Te arrepientes de haber amado así al hombre? Yo sé que la respuesta eterna es “¡No me arrepiento!¡!

P. Mariano de Blas LC

miércoles, 13 de octubre de 2010

"Haz eso y viviras"

Qué bueno que esta noche, nuestro Papá Dios, Jesús y el Espíritu Santo nos reúnan hoy para hablarnos de su Amor, de la calidad de amor que ellos se tienen entre sí y con ese mismo amor aman a cada ser humano.
Y por eso le daba gracias a Dios, desde que tengo uso de razón he vivido rodeada de personas que amaban, hasta darse a sí mismo, y mi única súplica era ¡Yo quiero amar como ellos! Y más cuando conocí la comunidad, no sólo daban amor sino que veía que aquellas personas que aman eran felices.Como decía el Papa Pio XII, muchos no son buenos porque nunca se han sentido amados.
Como aquel boxeador Mike Tyson, campeón mundial de boxeo, nacido en un barrio pobre, sin amor de padres, su vida pasaba de reformatorio en reformatorio, porque que andaba en pandilla y metido en líos, un día era tanta la fuerza y odio que tenía en el reformatorio lo ataron a un radiador y en esa situación lo vio un técnico de boxeadores y vio en aquellos músculos y cuello, a un boxeador, y lo preparó y llegó a ser el campeón mundial, encontré a alguien que le dé un poco de afecto y lo valoró para llegar a ser lo que fue.
Eso nos pasa a nosotros el Amor lo tenemos ahí en nuestro corazón, falta descubrirlo, entrenarlo como un día le dijo Teresa de Calcuta a Facundo Cabral, era otro tipo que andaba odiando al mundo, porque dice que ellos vivían bien como familia y un buen día su padre desapareció, y por problemas económicos su madre y sus siete hermanos se vieron en la calle, mendigando y él no quería ver a su madre sufrir, huyó de ellos y vagó solo por las calles y tuvo una infancia dura y desprotegida; se convirtió en un marginal al punto de ser encerrado en un reformatorio a los 17 años un vagabundo e recitó el sermón de la montaña y descubrí que estaba naciendo.
Ya adulto se encontró con Teresa de Calcuta y lo vio lleno de amargura, y lo invitó a la India a una de sus casas, y le dijo yo nunca he conocido ese amor que usted tiene, y Teresa le dijo pero lo tienes en tu corazón y está por estrenar y él preguntó y cómo saco ese Amor que me está consumiendo, y ella le dijo tu amor está como enyesado que no te da agilidad para amar, el amor de Dios es una práctica continua de perdón, de servicio, paciencia, tolerancia y sólo nace desde tu corazón cuando amas a tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas. Y al prójimo como a ti mismo, Det. 6,4Esta es la garantía de nuestra felicidad y el desarrollo perfecto de nuestra vida.
Sólo el Amor a Dios, nos hace amar ¿Y por qué amando a Dios podemos amar?Porque sólo Dios es fuente de Amor, y si tú crees y tienes sed de amar, bebe de mí y de tu corazón brotará ríos inmensos de amor.Amar no es saber lo que es amor, no son palabras bonitas, ni conocer teorías, como aquel científico que quería cruzar un río muy ancho y le pide a un señor que le ayude y en el camino le hace muchas preguntas sobre la ciencia y el científico le dice has perdido media vida, si no sabes no tienes vida y en eso viene una tormenta y bote se tambalea y el hombrecito le pregunta ¿Sabes nadar? Y el científico le dice ¡NO! Y el lanchero le responde pues usted ya perdió la vida entera, eso nos ocurre a nosotros tendremos mucho conocimiento pero si no ejercitamos el Amor, amando, perderemos la vida entera.
«Maestro, ¿cuál es el mandamiento más importante de la Ley?». Jesús le dijo: «Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Este es el gran mandamiento, el primero. Pero hay otro muy parecido: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Toda la Ley y los Profetas se fundamentan en estos dos mandamientos.» Mateo 22,36-40
Jesús lo que quiere esta noche es enseñarnos a amar esa su única preocupación y su objetivo práctico al invitarnos a llevar una vida orante. Oramos para amar. Y en la medida que oramos, nos impulsas a bucear cada vez más la profundidad en ese inmenso océano de tu amor.
Cuando yo venía de unos retiros de Arequipa, venía tan llena del Amor que lo único que hacía era agradecer a Dios tanto amor y al ver el mar, le decía quiero sumergirme en las profundidades de tu amor que nos desborda absolutamente en anchura, longitud, altura y profundidad de la calidad de amor en la que Tú, Señor de mi Vida, te sumergiste y en cuyas aguas nos quisieras ver, fieles imitadores tuyos, sumergidos como discípulos que reproducen, al detalle, los gestos de su Maestro (Ef 3,18).
Yo conocí a un joven que vivía en una pandilla y una noche por conseguir droga fue a la casa de su madre a robarle y los otros le decían a ella no, es tu madre, y el chico desistió. Estoy plenamente convencida de que tenemos una capacidad de amar impresionante, de que la maldad no es innata a nosotros, la picardía criolla que dicen que nosotros, los peruanos tenemos no es innato, lo que sí es innato es una fuerza que nos impulsa a salir al encuentro del otro.
Les doy un mandamiento nuevo: que se amen los unos a los otros. Ustedes deben amarse unos a otros como yo los he amado. En esto reconocerán todos que son mis discípulos: en que se aman unos a otros.» Juan 13.34-35
Ese es el dinamismo del Amor de Dios que hace que yo ame con el amor perfecto hasta dar la vida. Pues la Ley entera se resume en una frase: Amarás al prójimo como a ti mismo Gálatas 5,14
El amor no hace nada malo al prójimo; el amor, pues, es la Ley perfecta. Romanos 13,10
¿Quién de nosotros al ver un necesitado, alguien en apuros o débil o con problemas, se ha quedado pasivo? Nadie. Porque hay algo en nosotros que nos llama a ayudar y a echar una mano, que no viene de fuera, sino de dentro, algo sale de mí que me lanza. Así nos pasa cuando vemos subir una persona mayor al micro. A todos les viene esa llamada, aunque algunos la tengan más dormida, pero la tienen.
El hombre tiene una identidad que es AMOR y la va adquiriendo según se va ejercitando en el amor, empezando por cambiar nuestro entorno con más cariño, siendo más serviciales, más humildes con quienes vamos caminando por el mundo en mi hogar, en el trabajo, en la universidad, donde vayamos, porque a veces queremos cambiar al mundo, pero ni siquiera cambiamos nosotros mismos, como cuenta un chiste de Mafalda, que iban dos señores directivos de grandes empresas hablando y ella detrás escuchándoles, cuando éstos decían: “Cambiar el mundo!... Já!... Cosas de juventud!”; el otro le contestaba mientras se subía en un gran coche: “También yo cuando era adolescente tenía ideas y ya ve, ahora ...!”. Entonces, Mafalda les dijo: “Soñamos, muchachos!.
Tu vida es para amar!. Lo sabes en la medida que lo practicas. Es como una mujer que era sicóloga infantil, y no era capaz con sus teorías de enseñar a caminar a su hija; la tomó la vecina que había tenido seis hijos, y en dos días le hizo caminar. A amar se aprende amando. La vida de todo hombre es amor, y está creada para amar. No hay ningún hombre malo en sí, sino equivocado, mal programado, un poco loco, que ignora cuál es su identidad. El hombre necesita en todo una respuesta de amor, que es lo que el otro siempre necesita. No es obligando al otro a cumplir la ley lo que le va a dar amor, pegándole a las personas, como alguna vez lo hice, sino amándolas es como ellos descubren su identidad. Así puedo hacer que cambie de conducta, mis alumnas cuando yo empecé a tratarlas con cariño, rendían mucho más que cuando yo las presionaba. Por muchas normas o preceptos que me den para amar nunca aprenderé. A amar se aprende amando.
En el amor no existe el miedo, ni la coacción, ni la esclavitud. Amar es liberación.Antes de conocer el Amor de Dios, pensaba como la mayoría, que la cosa de amar era una idea bonita, ¡Amar es imposible!, me decía. Porque todos decían eres como tu padre, y con ese carácter de mil diablos que tienes así vas a morir, genio y figura hasta la sepultura me decían siempre y yo estaba resignada a ser así toda la vida, hasta que conocí a la comunidad y en una formación me dijeron que eso era mentira, que yo era Amor y me lo creí porque Jesús mismo me dijo “Yo mismo te enseñaré amar” y es en la fuerza de su Palabra donde encontrarás mi Amor. Y ahora sé que amar se aprende amando.
¿Quién es el prójimo DESDE LA PARÁBOLA DEL BUEN SAMARITANO?¿Quién es mi prójimo? mi prójimo es el próximo, el cercano con quien me encuentro cada día, con quien vivo, este amor nace de alguien que continuamente vive en sintonía con Jesús, y experimenta que lo ha curado, que lo ha sanado en el camino y que descubriendo lo que Jesús ha hecho con él se regresa a dar gracias y por este motivo este samaritano no puede pasar de largo."Después de golpearlo sin piedad se alejaron dejándolo medio muerto".
Tantas veces nos dejan apaleados, sin sentido con un corazón que ha renunciado a amar; pero cuando oramos, la oración nos va dando sensibilidad ante el hermano que está medio muerto, descubriendo cómo reaccionan sus signos vitales por ejemplo: ¿cómo tiene el corazón? Está herido por la traición, la mentira, que lo lleva a la depresión, al querer suicidarse, uno le pueda dar la mano, haciendo ver que Jesús nos enseña a vivir en medio de gozos y esperanzas, tristezas y angustias que podemos reconstruirnos desde dentro perdonando, amando, levantándonos con Jesús de sus caídas, con los ojos fijos en nuestra salvación."Al verlo se desvío y paso de largo"¿por qué lo vieron y dieron un rodeo? porque estaban cumpliendo con la ley y no querían contaminarse, complicarse la vida, como lo hacemos en cuántas situaciones nos hacemos los locos, o lo que no vemos para no implicarnos.
En un colegio todos los profesores sabían que una alumna era violada por su hermano, pero como su papá era guardia tenían miedo y se hacían la de la vista gorda, cuando un día la niña no pudo más con la situación me contó y yo hablé con la mamá que también tenía miedo hacer algo, lo denunciamos y se acabó el problema, aunque la niña hasta hoy vive con las secuelas pero al menos sabe que alguien no desvió la miraba ni la dejó tirada en el camino.O a veces dejamos tirado al hermano, al hijo con sus problemas porque tenemos algo más importante que hacer, o porque preocupados por un mundo que esté más puro, me refugio en la iglesia, en sus grupos y no veo lo que pasa en mi casa.
El Samaritano, una persona que había sido discriminado por su religión, reacciona de esta manera porque con él lo habían hecho lo mismo, quien se conoce a sí mismo se llena de misericordia para con el otro, perdió su tiempo se detuvo, se implicó con lo que le podía pasar al otro. ¿Si no me detengo que pasará? actitudes que uno va cultivando en la medida que va reconociendo la misericordia de Dios en nuestra vida. Sintió compasión, que no es lástima que tranquiliza la conciencia, sino que es una compasión que consiste en padecer con el otro."Danos entrañas de misericordia ante toda miseria humana, inspíranos el gesto y la palabra oportuna frente al hermano solo y desamparado, ayúdanos a mostrarnos disponibles ante quien se siente explotado y deprimido.
Que tu Iglesia, Señor, sea un recinto de verdad y de amor, de libertad, de justicia y de paz, para que todos encuentren en ella un motivo para seguir esperando" (Plegaria eucarística).El samaritano utilizó lo que tenía: aceite y vino, verdad y amor, vino que cura y aceite que conforta, siendo creativos en el amor, superando la ley, lo montó sobre su cabalgadura, las heridas de nuestros hermanos nos afectan pero no basta con sentirlas sino que es necesario caminar hombro a hombro con el hermano, hasta que se cure lo condujo a la posada, buscó ayuda especializada, no se enredó con que yo lo puedo solo, y también supo tomar distancia ante los problemas de nuestros hermanos y lo llevamos en donde va a encontrar a alguien que lo va acompañar personalmente, a un sacerdote, la comunidad, pagó por adelantado es decir lo lleva donde tiene que llevarlo y no se olvida de él, sino que establece con él vínculos fuertes más que de carne y sangre porque la otra persona pasa a ser nuestra, las personas aunque no las tenemos cerca las llevamos en el corazón , por el hecho de que el otro es miembro del cuerpo de Cristo y por tanto miembro nuestro.
El que paga es Jesús la recompensa la da Dios y la recompensa la vemos concretamente cuando enseñamos con nuestra propia experiencia, el camino recorrido en nosotros para que el discípulo se alimente y de esta manera pueda acompañar con su vida y sus palabras mejor que nosotros, a otros.

martes, 12 de octubre de 2010

Da lo esencial, lo único que tienes para vivir.

En este comienzo del día, Dios nos otorga el gozo de poder alabarlo, de poder amanecer, abrir los ojos y dirigirlos hacia El y llamarlo PADRE, “Padre mío, Padre de todos, Tu eres Todo lo que tengo para vivir Señor, mi suerte esta echada en tus manos, eres mi Recurso inagotable, la fuente de Vida que no se acaba, que me da en abundancia para dar”.
El amor de Dios se renueva cada mañana en nuestra vida, porque necesitamos sentirnos amados por Dios que es Amor para amar a todos los que nos encontremos en el camino, porque también somos Amor, por eso somos vida para los demás en lo que hagamos, si no amamos estamos muertos decía San Juan.

Por eso esta mañana con la cita que vamos a orar, vamos a contemplar, el amor que pone una viuda en su ofrenda al Templo, ella, además es pobre, que no tiene más recursos para vivir que dos moneditas como dice Jesús.
Lucas 21, 1-4

“Jesús levantó la mirada y vio a unos ricos que depositaban sus ofrendas en el arca del tesoro del Templo. Vio también a una viuda muy pobre que echaba dos moneditas.

Entonces dijo: “En verdad que esa viuda sin recursos ha echado mas que todos ellos, porque todos esos han dado de lo que les sobra, mientras que ella no teniendo recursos, ha echado todo lo que tenía para vivir”

En el Templo habían dos alcancías para las ofrendas, que eran destinadas a las personas que trabajaran en su reparación, mantenimiento etc.no era para los sacerdotes.
El Lugar era para todos, para ir a alabar a Dios, para reconocerle como el Dios de Israel, el que provee de todo , el que sabe lo que necesitan sus hijos, que da el mana cuando tienen hambre, las perdices en el desierto, el agua que sale de la roca.

A mi me ayudaba mucho entenderlo (2Reyes 12, 10-13), porque en el contexto iba entendiendo la actitud de la viuda, ella se desprende de todo lo que tiene, de todos sus recursos materiales, de todo lo que tiene para vivir, por Amor a Yave, y amor a los hermanos israelitas, o a todos los que iban a ir a ese Templo, su poco dinero para ella era toda su riqueza, y lo ponía al servicio de los demás para beneficiar a todos.

Jesús cuando levanta la mirada no se fija tanto en la cantidad que ponemos sino en la calidad, en nuestra intención, si nos reservamos algo, o si lo damos todo.

Esta Mañana la Palabra nos invita a revisar como estamos viviendo con las personas de nuestra casa, con el esposo, los hijos, los amigos, los hermanos de la comunidad?, nos reservamos la entrega, la caridad, el amor, o lo damos todo, decidimos confiar en Dios como nuestro Recurso, como todo lo que tenemos para vivir?

A veces yo siento que mis dos moneditas de paciencia, de confianza, lo poco que tengo se me va acabando, porque hay ocasiones que parece que ya no damos mas, no hay muchos recursos de calma con los hijos, los problemas de la casa, cuando no funcionan bien las cosas, la computadora, los proyectos, el carácter de algunas personas, el poco amor que tengo de repente se acaba, pero ese poquito dice el Señor “dámelo, entrega todo eso que tienes aunque sea poquito, yo lo usare para engrandecer el templo, que es tu corazón”.
Seguramente que la viuda se sintió muy feliz al dar todo lo que tenia, y también seguramente recibiría ciento por uno, porque asi es Dios, cuando das un poquito el te sobrepasa en lo que te da….tenemos la seguridad de tener a nuestro Dios Padre Vida y Amor que nunca nos a va a faltar, porque el sabe lo que necesitamos (Mateo 7).

Jesús dio todo lo que tenía por amor a nosotros en la Cruz, dio su vida humana, no se reservó dolor alguno, no hubo martirio por el que no pasara, porque tenía puesta su confianza en el Padre.
Que podamos hoy también mirarle a El y aprender de la viuda que es lo que nos dice ahora Jesús, “fíjense en esa pobre viuda, aprendan de ella a entregarlo todo, a poner su confianza en el Padre”.
Que nuestra Madre nos ayude a ser como ella, dar lo esencial, dar la Vida de Dios, EL AMOR que habita en nuestros corazones, sin miedo, no desconfiar de los demás, entregarlo todo a Dios para bien de los hermanos.
Dios nos bendiga.

Nila

lunes, 11 de octubre de 2010

No tengo oro ni plata, pero lo que tengo te lo doy


Empezaba la oración haciéndome consciente de este tiempo de gracia que el Señor nos regala como iglesia del Perú y también como comunidad.

Estamos viviendo nuestra cuaresma y por ende este es un tiempo de conversión. Para algunos podría parecer extraño el que hablemos de conversión entre cristianos que vamos haciendo un camino de seguimiento al Señor, que buscamos perseverar en la oración y que de algún modo vamos colaborando con Jesús en la misión que polarizo su vida, Sin embargo, nosotros sabemos mejor que nadie, que la conversión es, para nosotros, una necesidad de cada día y que con humildad hemos de ponernos una y otra vez en las manos de nuestro Dios alfarero, para que el nos regale el recrearnos con su amor.

Esta semana, como comunidad, hemos empezado a orar una nueva verdad de fe: “tú vida es para amar” y a través de esta verdad el Señor nos está llamando a convertirnos a nuestra vocación primera el amor, no hay mayor vocación que está como lo descubrió santa Teresita del niño Jesús, cuya fiesta inauguró el mes de octubre, me ayudaba esta mañana traer a la oración una poesía de santa Teresita que viene siendo mi inspiración y ahora me gustaría compartir la con ustedes:

Yo quiero ser la devoción del Sacerdote al consagraral ofrecer tu Cuerpo y Sangre en oblación;al celebrar el Santo Sacramento del Altar yo quiero serla devoción. Yo quiero ser el fuego que enardece el corazónde cada misionero que se lanza a proclamarla luz del Evangelio hasta el último confín,¡yo quiero ser el fuego! Yo quiero ser el celo del profeta y del apóstolpara guardar fielmente el tesoro de la fepara enseñar, iluminar y defender¡yo quiero ser el fuego! Yo quiero ser el pulso que da vida al Cuerpo Místicoy hacer llegar la Sangre de Jesús a cada miembroporque en el corazón de mi madre, la Iglesia,¡yo quiero ser el amor! ¡Quiero ser el amor! Así puedo serlo todo: Profeta, MisioneroApóstol y Guerrero, Mártir y SacerdoteTú me has dado el llamado de poder serlo todo;¡O mi Jesús amado, yo quiero ser el amor!Porque en el corazón de mi madre, la Iglesia,¡yo quiero ser el amor!

Teresa de Liseux es la patrona de la misiones, por eso este mes está dedicado a las misiones también. Yo dialogando con el Señor reconocía que no es casualidad que empecemos a orar la realidad de que nuestra vida es para amar en pleno mes de las misiones, estas dos realidades coinciden primero en el corazón de Dios, quien nos recuerda que nuestra manera de amar se concreta en el dar la vida por los amigos, Juan 15,13, que es un dar la vida por la palabra y con la palabra de Dios, que es dar a Dios mismo, al Dios con el que vivimos. En la palabra que se nos propone orar hoy, Hechos 3,1-10, el Señor nos habla de nuestro ser misionero:
Los apóstoles se dirigían al templo a orar, a encontrarse con el Señor, pero no podían dejar de ser quienes eran en virtud de los años de convivencia con Jesús, ellos ya no sabían estarse en ninguna parte sin ver a su alrededor. Me ayudaba ver que los apóstoles encontraron al paralítico de nacimiento, antes que el paralítico se dirigiera a ellos ya habían puesto en él su mirada:
“En una ocasión, Pedro y Juan subían al Templo para la oración de la tarde. Allí encontraron a un paralítico de nacimiento, que ponían diariamente junto a la puerta del Templo llamada "la Hermosa, para pedir limosna a los que entraban”. Cuando él vio a Pedro y a Juan entrar en el Templo, les pidió una limosna.
El paralitico, acostumbrado a ver en los otros a no más que sujetos que pudieran aliviar en algo su situación de necesidad, no puede reconocer a los amigos del Señor, no ve a personas; sin embargo los apóstoles, junto a Jesús, han aprendido a ver en cada hombre a un ser humano, a un hijo de Dios, a un hermano. En el paralitico de nacimiento, los apóstoles reconocen una humanidad postrada, una identidad atrofiada.
Que fuertes me resultaban estas palabras en el contexto en el que Dios nos llama a vivir nuestra vocación primera, nuestra identidad que es amar y le pedía al Señor que me regalara el saber mirar a los hermanos más allá de la apariencia; para poder reconocer que muchas veces hay, en cada hermano, una identidad atada buscando que le llegue la palabra que le haga ponerse de pie, como sucedió aquella mañana en el templo:
“Entonces Pedro, fijando la mirada en él, lo mismo que Juan, le dijo: "Míranos". El hombre los miró fijamente esperando que le dieran algo. Pedro le dijo: "No tengo plata ni oro, pero te doy lo que tengo: en el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y camina". Y tomándolo de la mano derecha, lo levantó; de inmediato, se le fortalecieron los pies y los tobillos. Dando un salto, se puso de pie y comenzó a caminar; y entró con ellos en el Templo, caminando, saltando y glorificando a Dios.”
Lo mismo que los apóstoles de Jesús, nosotros hemos experimentado que el Señor nos ha devuelto la vida con su palabra, que ha rescatado nuestra identidad y a fuerza de amarnos nos va capacitando para amar; aún cuando reconocemos que nos falta mucho, para vivir el ideal del amor al que él nos llama; por eso no podemos dejar de dar gratis lo que hemos recibido gratis.
Hoy el Señor nos pide que podamos tender la mano a los hermanos con los que compartimos, para ayudarlos a vivir también su identidad. Escuchaba de parte de Dios esta mañana, la llamada a ir haciendo de nuestra vida amor a la manera de JESÚS; ya que todos nosotros sabemos por experiencia que nada nos mueve a amar más, que el ser amados por alguien, con el amor de Jesús.
Entendía de parte de Dios: Si quieres que tu hermano despierte la capacidad de amar que está en él hazte amable para él, enséñale a amar con tu propia vida.
Encontraba la necesidad de pedirle al Señor, en primer lugar que me aumente la fe, para creer que lo que necesito para vivir mi vocación de ser amor, de amar; ya me lo ha dado y en segundo lugar que me dé la determinación para dejarle a él amar a través de mi vida, en medio de lo que hoy me tocará vivir.
Que María nuestra madre nos ayude a responder a la llamada que Dios nos hace, para que nuestra vida pueda dar gloria a Dios:
“Toda la gente lo vio caminar y alabar a Dios. Reconocieron que era el mendigo que pedía limosna sentado a la puerta del Templo llamada "la Hermosa", y quedaron asombrados y llenos de admiración por lo que le había sucedido”.


Hna Pilar.

martes, 5 de octubre de 2010

Nuestra actividad vital es amar

“DÉNLES USTEDES DE COMER”
(Mc 6,37)


Canto: Alabo tu bondad.

INTRODUCCIÓN:

Buenas noches, iniciamos esta escuela de la Palabra reconociendo el poder de la Palabra que ha tenido en nuestras vidas en casi dos meses que hemos estado con la verdad de fe de FRAGUA DE AMOR. ¡Ha hecho maravillas! El canto con el que iniciamos recoge nuestra vivencia: “Todo mi ser canta hoy, por las cosas que hay en ti. Gracias te doy mi Señor, tú me haces tan feliz, tú me has regalado tu amistad confió en ti me llenas de tu paz, tú me haces sentir tu gran amor yo cantaré por siempre tu fidelidad”.

Dice el salmista: (Salmo 126): Cuando el Señor cambió la suerte de Sión, nos parecía un sueño: la boca se nos llenaba de risas, la lengua de canciones. Los paganos decían: “El Señor ha hecho grandes cosas por ellos”, el Señor ha hecho grandes cosas por nosotros, y estamos alegres. Los que sembraban entre lágrimas, cosechan entre canciones. Aunque iban llorando al llevar la semilla, vuelven contentos, trayendo las gavillas.

Así podemos recoger la verdad de fe pasada, reconociendo el “PODER DEL AMOR DE DIOS en nuestras vidas”. En este mes que iniciamos “el MES MORADO, EL MES DEL SR. DE LOS MILAGROS”, no es casualidad que terminemos la verdad de fe de Fragua de Amor, sin darnos cuenta nos estaba el Sr. Preparando para vivir la verdad de nuestra vida, el para qué de nuestra vida: TU VIDA ES PARA AMAR.

Esta escuela de la Palabra, la necesitamos todos, necesitamos constantemente remontarnos al para qué de nuestra vida, el para qué de toda nuestra existencia, ¿para qué?

Adentrarnos también al mes del SR. DE LOS MILAGROS, nos ayuda a centrar nuestra vida humana en su para qué de todo lo que vivió, ¡Mira toda mi vida humana, entregada hasta el final y encontrarás tu para qué! ¿Qué te dice? ¿De qué te habla? ¿Qué te suscita? No tienen otra finalidad, la única que orientó toda mi existencia es para un FIN MUY CONCRETO: “PARA AMAR” y esté es el tuyo. Contemplar en este mes de Octubre al Sr. De los Milagros, es un gran regalo para ustedes peruanos y para mi Mexicana. Porque nos abre una ventana al FIN ÚLTIMO DE NUESTRA VIDA TERRENA, nuestra vida aquí en la tierra: PARA AMAR.

Vamos pues, a contemplarle, a dejar que nos centre, nos oriente si nos encontramos perdidos. Dice un autor: “Si no sabes a dónde vas terminarás en otra parte”. ¿A dónde vas con lo que haces? ¿Qué finalidad le quieres dar?

¡Tenemos al Sr. De los Milagros! El que dio toda su vida para amarnos, para que su única finalidad sea sacar de nosotros el potencial de amor que tenemos, la capacidad de amar. Para esto es la escuela de la Palabra, para que cada uno descubra la riqueza que lleva dentro, el potencial de vida. ¡Cuántas palabras de Dios nos ha dicho en este tiempo y todas van a esta finalidad! La que en esta semana me marcó y el Sr. Me estuvo hablando y me llevaba a fiarme de él es: DE LO MÁS PROFUNDO DE TODO EL QUE CREA EN MI BROTARÁN RIOS DE AGUA VIVA, quiero hacerte un manantial de agua viva, y yo solo experimentaba que me dilataba la vida, la capacidad de amar. Pero, no solo eso, si no la capacidad de entregar la vida en libertad a mis hermanos: jóvenes, sras, en la escuela de apóstoles, preparando una jornada, otra, dando charlas con los administrativos de la UL. ¡Es sorprendente!

Todo va a que veamos el potencial que llevamos dentro. No podemos vivir acomplejados, raquíticos, pobretones, con la riqueza que llevamos por dentro. Somos ricos porque somos para amar. Este es el milagro que el Sr. Quiere hacer de cada uno, si le dejamos en este mes. “SACAR LA RIQUEZA QUE LLEVAMOS POR DENTRO”.



¿Cómo? Orando, porque “orar es amar”, y “amamos cuando oramos”. ¿Quién no lo ha experimentado? En México hay un refrán que dice: “LA CARGA HACE ANDAR AL BURRO”, pero no es verdad que la carga haga andar al burro, es la oración, es el Amor. ¡Si nos los creyéramos!. En este día podemos preguntarle a Jesús ¿Qué viviríamos si oráramos? ¿Cómo amaríamos? ¿Cómo enriqueceríamos a muchos? Fijemos los ojos en Jesús para ver cómo sería nuestra vida.

En Mc 6,30-44: Los apóstoles volvieron a reunirse y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado.
(Mc 6,30) y Jesús les dice: Vengan ustedes solos a un lugar aparte para descansar. Este lugar asolas es la escucha atenta a Dios, porque hay muchas voces que nos impiden sintonizar con Jesús y llegar a amar como él no ama. Escuchar la voz del Señor nos descansa, nos serena, nos sosiega y nos apacienta el corazón.

Necesitamos aceptar ir con Jesús, hacer distancia real del ambiente o lugar que no nos ayuda para escucharle, es necesario el lugar solitario, necesitamos buscarlo cada uno, porque las ocupaciones nos jalan, nos apremian tanto que por eso nos invita a ir con él. Estar con él.

“Son tantos los que van y vienen que no tenían tiempo ni para comer”. (Mc 6,31) Vivir una vida ajetreada no es bueno, corremos, pero ¿Por qué corremos? Nos lleva a un activismo desenfrenado pero eso no es amar, no porque hagamos muchas cosas quiere decir que estamos amando. En este mes nos está haciendo una llamada: “centrar nuestra vida en lo esencial, en nuestra actividad vital”. Detengamos aquí, ¿Qué nos quiere decir?, ¿Qué es vital para nosotros?

“Se fueron en la barca ellos solos a un lugar despoblando” (Mc 6,32). ¿Qué ve Jesús cuando manda a descansar a un lugar solitario a los discípulos? Ve que hay mucha gente como ovejas sin pastor, ve su sociedad, el entorno, ve un corazón hambriento que busca el pan, que están como ovejas que no tienen pastor. Mi gente necesita pastores que amen, que les alimente. Quien ora, ama, porque la oración nos levanta la mirada, nos saca de nosotros mismos, y nos impulsa a amar como somos amados. Preguntémonos ¿Cómo somos amados y veremos que así podemos amar?

“Sintió compasión de ellas porque estaban como ovejas que no tienen pastor” (Mc 6,34).

Jesús envía a los discípulos a orar, pero no se desentiende de la gente. Se encarga de la gente que depende de ellos, de los que los buscan, de los suyos. Amar a los nuestros es orar, es buscar esos momentos de oración, y confiar que Jesús les apacentará, les dará lo que necesitan.
Esto es lo que más nos cuesta. AMAR BIEN, AMAR COMO JESUS NOS AMA. Esta cita bíblica nos ilumina nuestro amor, nos contrasta, nos muestra el paso que necesitamos dar y es de CONFIANZA en el Señor.

Los apóstoles se fueron porque confiaron en Jesús, que él se encargaría de que no les falte nada a esta gente necesitada. ¿Qué hizo Jesús? Les amó. Les vio necesitados, hambrientos de la palabra que sale de su boca, y necesitados de un pastor que les apaciente. Y se puso a enseñarles largamente. Él se ocupa de los nuestros cuando nos propone algo que nos cuesta aceptar porque no queremos dejar en manos de Dios a nuestros hijos, familia, trabajo, etc. Pero amamos bien a los nuestros cuando aceptamos lo que Jesús nos propone y él no defraudará a los nuestros, les amará bien, y se encargará de ellos.

Cuando vemos a Jesús amando, nos contrasta nuestro amor. ¿Cómo amamos? La pregunta nos la responderemos cuando vemos como nos fiamos de Dios. Según sea nuestra confianza en el Señor será nuestro amor a los hermanos.

“El lugar es despoblado…”(Mc 6,36).

¿Hasta dónde nos contrasta Jesús con su Palabra? En Mc 6,36-37, vemos que nos ilumina hasta lo más profundo de nuestro ser. Cuando Jesús nos deja ver algo, es porque podemos hacer mucho bien. ¿Qué hemos visto en esta semana que nos ha llamado la atención? ¿Qué nos ha dejado ver el Señor? Es porque amar como somos amados es tener vista, ver y no pasar de largo una necesidad, es dejarnos implicar por lo que vemos y los demás no ven, sin quejarnos, sin querer que los demás también vean, sino que soy yo quien está viendo. Es don ver la necesidad de los demás, y sentirnos implicados en esa necesidad. Todo esto habla del potencial que llevamos por dentro, de que somos ricos y necesitamos darnos.

Los discípulos no querían implicarse como Jesús, no querían ver, ni sentir como él, por lo que les llevó a decirle: Maestro el lugar está despoblado, mándales a los caseríos a que compren algo para que coman. Muchas veces, ante lo que vemos así respondemos, con un pretexto, escusa, sutilmente le decimos a Jesús que no nos queremos implicar.

Esta respuesta de los discípulos ¿Qué actitudes nos ilumina? ¿Cómo respondemos ante lo que no queremos ver?

Todo esto que vamos meditando en la semana, son tentaciones que se convierten en trampa o trampolín para crecer en el amor, para amar más o para amar menos.

En la medida que oramos nos vamos dando cuenta de cómo vivim nuest y como nos invita a amar.


“Denles ustedes de comer”(Mc 6,37).

Los pretextos son posibilidades, pero que nos tientan sutilmente para desistir de una nueva experiencia en el amar.
Jesús sabe lo que nos tienta, y por donde podemos flaquear, por eso cuando escucha nuestros pretextos, él va a más y nos dice: “Denles ustedes de comer”. No hay pretexto válido para amar, lo tienes todo, porque yo te he amado primero. Tú quizás te sientes que no puedes, pobre, incapaz, o que no quieres. Pero yo te he amado primero. Yo he sido tu buen Pastor, he dado la vida por ti, te he dado mi palabra cuando eras incapaz de alimentarte por ti mismo, nada te faltó, yo te apacenté, he sido bueno contigo, no pasé de largo ante tu necesidad, me detuve en ti, y ante ti el tiempo que sea necesario, el que tú necesitabas, me comprometí contigo, haz lo mismo que yo he hecho contigo (Lc 10,28).
Los pretextos se caen por su propio peso ante su amor, ante su palabra, y nos damos cuenta que tenemos mucho para dar, para alimentar, para dar el gesto y la palabra oportuna a los demás. Por eso, Jesús nos dice “Denles ustedes de comer”, porque el mayor amor de Jesús para con nosotros es hacernos crecer en el amor, que amemos. Pidámosle la gracia de amar como él. De no vivir de pretextos, sino amando.

“¿Cuántos panes tienen?”. (Mc 6,38)

Hoy es un día para averiguar en nuestra vida personal la riqueza que tenemos y valorarla como Jesús la valora. Para amarnos como él nos ama y para amar como Jesús nos está amando. Es vital para nosotros escuchar que Jesús nos pregunta mandándonos ¿Cuántos panes tienen? No podemos vivir ignorantes, ignorando el bien recibido. Cuando lo ignoramos caemos en la tentación de muchos cristianos que prefieren vivir mediocres en el amor.

Jesús no nos quiere mediocres en el amor, sino amando bien, por eso nos ama bien. Miremos ¿Cuántos panes tenemos? Miremos ¿Qué hemos recibido para dar?

Nos puede ayudar para esta reflexión la cita de Hechos 3,1-11. La experiencia de Pedro y Juan en el templo. Cuando somos humildes, sencillos, pobres aceptamos lo que tenemos para dar, porque ¿Qué tenemos que no hayamos recibido?. Pedro y Juan se encontraban subiendo al templo y en la puerta se encontraron con un paralítico que les pedía dinero. Pero ellos lo miraron fijamente, es decir, le amaron descubriendo su necesidad profunda y le dijeron: “No tenemos oro ni plata, pero lo que tenemos te lo damos”.

Su experiencia nos transmite: valentía para dar lo que tienen y no reservárselo y para amar bien, más allá de ellos y del paralítico que les pedía dinero. Que como ellos podamos vivir la experiencia de que no tenemos oro ni plata, pero que lo que tenemos se los damos. Y en nombre de Jesús se los damos.

“Vivir el milagro de Amar”.

Cuando no nos guardamos nada, vivimos el milagro de amar. Porque amar es la experiencia de la multiplicación de los panes. Nosotros ponemos en manos de Jesús lo que tenemos, nosotros les damos lo que recibimos de él a nuestros hermanos y Jesús obra el milagro.
¿Cómo? Bendiciendo lo que damos, sin regateos, generosamente, pero sobre todo confiadamente en el Señor. Él lo valora, nadie lo va a valorar tanto como él, todo lo que le damos en los hermanos él lo besa, lo bendice, lo valora. Pero, también lo consagra, hace que con eso que le damos, aunque sea poco sea oportuno para los demás, haga mucho bien.
Pero solo vivimos el milagro de amar, cuando realmente le damos todo, cuanto no nos reservamos nada. Porque Dios se da del todo a quien se da del todo, y se vuelca en generosidad en nosotros y en los demás.

El milagro de amar, también lo podemos ver en la experiencia de la viuda pobre, que se atreve a dar todo lo que tenía para vivir, Jesús ve ese gesto generoso de amor, que le gana, le conmueve, y le valora tanto que dice a los discípulos, muchos ricos dan de lo que les sobra, pero esta mujer pobre ha dado todo lo que tenía para vivir.

Dejemos que el Señor en esta semana nos haga testigos del milagro que puede obrar en nosotros y a través de nosotros.

Llenen las tinajas de agua...y se transformo en vino


“Sucedió que se termino el vino preparado para la boda y se quedaron sin vino”.
Jesús dijo “Llenen de agua esos recipientes” y los llenaron hasta el borde. Saquen ahora les dijo, y llévenle al mayordomo” y ellos se lo llevaron.
Después de probar el agua convertida en vino, el mayordomo llamo al novio pues no sabia de donde provenía, a pesar de que lo sabían los sirvientes que habían sacado el agua.
Y le dijo “Todo el mundo sirve al principio el vino mejor, y cuando ya todos han bebido bastante, les dan el de menos calidad; pero tú has dejado el mejor vino para el final.” Jn 27-10.

Esta mañana en la oración, el Señor me hablaba de fe y de esperanza, ante las situaciones de desastres, de crisis, de carencias, de ausencias; y encontraba también a la Madre, a Maria que se presentaba como la mediadora entre nuestra pobreza, y la Gracia de Dios.

Uno a veces se siente sin fe como los apóstoles que en el Evangelio del Domingo le dicen a Jesús “Señor auméntanos la fe” (Lucas 17,5)
Ellos estaban con Jesús todo el tiempo, de allí que uno se imagina que tienen mucha fe; pero igual nos pasa a nosotros, a pesar de que oramos, de que vamos a misa, de que intentamos estar y seguir a Jesús, nos falta fe para encarar ciertas situaciones.

Y estamos a veces también como esas tinajas de piedra, enormes, con capacidad de 100 litros cada una, pero vacías, y a veces las cosas vacías se llenan de polvo, de pajas, de cosas…
Esas cosas son los miedos cuando sentimos la amenaza de tiempos difíciles, cuando dudamos de nuestra capacidad para realizar el proyecto del Señor entonces nuestra fe se va debilitando, no hay vino…no hay esperanza, no hay alegría, ni entusiasmo, ni ilusión porque nos falta fe.

Esta mañana ponía delante del Señor estas situaciones y le preguntaba: Que tengo que hacer?……y bajo la mirada de Maria que nos había puesto en contacto, (igual que a los sirvientes con el Señor), escuchaba a Jesús decirme: Abre tu corazón, vacía el recipiente de tus cosas, de lo que te esta robando la alegría, la fe…
Ahora, llena tu corazón, hasta donde Señor? Hasta el borde?...llena tu corazón de esperanza, sin miedo, sin medida, solo llénalo….como los servidores que llenaron los recipientes hasta el borde…luego…
"Saquen ahora les dijo, y llévenle al mayordomo” y ellos se lo llevaron.

En que momento se convirtió el agua en vino?....Hubo un proceso en el camino de obediencia a la Palabra?
Los criados miraron el agua…..el mayordomo probo el mejor vino de su vida....llenaron de agua las tinajas....y el agua se transformo en vino

La oración es un tiempo de abrir el corazón, con sinceridad, con humildad, con esperanza, presentándole al Señor lo que tenemos para que El obre maravillas en el.
A mí me da mucha seguridad el saber que nuestra vida esta bajo la mirada atenta de Maria, mirada de Madre que no pierde detalle de lo que vive el hijo, para acompañarlo, para devolverle el Vino de la salvación: la Fe, la Esperanza, el Amor, para pedirle a Jesús lo que el necesita.

Al terminar mi oración Maria me aconsejaba, “Llena tu corazón, tu vasija, del deseo de decirle si, de tus ganas de servirle, de tu querer amarle con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, y….Espera”….la Esperanza es que todo ello, El lo convertirá en el Mejor vino para servirle a nuestros hermanos, “disfruta el proceso, de dejarte hacer, de ir a darlo, en el camino El va repitiendo el Milagro de Cana”.

Que dulce es escucharle a la Madre, recordarme que El nunca nos ha fallado, “Espera en el Señor, Animo, Arriba, confía en el Señor”. (Salmo 27)
Gracias Madre por enseñarnos a orar con la Palabra, para llenar nuestro corazón del mejor Vino.

Dios nos bendiga.

Nila.

lunes, 4 de octubre de 2010

Hagan lo que El les diga

Esta mañana experimentaba la llamada interior a no olvidar lo esencial, en medio de todo cuanto me toca vivir cada día y ciertamente lo mas vital son estos tiempos de encuentro con nuestro Dios, en los que Él nos va regalando la gracia de sabernos hijos amados suyos y recreándonos a imagen y semejanza de Jesús.
Yo agradecía al Señor por el don de este tiempo nuevo, que nos permite vivir como comunidad; pero también como iglesia del Perú; y que hemos empezado el mes de octubre, lo que la iglesia llama la cuaresma peruana, tiempo que nos regala como una oportunidad especial de abrir nuestras vidas al Señor, que nos sale al encuentro con los brazos abiertos, demostrándonos y ofreciéndonos su amor de misericordia y en esta clave me ayudaba escuchar las palabras del evangelio de Juan, capítulo 2,1-5, tantas veces orada por nosotros ; pero que no deja de ser una fuente inagotable de gracia:
“Tres días después se celebraron unas bodas en Caná de Galilea, y la madre de Jesús estaba allí”
La palabra de Dios nos sitúa en el contexto de una alianza de bodas, el compromiso más grande que puede existir entre dos seres humanos; pero que parte de una libertad profunda y viene a ser signo del amor o al menos, ese es el ideal del matrimonio cristiano.
Esta mañana el Señor me hablaba de la alianza nueva, de la comunión que quiere tener con cada uno de nosotros, comunión en el pensar, en el obrar y en el sentir, como n0s invita Pablo en Filipenses 2:
Si la exhortación en nombre de Cristo tiene algún valor, si algo vale el consuelo que brota del amor o la comunión en el Espíritu, o la ternura y la compasión, les ruego que hagan perfecta mi alegría, permaneciendo bien unidos. Tengan un mismo amor, un mismo corazón, un mismo pensamiento. No hagan nada por rivalidad o vanagloria, y que la humildad los lleve a estimar a los otros como superiores a ustedes mismos. Que cada uno busque no solamente su propio interés, sino también el de los demás. Tengan entre ustedes los mismos sentimientos de Cristo Jesús”
Que fuerte me resultaban las palabras del apóstol, que el espíritu hacia resonar en mi corazón a lo largo del día de ayer, día de lecciones, para los peruanos; pero sobre todo hoy, en este tiempo de diálogo con Dios, en el que la realidad de nuestro pueblo, la actitud de mis hermanos y la mía propia, no podía quedar fuera del diálogo con Dios.
Hablando de todo lo vivido y oído en esta jornada, Dios me pide ir más allá de ser ciudadana peruana, con responsabilidades de cara a mi país, me pide ser auténticamente cristiana y vivir la vocación que se me ha confiado, en un ambiente de división, de ambición por el poder, de corrupción y todo aquello que vemos día a día y en ocasiones nos desalienta. El Señor por medio de san Pablo, nos invita a hacernos uno con Jesús en su intencionalidad y ello, si es real, naturalmente nos dará una nueva forma de vivirnos en medio de nuestros ambientes, que redundará en vida para todos los lugares donde nos encontramos cada día.
En esta nueva llamada que nos hace el Señor, María, nuestra madre, está con nosotros y nos alienta a abrir el corazón, a no cerrar el diálogo e ir al final en la escucha de la palabra, déjate decir personalmente por Dios, cual es la nueva alianza que quiere hacer contigo.El evangelio de Juan continúa diciendo:
“Jesús también fue invitado con sus discípulos. Y como faltaba vino, la madre de Jesús le dijo: "No tienen vino"
Recibimos la llamada de Jesús, como discípulos suyos, pero ciertamente nos sentimos cortos, hay carencias en nuestra vida, que nos generan dificultad para responder con total confianza y optimismo a la llamada del Señor, María lo advierte: hijo(a) hace falta vino; pero no te entristezcas, recuerda que en esta alianza, está Jesús, no trata de un compromiso puramente humano, en realidad el que se une a ti es él, él es el fiel y quien trae la dote, es el quien primero se compromete contigo para que seas lo que el Padre espera de ti.
Esta mañana encontraba a María, como cada día, intercediendo por nosotros ante Jesús y el verla me daba mucha alegría; al mismo tiempo que la madre me hacia escuchar de sus labios: Hija no es difícil pedir algo para ti, a quien se que te más que a su vida, ¡Cómo no te va a dar lo que te hace falta!
En el evangelio Jesús se dirige a la madre:"Mujer, ¿qué tenemos que ver nosotros? Mi hora no ha llegado todavía".A lo largo del tiempo de conocer a Jesús, estas palabras han ido adquiriendo connotaciones nuevas cada vez que las he orado y esta mañana, me parecía escuchar a Jesús, diciendo a María: “Madre la respuesta es de ella, ella será quien diga si mi hora ha llegado en su vida, si quiere esta alianza conmigo, la respuesta está en ella, si ella quiere este segundo vino será mejor.”María que nos quiere tanto se dirige a nosotros siguiendo la llamada que nos hacía el evangelio del día de ayer, a responder como siervos de la palabra, del Amor, del evangelio de la misericordia y reconciliación, en medio de una sociedad que lo necesita tanto:
"Hagan todo lo que él les diga".No se puede responder a la llamada que esta mañana nos hacen Jesús y María, sin una fe confiada, sin la experiencia de saber que estamos delante de quien más nos ama y desea nuestro bien.
De ahí, que le pedía a la madre y en este día también a Francisco de Asís, cuya fiesta celebramos hoy, que nos aumenten la fe y nos den la gracia de vivir este día en comunión de amor con Jesús y el proyecto del Padre.
Que Dios nos bendiga a todos y todas.
Pilar

domingo, 3 de octubre de 2010

"Si tuvierais fe como un grano de mostaza..." Evangelio meditado.

EVANGELIO MEDITADO Domingo 3 Octubre 2010

¿Dónde está la diferencia?
Lucas 17, 5-10. Tiempo Ordinario. Fe es también saber obedecer y servir a Dios con humildad, sencillez, amor y dedicación.
Autor: P. Sergio A. Córdova LC
Lucas 17, 5-10

Dijeron los apóstoles al Señor; Auméntanos la fe. El Señor dijo: Si tuvierais fe como un grano de mostaza, habríais dicho a este sicómoro: Arráncate y plántate en el mar, y os habría obedecido. ¿Quién de vosotros tiene un siervo arando o pastoreando y, cuando regresa del campo, le dice: Pasa al momento y ponte a la mesa? ¿No le dirá más bien: Prepárame algo para cenar, y cíñete para servirme hasta que haya comido y bebido, y después comerás y beberás tú? ¿Acaso tiene que agradecer al siervo porque hizo lo que le fue mandado? De igual modo vosotros, cuando hayáis hecho todo lo que os fue mandado, decid: Somos siervos inútiles; hemos hecho lo que debíamos hacer.


Reflexión


¿Cuál es la diferencia entre un creyente y un ateo? ¿O qué distingue a una persona religiosa de otra que es indiferente a la religión? Por supuesto que muchas cosas. Pero yo creo que la diferencia más fundamental es, precisamente, la fe. Es muy diferente creer y no creer, tener fe o vivir como si Dios no existiera.

Muchas veces he preguntado a niños, jóvenes y adultos si es igual estar bautizado o no, tener fe o no tenerla; y qué es lo que hace la diferencia. Y, desafortunadamente, no siempre me lo han sabido decir. Yo estoy convencido de que existe un abismo entre uno y otro. La persona bautizada ha recibido, además de la purificación del pecado original y la filiación divina -que es un regalo verdaderamente increíble- el don incomparable de la fe. Y la fe cambia radicalmente la vida. Es como si un ciego de nacimiento comenzara a ver y pudiera contemplar toda la belleza de esta maravillosa creación que Dios ha hecho para nosotros. O como si un hombre encerrado en una cueva fuera, de pronto, llevado a la cima de una elevada montaña para contemplar desde las alturas todos los valles y el paisaje que se extiende delante de sus ojos.

Una persona con fe es tremendamente afortunada. Tiene en su mano la llave de la felicidad y el secreto para vivir en paz, con alegría y serenidad todos los momentos de su existencia, incluso los más difíciles e incomprensibles para nuestra pobre naturaleza humana. Muchas veces he podido asistir y acompañar a tantas personas en momentos terribles de dolor -ante la muerte de un ser querido o ante desgracias inesperadas- y siempre me han dado mucho que pensar. Unos, porque han sabido aceptar esos sufrimientos con una grandísima paz y serenidad, y siempre me han edificado muchísimo; y los otros porque, en las mismas circunstancias o ante situaciones menos dramáticas, se han rebelado contra Dios, se han desesperado y perdido temporalmente la luz e incluso la razón de su misma existencia....

¡De veras que la fe cambia radicalmente la vida! Y, por desgracia, en nuestro mundo secularizado de hoy -sobre todo acá en Europa- es cada vez más frecuente encontrar a gente que se declara agnóstica o que, siendo cristianos, viven una fe muy superficial y subjetiva; o que, por el ambiente tan materialista que los envuelve, parece como si Dios no existiese para ellos.

En el Evangelio de hoy, los discípulos le piden a nuestro Señor, a quemarropa: “Señor, auméntanos la fe”. Seguramente, al lado de Cristo, ya habían aprendido lo que era la fe, y la diferencia tan abismal entre una persona creyente y otra incrédula. Jesús, antes de hacer cualquier milagro, ponía siempre la fe como condición para realizarlo. Aquella mujer sirofenicia, a pesar de no pertenecer al pueblo elegido, arrancó de Cristo la curación de su hijita gracias a su fe humilde y perseverante. Y aquel centurión romano -que también era “pagano”- logró de Jesús un milagro para uno de sus servidores enfermos, y nuestro Señor quedó profundamente conmovido ante una fe tan maravillosa. Fue también la fe de aquella mujer hemorroísa la que arrancó de Cristo su curación, después de doce años enferma y tras haber gastado toda su fortuna en médicos. Gracias también a la fe, Jairo consiguió que Jesús resucitara a su hijita muerta.

Todo el Evangelio está lleno de estos ejemplos. Y Cristo nos dice hoy algo muy impresionante. Tal vez, a fuerza de escucharlo, ya nos hemos acostumbrado. Pero fijémonos muy bien en sus palabras: “Si tuvierais fe como un granito de mostaza, dirías a esta morera: ´Arráncate de raíz y plántate en el mar´, y os obedecería”.

¿Cuántos de nosotros, que nos llamamos buenos cristianos -y que, seguramente lo somos- hemos hecho algún milagro? O mejor: ¿cuántos milagros hemos realizado hasta el día de hoy, gracias a nuestra fe en Cristo? Cristo cumple siempre su palabra. Entonces, ¿dónde está el problema? Tal vez en que nuestra fe es tan, tan pequeña que no llega ni siquiera al tamaño de un minúsculo granito de mostaza... Y no me estoy refiriendo yo a milagros “espectaculares”. Cuando Cristo habla de trasplantar moreras y de mover montañas, se refiere no tanto a las montañas físicas, sino a las dificultades de la vida y a circunstancias aparentemente insuperables. La fe, si es auténtica, es capaz de remover obstáculos gigantescos.

En la segunda parte del Evangelio de hoy se nos presenta otro tema que, en apariencia, no tiene nada que ver con esta primera parte. Nuestro Señor nos pone el caso del criado que sirve a su amo en cuanto éste llega del campo. Y Jesús pregunta a sus discípulos: “¿Acaso deberá estar agradecido con el criado porque ha hecho lo mandado?”. La frase, aunque cierta, podría desconcertarnos un poco, como si nuestro Señor nos estuviera diciendo que Dios no tiene por qué agradecer nuestros servicios. Aparte de que no se ve mucha relación con el tema de la fe, la afirmación parece un poco dura...

Pero vamos a explicarlo. Hay que decir, en primer lugar, que no tenemos que aplicar esta frase a Dios, sino a nosotros. O sea, Jesús no nos está revelando los sentimientos del Padre en relación con nosotros, sino que nos está indicando cuáles deben ser nuestros sentimientos y actitudes personales en nuestras relaciones con Dios. En otras palabras, nuestro Señor no se identifica con ese amo de la parábola, que con razón nos resulta un poco chocante: un arrogante señorón, mandón y orgulloso, que primero se interesa de sí mismo y luego de los demás. En realidad, el amo tiene el derecho de comportarse así con el criado, pero nos parece egoísta y pretencioso. Al menos, debería cuidar las buenas formas de educación, también con su criado.

Pero hay que mirar las cosas en sentido inverso. Es decir, desde la perspectiva del criado. Nosotros somos esos “siervos inútiles” del Evangelio. Y, cuando hayamos hecho todo lo que nos está mandado, digamos como el siervo de la parábola: “Somos unos siervos inútiles, y lo que teníamos que hacer, eso hicimos”.

Somos nosotros los afortunados al haber sido llamados por Dios para su servicio. Es una honra y un santo orgullo poder ser contados entre los servidores de Dios. Y lo que necesitamos para cumplir bien con nuestro deber es, ante todo, una grandísima humildad, disponibilidad, empeño generoso y docilidad para servir y obedecer. Es un don gratuito el que hemos recibido de parte de Dios. ¡Y dichosos nosotros si nos comportamos así! Además, es lo único lógico y sabio que podemos hacer, siendo creaturas e hijos de un Padre tan generoso y tan bueno.
Esto, en definitiva, es también fe. No sólo es la capacidad para hacer milagros. Fe es también saber obedecer y servir a Dios con humildad, sencillez, amor y dedicación. La fe debe traducirse en obras. Si no -como nos dice el apóstol Santiago- “es una fe muerta” (cfr. St 2, 14-26) . La fe debe ser activa y operante para ser auténtica. Una fe amorosa hecha obediencia, humildad y servicio fiel a Dios nuestro