lunes, 31 de enero de 2011

ESCOGE LA VIDA


Ciclo: Los primeros pasos del discípulo

Segunda semana: A la escucha del Maestro

“Escoge, pues, la vida para que vivas tú y tu descendencia. 20 Ama a Yavé, escucha su voz, uniéndote a él, para que vivas y se prolonguen tus días” Deuteronomio 30,19b-20

El discípulo se va haciendo conforme va escuchando al Maestro, El nos ha elegido para estar con Él, para escucharle, esta es su Pedagogía, estar con sus discípulos día y noche, codo a codo, mano a mano, nosotros escuchamos su Palabra que es Vida, atentamente, minuciosamente, no queremos perder ningún detalle, nosotros queremos ser discípulos que luego vayan y hagan otros discípulos por eso escuchamos doble, con la intención que El nos propone de que no solo es para nosotros sino para cumplir su voluntad de llevar su Palabra que forme otros discípulos, esta es la tarea encomendada por el Maestro a su Iglesia que somos todos nosotros.

El nos ha dado oídos de discípulos, El nos abre los oídos para escucharle Is 50,4-5 y nosotros queremos corresponderle atendiendo su Palabra: Porque lo dice, cómo, en dónde esta cuando lo dice, a quienes se dirige, porque hace lo que hace; para después aplicarlo a la vida diaria.

Toda esta semana las citas nos han estado invitando a vivir como discípulos que viven a la escucha del Maestro, nos decía “ojala hoy pudieran oír su voz…no endurezcan su corazón,…Salmo 95,….Mira que estoy a la puerta y llamo….Ap 3,19….”ábreme hermana mía, compañera mía” Cantar 5,2-4….y escucharle en realidad no resulta difícil si de por medio esta el Amor, si le amamos vamos a poner empeño en buscar esos ratos a solas en el silencio, en largos momentos de intimidad para afinar los oídos y distinguir su voz “mis ovejas me siguen porque conocen mi voz”. Jn 10,4, para saber escoger caminos de Vida.

“la voz de mi amado…su hablar es lo más suave que hay y toda su persona es un encanto…hijas de Jerusalén así es mi Amado, así es mi amigo” Cantar 5,16.

Y en verdad escucharle, es escuchar al Amigo, al que amamos, al que necesitamos, en quien se encuentra Todo lo que deseamos, consuelo si estamos tristes, paz si nuestra alma esta atormentada, alegría si estamos tristes, Todo.

En la cita que nos proponen este día del libro del Deuteronomio el Señor nos está invitando a vivir abiertos a su Palabra a escucharle, porque en Ella se encuentra la Vida,

Yo le iba pidiendo al Señor toda esta semana me diera la Gracia de poder oír su Voz, para aprender a vivir de verdad, vivir en abundancia como es su Plan, “Yo he venido para que tengan Vida y en abundancia “Jn 10,10 y entre tantas voces que uno lleva por dentro, a veces es muy difícil.

Y en la cita del Deuteronomio la Palabra nos invita a tomar una elección, a vivir en constante discernimiento: “ Escoge,” al tratar de vivir la Palabra estos días para preparar las pautas, encontraba que escoger con la mente es más fácil que el actuar, que el sentir, le decía: Señor está bien yo escojo la vida, escojo hacer tu palabra, hacer el bien, pero doblegar el corazón dolido, frustrado, es duro, porque la voluntad se quiere ir por otro lado, dejarse arrastrar por los sentimientos, y nuevamente una y otra vez una tiene que serle sincera y decirle con las palabras de Pablo Rom 7,18:

“Señor, yo soy de carne, ….puedo querer hacer el bien, pero hacerlo no…..Señor yo advierto en mis miembros otra ley que lucha contra la ley de mi espíritu” .

El vivir como discípulos no es fácil, necesitamos vivir a la escucha de la Palabra que da vida, no podemos quedarnos en decir “escojo la vida”, de labios para afuera, sino en tomar la decisión, la determinación de vivir eso que Dios me está pidiendo, elegir lo es conquistarlo, ponerle fuerza, hacer lo contrario de lo que me pide la carne, es necesario, suplicar humildad, coherencia, acudir a los sacramentos, estar en el Santísimo Sacramento largas horas, para poder dejar al Señor actuar en nosotros, vencer al enemigo que quiere arrastrarnos a caminos de pecado o de muerte……”No dejes que tu corazón se desvíe, no te dejes arrastrar ante otros dioses para servirlos” c.ref Deut 30,17

“Ama a Yavé, uniéndote a Él”.

La clave después de escoger es permanecer en El escuchando su Voz que una y otra vez te habla de su fidelidad, de su amor redentor que no te va a dejar después de haber dado por ti la vida, y esperar su Gracia, confiando en que El no nos abandona nunca, este domingo que estaba también pasando momentos de lucha espiritual, el Señor me daba una respuesta tan clara y contundente cuando le pedía su ayuda para serle fiel : “no tengas miedo” “¿Puede acaso una madre abandonar al hijo de sus entrañas dejar de querer al niño que cría?... ….Yo no te voy a abandonar…Yo nunca me olvidaría de ti“ Is 49 15-16.

Y efectivamente el Señor es Todopoderoso para actuar y cambiar el corazón, para ayudarnos a vivir lo que hemos elegido, yo elegí amar, y El me hizo amar, al instante calmó la tormenta Mc 4,39 como decía el Evangelio de ese día.

Al Pueblo de Israel el Señor le dice también: “Escucha mi voz para que vivas y se prolonguen tus días en la tierra que prometí dar a tus padres”.

¿Cuál es esa tierra?, para nosotros es la Vida eterna, vivir en la tierra prometida es vivir unidos a Dios, caminar por la vida como amigos con Jesús, los amigos dialogan, y de ese diálogo de ese ponerse de acuerdo, de planear la construcción del Reino va saliendo la fuerza del discípulo para vivir lo acordado.

“¿Emprenden, acaso dos hombres juntos el camino sin haberse puesto antes de acuerdo? “Amos 3,3

Si no vivimos en esta amistad con El, escuchándole para vivir, nos vamos a cansar del seguimiento, nuestra vida de discipulado va a ser pesada, estéril o llena de frutos secos o amargos que no atraen a nadie, que no transmiten la vida de Dios, que no contagian la alegría del seguimiento.

Hay que pedirle a nuestra Madre nos regale de su escucha atenta, despojada de si, abierta a la Palabra para poder concebir la vida de Dios en nuestro corazón y transmitirla a nuestra descendencia, ser verdaderos discípulos de la Palabra que da la Vida Eterna.

Dios nos bendiga.

nila

No hay comentarios.:

Publicar un comentario