lunes, 27 de junio de 2011

“Vayan y hagan discípulos de la Trinidad”

Mt 28, 18-20

Jesús se acercó y les habló así:

“Me ha sido dada toda autoridad en el Cielo y en la tierra. Vayan pues, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos. Bautícenlos en el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enséñenles a cumplir todo lo que yo les he encomendado a ustedes. Yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin de la historia”. Mt 28,20

Ver a Jesús acercarse a nosotros para decirnos algo que solo se le dice a los amigos de confianza, a los que se conoce bien, a los que esperas que respondan, no que hagan algo solamente por cumplir, sino que respondan al amor, y a la confianza, me hacía sentir tan cerca también de Él tan agradecida, tan amada y digna de confianza.

El nos llama cada día para estar con Él, (Mc 3,13), así como llamó a los que El quiso, para aprender de Él todo, su manera de enseñar, su sencillez para tratar a todos, pobres, ricos, leprosos, publicanos, pecadores, extranjeros como la mujer siro-fenicia (Mc 7, 24-30), y luego darles su Misión, así se acerca a nosotros que somos sus discípulos en esta etapa de la historia para hacernos sus misioneros, enviándonos a hacer discípulos.

Me ha sido dada toda autoridad en el cielo y en la tierra. Vayan pues, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos….Bautícenlos en el Nombre del padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. HAGAN que sean discípulos de la Trinidad”….Señor como vamos a hacer que sean tus discípulos?. “Por la Fuerza del Espíritu Santo que se derramara sobre ustedes, para que sean mis testigos en Samaria en toda la tierra…(Hechos 1,8) Les enseñaran siendo testigos de lo que han visto y de lo que han escuchado, testigos con su vida y con su palabra.

Aquí contemplaba a la Trinidad interesada, en que todos los pueblos sean sus discípulos, que le sigan, que le amen, que le entreguen su vida para que su felicidad sea completa. (Jn 15,11)

Nosotros hemos visto a la Trinidad trabajar de manera poderosa en nuestra historia, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, nos han cambiado la vida, en un A.C y D.C….ya no somos los mismos de hace un año o diez, ha ocurrido en nosotros un cambio trascendental, mucha gente ni nos reconoce, y esto es porque nos hemos bautizado en el Amor Trinitario, hemos experimentado su fuerza, su poder, su amor, nos hemos sumergido en El, hemos muerto y resucitado por el poder de la Trinidad por eso podemos enseñar, por eso podemos hacer discípulos, en su Nombre.es discípulo tiene que ser por fuerza misionero porque le nace dar testimonios, y si es misionero hará discípulos, es un ciclo, que se irá repitiendo generación tras generación hasta el fin de la Historia mientras permanezcamos con El. (Jn 15) Y en esa historia Jesús está con nosotros para que no nos falte la fuerza, El se queda.

Como miembros de la Iglesia de Cristo nosotros estamos obligados a ser misioneros y hacer discípulos, no es solo tarea de Verbum Dei, es de toda la Iglesia y no es algo opcional, Es nuestro deber desde el Amor, hacer discípulos para que la Palabra siga salvando generación tras generación…(1Cor 9,16)

Porque te amo Señor, quiero hacerte discípulos, que todos te amen, te sigan y enseñen a amarte a otros, porque en amarte a ti esta nuestra vida, nuestro descanso, siendo discípulos tuyos es que podemos pasar por el mundo superándolo todo, porque en tu Palabra nos enseñas a amar como tu amas, a perdonar como nos perdonas, a comprender, ser paciente, olvidar lo malo, no dejarnos llevar por la ira, siempre esperar lo mejor del otro dándole otra oportunidad al igual que tu nos das a nosotros para empezar de nuevo. (1Cor 13)

Ayúdanos a enseñar lo que tu nos has encomendado, a ayudar a nuestra santa Iglesia a llevar el Bautismo de conversión en el Nombre de la Trinidad a todos los pueblos sin excepción así como Tú no nos exceptuaste a nosotros, que nuestro ejemplo y tu Palabra les enseñe a cumplir tus mandatos de amor, a hacer tu voluntad.

Madre de los apóstoles, Madre Misionera, discípula primera de la Trinidad, intercede por nosotros para que el Espíritu Santo encienda en nuestro corazón el fuego por la Misión para hacer discípulos de la Trinidad a todos los pueblos.

Dios nos bendiga.

Nila

viernes, 24 de junio de 2011

“Pueblo mío. ¿Qué te hecho? ¿En qué te he ofendido? Respóndeme"

IS 5, 1-4 Mlq 6, 1-5

Que hermoso lugar nos ha tocado en suerte, poder conocer a Jesús que es la Vida y el Amor, y poder dialogar con Él conocer sus caminos, proyectos, sueños, que gracia tan grande tenemos, por eso dice:

“Dichosos ustedes porque ven y oyen. Yo le aseguro que muchos profetas y muchos santos ansiaron ver lo que ustedes ven y no vieron, y oír lo que ustedes oyen y no oyeron” Mateo 13, 16-17

A la gente simple, sin fama, sin belleza, sin honores…Jesús ha querido manifestarse, revelar la plenitud de la verdad.(1Cor, 26-28) Podemos gritar “que hermosa herencia nos ha tocado lo único que necesitamos es abrir nuestro corazón, no necesitamos nada mas, como tener dinero, estudiar, tener títulos, solo un corazón sencillo que desee conocerle, recibirle, aceptarle….

¡Ábrete ahora! recibe su Palabra que es capaz de devolverte todas tus ilusiones, la Palabra reconstruye tu vida, le da sentido a toda tu vida, porque la Palabra es Dios lleno de su amor y de ternura. Cuando uno se acerca a la Palabra con la admiración de estar junto a Dios todopoderoso comprueba que Él devuelve la vista, y nos puede quitar la sordera, para dejarnos instruir, nos quita la parálisis, cuando vemos situaciones en la que algo esta mal, pero no somos capaces de definirnos, de luchar por el bien, la Palabra te da la capacidad para poder actuar, porque la Palabra nos da poder y fuerza para actuar porque gracias a Él podemos amar.

Tenemos una riqueza muy grande entre las manos. Pídele al Señor: El sabe los problemas que tengo, las penas que llevo, “Señor te entrego todo lo que estoy viviendo ahora, quisiera saber qué hacer con mi vida” Porque él nos ha hecho libres para elegir; cuando nos da su Palabra sabe que podemos elegir como vivir. Podemos elegir, porque Jesús ha vivido todo lo que vamos viviendo para que podamos elegir; nos ha dado la posibilidad de elegir en medio de nuestra pobreza, porque uno se experimenta pobre ante situaciones que no sabe cómo enfrentar… no podemos dar pasos de amor y fe.

En medio de las dificultades y pobreza que vives Jesús dice:“Tu eres libre puedes optar por vivir bien.” Desde un inicio Dios ha querido que vivamos bien y nos dio un proyecto grande y hermoso para vivir bien, amando, haciendo todo el bien que podamos esto es nuestra razón de ser en esta vida. Pero…Ante este proyecto ¿cómo hemos estado viviendo?, ¿a qué proyecto le hemos dado todo nuestro tiempo? ¿Que se ha robado todo lo que nosotros hemos invertido? Puede ser algún proyecto muy importante el título, el pago de una deuda, etc. que son buenos proyectos pero cuando se desvían del proyecto inicial de ser Amor se convierte en un tremendo obstáculo para nuestra felicidad, por eso uno a pesar de haber logrado esas metas uno siente insatisfacción.

Uno se ha ilusionado con las metas y luego después que las alcanza viene la tristeza la angustia. Una persona muy ocupada me preguntó ¿qué le da sentido a la vida? :Amar como Jesús. Este es el llamado de Dios para nuestra vida desde siempre, nos ha creado para amarle, para conocer, para servirle….para vivir felices….pero ¿como estoy viviendo?

“Estabas llamado a ser Amor, a vivir como hijo de Dios, y estas llena de miedo, de desconfianzas, de complejos, de encubrimientos, de mentiras. Tenias una vida inmensamente rica en tus manos con una identidad eterna, y te sientes vacío, sin sentido, te encuentras inútil, esclavo de otros con la afectividad totalmente rota, llamado a vivir en compañía de la Trinidad y sientes la soledad, buscas la evasión, vives en el monólogo rutinario de tu superficialidad…llamado a dar y servir la vida y te has convertido en un asesino. Estabas llamado a construir la civilización del amor y te has convertido en un instrumento de muerte. Estabas llamado a ser Pastor y te has convertido en un lobo, no solamente eres victima de tu estado, sino causa del sufrimiento del mundo”.. (cfr..LF.VD)


“Doble falta ha cometido mi pueblo: me ha abandonado a mi que soy manantial de aguas vivas y se han cavado pozos, pozos agrietados que no retendrán el agua.” Jeremías 2,13

Es la tristeza y el dolor de Dios ante nuestra vida….el ver el sufrimiento y la soledad a la que conducen todas nuestras actitudes…”Me ha abandonado mi pueblo”…Hemos invertido nuestra vida buscando honores y riquezas y no nos hemos dado cuenta que lo estábamos dejando a Él, estábamos invirtiendo nuestro tiempo en otras cosas menos en aprender a amar. (Como una pareja que conozco que está invirtiendo su vida en buscar su felicidad en otras parejas, cada uno por su lado, y han dejado a sus tres hijos con su abuelita, ellos se han desligado del proyecto de Dios han abandonado a Dios, se están cavando pozos donde se van a morir de sed. y perjudicar a sus hijos y a todos)…

Estamos un estado de inconsciencia tal que no nos importa lastimar a nadie, porque creemos que esta bien buscar “mi felicidad” y vamos por nuestro propio camino…sembrando amarguras que después cosecharemos con gran dolor….

Muchos también vamos caminando por la vida como ciegos, haciendo cosas para buscar la gloria vana de los hombres, buscando su alabanza, su consuelo, estamos rompiendo el vínculo que nos une a Dios, estamos destruyendo la alianza de Amor que teníamos con Dios… “prefirieron la opinión de los hombres” La palabra es clara me dice la verdad:

“Se cegaron sus ojos y se endureció su corazón para no ver ni comprender no quieren convertirse a mí, para que Yo lo los sane”. Juan 12,40

Han cegado sus ojos y endurecido su corazón no ven la verdad, no conocen el camino de Dios. No hemos conocido el camino espiritual, porque no hemos conocido la Palabra de Dios que nos de la fuerza para definirnos, para actuar, nos hemos vuelto ciegos, por no habernos alimentado de la Palabra, no entendemos que si nos hubiéramos vuelto a la Palabra de Dios nos hubiéramos sanado y no hubiéramos cosechado lo que hemos cosechado.

Uno puede llegar a tener confusiones tremendas porque cada uno defiende su punto de vista todos queremos tener la verdad buscamos la verdad por no leer la Palabra de Dios no ve la verdad uno no tiene fuerza de voluntad para hacer el bien, para soltar los criterios. ¿Dónde está la base de la Verdad? Jesús mismo se presenta y dice:

"Yo soy el camino la Verdad y la Vida”.Juan 14,6 Cuando uno empieza a relacionarse con Jesús lo que hace es nutrirse, formar nuestra conciencia, El es el Maestro, su Palabra es luz que nos ilumina la conciencia, que nos hace discernir qué es lo bueno, que es lo malo, qué camino seguir para que no nos equivoquemos para ser felices. Que importante es llegar tener una conciencia bien formada por El., nuestra conciencia se ha ido deformando a lo largo de nuestra vida por la sociedad, por las enseñanza equívocas, por los criterios de las personas de nuestro lado que no han conocido la verdad tampoco.

La conciencia es nuestra identidad moral, es el centro de donde salen los principios y valores porque la persona si se nutre de la Palabra de Jesús de allí sale todo el comportamiento de la persona, te revela su conciencia.

Tu conciencia te despierta a sentir dolor, o compasión por las situaciones de sufrimiento de los hermanos… pero si no te lleva a actuar solo sientes pena. Si no eres capaz de hacer algo por los demás y no te comprometes…pobres de nosotros…. cuando llegue el día que pasemos por alto la corrupción, esa mentirita blanca, pobre de nosotros, cuando nos acostumbremos a ser indiferentes, a pasar por normal lo que no es correcto, son indicios de que se está pagando la voz de Dios en nuestra vida.

Cuando Jesús iba camino al calvario, vio a las mujeres que lloraban y les dijo...”No lloren por mí, lloren por ustedes, por sus hijos” antes esta palabra le he preguntado a Jesús que quería decir. Es escuchar de Dios ¿Por qué lloras? ¿Porque te falta plata o porque el otro no te miró?... Si tienes que llorar, llora porque tu vida está en tinieblas porque a tus hijos no les has enseñado a amar, ¿por qué lloras Si ves a Jesús dando la vida? Uno llora porque ve las personas dando la vida, ¿por qué vamos a tener pena si esta empeñándose en realizar el proyecto de amor de Dios?.

Si tienes que preocuparte preocúpate por lo esencial, no por cosas que no son vitales ni esenciales en tu vida. Muchos nos estamos viviendo en la inconsciencia de no poder amar a nuestros hermanos, porque no sabemos quiénes somos ni que misión tenemos que cumplir... Una señora en el terremoto gritaba “Señor aplaca tu ira…” No hay conciencia de Dios como Padre las cosas pasan porque se cosecha lo que el hombre ha plantado, por la fuerza de la naturaleza, etc.,

Que pena uno no llega a conocer a Dios como un Padre bueno que le hace a nuestra vida tanto bien, Dios bueno, Dios Padre al que no le reconocemos. Cuando no se nutre de la Palabra es fácil volvernos torpes. Todo puede entrar a tu conciencia si no está bien formada.

“Este pueblo me honra con la boca, pero corazón está lejos de mi. El culto que me rinden no les sirve de nada y sus enseñanzas no son más que mandatos de hombres”. Mateo 15, 8-9”
Este es el dolor de Dios, un dolor que debe ser tan grande como el de un padre que ve a su hijo lejos y no le ama; y esto es consecuencia de una conciencia que nos ha llevado a no vernos como hijos de Dios, herederos espirituales de la fuente de la esperanza, del Espíritu, porque vivimos como esclavos.
No somos capaces de tener dominio sobre nosotros mismos, capaces de amar, nos dejamos llevar por nuestra inclinaciones equivocadas, corremos tras falsos espejismos, que solo dejan en nosotros cansancio y frustración, pensamos que no somos capaces de vivir en libertad, en la verdad, porque hay demasiadas cosas acumuladas en el corazón y preferimos seguir viviendo como esclavos y seguimos viviendo determinados por la ira, por la envidia y no podemos salir de eso.

La falta de una conciencia iluminada por Jesús nos lleva a no ver en el otro un hermano. Es fácil amar al que es débil o huérfano, al que se le ha muerto alguien, pero….quiere al que te ha herido, al que te ha hecho un daño grande, a ver si buscas su bien…. y ante eso uno puede tener reacciones de impotencia…¡no puedo amar al enemigo! Si Jesús dice que puedes…se puede, solo no, sino con la fuerza de El nos tomará mas tiempo, pero saldremos vencedores si permanecemos en el nutriéndonos de su Palabra. ¿Quién te ha dicho que eres esclavo? Nosotros somos hijos de Dios, hermanos de todos los que Dios nuestro Padre nos ha querido dar.

Pero “Sin embargo tengo en contra tuya el que has perdido tu amor del principio. Mira acuérdate de cómo has caído y arrepiéntete volviendo a hacer lo que antes sabías hacer.” Apocalipsis 2, 4-5

Date cuenta donde has caído y arrepiéntete, quien odia a su hermano esta en tinieblas, la tiniebla le ha enceguecido, quizás no sabes porque actúas así…porque no eres capaz de amar, porque tu corazón se ha cerrado de esa manera

Tu cuenta conmigo, no estás sola, me tienes a mí que soy tu fuerza te voy a hacer vivir como hijo de Dios pero tú ¡arrepiéntete! La clave está en darte cuenta, en reconocer donde has caído, dar con la raíz… la raíz es que te has desconectado de la Vida y del Amor, quizás estas tratando de que el otro se arrepienta pero, mírate tu primero, lo peor es que sabemos que tenemos que volver, que podemos arrepentirnos y simplemente no lo hacemos no queremos hacerlo, porque no somos capaces de reconocer que somos nosotros los equivocados, por donde tiene que empezar el trabajo.

“Yo conozco tu conducta y tu constante esfuerzo, pero tengo contra ti que has dejado el Amor primero," Apocalipsis 2, 2-5

Cuando me buscabas con un corazón de niño, yo se que tratas de hacer muchas cosas buenas, pero no rebajes el ideal al que has sido llamado.

Que mas puedo hacer por ti que no haya hecho, te doy la Eucaristía para que tu ames, te doy mi Palabra… Dios esperaba un corazón tierno que le acogiera, que le escuchara y guardase con cariño su Palabra, un corazón bueno que diera muchos frutos que proclamase su Palabra con fuego y ardor en el corazón, y que encontró?...un corazón frío y endurecido que perdió el fervor del amor primero, que le da vergüenza confesar su nombre, que se ha desentendido del hogar, de los hijos, …no digas “el Señor me ha abandonado, ya no se acuerda de mí, no es fiel a sus promesas”..Reconoce tu mal, a mi me dejaste, eres tú quien me abandonaste, quien te extraviaste siguiendo tus caminos.

“Pueblo mío. ¿Qué te hecho? ¿En qué te he ofendido? Respóndeme IS 5, 1-4 Mlq 6, 1-5

Déjenme cantar en nombre de mi amigo la canción por su viña. Una viña tenía mi amigo. En una loma fértil. Las cavó quitando las piedras y plantó cepas escogidas. En medio de ella construyó una torre y también cavó un lagar. El esperaba que produjera uvas pero solo le dio racimos amargos.”Isaías 5, 1-2

El Señor tiene paciencia con nosotros, no te conformes con vivir a medias, pon lo medios que estén a tu alcance, tienes derecho a ser feliz, mira la generación que estas dejando atrás de ti, que por tu vida ellos puedan conocer a Dios… El Señor no se cansa de nuestra vida, nos ha creado para El, para reproducir su Amor, si nosotros somos infieles, El no, El es fiel, porque el Es amor…Amor eterno, a pesar de todo nos ama, porque no puede dejar de amarnos, porque es nuestro Padre bueno, tierno, lento a la cólera y rico en misericordia…siempre nos deja su promesa…para recuperarnos.

“Les daré un corazón nuevo, y pondré un Espíritu nuevo. Les quitaré el corazón de piedra y les pondré un corazón de carne….ustedes serán mi pueblo y Yo seré su Dios” Ezequiel 36,26

Que esta semana permanezcamos en la Palabra, reconociendo lo que nos está alejando del proyecto de Dios de vivir siendo amor, siendo mensajeros de vida para nuestros hermanos, esta etapa de conversión requiere de nosotros mucha revisión de vida, para volver al camino, para regresar a Casa, requiere también una fuerte determinación, porque no es fácil, pero Cristo va por delante, El va primero con la Cruz, señalándonos por donde y como se entra al Reino.

Dios nos bendiga.

Lecturas para orar CICLO: Temario “Vida y Amor”

Tema: Inconciencia de la Vida y el Amor.

Domingo: Mateo 13, 15-17 Dios me ha creado para conocerle, amarle y servirle.

Lunes: Jeremías 2, 12-13 ¿Qué has hecho con la Vida y el Amor?

Martes; Juan 12, 39-43 “Prefirieron la opinión de los hombres”

Miércoles: Mateo 15, 1-9 Han anulado el nombre de Dios por las tradiciones.

Jueves: Apocalipsis 2, 4-5 Date cuenta de lo que vives.

Viernes: Ezequiel 36, 24-26 Te daré un corazón nuevo.

Sábado: Isaías 5-1-2 Dios espera mucho de ti, que manifiestes su Reino.

lunes, 20 de junio de 2011

Nos conduce por el camino estrecho que lleva a la Vida


Gracias Señor por el regalo de la oración, por permitirnos entrar a tu presencia para hacernos saber a través de tu Palabra cuanto nos amas y como nos llamas a ser perfectos enseñándonos el camino que lleva a la salvación. Envíanos tu Espíritu que nos guíe para poder dar con tu voluntad esta mañana...

“Entren por la Puerta angosta, porque ancha es la puerta y espacioso el camino que conduce a la ruina, y son muchos los que pasan por él. Pero ¡Qué angosta es la puerta y que escabroso el camino que conduce a la salvación! y que pocos son los que lo encuentran”. Mt 7,6.12-14.

¿Cuál es la puerta angosta por la que tenemos que entrar? Es buscar en todo hacer la voluntad del Padre. “No bastará con decirme ¡Señor!, ¡Señor! Para entrar en el Reino de los cielos, más bien entrará el que hace la voluntad de mi Padre” Mateo 7,21

La Puerta para entrar se nos hace angosta, porque es muy difícil para nosotros solos hacer la voluntad de Dios. Gracias a Dios que nos ha dado El Espíritu Santo el Protector, que no nos deja solos, que permanece siempre con nosotros para conducirnos por el camino estrecho que lleva a la Vida.

“Si ahora vivimos según el Espíritu, dejémonos guiar por el Espíritu”. Gálatas 5,25

Dice el Señor ¡Qué pocos son los que la encuentran!, ¿porque son pocos Señor?

Porque se niegan a renunciar a lo terrenal, viven atados a las cosas del mundo, se dejan llevar por la tentación de lo fácil, lo cómodo, el egoísmo, viven según sus impulsos, sus deseos, viven odiando, dejándose llevar por el egoísmo, la ira, los celos, las ambiciones, la envidia y cosas semejantes, “los que hacen tales cosas no heredarán el Reino de Dios” Gal 5,19.

En cambio dejarse conducir por el Espíritu es oponerse a todas esas cosas, para vivir como el Señor quiere para que seamos felices, es cambiar de puerta, es conversión.

“El fruto del Espíritu es caridad, alegría, paz, comprensión de los demás, generosidad, bondad, fidelidad, mansedumbre y dominio de sí mismo”. Gálatas 6,22.

Son pocos los que se deciden a oponerse y escoger vivir con alegría aun en el dolor, en paz en medio de la guerra, comprendiendo a los más débiles de espíritu, siendo bondadosos con los que caen, generosos en el perdón, ayudando a los que menos tienen, vivir en la humildad, dominando su genio, sus impulsos o arrebatos.

¡Necesitan nacer de nuevo desde arriba! Hacerse dóciles, dejar sus planes para seguir los planes del Señor, poner la mirada en Jesús y seguirle hasta decir:

“He sido crucificado con Cristo y ahora no vivo yo, es Cristo quien vive en mi. Todo lo que vivo en lo humano lo vivo con la fe en el Hijo de Dios, que me amó y se entregó por mí, esta es para mí la manera de no despreciar el don de Dios” Gal 2, 20-21

Dejarnos conducir por el Espíritu Santo, es valorar el Don de Dios, el gran precio con que hemos sido comprados, no hacer inútil tanta Gracia.

Vivir dejándose conducir por el Espíritu Santo es un ejercicio, un trabajo, una continua conversión tomando conciencia de cuál es el Objetivo de nuestra Vida, la Opción fundamental.

“Examinen, pues, con mucho esmero su conducta. No anden como tontos, sino como hombres responsables. Aprovechen el momento presente, porque estos tiempos son malos. Por tanto, no se dejen estar sino traten de comprender cuál es la voluntad de Dios”. Efesios 5,1

Demos gracias al Señor, por darnos el Espíritu Santo que nos conduce por el verdadero camino, no importa lo angosto, lo estrecho que sea, sin El no podríamos distinguir el bien del mal, no sentiríamos el llamado a cambiar, a buscar la cosas de Dios, a entender que es lo que conviene, no solo para nosotros, sino para todos, para llevarlos a conocer la salvación de Dios, la Vida eterna.

“No se pueden equiparar esas ligeras pruebas que pasan aprisa con el valor formidable de la gloria eterna que se nos está preparando. Nosotros pues no nos fijamos en lo que se ve, sino en lo que no se ve; porque las cosas visibles duran un momento, pero las invisibles duran para siempre”. 2 Cor 5, 16.

Madre ayúdanos a ser dóciles como tú y dejarnos conducir por el Espíritu Santo.

Dios nos bendiga.

Nila

martes, 14 de junio de 2011

La Ascensión del Señor nos hace ser generosos.


Me ayudaba mucho empezar las pautas con la cita de 2Cor 8, 9 “Ya conocen la generosidad de Cristo Jesús, nuestro Señor, que, siendo rico, se hizo pobre por ustedes para que su pobreza los hiciera ricos”.

En la Lectura que oramos hoy día San Pablo realza a los macedonios ante los corintios, les habla de su generosidad fruto del gozo de haber recibido la Gracia de Dios,

Ahora queremos darles a conocer una gracia de Dios con que fueron favorecidas las Iglesias de Macedonia”.

La Ascensión del Señor a nosotros nos da la Gracia para elevarnos del apego a las cosas del mundo, para buscar las cosas de arriba, ese cambio de mirada nos hace ser generosos con nosotros y con los demás, normalmente tendemos a guardar, a ahorrar, a buscar la estabilidad, la seguridad en los bienes materiales.

Para el pueblo de Macedonia, un pueblo convertido de corazón, lo más importante era da a conocer el Reino de Dios, a Jesús Resucitado, por encima de todas las cosas que pudieran estar pasando,

A pesar de que han sido tan probadas y perseguidas, su gozo y su extrema pobreza se han convertido en riquezas de generosidad.”

¿Qué es lo más importante para nosotros? Dice Jesús No junten tesoros y reservas aquí en la tierra, donde la polilla y el óxido hacen estragos, y donde los ladrones rompen el muro y roban. Referencias versículo 20Junten tesoros y reservas en el Cielo, donde no hay polilla ni óxido para hacer estragos, y donde no hay ladrones para romper el muro y robar. Pues donde está tu tesoro, allí estará también tu corazón” Mt 6,19-21.

Nuestro corazón cuando no conoce a Dios, no ha tenido el encuentro con Cristo resucitado, vive anclado en las cosas, personas, situaciones, palabras, tesoros del mundo, le cuesta elevarse, no es más generoso porque se deja llevar del rencor, “no doy porque no me dio” “no doy porque se me acaba”, “que otros den”.

Si como cristianos no nos dejamos elevar, convertir, los demás no conocerán al verdadero Jesús. Lo conocerán por nosotros, por nuestra generosidad y desprendimiento de las cosas del mundo.

Jesús hizo algo que nunca nadie antes había hecho en el mundo: Dar la vida por amor, sacrificarse para salvar al mundo. Y esto es lo que nos llama a repetir: El mundo sabrá que son mis discípulos cuando les vean amarse, ayudarse, ser generosos, solidarios, unos con otros. (ref:Jn 13,35) ser generosos como El, hacer lo que nadie antes ha hecho en la vida de los hermanos para que lo conozcan, y no solo dar cosas materiales o dinero, sino ser generoso con nuestros talentos, dar de nuestro tiempo, para ir a visitar al enfermo, a los presos, saber escuchar, ser generosos perdonando, comprendiendo, dando un poco mas de los que otros dan, hacer de las cosas ordinarias… extraordinarias.

“A quien te requiera para caminar una milla, acompáñale dos; a quien te pide, dale, y al que te pide prestado, no lo rehúyas” Mt 5,41

San Pablo también realza la generosidad de los Macedonios, para ayudar a los hermanos en la Iglesia que estaba formándose,Puedo atestiguar que lo hicieron según sus medios, e incluso por encima de sus medios; espontáneamente” un corazón que se ha encontrado con el Amor de Dios, se ha experimentado perdonado, redimido, salvado…. la generosidad le sale espontáneamente, sin calculo, sin pena, sin pensarlo mucho, simplemente da y con alegría porque lo ha recibido con alegría….no hay mayor alegría que dar la vida por los amigos…Jn 15, 9-17

Creer en Jesús resucitado y ascendido a los Cielos por el Padre es querer vivir para El, para que muchos conozcan su generosidad a través de nuestra vida.

Cuando Pablo le escribe a los corintios para hablarle de los macedonios y de su generosidad no es para reclamarles, no es para compararles y hacerles sentir mal, sino para decirles que sobresalgan también es esta obra de generosidad de ayudar a la Iglesia, no solo materialmente sino con sus dones, sus talentos, su tiempo, con la riqueza que han recibido de Dios, esta será la demostración de un amor genuino, la prueba de que hemos resucitado y ascendido con el Señor a una nueva manera de vivir como hermanos en la fe, dando, no por obligación, o porque nos dicen que demos, o porque otros también dan.

Y ustedes que sobresalen en todo: en dones de fe, de palabra y de conocimiento, en entusiasmo, sin hablar del amor que me profesan, traten de sobresalir también en esta obra de generosidad.

No es una orden, sino que sólo me baso en la generosidad de otros para ver si ustedes aman de verdad.

Concluyan, pues, esa obra; lo que se ha decidido con entusiasmo debe ser llevado a cabo según las propias posibilidades. Si hay entusiasmo, cada uno es bien recibido con lo que tenga, y a nadie se le pide lo que no tiene. No se trata de que otros tengan abundancia y que a ustedes les falte, sino de que haya igualdad”.

Pidamos la bendición de nuestra Madre para que nos ayude a ser generosos con la Obra de Dios, ayudando a la Iglesia, a las misioneras y misioneros que van por todo el mundo anunciando el Reino de los cielos, que lo hagamos con alegría, espontáneamente, con los bienes que Dios nos ha dado para administrar.

Dios nos bendiga.

nila

lunes, 6 de junio de 2011

Denles ustedes de comer


Gracias Señor, por habernos llevado a una comunidad misionera, que Ora, vive de la Palabra y la anuncia, porque a través de la prédica de la Palabra hemos ido recibiendo la Vida, y porque hemos conocido “algo” que mucha gente no conoce, Alguien que es la solución para todo y por eso no lo podemos callar.

Hoy día nos propones encender el fuego en nuestros ambientes, dándoles de comer el Pan que da Vida Eterna.

El Señor nos ha dado ojos de discípulos, para ver el hambre de la Palabra de la gente, nos ha dado oídos, corazón y oídos de discípulos porque cuando oímos a las personas que se acercan a nuestro lado podemos decir “a esta persona le falta la Palabra, el hambre que tiene solo se llena con el conocimiento de Dios, si ella lo conociera”….El nos pone la inquietud por hacer algo…

Meditación. Mt 14,13-20

Cuando ya caía la tarde, sus discípulos se le acercaron, diciendo: «Estamos en un lugar despoblado y ya ha pasado la hora. Despide a esta gente para que se vayan a las aldeas y se compren algo de comer.»

16 Pero Jesús les dijo: «No tienen por qué irse; denles ustedes de comer 17 Ellos respondieron: «Aquí sólo tenemos cinco panes y dos pescados». 18 Jesús les dijo: «Tráiganmelos para acá.»

Referencias versículo 1919 Y mandó a la gente que se sentara en el pasto. Tomó los cinco panes y los dos pescados, levantó los ojos al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y los entregó a los discípulos. Y los discípulos los daban a la gente. Referencias versículo 2020 Todos comieron y se saciaron, y se recogieron los pedazos que sobraron: ¡doce canastos llenos!21 Los que habían comido eran unos cinco mil hombres, sin contar mujeres y niños.

Los discípulos se acercan a Jesús preocupados por el hambre de la gente, pero también por ellos estaban fatigados…la tarde ya estaba cayendo…

Cuando ya caía la tarde, cuando hay hambre, cuando se siente el cansancio, el desánimo, el no saber qué hacer, el querer ya descansar que se vayan todos, cuando se siente el corazón despoblado, la soledad…..a veces nos acercamos a Jesús para pedirle lo que nosotros queremos, lo que creemos que estaría bien, “Diles que se vayan…Señor ya ha pasado la hora”, ya hicimos bastante….ya ha pasado mi hora, siento que ya no tengo fuerzas, el celo por tu casa que me devoraba se ha enfriado me pasa como a Elías que por falta del Pan me acobardo, ya ha pasado mi hora….(1Reyes 19), ya es tarde las personas tienen que comer pero no cuentes conmigo, diles que se vayan a las aldeas, que se vayan a otros lugares a buscar quien les ayude con su hambre.

Cuando dejamos de orar con la Palabra nos sentimos sin recursos para predicar porque no hemos escuchado la palabra, no la hemos asimilado ni vivido, no podemos ser testigos de lo que Dios ha hecho en mi vida, hace en mi vida, tengo experiencias pasadas que las repito y repito, pero Dios quiere que tenga alimento fresco para dar, y por eso nos dice como a los discípulos.

“Denles ustedes de comer”. Ellos no tienen por qué irse….acaso no hay alimento aquí?, Señor pero yo no veo nada, de donde voy a sacar la fuerza, para orar, para vivir tu Palabra en los ambientes donde trabajo, estudio me muevo cada día, donde no quieren oír tu palabra?.....”¿Acaso no estoy Yo aquí, contigo y con ellos?, Yo Soy el Pan de Vida, Yo vengo para calmar tu hambre y el de toda esa multitud que te rodea que espera que le anuncies la Palabra que es verdadero alimento.

Al orar le decía al Señor que fácil nos sale la justificación, la excusa, para no ir a la Escuela, para no predicar.

También escuchaba la la voz del Señor tan clara diciéndome “Yo también tengo hambre de ti de tu palabra, de que anuncies mi Palabra que es Vida que salva, que sana, que libera, tengo hambre de que confíes en mí, no despidas a nadie porque yo no los despido, tendrían que irse si no hubiera nada, pero en ti hay Alguien más que esos dos peces y cinco panes,(Luc 11, 29) no los dejes ir retenlos, dales el Pan que necesitan, no hay razón para que se vayan, Yo pondré palabras en tu boca, trae tu cesto con lo que tienes, tu falta de fe, tus miedos, tus vacilaciones, tu cansancio, tus excusas, acércate a mí, que yo te voy a hacer Pan de Vida para alimentar a mi pueblo, trae la Palabra que sientes que no te dice nada, vamos a dialogarla…trae todo a la oración.

Perdóname Señor porque muchas veces me miro solo yo y mis pocas fuerzas en lugar de mirarte a Ti de saber que aunque no hubiese habido esa tarde los cinco panes y dos peces, tu hubieses realizado el Milagro de alimentar a toda esa multitud, así como hiciste con mi vida, aunque no tenía nada, hiciste de mi miseria, de mis experiencias de vida alimento para dar testimonio de tu grandeza.

Gracias Señor, porque me haces ver que así como los peces y los panes no se aparecieron de repente por miles, sino que a medida que se iban dando iban “apareciendo” iban llenando la cesta, así haces con nosotros, a medida que anunciamos vamos recibiendo más.

Gracias Señor por este tiempo de Oración, gracias porque nunca te cansas de darme el Alimento que me da fuerzas para vivir tu Palabra y anunciarla, nunca me despides, nunca me dejar ir con hambre de la oración.

Gracias Madre porque cada día me acompañas, me llevas hacia Jesús, porque me amas y nunca me dejas, te pido Madre por cada uno de los discípulos, misioneros de la Palabra y que puedan siempre contar con nosotros para repartir el Pan de la Palabra, anunciar la Vida y la salvación por todo el mundo hasta los confines de la tierra.

Dios nos bendiga.

Nila

Denles ustedes de comer


Gracias Señor, por habernos llevado a una comunidad misionera, que Ora, vive de la Palabra y la anuncia, porque a través de la prédica de la Palabra hemos ido recibiendo la Vida, y porque hemos conocido “algo” que mucha gente no conoce, Alguien que es la solución para todo y por eso no lo podemos callar.

Hoy día nos propones encender el fuego en nuestros ambientes, dándoles de comer el Pan que da Vida Eterna.

El Señor nos ha dado ojos de discípulos, para ver el hambre de la Palabra de la gente, nos ha dado oídos, corazón y oídos de discípulos porque cuando oímos a las personas que se acercan a nuestro lado podemos decir “a esta persona le falta la Palabra, el hambre que tiene solo se llena con el conocimiento de Dios, si ella lo conociera”….El nos pone la inquietud por hacer algo…

Meditación. Mt 14,13-20

Cuando ya caía la tarde, sus discípulos se le acercaron, diciendo: «Estamos en un lugar despoblado y ya ha pasado la hora. Despide a esta gente para que se vayan a las aldeas y se compren algo de comer.»

16 Pero Jesús les dijo: «No tienen por qué irse; denles ustedes de comer 17 Ellos respondieron: «Aquí sólo tenemos cinco panes y dos pescados». 18 Jesús les dijo: «Tráiganmelos para acá.»

Referencias versículo 1919 Y mandó a la gente que se sentara en el pasto. Tomó los cinco panes y los dos pescados, levantó los ojos al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y los entregó a los discípulos. Y los discípulos los daban a la gente. Referencias versículo 2020 Todos comieron y se saciaron, y se recogieron los pedazos que sobraron: ¡doce canastos llenos!21 Los que habían comido eran unos cinco mil hombres, sin contar mujeres y niños.

Los discípulos se acercan a Jesús preocupados por el hambre de la gente, pero también por ellos estaban fatigados…la tarde ya estaba cayendo…

Cuando ya caía la tarde, cuando hay hambre, cuando se siente el cansancio, el desánimo, el no saber qué hacer, el querer ya descansar que se vayan todos, cuando se siente el corazón despoblado, la soledad…..a veces nos acercamos a Jesús para pedirle lo que nosotros queremos, lo que creemos que estaría bien, “Diles que se vayan…Señor ya ha pasado la hora”, ya hicimos bastante….ya ha pasado mi hora, siento que ya no tengo fuerzas, el celo por tu casa que me devoraba se ha enfriado me pasa como a Elías que por falta del Pan me acobardo, ya ha pasado mi hora….(1Reyes 19), ya es tarde las personas tienen que comer pero no cuentes conmigo, diles que se vayan a las aldeas, que se vayan a otros lugares a buscar quien les ayude con su hambre.

Cuando dejamos de orar con la Palabra nos sentimos sin recursos para predicar porque no hemos escuchado la palabra, no la hemos asimilado ni vivido, no podemos ser testigos de lo que Dios ha hecho en mi vida, hace en mi vida, tengo experiencias pasadas que las repito y repito, pero Dios quiere que tenga alimento fresco para dar, y por eso nos dice como a los discípulos.

“Denles ustedes de comer”. Ellos no tienen por qué irse….acaso no hay alimento aquí?, Señor pero yo no veo nada, de donde voy a sacar la fuerza, para orar, para vivir tu Palabra en los ambientes donde trabajo, estudio me muevo cada día, donde no quieren oír tu palabra?.....”¿Acaso no estoy Yo aquí, contigo y con ellos?, Yo Soy el Pan de Vida, Yo vengo para calmar tu hambre y el de toda esa multitud que te rodea que espera que le anuncies la Palabra que es verdadero alimento.

Al orar le decía al Señor que fácil nos sale la justificación, la excusa, para no ir a la Escuela, para no predicar.

También escuchaba la la voz del Señor tan clara diciéndome “Yo también tengo hambre de ti de tu palabra, de que anuncies mi Palabra que es Vida que salva, que sana, que libera, tengo hambre de que confíes en mí, no despidas a nadie porque yo no los despido, tendrían que irse si no hubiera nada, pero en ti hay Alguien más que esos dos peces y cinco panes,(Luc 11, 29) no los dejes ir retenlos, dales el Pan que necesitan, no hay razón para que se vayan, Yo pondré palabras en tu boca, trae tu cesto con lo que tienes, tu falta de fe, tus miedos, tus vacilaciones, tu cansancio, tus excusas, acércate a mí, que yo te voy a hacer Pan de Vida para alimentar a mi pueblo, trae la Palabra que sientes que no te dice nada, vamos a dialogarla…trae todo a la oración.

Perdóname Señor porque muchas veces me miro solo yo y mis pocas fuerzas en lugar de mirarte a Ti de saber que aunque no hubiese habido esa tarde los cinco panes y dos peces, tu hubieses realizado el Milagro de alimentar a toda esa multitud, así como hiciste con mi vida, aunque no tenía nada, hiciste de mi miseria, de mis experiencias de vida alimento para dar testimonio de tu grandeza.

Gracias Señor, porque me haces ver que así como los peces y los panes no se aparecieron de repente por miles, sino que a medida que se iban dando iban “apareciendo” iban llenando la cesta, así haces con nosotros, a medida que anunciamos vamos recibiendo más.

Gracias Señor por este tiempo de Oración, gracias porque nunca te cansas de darme el Alimento que me da fuerzas para vivir tu Palabra y anunciarla, nunca me despides, nunca me dejar ir con hambre de la oración.

Gracias Madre porque cada día me acompañas, me llevas hacia Jesús, porque me amas y nunca me dejas, te pido Madre por cada uno de los discípulos, misioneros de la Palabra y que puedan siempre contar con nosotros para repartir el Pan de la Palabra, anunciar la Vida y la salvación por todo el mundo hasta los confines de la tierra.

Dios nos bendiga.

Nila

sábado, 4 de junio de 2011

¿Se puede callar la Palabra que te dio Vida?


1 Juan 1,1-4; Hechos 4,20

"Los apóstoles daban testimonio con gran poder de la resurrección del Señor Jesús" (Hechos 4,33).

Jesús, Tú deseas que el encuentro de hoy contigo no acabe aquí, en la capilla o ante el sagrario, sino que me lleve a dar testimonio de Ti a otros, de modo que ellos lleguen a creer y a anun­ciarte también, pues, "la fe se fortalece dándola" (Juan Pablo II).

Sin embargo, Tú sabes, Señor, que a ve­ces me justifico pensando que ese anuncio es para los otros: los que llevan más tiempo en tu seguimiento, los que es­tán más comprometidos, o tienen más facilidad. Pero hoy me dices también a mí: no puedes dejar de hablar de lo que Tú vas viendo, experi­mentando y oyendo.

¡Qué haga mías las palabras de Pedro y Juan ante las autoridades que les amena­zaban si seguían habl­ando!: "Juzguen si es justo delante de Dios obede­cerlos a ustedes más que a Dios. No podemos nosotros dejar de ha­blar de lo que hemos visto y oído" (Hechos 4,l8-20); (1 Juan, 1-4)

¿Qué hacer, Señor, cuando son los de la propia familia, los amigos, los que no entien­den o se ponen en contra de mi fe? Ojalá no te pida si­tuaciones mejores o más cómodas..., ojalá aprenda a orar como los após­toles oraban, en medio de la persecución: "Y ahora, Señor, ten en cuenta sus amenazas y concede a tus siervos que puedan predicar tu Pa­labra con toda valen­tía... y todos... predicaban la Palabra de Dios” (Hechos 4,23-31).

Gracias, Señor Resucitado por acompa­ñarme sobre todo cuando vienen las pruebas por anunciarte... Aún no he llegado a la sangre como los discípulos. Ojalá sa­que de cada situa­ción la misma conclusión que ellos que, lejos de acobardarse, seguían repi­tiendo: "Hay que obe­decer a Dios antes que a los hombres" (Hechos 5,29). "Obede­cie­ron, y al amane­cer entraron en el Templo y se pusieron a ense­ñar" (Hechos 5,17-21).

Quien tiene a Cristo en el corazón, no vive sino para engendrar vida y convertirse así en padre y madre de muchos hijos, de discípulos, el dar la Palabra no es un privilegio sino presentar a los míos un proyecto de vida eterna, a tiempo y a destiempo.

Dejar de anunciar es dejar sin medicina al enfermo, ser indiferente a la vida de mi hermano, de mi país, de la humanidad, ¿cómo no dar a conocer al que me amó y se entregó por mi?

Quien ora, tiene la luz y no permitirá que su hermano viva en tinieblas y que en los hogares no haya el fuego del amor.

¿Dejo detrás de mí, personas que siguen mis huellas? ¿Soy imitador de Cristo y digno de su confianza?

Fraternidad Misionera Verbum Dei