viernes, 28 de octubre de 2011

El ejercicio de cruz por muchos


2 Cor 4, 6-13

Con todo, llevamos este tesoro en vasos de barro, para que esta fuerza soberana se vea como obra de Dios y no nuestra. Nos sobrevienen pruebas de toda clase, pero no nos desanimamos; estamos entre problemas, pero no desesperados; 9 somos perseguidos, pero no eliminados; derribados, pero no fuera de combate. Por todas partes llevamos en nuestra persona la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra persona. Pues a los que estamos vivos nos corresponde ser entregados a la muerte a cada momento por causa de Jesús, para que la vida de Jesús se manifieste en nuestra existencia mortal. Y mientras la muerte actúa en nosotros, a ustedes les llega la vida. Tenemos el mismo don espiritual de fe que tenía el que escribió: Creí, y por eso hablé. También nosotros creemos, y por eso hablamos”.

Le pedía al Señor me regale su Gracia para escucharle, porque el ejercicio de Cruz es algo que a veces no entendemos.

Señor, necesito conversar contigo porque de lo contrario me encuentro siendo yo el centro de todo, porque vivo mirando si me gustan o no las cosas, si me gusta o no la gente, su manera de ser de hablar de portarse etc. Todo llega a molestar cuando nos volvemos el centro de nuestra vida, le quitamos su lugar a Dios para ponernos nosotros.

Por eso Señor enséñanos a orar como conviene, escucharte para entender el ejercicio que nos propones, y poder dar vida a muchos junto a Tí.

“En el momento fijado te escuché y en el día de la salvación te ayude este es el momento favorable, este es el día de la salvación” 2Cor 6,2

Escuchar la Palabra del Señor es mi Luz y mi salvación, (Salmo 27) para no perder tanta Gracia recibida.

Te doy gracias Señor por la Luz que me da tu Palabra, que me hace entender el sentido de nuestra vida, sobre todo en estos momentos el sentido de llevar la cruz.

Porque nos dices que a nosotros nos corresponde llevar tu muerte y tu Vida en nuestras personas, nosotros, humildes vasos de barro, estamos destinados a llevar un Tesoro, que maravilloso destino nos deparas Señor poder servirte, poder pagar en algo tanto bien que nos has hecho.

Ahora nos eliges y nos llamas para que a través de la cruz que vivimos muchos puedan encontrar la Vida, mientras a nosotros nos llega la muerte a ellos les llegue la Vida.

Hemos recibido la Gracia de ser llamados a estar contigo Señor de ser tus discípulos, tus ayudantes ayúdanos pues a ser auténticos discípulos, que lo soportan todo, persecuciones, privaciones, angustias, oposiciones violentas, fatigas, noches sin dormir, días sin comer, como dice Pablo pasamos de todo, unas veces nos critican otras nos honran, pasamos por mentirosos cuando decimos la verdad, por desconocidos aunque nos conocen nos dan por muertos pero vivimos. El ser discípulos del Señor, no es para librarnos de las cruces como algunos piensan, buscarlo para que nos cuide. Seguir a Jesús es seguir sus pasos, y los pasos de Jesús llevan por caminos estrechos, difíciles, porque son caminos que llevan al Reino de Dios, un Reino que no se ve pero se experimenta en el gozo de dar la Vida junto a Él.

Por todas partes llevamos la muerte de Jesús en nuestra persona, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra persona.

Señor, antes yo no conocía lo que era la cruz desde tu Mirada, conocía lo que era sufrir pero nunca le encontré el sentido que correspondía, y por eso ahora me haces entender que tengo la grandeza y la dignidad de ser un vaso de barro consagrado para ti.

A nosotros nos corresponde ser entregados a la muerte a cada momento por causa de Jesús, para que la vida de Jesús se manifieste en nuestra existencia mortal.

Esta frase encierra todo lo que tenemos que entender Señor: A nosotros nos corresponde, asumir, confiar, abandonarse, dejarnos en tus manos, decir “yo soy tu vaso señor haz de mi lo que quieras”.

Ser barro dócil, bueno, moldeable darme cuenta que no tengo que quedarme mirando como sufro, o quejándome, de mi mala suerte, de mi destino, ¡Porque yo estoy destinada llevar el tesoro de tu vida en mi vida, eso es lo que me corresponde! Así de grande, así de sencillo.

Esta es una misión sagrada, me corresponde ser vaso consagrado como el cáliz de la Eucaristía, el cual contiene tu muerte y tu resurrección, que contiene dentro de sí la transustanciación, que al beber de tu cáliz nuestra vida se convierte en la Vida de Dios para muchos, tu nos has dado la capacidad de beber de tu mismo Cáliz.

El Señor nos hace la pregunta que les hizo a sus discípulos que querían ya estar en el Reino:

¿Pueden beber el cáliz que Yo beberé?" Mt 20, 17-28 Ojala podamos responder con humildad como sus discípulos,…..Podemos Señor, contigo todo lo podremos.

A nadie le gusta sufrir. Jesús subió a la cruz por amor, nadie lo obligó, pudo huir, librarse de la cruz, pero por a amor a nosotros la asumió, la amó…en esa cruz estábamos todos, allí, Él nos estaba salvando, aceptó beber el cáliz del sufrimiento para enseñarnos que si nuestra cruz la miramos como oportunidad de redención para nuestros hermanos también la vamos a amar, y decir como Pablo : me alegro cuando tengo que sufrir por vosotros así completo en mi carne lo que falta a las tribulaciones de Cristo, a favor de su cuerpo, que es la Iglesia. Colosenses 1,24

El camino para comprender este misterio solo es nuestra Fe, y nuestra vida de oración unida a Jesús Palabra de Dios. Miremos a María que nunca nos deja ella permanece al pie de nuestra cruz.

Dios nos bendiga.

Nila

martes, 25 de octubre de 2011

Hemos pasado de la muerte a la vida cuando amamos.


1Jn.2,10; 1 Jn. 3,4-18

“Debemos amarnos unos a otros, pues éste es el mensaje que ustedes han oído desde el comienzo. No se extrañen, hermanos, si el mundo los odia, pues el amor a nuestros hermanos es para nosotros el signo de que hemos pasado de la muerte a la vida. El que no ama está en un estado de muerte.

El (Jesucristo) entregó su vida por nosotros; y en esto hemos conocido el amor; ahora también nosotros debemos dar la vida por los hermanos.

Si uno goza de riquezas en este mundo y cierra su corazón cuando ve a su hermano en apuros, ¿cómo puede permanecer en él el amor de Dios?

Hijitos, no amemos con puras palabras y de labios para afuera, sino de verdad y con hechos”.

Estaba anoche en una reunión de familiares y algo que me llamó mucho la atención, es ver a dos señoras juntas una al lado de la otra pero todo el tiempo , “conversando con sus iPod”, la verdad es que me dolía tanto ver que cada vez más esto es más frecuente, ¡estamos dejando de relacionarnos con las personas!….y seguramente todos han notado esto, donde vamos, sea en la calle o los centros comerciales, en la casa ,en todas partes se ve gente “hablando sola”,

Alguien decía es que “es mi reproductor de música, mi consola de video juegos, mi álbum de fotografías, ahí guardo mis videos abro mi face mi twitter y muchas más cosas”. Es como “su todo” y me hacía pensar tantas cosas, ¿será que no les estamos dando amor que se están refugiando en aparatos fríos y sin vida?, detrás de esa pantalla hay personas… ¿ pero que es lo que buscan en realidad? ¿habrán encontrado en esto su prójimo lo que les hace sentirse acompañados, amados, felices? algunas personas, hacen lo que sea por tener este tipo de compañía, que le roba el tiempo al prójimo, es lo más doloroso, le roba la oportunidad de recibir y dar amistad, amor, entre amigos, hermanos, esposos, padres e hijos.

A mí me llamaba mucho la atención todo esto, por eso ahora al hacer las pautas, sentía ese llamado del Señor a comunicarlo, porque el dolor que sentía en mi corazón lo estaba poniendo Jesús transmitiéndome sus sentimientos diciéndome: diles que necesito que se amen unos a otros que se conozcan, que compartan, que sean felices en comunidad.

“debemos amarnos unos a otros, pues este es el mensaje que ustedes han oído desde el comienzo”.

“Pues el amor a nuestros hermanos es para nosotros el signo de que nosotros hemos pasado de la muerte a la vida”…AMOR . Que es vivir en comunión unos con otros,

Si decimos que estamos en comunión con él mientras caminamos en tinieblas, somos unos mentirosos y no estamos haciendo la verdad….en cambio si uno guarda su Palabra el autentico amor de Dios está con él.”

Si nos decimos cristianos, si creemos en Jesús, entonces debemos vivir como Jesús vivió, pero lo que pasa es que no nos estamos relacionando con Dios que es amor, ni con Jesús, entonces nuestro amor para con los demás es muy escaso, en lugar de buscar al hermano lo evitamos cruzamos la otra acera, es más fácil, tratar con “las cosas” que con las personas, “nos ahorra problemas”.

Nuestro amor por Dios es demostrado por nuestro verdadero amor por otros. El amor debe ser parte integral de nuestro caminar cristiano. El amor debe ser dirigido hacia arriba; "amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón" (Marcos 12:30), y el amor debe ser dirigido hacia afuera; "Ama a tu prójimo como a ti mismo." (Marcos 12:31).

Amemos como Jesús nos amó! Busquemos formas de amar con más que palabras - amemos con un amor activo, efectivo amar a una persona es querer su bien, el bien relacionado con el vivir social de las personas es el bien común , es el bien de todos nosotros.

El papa Benedicto XVI en su Encíclica Caritates in Veritate Dice “la caridad es el don más grande que Dios nos ha dado es su promesa y nuestra esperanza”…

Este amor no es algo que nosotros mismos hemos creado, es un regalo que viene de Dios. Viene de Dios a través de Jesucristo porque Dios es amor, conocer a Dios es conocer la Verdad porque El es la Verdad que nos hace entrar a conocer cómo debemos amar, auténticamente.

El amor esta en nuestro Ser, somos hijos de Dios lo sabemos, pero vivir como sus hijos es algo que tenemos que aprender de Jesús Palabra de Dios en la oración, Jesús nos libera de nuestras limitaciones, de nuestras pequeñeces nos abre a un mundo nuevo diferente nos hace pasar de la muerte a la Vida

La caridad, el amor no es solo sentimentalismo, cuando nuestras relaciones con los demás son puramente emocionales, estamos distorsionando muchas veces el verdadero amor y la verdadera amistad, y se termina también muchas veces en resentimientos, y pleitos.

El verdadero amor entre hermanos es diferente, es vivir la amistad, la fraternidad, lo que nos llevan a vivir para que el hermano sea feliz, Jesús dio su vida para que nosotros seamos felices, El decía no hay alegría más grande que dar la vida por los amigos…y dio su vida no se quedó en puras palabras, Él dio su Vida para que nosotros conozcamos la verdad, el verdadero Amor, la verdadera y autentica vida y para darla a conocer a los demás por eso nos dice ahora ”vayan y hagan ustedes lo mismo…” si han resucitado conmigo entonces han pasado de la muerte a la Vida, vayan y ámense como yo los he amado”

Por amor hemos sido salvados, por amor demos también vivir para salvar a nuestros hermanos, ser instrumentos vivos de Dios para que ellos también hagan lo mismo con su prójimo y se construya un mundo de fraternidad donde todos se amen, este es el Reino de Dios al que estamos llamado a vivir. . Ayudarles a nuestros hermanos a pasar de la muerte a la Vida.

Dios nos bendiga

nila

sábado, 22 de octubre de 2011

El mundo necesita la calidad del Amor de Cristo.


Mateo 5,43-48

“Ustedes han oído que se dijo: «Amarás a tu prójimo y no harás amistad con tu enemigo.» Pero yo les digo: Amen a sus enemigos y recen por sus perseguidores, para que así sean hijos de su Padre que está en los Cielos. Porque él hace brillar su sol sobre malos y buenos, y envía la lluvia sobre justos y pecadores.

Si ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿qué mérito tiene? También los cobradores de impuestos lo hacen. Y si saludan sólo a sus amigos, ¿qué tiene de especial? También los paganos se comportan así. Por su parte sean perfectos como es perfecto el Padre de ustedes que está en el cielo”.

Te doy gracias Señor porque nos invitas y nos enseñas a ejercitarnos en el amor fraterno, nos llamas a la perfección en el amor al prójimo, me haces ver que amar al otro no significa fijarme o tener en cuenta si éste me ama primero para amarlo, mirar su comportamiento para conmigo o su trato, lo que me hizo o no ….eso es muy pequeño, no me identifica como tu hija mirar sus cualidades o defectos como condición para aceptarlo en mi vida como mi prójimo, como mi hermano, me dices que amar significa vivir como tu hija, amando como tú “para que así sean hijos de su Padre que está en los Cielos”. Me has hecho Señor para amar a lo grande como tu Hijo Jesús con esa calidad de amor para que yo pueda también amar como El.

Si a diario te pedimos en nuestras oraciones que pongas en nuestro corazón tu manera de sentir y de pensar, ¿Porque cuando nos pides amar mas allá de lo que acostumbramos nos resistimos, nos cuesta?

Es que confundimos el amor con un sentimiento agradable hacia los demás por eso nos resulta tan difícil porque lo primero que decimos es. “Por favor no me pidas amar a ese que me hizo tal cosa, a esa que me hizo lo otro, a esos que malograron mi vida, mi reputación, no Señor no me digas que los ame, que los perdone, que les haga el bien y menos que reces por ellos cuando lo que quiero es vengarme y que algún día lo paguen….”

Cuando me pides ejercitarme en un amor como el tuyo, no me sale porque estoy acostumbrada otra ley, a pagar “ojo por ojo, diente por diente”, hemos tergiversado tu mandatos, acomodándolos para darle gusto a la "carne" "al hombre viejo"

Pero me haces ver primero tu amor hacia mí, que tanto te lastimé, que me porté como tu enemiga, para reconocer que el verdadero amor, el Amor perfecto, es más grande que el pecado, que lo cubre, que no repara en el mal, sino que ama porque es su naturaleza amar, que no es amar al pecado, sino al pecador.

Señor tu eres Amor, no puedes hacer otra cosa sino amar, y me has dado esa misma capacidad de amar como tú, por eso sufro cuando tengo enemigos, no me gusta que no me quieran, que me odien, ese resentimiento o rencor, me lastima a mi primero porque no estoy hecha para esos sentimientos, el no perdonar me daña mas a mí que al otro.

No conocía esta calidad de amor, que mas que sentimiento es ejercitar la voluntad, aún más, es oración, es Amor del perfecto, de alta calidad. Porque si te conozco, si conozco como soy amada a diario en mis pecados e imperfecciones por ti, si te amo Señor que fácil se me hace amar al otro,

"Porque si ustedes aman a los que los aman, ¿qué premio merecen? ¿No obran así también los pecadores? ¿Qué hay de nuevo si saludan a sus amigos? ¿No lo hacen también los que no conocen a Dios? (versículos 46 y 47).

Señor esta mañana me hacías también preguntarme ¿cuánto me importa a mí el premio del Padre?, ¿cuánto estoy dispuesta a dar para alcanzar esa vida eterna, ese Premio celestial?...¿me importa realmente tener mérito ante mi Padre? ¿Hacer algo Nuevo en mi vida, diferente, especial para que el Padre se complazca en mí?...

Esto me mueve todo Señor, me saca de mirarme mis heridas, lo que me hayan hecho, para mirarte a ti, tu calidad de amor, desde la cruz me amaste Señor, cuando te clavaba tus manos y tus pies, me mirabas y desde allí ya me perdonabas, de tu costado abierto se derramó sobre mi vida tu Misericordia Señor, a pesar de todo me perdonaste, ¿para qué? Para enseñarme a amar como Tú..

Me pides esta calidad de amor, amar como Tú amas…. “ámense unos a otros como yo les he amado”, esto me importa, me interesa, es mi Ley Señor querer amar como Tú amas con esta calidad de amor que mira el corazón, no mira lo de afuera solamente, mira el corazón lastimado que vive desde sus heridas, y por eso hiere….

Me dices también esta mañana que para amar así, solo tengo que permanecer en tus Palabras, vivir ejercitándome en la oración y en el amor fraterno,

Quiero decirte Señor que las veces que me he ejercitado en tus Palabras, hasta ahora me ha dado resultado, tu Palabra es eficaz, es efectiva hace amar al que nunca pensé amar, perdonar al que dije que nunca perdonaría. Me hacer buscar para amar incluso al que no conozco, tu amor universal me hace amar al universo, al mundo entero con tu calidad de Amor.

Oír de ti cuando me dices “Habéis oído decir a vuestros mayores... pero Yo os digo..” es más fuerte que lo que yo pueda sentir, tus palabras para mí son la ley del amor, son la medida, el modelo, tu “Yo te digo” para mi es lo más importante, no importa lo que me hayan dicho otros antes, mis mayores, lo que me hayan enseñado… que hay que desquitarse, pelearse, devolver igual. Ante lo que tú me dices Señor todo pierde su fuerza.

Este es el ejercicio que tu sabes que me hará feliz y hará felices a los demás, lo que construirá un mundo nuevo, diferente sin violencia sin gente resentida con la sociedad, que a diario se ejercita en la violencia y el asalto, en arrebatar los bienes al prójimo, inventan maneras de hacer daño. …contraponiéndonos a ellos Señor nos pides llevar tu Palabra, ir a la raíz del mal, amar al prójimo con efectividad, enseñándoles a ser hijos de su Padre que es Amor desde niños, desde las familias, hacer Escuelas de la Palabra por todas partes, a construir un nuevo mundo donde reine la paz, la justicia, el Amor.

Señor si seguimos orando ejercitándonos en el amor, en la oración y el amor fraterno no va a ser imposible, porque nada hay imposible permaneciendo en ti.

Así como su sol brilló para nosotros, brillará igual para todos, malos y buenos, así como su lluvia fecundó nuestra tierra y sacó frutos buenos de nosotros, así también el Padre hará lo mismo con nuestros hermanos… “Porque él hace brillar su sol sobre malos y buenos, y envía la lluvia sobre justos y pecadores”.

Dios nos bendiga.

Nila

martes, 18 de octubre de 2011

Oramos para anunciar el Reino.

“No podemos dejar de hablar de lo que hemos visto ni oído”. Hechos 4,20

Esta semana hemos estado ejercitándonos en la oración, una oración que lo encierra todo: El sentido de nuestra vida, nuestra razón de vivir, de hacer y deshacer, y que encierra un modo y estilo de vida, que nos da el “ser” verdaderamente: Nuestra Identidad, el configurarnos con Jesús nuestro Modelo, Hijo de Dios y hermano nuestro.

La razón es porque es una oración misionera, como la oración de Jesús al Padre, que es para anunciar el Reino.


“Vamos a otra parte, a los pueblos vecinos, para predicar también allí, pues para esto he venido.” (Mc. 1,38)

De allí entendemos el sentido de nuestro existir, como seguidores de Jesús nosotros también hemos venido al mundo, a nuestra familia, a este trabajo que tenemos ahora, a cada lugar que vamos….para esto….para anunciar el Reino.

Nuestra oración y todo nuestro seguimiento de Jesús, el sentido especifico que tiene es el de asemejarnos a Él en todo y muy especialmente en llegar a todos los pueblos del mundo, es decir a cada persona ya que como siempre decimos “detrás de cada persona hay un pueblo”, están su familia amigos y todos sus relativos.

“Jesús, tú eres el misionero del Padre, traes en tus labios y en tu corazón un mensaje que quieres que sea oído por todos, y por eso, recorres los pueblos, entras a las casas y a las sinagogas, a las plazas para anunciar que el Reino de Dios está llegando (Mc. 1, 15. 21-34).

Oramos para anunciar la Buena Nueva del Reino, el Reino de amor, de justicia de paz, de solidaridad, de todo lo bueno que el corazón del hombre desea, ese es el Reino de Dios que nos hace hermanos, hijos de un mismo Padre, eso es lo que anunciamos con hechos: el Amor, Amarnos como Jesús nos amó hasta dar su Vida en una cruz para que nos salvemos.

Anunciar el Reino nos tiene que llevar hasta dar la vida: Lo que más queremos y nos cuesta dar para que nuestros hermanos se salven, que puede ser nuestro tiempo que tanto lo programamos, nuestra comodidad, nuestros entretenimientos cotidianos, etc.

Cuando oramos, lo único y más grande que encontramos es la Misericordia y el Amor de Dios derrochándose en nuestra vida, por eso no nos lo podemos callar, tanta gente que vive culpándose de todo, sufriendo por sus pecados, amargada porque cree que su vida no tiene remedio, que no sirven para nada que todo está perdido, que no tienen ganas de seguir adelante, ....a ellos tenemos que decirles “Lo que hemos visto y oído, las maravillas que el Señor ha realizado en nuestra vida, ¡cómo nos ha rescatado de la vida vacía que llevamos!, como nos enseñó a vivir de nuevo una vida limpia, pura, llena de Gracia, y tantas otras maravillas que hemos visto y palpado cada día en nuestro encuentro personal, íntimo, amoroso y profundo con el Señor, Cara a cara como amigos, como compañeros de destino, como camaradas, confidentes, como “patas”, no nos lo podemos callar, seriamos muy egoístas de querer retener el tesoro del Amor y Misericordia de Dios que da paz y felicidad que plenifica y cura espiritualmente, solo para nosotros ….sería como ver un enfermo de sida o cáncer y dejarlo morir no darle la Medicina que lo puede salvar.

“Queremos, así, seguir a Jesús en su plena dedicación al anuncio del Reino, con la radicalidad y presteza que Él exige al que quiera ser discípulo suyo; sin que nada ni nadie nos aparte ni distraiga de nuestra misión concreta de oración y ministerio de la Palabra.” (Jaime Bonet).

Esta opción implica toda nuestra vida, no podemos hacer una división entre la misión “extraordinaria” y la vida cotidiana, porque todo lo que vivimos se puede convertir en anuncio gozoso del Reino que nuestros hermanos esperan.

“Jesús, eres plenamente consciente de la misión que has recibido del Padre: convivir y compartir entre todos sus hijos, tus hermanos el amor del Padre. Nada te detiene, más aun ves los campos listos para la cosecha (Jn. 4, 35), pueblos que esperan la Palabra de Vida y eso te ilusiona, nos lo quieres transmitir y haces que también nosotros levantemos la mirada para ver que es mucha la mies pero bien pocos los obreros (Jn.9,37-38). Nos pides la vida para continuar tu misión.”

Madre, ruega por nosotros porque entreguemos nuestro tiempo a este encuentro diario con la oración donde estemos conscientes de que nuestra relación con la Trinidad a través de la Palabra nos tiene que llevar a ser Discípulos misioneros consagrados a anunciar el Reino de Dios con nuestra vida y palabra.

Dios nos bendiga.

nila

miércoles, 12 de octubre de 2011

Sin Mí no pueden hacer nada


Buenas noches, mi nombre es Nila, les saludo en nombre de nuestro Señor y en nombre de la Fraternidad Misionera Verbum Dei Institución consagrada de la Iglesia católica fundada el año 1963 por el Padre Jaime Bonet. Nuestro carisma es la Oración, el testimonio de vida y la prédica de la palabra. en este momento por mi voz les da la bienvenida y les bendice. hay una palabra que Dios les dijo a sus profetas y es bien cierto: “hoy pongo palabras en tu boca serás como mi propia boca, por ti me daré a conocer”….y por eso estoy aquí con la seguridad de que es Él quien les va a hablar a través de mi. Es un privilegio para mí esta noche ser instrumento del Señor como su propia boca para pronunciar su Palabra.

Bienvenidos a todos estamos muy contentos de que estemos aquí en la escuela de la Palabra.

......

La semana pasada Silvia nos hablaba de los cuatro ejercicios propios de la espiritualidad del Verbum Dei que el Padre Jaime Bonet nuestro Fundador nos propone para que nos ayude a seguir a Jesús de una manera más coherente.

Yo veía nuestra vida espiritual ir sobre cuatro ruedas como un carro, que necesita practicar los cuatro ejercicios espirituales: de oración, de amor fraterno, de cruz y de misión, para poder ir por la vida parejos, sin desviarnos del ideal de Dios para nuestra vida. No puede faltar el oxigeno de la Palabra de Dios en ninguna porque todas van de la mano, integradas por completo no es que ahora vivo el ejercicio de oración, luego el de la cruz, el amor fraterno o la misión todas van juntas todas se complementan son un todo…los cuatro ejercicio dirigen nuestra vida espiritual, para vivir al estilo de vida, de Jesús amando como El.

Hoy día vamos a hablar sobre del ejercicio de oración.

Experiencia. Para mí el ejercitarme en la oración diariamente ha sido mi salvación en todos los momentos de mi vida desde que le conocí. En los últimos meses he tenido que estar fuera de mi casa, viviendo en casa de familiares en otro país y la convivencia no es fácil, porque lo primero que te sale es tu propia manera de ser que quiere sentirse cómoda como en su casa, acostumbrada a hacer y disponer de su vida, de su tiempo, de lo que lo gusta y lo que no, al estar en casa “ajena” te sientes limitada como aprisionada por las circunstancias

El ejercicio de oración para mí fue vital,cada día me levantaba para orar, sacar los sentimientos, los pensamientos que estaban dentro y dialogarlos con el Señor, dejando que me enseñe como pensaba El, y lo que sentía respecto a cada situación que se presentaba diariamente, como vivirlos cada día era dejar al Señor que me libere, que me ayude a salir de esa prisión en que me metían mi manera de ser, mis complejos, mis viejas costumbres, el vivir como quiero yo…. y qué bonito era experimentar la presencia de Dios acompañándome, dándome luz, llevándome a vivir en libertad soltar esas viejas ataduras que no me dejaban ser feliz disfrutar ver las cosas buenas y positivas, vivir en paz, en armonía.


Una de las cosas más grande que nos da la el ejercicio de oración es vivir en libertad...porque uno puede estar o sentirse preso no solo físicamente sino en un matrimonio que no da más, en la relación de novios, en el trabajo, en la comunidad, como hija o dependiendo de alguien por alguna circunstancia o en cualquier cosa que te estrese.…el orar te hace ser independiente de sentimientos negativos, porque más que lo que por fuera experimentas, es por dentro lo que nos encadena, nuestra propia manera de juzgar las cosas, a la gente, te asaltan pensamientos que te separan de los demás, “soy una carga” “seguro que ya no me quiere, tiene otra y por eso me trata así” “se están aprovechando de mi, son unos abusivos, me pagan mal, son unos ingratos y malagradecidos”, “para que me cambié de trabajo…, para que vine”……el hombre viejo interiormente lucha por salir, por eso el ejercicio de oración se torna vital, imprescindible porque el egocentrismo nos aprisiona, el querer que todos gire alrededor de nosotros, y eso crea tensión. El vivir en comunidad, es difícil, pero si vives orando lo ves todo diferente al final de cada encuentro con el Señor tu sales agradeciendo a Dios por darte la oportunidad de conocerte mas, y cuánto tienes que trabajar en ti que a veces te creías ya estar en el “camino de la santidad” …la oración te hace ser humilde, darte cuenta que no se puede hacer nada sin la Palabra de Dios, porque solo allí encuentras la paz, la libertad, tomarle el gusto a todo, porque lo vives con Dios, la oración te hace ver el sentido de tu vida: el estar en misión constante, creando ambientes de fraternidad siendo luz, y sal donde el Señor nos lleva y entonces agradeces y dices.”No hay mayor alegría que dar la vida por los amigos”…esto es evangélico, solo el que ora lo puede entender el resto no te entiende te dice es una locura. 1Cor 1,18


¿Por qué podemos orar?

Muchas veces escucho a las personas decir que a pesar de tener muchas cosas no son felices, inclusive personas que dedican muchas horas trabajando para el Señor, ese inconformismo es la ausencia de Dios en sus vidas, porque no se trata de tener cosas o hacer cosas de Dios o para Dios, se trata de estar con Él.

Dios que nos conoce nos llama incesantemente, nos inquieta, nos busca para ayudarnos porque sabe que sin El nos podemos vivir, por eso ha puesto esa búsqueda en nuestro corazón. Dice el catecismo de la Iglesia católica n 27. “El deseo de Dios está inscrito en el corazón del hombre, porque el hombre ha sido creado por Dios y para Dios; y Dios no cesa de atraer al hombre hacia sí, y sólo en Dios encontrará el hombre la verdad y la dicha que no cesa de buscar.”


Podemos nosotros olvidarnos del Señor, incluso rechazarlo, pero El nunca dejará de buscarnos ¿cómo? Por el deseo de El que ha puesto en nuestro corazón, esa sed de El como un grito que no podemos acallar, ni borrar con el ruido del mundo, de los quehaceres, de los placeres sea diversiones, entretenimientos, cine, TV, juegos, trabajo exagerado. Etc. Nuestro corazón está hecho para descansar solo en Dios hallar su felicidad solo en El. Por eso estamos inquietos mientras no demos con El, no le conozcamos, no le tratemos, no dialoguemos con El.


Somos capaces de dialogar con Dios de estar en comunión con El. Dice GS, 19 (documento de concilio vaticano II) la razón más alta de la dignidad humana consiste en la vocación del hombre a la comunión con Dios. El hombre es invitado al diálogo con Dios desde su nacimiento; pues no existe sino porque, creado por Dios por amor, es conservado siempre por amor; y no vive plenamente según la verdad si no reconoce libremente aquel amor y se entrega a su creador»


La razón más alta de nuestra dignidad como seres humanos no está en el apellido ilustre que podamos tener, nuestra dignidad no está en tener un carro último modelo o el titulo de gerente de la empresa tal, mi dignidad no está en la ropa que me ponga por muy Gap o Calvin Klein o Dior, que use, mi dignidad esta puesta en que estoy hecha para dialogar con Dios, somos capaces de Dios, todos, estamos invitados al diálogo con Dios desde nuestro nacimiento. Esta amistad con Dios esta comunión, es la que conserva nuestra vida, la mantiene, la hace florecer y dar fruto.


Que no es oración. Antes de aprender a orar creía que orar y rezar era lo mismo: repetir oraciones aprendidas de memoria desde niña, en la Iglesia o el colegio, o lo que mi mamá con tanto cariño me había enseñado y que siempre rezo. Aprendí que a la Iglesia vamos a poner velitas a los santitos, y rezarles una oración y pedirles un milagro. Aprendí también en un grupo de oración que hay que alabar mucho al Espíritu Santo, y recuerdo que después nos preguntaban que habíamos sentido, yo me sentía bien un rato pero también frustrada, porque no sentía nada, … Recuerdo que me enseñaron también que tenía que hacer trueques con Dios, por ejemplo “hazle promesas, pídele algo y le ofreces ponerte hábito un mes y El te va a dar eso que le pides” en mi búsqueda de Dios quedaba frustrada porque no me llenaban estas maneras de relacionarme con El

Todas las prácticas piadosas son muy buenas porque bien encaminadas nos preparan para el encuentro con el Señor son una manera de encender nuestro corazón, prepararlo ´para el gran fuego de la oración.

Porque cuando ya te encuentras personalmente con Dios en su Palabra tú dices: nunca me había imaginado ni había pasado por mi mente lo que el Señor había preparado para mi, todas estas maravillas que el Señor va haciendo en mi vida…¡como no lo conocí antes, porque no me lo dijeron!


“Ni ojo vio ni oído oyó, ni por mente humana han pasado las cosas que Dios ha preparado para los que lo aman. Pero a nosotros nos lo reveló Dios por medio de su Espíritu”


¿Qué es la oración?… Decía Sta. Teresa de Jesús "orar no es otra cosa sino tratar de amistad, estando muchas veces tratando a solas con quien sabemos nos ama". La oración es una experiencia vivencial diferente, es un encuentro entre la Trinidad y María y yo. Es una experiencia personal que te cambia la vida.

Lo que más me da confianza en la oración es tener esto bien claro en mi corazón y mi mente.

Si estoy con alguien que me ama, esa confianza me hace ir sin miedo, no tengo que estresarme pensando si voy a orar bien o no. Lo importante es estar con El, es sobretodo dejarte amar, estar con el amado disfrutar de este don de la oración que te hace gozar de su presencia. La oración no es para sufrir, al contrario la oración es para vivir en plenitud, es ese cordón umbilical por donde nos llega la Vida y el Amor de dios, así como está el feto en el vientre de madre chupando la vida de la placenta así nosotros del mismo modo chupamos la Vida-Amor en la oración.. … si no oramos, vamos por la vida secos, amargados, resquebrajados por cualquier cosita, desgastados sin ganas de nada.


Exp. Conocer lo que era verdaderamente la oración fue algo que transformó toda mi vida porque descubrir que podemos ser amigos de Dios, que podía hablar con Él, escucharle, preguntarle cosas, y que siempre tiene una respuesta para todo fue maravilloso. En el diálogo lleno de confianza con mi Padre, con Jesús, a la luz del Espíritu Santo y en compañía de María fui entendiendo que todos que los fracasos, mis pecados y errores en mi vida fueron porque quise vivir separada de Dios, queriendo resolver mis problemas, mis traumas, mis conflictos yo sola, a mi manera.

Porque como muchos pensaba que podemos vivir solos, porque eso nos enseñaron, a no pedir ayuda, que eso es humillante, eso es de débiles, tu solo te bastas no necesitas de nadie, y ahí uno se va volviendo individualista, autosuficiente, huraño, tímido, miedoso avergonzado de decir ¡ayúdame, no puedo! Y ahí te caes en tus equivocaciones una y otra vez. Cuando te encuentras con Dios, ya no te da vergüenza “humillarte” reconocerte débil, vives en libertad. Tratar con Dios te hace aprender a tratar con los hermanos te hace humilde, estar en la verdad, no dejas de ser tu ni pierdes tu valor por pedir ayuda…


La oración es para darnos cuenta que no podemos hace nada sin ti Señor: “Yo soy la vid y ustedes los sarmientos. El que permanece en mí y yo en él, ése da mucho fruto, pero sin mí no pueden hacer nada. Mientras ustedes permanezcan en Mí y mis palabras permanezcan en ustedes, pidan lo que quieran y lo conseguirán. Jn 15, 5.7


La oración es beber de la sábila, de la Vida y el Amor de Dios, permanecer en El para amar como El ama, para tener una vida abundante que confía en sí mismo, que te da seguridad que nunca estas solo que te pase lo que pase siempre vas a salir ganador…

Cuando el Señor dice sin Mí no pueden hacer nada no lo dice con arrogancia o autosuficiencia mirándonos como menos, al contrario, yo encuentro un infinito amor en su Palabra una necesidad grande de ayudarnos, porque El tampoco puede vivir sin nosotros, no puede vivir mirando que nos perdemos, que nos secamos… que nos confundimos de camino, que no sabemos cómo regresar a Él, como vivir nuestra identidad verdadera… su alegría es vernos felices por eso nos llama a vivir en amistad con El, unidos como la vid y sarmientos. Solo unidos a El podemos ser sarmientos que den fruto de unión, de fraternidad, de armonía, en nuestras familias, vivir entre todos amándonos como hermanos, como el nos ama. Ser vínculos de amor entre entre nuestros hermanos.


En nuestra espiritualidad Verbum Dei la oración está centrada en la palabra, porque es Dios mismo expresándose revelándose. El mismo me habla…. la clave para orar es creer que es El es alguien vivo que me está hablando de él y de su voluntad, la oración es para la vida, la palabra entonces no solo está en el centro de la oración, sino en el centro de nuestra vida. ¿qué significa que la palabra sea el centro de nuestra vida? Que la palabra es nuestra norma de vida, que según lo que me dice oriento mi vida, constituye la fuente, el punto de referencia, de contraste y de orientación de toda nuestra vida, y de cada una de nuestras jornadas, nuestro encuentro es con las personas divinas, padre, hijo y espíritu santo y maría.


Si tú te ejercitas en la oración a diario te puede pasar lo peor pero como El es el centro de tu vida no te derrumbas, “la oración comporta un ejercicio de oración y una vida orante. el combate de la oración es inseparable del progreso en la vida espiritual: “se ora como se vive, porque se vive como se ora” catecismo 2725


Cuando no nos ejercitamos en la oración le dedicamos largas horas, escuchando…asimilando la palabra, no hay fuerza suficiente para vivirla… nuestra vida se vuelve un cumplimiento agotador, todo se nos queda a nivel mental en “tengo que perdonar”, “si no fuera porque tengo que vivir la Palabra” vivimos en un compromiso, en una obligación que nos cansa y decimos no puedo con estas cosas de Dios, y las vamos dejando, pero es que si no hemos tenido la experiencia vivencial de encuentro con la Palabra con Dios, no nos sale el Cristo que por dentro quiere vivir, salir a través de nuestra vida, gestos, palabras, de manera natural…. porque no le dejamos entrar a nuestro corazón, está afuera, porque oramos poniéndonos un paraguas para que la lluvia de la Palabra no nos empape. (Is 55,10) no le dejamos que nos fecunde para dar frutos.


El Señor nos invita a entrenarnos en este ejercicio vital para nuestra salud espiritual y física, el Mismo se pone de entrenadorMira que estoy a la puerta y llamo: si uno escucha mi voz y me abre, entraré en su casa y comeré con él y él conmigo.”, Ap 3,20

a lo mejor le miramos por la ventanita o el ojito mágico, a ver…como está…con una leída veloz a la Palabra, para tranquilizar la conciencia, o porque estamos cansados, porque nos quedamos viendo televisión hasta tarde, o en la internet o el Facebook, y cuando nos suceden situaciones fuertes no tenemos la fe ni la fuerza para vivirlas porque no es de la noche a la mañana, el ejercicio, el fuerte trato con dios nos da la seguridad de que todo lo puedo con el que me fortalece, me rescata y me salva donde parece que no hay salvación me hace ir seguro por la vida. Vemos cosas y lecturas espirituales que te dan un tipo de formación pero no te inyectan la vida como sucede en la oración.


Orar es muy sencillo, es el Encuentro de dos deseos. Jn 4,6 Es un encuentro como el de la samaritana que se encontró con Jesús al borde del pozo, Él la busca, toma la iniciativa, empieza la conversación…dame de beber.., Jesús tenia sed de que ella le conozca, de amarla, ella se hace un poquito la difícil…pero si yo soy de otro pueblo…no podemos ser amigos…Jesús rompe esas diferencias…no importa de dónde seas o como estés, yo tengo sed de que tú me des de beber, te necesito junto a mí.. …beber de tu tiempo, de estar contigo…de que me conozcas…. "si tu conocieras quien soy yo… si tu conocieras quien es el que te pide de beber, tú misma le pedirías agua viva y el te la daría”... Ella le pide….”Señor dame de esa agua y así ya no sufriré la sed ni tendré que volver aquí a sacar agua.” la oración empieza por el deseo de conocer a Dios…tener confianza, pedirle: Señor que te conozca…dame deseo de desearte, de saborear tus palabras, que me deleite orando, como decía Jeremías


“Cuando me llegaban tus palabras, yo las devoraba tus palabras eran para mí gozo y alegría, porque entonces hacías descansar tu nombre sobre mí, oh! Señor Sabaot!” Jer 15,16


Yo veo que así como una persona cuando esta con gripe o enferma no le siente sabor a la comida, lo rechaza, pero cuando le gusta una comida se la devora hasta lamer el plato, de tan sabroso.

creo que cuando nuestra alma muchas veces está enferma, de pecado, llena de otros sabores del mundo, no le encuentra gusto a las cosas de Dios ni a su Palabra, a los retiros, a la escuela, a nada de la vida espiritual por eso no ponemos más empeño en orar …..Si reconocemos que nuestra felicidad, unión, paz, en la familia en donde viva no solo mía sino también de los que trato a diario a los que amo depende de mí encuentro con Dios en la oración, ….entonces necesito esta medicina de la Palabra que Dios me regala en la oración…..lo que quiere es que seas feliz tu y los tuyos..Que no te desesperes por las situación económica, no te estreses por el trabajo, en lo que pases problemas con los hijos, los nietos, enfermedades, lo que sea, recuperes la confianza en El que solo quiere curarte, bendecirte, por eso necesitamos ir al manantial de la Vida, ir al encuentro de quien se ofrece sin reservas sin condiciones, no me pide métodos para orar…simplemente estar nada más que estar para ser..Reconstruir su imagen y semejanza en mi…una vez más…. el se encarga de todo lo demás…


Porque no podemos nada sin el tenemos que pedirle: señor dame gusto por tu palabra, que la saboree que la devore…no podemos vivir sin El “pidan y se les dará busquen y hallaran llamen y se les abrirá la puerta porque el que busca encuentra y se abrirá la puerta al que llama.” Mateo 7, 7-8.


Orar es una historia de amistad.

Orar es hablar con Dios como lo hacía moisés, “Yavé hablaba con moisés, cara a cara, como habla un hombre con su prójimo”, ex 33,11 con confianza, compartiendo sus proyectos, ellos se tratan como amigos, Moisés tiene la confianza de mostrarle sus dificultades, sus debilidades, “no me van creer se van a burlar de mi….no tengo facilidad para hablar, porque no mandas a otro?” Ex 4, 1.10.14 el Señor tiene paciencia con su amigo Moisés….

Oración es una historia de amor….yo recuerdo que cada vez que venía a la escuela siempre nos decían que dios nos ama, y mucho y quiere hacernos felices….como yo quería ser feliz, conocer a quien me amaba desde hacía mucho tiempo empecé a buscarlo como esa mujer de los cantares…quería aprender a conocerlo, amarlo también…. “sobre mi lecho por las noches yo buscaba al amado de mi alma”.

…cada noche esperaba que amaneciera rápido, para ver que iba a tocar, que me iba a decir…”cuando encontré al amado de mi alma, lo abracé y ya no lo solté” mas hasta ahora, mi oración no la dejo, porque para mí es el oxigeno de mi vida.


No se puede dejar de orar. “se nota pronto cuando una persona ora o no ora. Cuando habla, cuando obra, porque al escucharle se experimenta frío, o calor de alto voltaje”.


Para que orar

No oramos por orar, no es por cumplir con una obligación ni siquiera por cubrir necesidades emocionales. Si oramos es porque la oración es el medio más eficaz para el encuentro y la relación personal con Dios, interpersonal, íntima, amorosa, comprometida para hacer su voluntad. La oración es algo vital no puedo hacer nada sin Jesús. No oramos porque somos santos, sino porque queremos serlo. Para amar, y vivir en humildad como Jesús


Oramos para cuidar nuestra vida eterna, y para desarrollarla, “a gran precio han sido comprados”… mi vida vale precio de sangre, es valiosa es importante para dios, tiene un sentido esta vida es nueva y no me pertenece….el la ha rescatado para vivirla y permanecer con el eternamente…solo por la oración unido a El esa vida se puede mantener, cuidar alimentar, enriquecer guardarla para la vida eterna hay que cuidarla más que la vida física que dura pocos años…¿de qué serviría ganar el mundo entero si perdiéramos la vida eterna?.


Oramos para que Dios nos transforme (Jer 18,1) la oración es bajar al taller del alfarero donde la palabra nos va configurando como otros cristos, es la fragua en la que nuestra vida, pensamientos, voluntad sentimientos, van transformándose en los mismos pensamientos, sentimientos y forma de amar de Jesús, la oración es la alfarería en la que dios amasa nuestra vida y le da la forma que a El más le agrada. la oración te cambia la mente el corazón, la mirada hacia los hermanos, en la oración Dios nos hace participes de su mismo amor para amar con su mismo amor, se ama a los hermanos creando con ellos una intima y perseverante comunión de amor, te da un amor que no discrimina a nadie , que no hace acepción de personas.


Oramos para hacer la voluntad de Dios. (Jn 6, 37-38). Es que al ir orando ya no somos nosotros es Cristo quien viene a vivir en nosotros entonces todo nos lleva a hacer su voluntad…dice Jesús: “yo he bajado del cielo no para hacer mi voluntad sino la voluntad del que me ha enviado. Y la voluntad del que me ha enviado es que yo no pierda nada de lo que El me ha dado…sí, esta es la decisión de mi padre”, a nuestro lado tenemos hijos, esposo, esposa ,familia, amigos, una viña que tenemos que cuidar de que no se pierdan, ¿de qué otra manera los podemos cuidar su vida espiritual si no es orando?, no puedo dejar que ninguno se pierda..Porque esa es la voluntad de mi padre.


Oramos para anunciar el Reino. (Hechos 4,20) Cuando oras realmente, le das tiempo a Dios, le escuchas, asimilas su voluntad, la vives entonces el anuncio sale solo. “no podemos dejar de hablar de lo que hemos visto ni oído” los apóstoles habían sido testigo de la vida de Jesús, de sus milagros, habían oído sus palabras su manera de vivir, de amar como había muerto en la cruz perdonando y como había resucitado y seguía perdonando…amando como si no hubiera pasado nada este amor ellos lo anuncian “no podemos dejar de hablar del amor que hemos visto y oído…” lo que escuchamos y vemos en la oración no podemos dejar de compartirlo con nuestros hermanos, nosotros hacemos una oración misionera que nos hace salir a anunciar la Vida y el Amor de Dios.


Dios nos bendiga.


LECTURAS PARA ORAR ESTA SEMANA PROFUNDIZANDO EL TEMA DEL EJERCICIO DE ORACIÓN.

Miércoles: La oración es el encuentro de dos deseos. Catecismo nro. 27. Jn 4,10

Jueves : La oración es una historia de amistad. Ex 33,11. Ex 4,10-16

Viernes : La oración es para hacer la voluntad de Dios. Jn 6, 37-38

Sábado : La oración es la alfarería en la que Dios amasa nuestra vida y le da la forma que más le agrada. Jer 18, 1-6

Domingo: La Oración me hace darle a Dios su lugar en mi vida.1Tes 1,1-5b; Is 45, 1-4-6; Mt 22, 15-21

Lunes : La oración nos reengendra de un germen incorruptible por la Palabra. 1Pe 1,23

Martes : Oramos para anunciar el Reino. Hechos 4,20



sábado, 8 de octubre de 2011

Tener los sentimientos de Jesús.


Filipenses 2, 1-13

Otro de los ejercicios que nos propone la espiritualidad Verbum Dei es el Amor Fraterno, y va unido también al ejercicio de oración y al ejercicio de cruz.

Es una invitación de Jesús, a vivir como El vivió, a tener sus mismos sentimientos y actitudes: ser humilde, obediente, vivir en la Verdad.

“Tengan unos con otros las mismas disposiciones que estuvieron en Cristo Jesús:

El siendo de condición divina, no se apegó su igualdad con Dios, sino que se redujo a nada tomando la condición de servidor y se hizo semejante a los hombres.

Y encontrándose en la condición humana, se rebajó a si mismo haciéndose obediente hasta la muerte y muerte de cruz”.

El Señor muy libremente eligió hacerse uno de nosotros, ¿para qué?, para hacerse servidor del hombre, para enseñarnos caminos de libertad y llevarnos a vivir en la Verdad. Solo el que se hace nada, se desapega de toda carga inútil, de sentimientos de egoísmo, del vivir en continua competencia, rivalizando, buscando sus propios intereses, atropellando los derechos de los demás, siendo indiferente con la necesidad del hermano, puede ser libre.

“No hagan nada por rivalidad o vanagloria”. Vivimos comparándonos con los demás. “Es que yo no soy como ella”, vivimos como el fariseo, buscando, el error, el defecto, el pecado en el otro para sentirnos mejores, porque eso nos llena de vana-gloria, nos hace sentir superiores. Cuando no tenemos el amor de Dios, buscamos llenarnos de las miradas de aceptación, de las alabanzas, despreciamos al pobre, al que “es menos” porque como no nos aceptamos a nosotros mismos, ni nos valoramos, ni aceptamos ni valoramos a los demás.

“Que cada uno tenga la humildad de creer que los otros son mejores que él mismo”

La humildad es vivir en la Verdad decía Sta. Teresa de Ávila. No es un sentimiento de baja autoestima, o complejo de inferioridad, sino de estimarme como soy ante los ojos de mi Padre Dios, y ver en mi hermano un hijo suyo al igual que yo, que me motiva para amarle, para servirle, ayudarle a encontrar su Verdad.

Como humanos débiles, soberbios, frecuentemente disfrutamos hablando mal del prójimo…porque en el fondo buscamos sentirnos mejores que esa persona. No necesito de eso para ser mejor, yo soy importante para Dios, no necesito aparecer más grande ante los ojos del mundo, mi Padre me dice “Tú vales mucho a mis ojos…te amo, eres importante para mí”. Is 43,4. Ser humilde es reconocerme ante Dios como soy, bajo su mirada, en mi verdadera identidad.

¿Hay algo en ustedes de compasión y de ternura”, si han recibido el Espíritu Santo, les puedo pedir algo que me llenará de alegría? Vivan como Cristo vivan para el Reino, estén unidos en el mismo Espíritu vivan para crear fraternidad.

“No busque nadie sus propios intereses, sino mas bien preocúpese cada uno por los demás”.

¿Qué nos diferencia de los no cristianos?, es vivir desprendidos, entregados al servicio gratuito de los demás, preocupados porque vivan libres y felices en el conocimiento de Dios de la Verdad. Muchas veces nos preguntan ¿Por qué haces lo que haces si no recibes nada a cambio?, a ti no te pagan por eso….qué bonito es darles razón de nuestra esperanza….no lo hago por pago alguno, lo hago por ganar a Cristo, porque Cristo es mi vida, y la muerte es una ganancia para mi….

Que haya en ustedes un mismo amor, un mismo sentimiento. “El siendo de condición divina, no se apego a su igualdad con Dios”.

Cuando no tenemos a Jesús, cuando no oramos, vivimos en una continua y agotadora competencia, ya sea en el trabajo o entre hermanos, entre esposos, entre primos, etc. Y hasta en nuestras comunidades.

El ejercicio de Fraternidad es ejercitarnos en el amor verdadero, tener el amor de Cristo, pegarnos a la Palabra, permanecer en ella, “Pues Dios es el que produce en ustedes tanto el querer como el actuar para agradarle”. Si mi vida le agrada a Dios, va ser buena para mis hermanos y a nosotros nos va llenar de paz, el Señor quiere que vivamos en paz unos con otros, en armonía en el trabajo, en el hogar, el amor fraterno es para vivirlo con todo el mundo.

Es posible tener los sentimientos de Jesús, cuando creemos en El, cuando vivimos unidos a Él, (Jn 15,5) esto me saca de mi ego- ismo, me saca del centro para poner Jesús en el lugar que le corresponde en mi vida, me devuelve la paz, para no vivir con el cansancio de cada día, de buscar ser mejor, de mantenerme en mi posición para no perder la admiración ni las alabanzas de los que me rodean: de guardar la imagen.

“…se rebajó a si mismo haciéndose obediente hasta la muerte y muerte en una cruz. Por eso Dios lo engrandeció”.

Lo que me engrandece no son mi éxitos, lo que logre en la vida, porque todo eso es bueno, pero también pasajero, siempre vamos a correr tras algo, es la ley de la vida, pero lo que va a engrandecer mi vida y me va a llevar a ser feliz, es vivir para la salvación de mis hermanos; como Jesús este fue su motivo, lo que le hacía vivir en humildad, lo que le daba sentido a “rebajarse”,

Hacerse uno de nosotros, obedecer hasta morir, y por eso Dios lo hizo Señor…

Le dio el Nombre que esta sobre todo nombre para que al Nombre de Jesús se doble toda rodilla en los cielos, en la tierra y entre los muertos y toda lengua proclame Jesús es el Señor para gloria de Dios Padre” Vivir en fraternidad es vivir para glorificar a Dios Padre .

Qué bonito es también mirar a María en su humildad y en su sencillez, tan grande, buscando en todo únicamente la mirada del Padre, para hacer lo que le agrada, para amar a sus hijos, para crear lazos de fraternidad, tan libre, en su pequeñez, en su pobreza, en su sencillez tan maravillosa, cuidada, amada por el Padre que la colmaba, que saciaba su hambre, que la ensalzaba.

Que ella, pues, nos enseñe a vivir unidos a Jesús, a sentir como Jesús, para crear el Reino entre nosotros y vivir como hermanos hijos de un mismo Padre en Fraternidad.

Dios nos bendiga.

nila

miércoles, 5 de octubre de 2011

¡Cristo es mi Vida!

04/10/2011



¡Qué bonito es darnos este tiempo para Dios y dejarnos sorprender por Él! hoy iniciamos un nuevo ciclo de los cuatro ejercicios que nos ayudan a vivir nuestra vida espiritual.


Estos cuatro ejercicios son propiamente de la espiritualidad del Verbum Dei, el padre Jaime Bonet nuestro Fundador nos propone estos ejercicios para que nos ayude a seguir a Jesús de una manera más coherente.


El que quiera ser buen jugador se ejercita, se prepara y cumple sus reglas y no nos preparamos para una corona material sino una incorruptible; no es como copa la copa mundial que pasa de mano en mano según sea el que gane, ésta es temporal.


Estos ejercicios a que estamos invitados no es para algo pasajero es para la vida eterna, es un regalo que todos adquirimos desde el bautismo pero crecemos sin saber ni vivir esta realidad o la vivimos muy poco. Pero cuando sabemos que esta vida espiritual hay que ejercitarla, luchamos por ella porque es base sólida para ser como Jesús, no es como esos ejercicios que dicen:¡pare de sufrir! Porque Jesús nos muestra en su Palabra que estos ejercicios son más auténticos, reales no es yoga, que uno se relaja y encuentra paz momentáneamente pero las situaciones adversas no las cura de raíz porque pasan y luego vuelve el mal carácter, etc.


Cuando uno entra en esta vida espiritual, profunda, Dios no te da la solución, sino herramientas para entenderte a ti mismo y a los demás.


Como un muchacho cuando vino a una convivencia decía me quejaba de mi casa, de las personas que vivían conmigo y me decía mi casa es un infierno y no me daba cuenta de que el diablo era yo, y pasa que no nos damos cuenta de lo que somos.


Estos cuatro ejercicios son parte de la espiritualidad Verbum Dei, y Jaime Bonet, nuestro fundador, nos lo propone para que nos ayude a cristificarnos.


Primer Ejercicio: ORACIÓN


Sin oración no hay nada, es la base de nuestra espiritualidad, es el alimento para vivir una vida plena y abundante. Aprendemos de Jesús, viéndole en esa actitud de buscar al padre a solas para tener una oración de calidad y con la certeza de que va a ser escuchado, yo le doy gracias a Dios que me enseñaron a orar, como dice Santa Teresa si enseñas a orar a una persona ya te has salvado.


Y nosotros podemos orar en cualquier momento de la vida, encontrarse con Dios, aún en medio del ruido, a mí me ayuda cuando voy en el Metropolitano, descubrir que ahí está Dios hablándome y dejándome sorprender por Él y a veces sin proponértelo.


Orar como Jesús a solas con el Padre, Él despidió a la gente con la entera confianza en su Padre que siempre lo escucha, a veces nosotros decimos: Dios no me escucha o no me habla, Jesús nos enseña a confiar en Dios y si no le escuchamos es porque nos dejamos ofuscar por nuestras dolores, heridas, frustraciones, preocupaciones éstos producen más ruidos que no nos dejan escuchar la voz de Dios.


Ora con el deseo de escucharle, para ello entra en tu pieza, en tu cuarto, es entrar en tu corazón, en tu interior, cierra la puerta deja todo atrás y descúbrelo dentro de ti, porque como dice San Agustín: Dios es más íntimo a mí, que yo mismo. Y allí en lo secreto Dios te premiará descubriendo su bondad, paciencia, fidelidad, misericordia.


La oración es como la gasolina ¿de qué vale, que el carro sea último modelo y de lo mejor si no tiene gasolina? Si yo no oro no funciono, tarde o temprano termino en la apariencia y en la mentira.


Segundo Ejercicio. DE CRUZ


En el fondo todo tiene cruz y requiere ir más allá de mi comodidad, la oración me desacomoda, es darme más tiempo, dejar televisión, levantar más temprano. La cruz es una invitación a purificar nuestra vida, como Jesús dice:


«Ha llegado la hora de que sea glorificado el Hijo del Hombre. En verdad les digo: Si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda solo; pero si muere, da mucho fruto. El que ama su vida la destruye; y el que desprecia su vida en este mundo, la conserva para la vida eterna. El que quiera servirme, que me siga, y donde yo esté, allí estará también mi servidor. Y al que me sirve, el Padre le dará un puesto de honor.


Si el trigo no muere es el momento que más me cuesta entender la cruz, es que no nos gusta sufrir y la vida está llena de cruces, ¡cuánto cuesta amar en el hogar, en el trabajo, en la enfermedad, predicar … ¡ siempre habrá cruz, siempre tiene que haber sacrificio!, renunciar es la dinámica habitual del ser humano, desde que nacemos, es parte de la vida; el sufrir nos enriquece cuando detrás del sufrimiento hay redención, no es sufrir por sufrir, que hace al sufrimiento inútil, como esas situaciones de las mujeres que aman demasiado que sufren por amor las más encarnizadas humillaciones, y pierden hasta la dignidad de seres humanos por amor al hombre o viceversa, eso Dios no lo quiere, eso es patológico, carencia de un Amor verdadero que no llega a redimir.


Es preguntarle a Jesús ¿Cómo sufrir? Él nos invita a vivir dando frutos y frutos que permanezcan. Cómo callarnos cuando nos ofenden, es difícil pasar por ser el tonto, o humillarse, no es humillarse por humillarse es más profundo, la humildad es andar en verdad, a veces no debo quedar callado es denunciar lo que está mal, Jesús nos enseña a humillarnos cuando detrás de ella hay liberación.


Cada uno tiene su cruz, puede que sea el carácter, su inseguridad, miedos, traumas, que nos grite la pareja, el jefe, y ahí encontramos la vida cuando el vivir es Cristo y encontramos la vida eterna. Es saber morir aun cuando los demás no se den cuenta.


A veces yo me pregunto cuando me veo dentro de tantas actividades, gente, cosas ¿Y a mí quien me manda meterme en tanto rollo? Hay cosas que me superan y me toca asumir responsabilidades ahí está la cruz, asumir es ir más allá donde tú no irías.


Y la vida nos presenta situaciones incómodas ¿cómo la vives? Pablo dice: Para mí la vida es Cristo y la muerte una ganancia. Es la vida una cruz y tener paciencia, humildad no es cosa de magia…


Santo Tomás de Aquino, a veces sus hermanos le hacían bromas, una vez sentando almorzando, un hermano le dice ¡Ven, Tomás, mira el cielo, hay elefantes volando! y él se levanta y mira y todos se ríen de él pero Tomás les dice; prefiero creer en un elefante volando que dejar de creer en mi hermano, en el fondo él es libre aunque haga el ridículo, por eso mi vida es Cristo sino de nada me valen los cuatro ejercicios.


Tercer ejercicio: EL AMOR FRATERNO


La fraternidad es amar a los demás está entre la cruz y el amor, es la invitación de Jesús de amar al otro y eso es ser libre de mí mismo, y no usar al otro para mi conveniencia ¿Quién es el otro para mí? Como nos decía un misionero: Cuando me di cuenta que Dios es mi papá me dio una gran alegría pero mi alegría fue bajando cuando me dije, si Dios es mi Padre, también es de todos los hombres y por lo tanto todos los hombres son mis hermanos y me decía hay ¡qué familia que me ha dado! Y están en todas partes eso es más profundo cómo mirar al otro, cómo lo trato y si soy coherente con todos.


Como una señora en Estados unidos que iba de vez en cuando a la comunidad, una vez no tenía donde estacionar su carro y vio a una discípula que iba a estacionar su carro, aun sabiendo eso aprovechó un pequeño espacio y se metió y la discípula tuvo que buscar otro espacio lo que le significó llegar tarde a la escuela, pero esta discípula cuando estuvo a solas con la señora le preguntó por qué había hecho eso y ella le contestó, no sabía que eras tú, nos pasa eso, Dios nos manda a ser coherentes con todos, que me conozcan o no, la respuesta es a Dios. El amor es concreto en cada circunstancia.


Amar incluso es decir: eso no está bien, es sinceridad, honestidad, no es complacer eso es mendigar amor, dar para recibir.


Amar según Dios es amar desinteresadamente y eso necesita recibir mucho amor de parte de Dios, entirse amada por Él. Amar a Dios y a los hermanos a veces sin que se den cuenta ahí cuando está cansado, cuando la vida ya no da para más, pero amar aún en esas circunstancias es opción por el amor, porque es mi hermano.


Cuarto ejercicio: DE MISIÓN


Lo que hemos recibido es para darlo a los demás, según las entrañas de Jesús, a veces nos encontramos como ovejas sin pastor, deprimido, desanimados y Jesús nos invita a tener sus entrañas con el hermano y para eso rogar al Señor para que envíe operarios a su mies, empezando por uno mismo, no como mi abuela, reza y reza para que las vocaciones sacerdotales y misioneras aumenten y cuando le dije que Dios me llamaba a ser misionera e dijo, si quiero que hayan más misioneras pero tú no.


Dios te dice: a ti te necesito, tú eres mi elegido, a ti te quiero enviar, cuento contigo. Lo que más ayuda a salir de sí mismo es ayudar a los demás, ahí tu vida encuentra sentido, levanta la mirada para ver que faltan operarios para la mies y necesito que todos los pueblos sean mis discípulos.


Por eso soy misionera, porque veía a mis compañeras del colegio en drogas, prostitución, embarazadas, y me dije yo quiero invertir mi vida para los demás, a cada persona llevarla a Dios desde su realidad y Jesús se compromete con nuestra vida porque nos dice: yo estaré con ustedes hasta el final para que puedan dar lo que reciben.




Citas para la semana: LOS CUATRO EJERCICIOS


JUEVES: Mateo 6,6 Entra en tu pieza y ora a tu Padre.

VIERNES: Juan 12, 23-26 Cargar con la cruz de Jesús.

SÁBADO: Filipenses 2, 5-8 Tener los sentimientos de Jesús.

DOMINGO: 1 Juan 4,19-21 Amar al hermano.

LUNES Mateo 9, 36-38 La cosecha es grande.

MARTES: Mateo 28, 18-20 Vayan y hagan discípulos.