viernes, 26 de diciembre de 2014

Se nos manifestó la bondad del Señor.


  “Pues también nosotros fuimos de esos que no piensan y viven sin disciplina: andábamos descarriados, esclavos de nuestros deseos, buscando siempre el placer. Vivíamos en la malicia y la envidia, éramos insoportables y nos odiábamos unos a otros. Pero se manifestó la bondad de Dios, nuestro Salvador, y su amor a los hombres…”Tit 3,4
En la región había pastores que vivían en el campo y que por la noche se turnaban para cuidar sus rebaños.  Se les apareció un ángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeó de claridad. Y quedaron muy asustados. Luc 2, 8-9

¡Feliz navidad queridos hermanos! le doy gracias a Dios por compartir con ustedes la Palabra de Dios, que es nuestra Luz y nuestra Salvación, gracias porque están ahí, esperando la Palabra de Dios que alimentará sus vidas y a cuantos se las compartan;  esta mañana también les agradecía al Señor…
Gracias Señor por tu inmensa bondad,  que bonito este amanecer de estar ya envueltos en la luz nueva de tu Palabra hecha Carne: Jesús, a quien esperábamos, a quien le decíamos. ¡Ven Señor! ya está con nosotros, como no darte gracias Señor Dios nuestro que cada año nos alegras con la festividad llena de esperanza de nuestra redención.
Este año le pedía al Señor empezar de nuevo desde el pesebre, desde donde empezó toda la historia de nuestra salvación,  donde nació nuestro Redentor, y fue tan hermoso hacerme consciente en cada minuto de estas fiestas de la verdad más grande de mi vida, ¡Ahora soy luz!  y no me canso de repetirlo en mi interior, ¡por Jesús ahora soy luz! El Señor me ha hecho pasar todas las celebraciones muy conmovida por este Amor tan grande, me ha llenado el corazón, me lo ha colmado y sigue ahí, dándome la alegría más grande, el gozo inmenso de compartirlo
Antes era tinieblas y ahora soy luz, porque “yo también era de esos que no piensan y viven sin disciplina andaba descarriada, esclava de los deseos buscando siempre el placer….Pero se manifestó la bondad de Dios en mi vida, su Amor se me manifestó, se me apareció su luz resplandeciente, su Gloria me envolvió con su claridad, y mi historia cambió, ahora es otra,  (es después de Cristo, DC)…porque ahora  al Único que busco es al Señor, El es el único placer, motivo, y motor de mi vida, las cosas de este mundo han perdido su brillo, Él es la Luz resplandeciente que brilla cada mañana en mi vida, porque le da sentido a todo lo que vivo, su Palabra que todo lo ilumina todo lo aclara todo lo descomplica es mi disciplina a seguir, AHORA SOY LIBRE, no mas esclavitudes: esos sentimientos, pensamientos, depresiones, que siempre pueden aparecer, ahora todo lo puedo vencer en Jesús, Palabra de Dios que me hace ver mi verdadera identidad, ahora lo que vivo lo vivo en Jesús. Por eso para mí, la Navidad es Jesús, es celebrar la llegada de mi Salvador personal. Recuerdo  que estos días escuchaba a personas que me decían… “esta navidad va a ser muy triste porque mi esposo se ha ido de la casa con otra, porque mi hija está enferma….porque no tengo dinero…porque no tengo esto… porque no tengo lo otro …etc.

El Señor me decía diles que Yo, Jesús estoy viniendo para que tengan, para que no les falte nada….Yo  vengo para que tengan Vida, y vida en abundancia….vida a lo grande.
 Él es la Gloria inmensa la bondad inmensa que tu vida necesita…el Amor, el amigo, el compañero, el  Esposo, la felicidad, el Bienestar  que tanto añorabas
“Diles que Navidad no es una fecha más en el calendario, Navidad Soy Yo  que vengo a salvarles  acompañándoles en esas situaciones para hacerles ver la Verdad de sus vidas”. Y fue tan bonito   el día de ayer, poder compartir con algunas de esas personas  la alegría de la Navidad, que Jesús viene para los que estamos pobres, necesitados, llorando por compañía, por cosas materiales, Jesús viene hasta por los que tienen de todo, hasta para los que no se acuerdan de El, . ¡ Jesús viene para todos!.

Llos ángeles se presentaron  a unos humildes pastores. En el silencio de la noche, ellos cuidaban sus rebaños porque era todo lo que tenían para vivir, lo consideraban muy importante para sus vidas y no querían que se los roben los cuatreros. Pero cuando el Ángel le dijo:  …”vengo a comunicarles una buena noticia que será de mucha alegría para el pueblo: hoy en la ciudad de David ha nacido para ustedes un Salvador…”, dejaron todo, se dijeron unos otros “vayamos hasta Belén a ver lo que ha sucedido y que el Señor nos ha dado a conocer.”

Nosotros somos esos pastores, que estábamos en la noche cuidando nuestros resentimientos, nuestra pena, guardando luto por años, y tantas cosas que vivimos rumiándolas en nuestro interior porque nos gusta, porque nos ha esclavizado nuestra manera de ser y no queremos soltarla. Ahora es tiempo de nacer de nuevo, dejarlo todo, de decir también, “vayamos hasta Belén a ver lo que ha sucedido y que el Señor nos ha dado a conocer.”

Es tiempo de dejarlo todo,  dejarlas en el pesebre y empezar una nueva historia con Jesús, si aun no le hemos abierto el corazón, DE HECHO, si hasta ahora solo ha sido de palabra,  te digo que aun es tiempo estamos en la OCTAVA DE NAVIDAD, o sea que la Fiesta continua, seguimos celebrando que Jesús ya está entre nosotros, este es tiempo de Gracia, María nos ayudará a abrir el corazón, pedírselo a Ella, la llena de Gracia,  María está esperando junto al pesebre a los humildes que no le tienen miedo al cambio, a los valientes,  a los decididos que de verdad quieren cambiar su pobreza interior para dejar entrar la Riqueza del Reino de los cielos, que ha bajado, que se ha hecho pobre, para enriquecernos, María está esperando para darnos a su Hijo, así como esperó a los pastores así María,  Madre de Dios, la elegida para darnos a Jesús, nos espera para contagiarnos la alegría de ver que Dios cumple sus promesas ha enviado a su pueblo  un Salvador. ¡Jesús ha nacido para ti, nunca lo olvides!
Dios nos bendiga.

Nila

domingo, 14 de diciembre de 2014

Preparar el corazón es ofrecer a cada momento el perdón, el amor, la esperanza que cada dia recibimos de nuestro Dios. Mc 1, 1-8


Buenos días Papito Dios, Jesús  Espíritu Santo,  Dios Uno y Trino, gracias por este amanecer, por la vida, por el descanso que repara nuestras fuerzas, por la esperanza que nos despierta cada mañana que nos motiva para vivir para Ti Señor, Dios de los cielos y de la Tierra, nuestro Dios y Señor.
Señor te quiero agradecer en esta mañana especialmente por el regalo de la conversión, porque tu Palabra ha llegada a mi vida, para remover y quitar de raíz todo lo que no te dejaba entrar a mi corazón y porque cada día encuentro que tu Palabra sigue trabajando esta humanidad que muchas veces se resiste y quiere retroceder pero cada mañana  te encuentro empeñado en sacar de mi la escoria para hacer de mi tu profeta que anuncie tu Verdad.  

Quisiera pedirte poder ser ahora como Juan el Bautista la voz que clama en el desierto CONVERSIÓN a los corazones que viven con sed, con hambre de una vida nueva, que se dejan llevar por los espejismos cómodos y baratos de de una vida fácil, o de los  espejismo de un proyecto que se asume como la felicidad “cuanto tenga mi propia empresa”, “cuando tenga esto o lo otro” voy a ser feliz, cuando lo que realmente da la felicidad es un corazón convertido, de lo terrenal y superfluo a lo esencial, que te acoge como tu total ganancia, su total felicidad  y desde lo cual todo lo vive con sentido, todo le llena porque lo vive desde tu intencionalidad que es ser Paz,  Amor, Esperanza,  Consuelo , luz y sal para el mundo.

Gracias Señor porque esta navidad quieres entrar en nuestro corazón de una manera plena y para siempre, por eso tu Palabra nos llama a revisar nuestra vida,  no hay conversión si no hay un examen sincero y muy humilde  para reconocer nuestro pecado: esa situación que tratamos de tapar o relativizar, porque nos conviene.

Me daba cuenta que muchas veces  es por eso que hay momentos en que sentimos “que no te sentimos”, porque hay un bloque que no te deja entrar más, por eso te pido Señor ayúdanos a abrirte las puertas de esos rincones oscuros que todavía están ahí, penetra con la Espada de tu Palabra, hasta los huesos y los tuétanos, hasta sacar lo que no es de Tuyo aunque podamos quedar más pobres materialmente, pero con el corazón en paz, rico en claridad, lleno de tu Luz, porque hemos abierto la puertas a tu Presencia salvadora y renovadora… y entonces solo entonces me decías mi Dios, podremos ofrecer a nuestro hermanos el perdón tal como lo hemos recibido, el amor que hemos encontrado en Ti capaz de esperar lo mejor de nosotros, y nos haga mirar también con esperanza la vida de las personas.

Veía la noticia de un hombre que mató a un cadete por qué no se dejó robar, y me llamó la atención esa noticia y me hacías ver que a veces nosotros también matamos a las personas cuando no hacen lo que queremos, cuando no ceden a nuestros gustos, las matamos con nuestros juicios, nuestros resentimientos, las juzgamos y condenamos:  “son malas”, merecen que no les hable, que no les vuelva a tratar ni confiar, y hablamos mal de ellas porque no aceptan mis condiciones o no son permisivos con mi manera de actuar.

Señor danos la valentía de Juan el Bautista para anunciar un Bautismo de Conversión para el perdón de los pecados. Que nuestra prédica con la Palabra y con nuestra vida, provoque en la gente el deseo de acercarse a esta navidad con el corazón contrito y humillado que se hace un pesebre pobre para que el Hijo de Dios venga a habitarlo.

Hoy día de nuestra Madre, en la advocación de la Virgen de Guadalupe, nos ayude, como ayudó a San Diego, a curar la enfermedad de su familiar. Tenemos nosotros y muchos de los que conocemos enfermedades que no nos dejan recibir el Bautismo de la conversión para preparar el camino al Señor. Hoy  Ella nos dice “¿acaso no estoy aquí yo que soy tu Madre? Cuenta conmigo ¿Quién que confió en mí quedo defraudado?,

Gracias Madre mía Madre de todos los pecadores. Ruega por nosotros por nuestra conversión sincera para preparar el Camino al Señor.
nila