lunes, 17 de enero de 2011

Con el Bautismo nos hacemos hijos de Dios


Tiempo: Epifanía

Tema: Bautismo de Jesús

Lectura de la carta de san Pablo a Tito 1,3-7

“Andábamos descarriados, esclavos de nuestros deseos, buscando siempre el placer. Vivíamos en la malicia y la envidia, éramos insoportables y nos odiábamos unos a otros.

Pero se manifestó la bondad de Dios, nuestro Salvador, y su amor a los hombres, pues no fue asunto de las obras buenas que hubiéramos hecho, sino de la misericordia que nos tuvo.

Él nos salvó por el bautismo que nos hacía renacer y derramó sobre nosotros por Cristo Jesús, nuestro Salvador, el Espíritu Santo que nos renovaba.

Habiendo sido reformados por gracia, esperamos ahora nuestra herencia, la vida eterna.”

Le daba gracias a Dios porque pesar de lo que éramos: esclavos del pecado, y todo lo demás como bien nos describe Pablo; sin embargo nuestro Señor no nos rechazó, ni nos condenó, ni nos exterminó por último, que, si hubiese podido hacerlo, puesto que era nuestro Creador, pero no, todo lo contrario, lo único que deseaba era recuperarnos, hacernos volver a Él, y que le pudiésemos conocer como nuestro Padre tal como nos enseño Jesús.

“Con que amor tan inmenso nos amó” que envió a su Hijo único, para que ganara para nosotros la Vida eterna, a costa de su vida, así es “La generosidad del Dios Salvador se manifestó a los hombres” Tito 2,11.

“Cristo Jesús se entregó por nosotros para rescatarnos de todo pecado y purificar a un pueblo que fuese suyo dedicado a toda obra buena” vs14.

El cargó con nuestra culpa en sus espaldas, nos rescató a precio de sangre 1Pe 1,18 si, “con su sangre preciosa de Cordero sin mancha ni defecto”.

Por eso ahora podemos decirle “¡Abba! O sea Padre,” Gálatas 4,7

Este es el Bautismo que celebramos, el haber vuelto a ser hijos….A mí me bautizaron cuando tenía meses de nacida seguramente como a muchos, pero nunca me enteré lo que significaba el Bautismo hasta que tuve más de 40 años de vida. Cuando le bautizan a los niños le dicen que le “van a cortar el rabito”, como una gracia, pero en realidad no se entiende bien la riqueza que estamos recibiendo….que desde ese momento estamos formando parte de la familia de Dios, recibiendo de Herencia la Vida Eterna, y que esa vida es para vivirla, para cuidarla y hacerla crecer.

El Bautismo no es para tener el certificado que me sirve para el colegio católico, o para casarme u otro trámite, es el Primer Sacramento que me consagra como profeta, sacerdote y rey. Como hija de Dios puedo anunciarle, consagrarle mi vida, la de mi familia y de quien El me ponga en el camino, pastorear a su pueblo. Mi vida como hija tiene una misión preciosa, por el bautismo, El Don de Jesús para mí, ¡Puedo vivir una Vida grande!

Cuando oraba esta mañana, miraba a Jesús, le contemplaba allí, en el Santísimo Sacramento, y sentía en su corazón todo el amor que tiene guardado para nosotros, y me iba diciendo “Yo soy el Pan de Vida…yo soy el Buen Pastor, Yo soy la Puerta…yo Soy la Vid…Yo soy el agua que calma la sed…un Jesús que se hace Cordero, que hace de todo para darnos Vida, si queremos algo mas, solo hay que decírselo porque ha venido a darnos Vida en abundancia….

Y nos los da todo porque nos ama, porque somos sus hermanos, es tan grande que Jesús se haga uno de nosotros, nuestro Hermano el Primogénito, por El podemos decir que somos Hijos de Dios, Jesús ha ganado para nosotros este derecho de hijos. “Dios envió a su Hijo con el fin de rescatarnos…para que así recibiéramos nuestros derechos como hijos. Ustedes ahora son hijos….de modo que ya no eres esclavo, sino hijo, y siendo hijo Dios te da la herencia” Gálatas 4,4-7

Esto me supone cuidar esa vida que Dios me la ha dado por pura gracia, “ustedes son reformados y hechos justos gratuitamente y por pura bondad mediante la redención realizada en Cristo Jesús” Rom 3,23

Fuimos con Cristo sepultados por el bautismo en la muerte, a fin de que al igual que Cristo resucitó de entre los muertos por medio de la gloria del Padre, así también nosotros vivamos una vida nueva” (Rom 6,4)

“Recuerda a los creyentes que se sometan a los jefes y a las autoridades, que sepan obedecer y estén listos para toda tarea provechosa. Que no insulten a nadie, que sean pacíficos y comprensivos y traten a todos con toda cortesía.”

Y en la carta a los romanos nos exhorta a dejar al hombre viejo, revestirnos de la vida nueva recibida por el Bautismo.

“Ustedes deben considerarse entonces muertos para el pecado de una vez para siempre. Hemos muerto ¿no es cierto? Entonces ya no le debemos nada…Hay un vivir y es vivir para Dios…no dejen que el pecado tenga poder sobre este cuerpo ¡es un muerto! No obedezcan sus deseos…por el contrario ofrézcanse ustedes mismos a Dios, como quienes han vuelto de la muerte a la vida!”

“Que sus miembros sean como armas santas al servicio de Dios, el pecado ya no los volverá a dominar, pues no están bajo la Ley sino bajo la Gracia” Rom 6 -14

La Gracia recibida en el Bautismo, la Vida Nueva, el Espíritu Santo nos da poder para decir “Todo lo puedo en aquel que me fortalece” Filipenses 4,13

El Bautismo nos marca un antes y un después, cuando ya lo sabemos, que grande es vivir nuestro Bautismo, cada día, saber que Jesús me ha ganado el derecho de llamarme hija de Dios, de tener una identidad que me hace descansar en el hecho de que nada ni nadie me puede arrebatar esto. Puedo perder todo lo material, pero el ser hija de Dios está dentro de mí, y es eterno porque tengo el espíritu que por el Amor de Dios de va derramando en mi corazón incesantemente. Rom 5,5.

Dios nos bendiga.

nila

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