jueves, 30 de abril de 2020

"En verdad les digo: El que cree tiene Vida eterna”.


Hola amigos, en el Evangelio de hoy día, me gustaba mucho escuchar a Jesús hablarnos del Padre,  ver la comunión que hay en Ellos, y como están trabajando juntos por nosotros, (Jn 5,17) para que tengamos Vida eterna:
Nadie puede venir a mí si no lo atrae el Padre que me envió. Y yo lo resucitaré en el último día. Está escrito en los Profetas: Serán todos enseñados por Dios, y es así como viene a mí toda persona que ha escuchado al Padre y ha recibido su enseñanza.  Pues por supuesto que nadie ha visto al Padre: sólo Aquel que ha venido de Dios ha visto al Padre".

"En verdad les digo: El que cree tiene Vida eterna”.

¿Por qué Jesús nos habla tanto de la Vida eterna, es realmente tan importante que lo creamos?, ¿Qué es la Vida eterna? No sé si ustedes se lo han preguntado alguna vez;  les comento que yo si, porque no entendía que era la Vida eterna, pero Jesús tuvo la paciencia de explicármelo a través de la Palabra, llevándome  al  Libro del Génesis (1,26) quizás ya lo saben pero quisiera repetírselos, porque me encanta hablar de la Vida eterna.

Dios nos ha creado a su imagen y semejanza, esto quiere decir, nos ha hecho Amor, Eternidad. El es Amor, por eso nosotros buscamos siempre el amor, tenemos sed de Amor, que en realidad es sed de Él.
Pero lo que ahora quiero compartir es que como hijos suyos que somos, creatura suya,  también nos ha hecho para la eternidad, o sea que Dios nos ha hecho para vivir eternamente, por eso en nosotros hay  sed de eternidad,  de allí se entiende porque queremos que los momentos felices que tenemos sean eternos, (la fotos los videos)  , la idea de la muerte nos asusta, porque estamos hechos para la eternidad, es parte de nuestra naturaleza, nuestra esencia, “somos del Linaje de Dios” Hechos 17,29.
Para concretar:  Dice Jesús : Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado” (Jn17,3 ) 

Por eso Jesús insiste tanto en que le creamos,  que le conozcamos, pero creer y  conocer en el lenguaje bíblico, es tener una experiencia viva y personal de su amor, por eso necesitamos buscar el Pan de Vida eterna,  ¿Cómo hay que buscarte Señor? “Como niños recién nacidos, busquen la leche no adulterada de la Palabra; gracias a ella crecerán y alcanzarán la plenitud.” 1Pedro 2,2  
 “Yo soy el pan de vida.  Sus antepasados comieron el maná en el desierto, pero murieron….”
 El alimento natural  que comemos nos da fuerza para vivir biológicamente en esta tierra  trabajar, estudiar, etc. alimenta este cuerpo que va a morir, va a desaparecer, cremado, o descompuesto por el tiempo. Pero nuestra alma inmortal santificada por el Espíritu Santo vivirá para siempre.
¿Que más podemos decir?...Jesús mismo nos repite:

“AQUÍ TIENEN EL PAN QUE BAJA DEL CIELO, PARA QUE LO COMAN Y YA NO MUERAN”…aquí tienen los que necesitan, lo que buscan, “Aquí lo tienen”, “En verdad que nación ha tenido un Dios tan cerca como lo tenemos nosotros?. (Ref. Deut 4,7)

 “Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo. El que coma de este pan vivirá para siempre”

Pidamos al Padre nos atraiga, nos ponga en el corazón hambre y sed del Pan de Vida, que una vez comido nos da la Vida eterna.

miércoles, 29 de abril de 2020

“La Voluntad de mi Padre es que todos se salven”




En el evangelio de hoy día Juan 6,35-40, me llamaba mucho la atención, la insistencia de Jesús para que creamos que Él es el Pan de Vida;  igual que ayer,  nos vuelve a hacer un llamado a hacer un parón en todo el quehacer que tengamos  para escucharlo,  porque creer en Jesús como alimento espiritual como Fuente de Vida y de Amor, es vital,  ya que nos hará relativizar las cosas del mundo, los honores los placeres la riquezas, todo aquello que nos cautiva, que nos hace quedarnos con lo caduco, y poner la mirada en lo trascendente,  en la Vida eterna que Jesús nos ofrece.

 De manera muy clara y evidente,  estamos viendo con esta pandemia que la gente que fallece no se lleva nada: Sus propiedades, su dinero, sus joyas, sus títulos  todo lo que pueda haber atesorado en este mundo,  todo se queda aquí,  porque donde vamos no necesitamos nada más que nuestra fe: ¿hemos creído o no hemos creído en la Vida eterna, hemos amado, hemos hecho la voluntad de Dios?
La  gente de aquel tiempo se negaba a creerle a Jesús y lo mismo sucede en este tiempo, muchos nos negamos todavía a creer; pero la Buena Nueva es  que Jesús continua buscándonos, El “no tira la toalla con nuestra vida” porque ha decidido hacer la voluntad de su Padre  hasta el final de los tiempos y  nos dice: “Yo he  bajado del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la de aquel que me envió, y  la voluntad del que me ha enviado es que yo no pierda nada de lo que él me dio, sino que lo resucite en el último día”.

Le decía esta mañana- que bueno Jesús  que de repente- pienso yo-  al ver a la gente tan terca, tan cerrada, tu voluntad hubiera podido ser el dejarnos como estábamos, porque también tenias sentimientos y pensamientos como nosotros, pero Tú elegiste libremente hacer la voluntad de Dios, de tu Padre y Padre nuestro desde tu resurrección.

Y  escuchaba de Jesús algo más: “Todo lo que me da el Padre viene a mí,  y al que venga a mí yo no lo rechazaré”

Que alegria tan grande encontraba al escuchar la Palabra, que paz, que esperanza tan grande de  saber que Jesús no nos rechaza, y más Jesús se pone como nuestro Pastor que  dice “Yo  he venido para darles vida en abundancia” Jn 10,10, Yo les voy a dar Vida eterna. “Nunca perecerán y nadie las arrebatará jamás de mi mano.  Aquello que el Padre me ha dado lo superará todo, y nadie puede arrebatarlo de la mano de mi Padre.  Yo y el Padre somos una sola cosa.»  (Jn 10,28-30) son Palabra para saborearlas realmente una a una, dejando que toque nuestro corazón, lo haga arder, porque son Palabra que nos dan vida, que nos hacen ver cuán amada es nuestra vida. “Nadie te podrá  arrebatar de mi mano”, y si vemos nuestra vida, ha sido así, nada ni nadie nos ha podido separar de Él, ni lo podrá hacer nunca porque el Padre y Jesús son UNO y ellos han decidido salvarnos!  Si Dios está por nosotros, ¿quién estará contra nosotros?” Rom 8,31

Parece increíble que ante tanto amor, nosotros todavía no entendamos, y sigamos optando por cerrar nuestros oídos a la Verdad, y seguir haciendo lo que queremos, ¿será quizás que de tanto oír que Dios nos ama, se nos ha hecho “un callo”, que no nos afecta para nada y seguimos prefiriendo las opciones que nos ofrece el mundo? Jesús ha venido a cumplir el proyecto del Padre de salvarnos a todos, por eso anuncia, llama personas que quieran ser sus discípulos: no tenemos que ser monjitas o sacerdotes, Jesús llama a todos lo que le escuchen y le crean para ayudarle a hacer un mundo nuevo, a construir el Reino de Dios.

Recuerdo cuando una vez en un penal de Lima tuve la oportunidad de dirigirme a 300 internos aproximadamente, el Señor me inspiro a pedirles perdón, porque estaban allí, por culpa de los que no nos ocupamos de enseñarles desde niños su Identidad, su dignidad como hijos de Dios, no le ofrecimos opciones diferentes de vida porque hemos estado muy ocupados de nosotros mismos, quizás hemos sido muy religiosos, o muy egoístas con nuestra fe, o quizás ignoramos el mandato del Padre, su voluntad de que todos los hombres se salven y lleguen al con conocimiento de la verdad  (1Tim 2,4) 

Pidamos a Jesús nos enseñe a optar también por hacer la voluntad del Padre, recibámosle espiritualmente en su  Palabra y la Comunión, para elegir vivir libres de las ataduras del mundo, libres para optar  hacer el bien a nuestros hermanos.


martes, 28 de abril de 2020

“Señor, danos siempre de ese Pan”


Evangelio según San Juan 6,30-35.
En el evangelio de hoy día según San Juan 6,30-35 Jesús está empezando la primera parte del discurso en donde nos dice que El es el Pan de Vida, el Pan bajado del cielo que nos da la Vida eterna.

 En el vs 26 la gente que ha comido en la multiplicación de los panes, empieza a seguir a Jesús y Él se da cuenta cual es su motivación, por lo que les dice: Ustedes me buscan, no porque hayan reconocido quien soy Yo, me buscan porque han comido pan hasta saciarse, por lo que les he dado.
Escuchaba a Jesús queriendo saber  ¿Porque lo buscamos nosotros, porque rezamos? ¿Qué buscan? (Jn 1,38)  ¿por los milagros?, ¿para que acabe con esta pandemia?, ¿para que cambie la manera de ser del otro?, ¿para qué me de todo lo que necesito? Jesús nos quiere enseñar a buscarle a Él, el Único que puede saciar nuestras necesidades, lo que queda para siempre, y lo hace a través de la figura de un alimento que para nosotros es primordial: el Pan.

-En estos días de cuarentena, yo, para lo único que salgo es a comprar el pan, (ji) que pasa muy temprano por la puerta, y lo hago porque me he acostumbrado a desayunar con pan, y para que toda la familia cuando se levante encuentre el pan en la mesa.

Y esto me ayudaba para compartir la necesidad que tenemos todos de  levantarnos y antes de hacer otras cosas: buscar el Pan del Cielo, el Pan de vida para alimentar a mi familia con este amor que recibo, y que quiere seguir dándose a través de mi vida; sería absurdo, ilógico, y sin sentido  no hacerlo; levantarme y salir de mi cuarto sin haber estado con Jesús,  porque con Él la vida es diferente, con Él es diferente ver las noticias, como por ejemplo lo de ayer: lo de los motines en los penales, de las muertes, del hambre, violencia y necesidades por  todas partes;  ver el mundo con los ojos de Jesús te despierta el deseo de hacer algo, de ayudar, y  si estamos  desanimados, deprimidos, o con el  corazón cargado de cosas, de sentimientos y emociones negativas, este Pan del cielo te transforma, te renueva interiormente, porque una vez comido, te vas convirtiendo en ese mismo Pan, Pablo se alimentaba de este pan y lo asimiló tanto que decía “ya no vivo yo es Cristo quien vive en mi” Gal 2,20

¡Es verdad! si lo has asimilado bien, tu vida no vuelve atrás, no vuelves a ser igual, no porque ya no caigas, sino porque cuando te pasa,  te hace consciente de que necesitas, acudir al “Panadero del cielo”, que toca  la puerta de tu corazón,  para darte el alimento que necesitas.
“Yo Soy el pan del cielo que da vida al mundo”, alguno puede pensar… pero  el mundo no está muerto, pero lo cierto es que el mundo sin Dios no tiene vida, si yo no como de este Pan, no vivo, la cosas del mundo te llenan los sentidos, pero te dejan vacio, Jesús te da vida y Vida en abundancia.( Jn 10,10)  

 “Yo Soy el Pan de Vida. El que viene a mí, nunca tendrá hambre, y el que cree en mi, nunca tendrá sed” ellos dijeron Señor danos siempre de ese pan.
Jesús sabe que tenemos hambre, de un mañana diferente, de que todos sean felices, de que no le falte alimento a nadie, que todos nos llevemos bien, que el dinero alcance para todo, que todos tengan buena salud, que no haya enfermedades y mucho menos epidemias que estén acabado con la gente. Él lo sabe, pero quiere provocar en nosotros el hambre de lo básico, de lo único necesario para vivir en este mundo, y eso es la Fuerza, el Poder que viene de lo alto del cielo, que es El mismo. Aprendamos de Pablo que al conocer a Cristo dijo, “Lo que vivo en mi carne, lo vivo con la fe: ahí tengo al Hijo de Dios que me amó y se entregó por mí.  Esta es para mí la manera de no despreciar el don de Dios”. Gal 2,20

¡Hermanos necesitamos del Pan del Cielo!, les animo a buscar a Jesús en su Palabra y en la Eucaristía, y aunque no podamos comulgar sacramentalmente, por ahora,  que siempre tengamos hambre de recibirle, para poder ser alimento para nuestros hermanos, Pan, hostia que se entrega para amar y dar la vida de Dios.
“Señor, danos siempre de ese Pan”

miércoles, 22 de abril de 2020

"Así Amó Dios al mundo..."


Evangelio según San Juan 3,16-21.  
Siguiendo la Liturgia diaria de la Palabra que la Iglesia nos ofrece, hoy día vemos que sigue el diálogo de Jesús con Nicodemo, es tan importante meditarlo, que el Papa decía hoy en su Homilía que es todo un tratado de Teología, todo un Kerygma.
Ayer Jesús le hablaba a Nicodemo que el Hijo de Hombre tiene que ser levantado, subir a la Cruz, para que los que crean en Él, tengan Vida eterna, ahora Jesús le habla más claro todavía…

“¡Si , Dios amo tanto al mundo que le entregó a su Hijo único para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga Vida eterna!”. Yo me quedaba al principio con la palabra “tanto” y preguntaba a Jesús que significa el tanto del amor de Dios para nosotros, y encontraba de nuevo la Cruz, tanto amor entregado para que me salve!, para que no me pierda, para encontrarme! Y me acordaba de un poema de Francis Thompson “Sabueso del cielo”, (The Hound of Heaven) que habla de la búsqueda de un pecador por un Dios Amoroso que nunca se cansa de insistir con nuestra vida.

Si, Dios nos busca incansablemente, Él ha abierto su corazón para que entremos en el, para incluir aun a los peores y más desesperados de nosotros. Él nos quiere tener a todos en su corazón!, Pero nosotros siempre nos queremos escapar, porque no le conocemos, peor aún algunos ni siquiera aceptamos que nos hablen de Él, cerramos los ojos y el corazón, porque no soportamos la luz.

Estos días de cuarentena salía muy temprano a la puerta, me gustaba mirar el cielo que estaba tan limpio, tan azul, y veía la luz del sol ¡como brillaba! y yo me tapaba los ojos, como una visera, porque me enceguecía; a veces así nos tapamos los ojos del alma, para no ver a Jesús porque preferimos la oscuridad, porque es más cómodo, seguir viviendo a nuestro modo, porque creemos que Dios nos quiere quitar lo que tenemos, y es algo ridículo! Dios lo tiene todo, porque El es Dios ¡nuestro creador!, ÉL no quiere quitarnos nada, al contrario, Él quiere darnos TODO! nuestra vida, y todo lo que tenemos Él nos lo ha regalado, todo es de Él, y lo que quiere más bien es que no nos quedemos con las cosas, sino con Quien nos lo ha dado, para que nuestra Felicidad sea eterna, porque la cosas se van a acabar así como nuestra vida en esta tierra, pero Él nunca se va a acabar, su Amor nunca se va a terminar y nosotros en El, tendremos Vida eterna!

Jesús quiere que Nicodemo entienda bien que Dios quiere salvar! Le dice, “El que cree en él, no es condenado; el que no cree, ya se ha condenado, por el hecho de no creer en Nombre del Hijo único de Dios”.
Dice Jesús le dice claramente que Dios no condena, el hombre solo se condena porque no cree, porque le cierra las puertas a Dios, prefiere la oscuridad a la Luz; hay gente que dice Dios manda a los hombres al infierno, lo cual es falso, Jesús ahora nos lo aclara muy bien, el que no cree- se condena solo- Dios quiere salvarlo!! (1Timoteo 2,4)

“Esto requiere un juicio o: la luz vino al mundo, y los hombres prefirieron las tinieblas a la luz, porque sus obras eran malas. Todo el que obra mal odia la luz y no se acerca a ella, por temor de que sus obras sean descubiertas.”

Meditemos en el evangelio de ahora, demos “un chance a Dios”, una oportunidad, le hemos dado oportunidad a tantas cosas, programas, películas, charlas, etc, hoy día escuchemos a Jesús, pongámonos nuevamente como protagonistas en el lugar de Nicodemo y dialoguemos con Jesús, dejémonos iluminar por la Luz que no se apaga que jamás se extingue, que no es como las luces, o los fuegos artificiales que nos ofrece el mundo, dejemos que el amor de Dios que ha enviado a Jesús a salvarnos entre en nuestro corazón, no tengamos miedo!, El solo quiere colmarnos de su Amor que ilumina y rescata de toda oscuridad, tristeza, soledad, ansiedad, angustia, desazones, amargura, creamos en Él y todo lo que haya en nuestro corazón va a estar iluminado por este Amor, que cada día sale a decirte Te amo!

¿Cómo vas a elegir vivir de aquí en adelante ? ¿En la Luz o en la oscuridad?, la decisión es tuya, creer o no creer. (Deuteronomio 30,15) Y recordemos que ¡Quien a Dios tiene nada le falta, quien no tiene a Dios nada le basta!


lunes, 20 de abril de 2020

"Necesitas Nacer de Nuevo"


II Semana de Pascua. Juan 3,1-8
En el evangelio de hoy día, Jesús nos quiere hablar de un Nacimiento nuevo, de conversión de metanoia, y para eso nos invita a hacer una composición de lugar y meternos en la conversación que tiene con un hombre llamado Nicodemo, él era un Fariseo, una persona religiosa, muy apegado a sus tradiciones religiosas y se acerca a Jesús una noche, (por temor a que lo vean visitando al Maestro) y le dice
"Maestro, sabemos que tú has venido de parte de Dios para enseñar, porque nadie puede realizar los signos que tú haces, si Dios no está con él".
¿Porque busca a Jesús, Nicodemo?. Seguramente, al ver los milagros que hacía, algo en su interior le decía que esto era de Dios, pero quería saber algo más de Jesús, así como muchos de nosotros; y va verlo en la noche para que nadie lo viera. (Adelantándonos un poco, este encuentro provocó en él una conversión, nacer de nuevo, como vemos después en Jn 19,39)
Jesús lo escucha y le responde: «EN VERDAD TE DIGO QUE NADIE PUEDE VER EL REINO DE DIOS SI NO NACE DE NUEVO DESDE ARRIBA.»

¡Nacer de nuevo!!, para mi es lo más importante que una persona puede escuchar en su vida, ¡lo más hermoso! .
Nicodemo le preguntó: "¿Cómo un hombre puede nacer cuando ya es viejo? ¿Acaso puede entrar por segunda vez en el seno de su madre y volver a nacer?".

Yo recuerdo que hace muchos años antes de conocer a Dios, era católica por tradición, creo que no era mala, pero vivía solo para las cosas de la tierra, como la mayoría, sin pensar en las cosas de “lo alto”, como dice Jesús. Recuerdo que no encontraba el sentido de mi vida, muchas veces pensaba, ¿para qué habré nacido? Trabajar, hacer cosas, atender a mi familia, darles lo que necesitan, educación, alimentos, vestido, esto será todo? , muchas veces sentía el vacío, que me faltaba algo mas, era una nicodema, y a veces me deprimía mucho, también por mis errores, mis equivocaciones y en esos momentos, pensaba “como me gustaría nacer de nuevo, cuantas cosas cambiaría en mi vida…. pero eso es imposible..”
Pensaba como Nicodemo, que le pregunta a Jesús, extrañado : "¿Cómo un hombre puede nacer cuando ya es viejo? ¿Acaso puede entrar por segunda vez en el seno de su madre y volver a nacer?". No puede entender lo que Jesús quiere decirle...

Y Jesús al ver su reacción, le confirma "TE ASEGURO QUE EL QUE NO NACE DEL AGUA Y DEL ESPÍRITU NO PUEDE ENTRAR EN EL REINO DE DIOS.
Jesús primero le habla de nacer de lo alto para VER el reino de Dios y ahora le dice que es necesario también para ENTRAR, no entramos en el Reino de Dios, por saber mucho, por haber leído muchos libros espirituales o haber asistido a seminarios, y doctorados en teología. No se entra por lo intelectual. Al Reino de los cielos se entra por la fe, como lo hizo Tomás ayer, meternos en el costado abierto de Cristo, para nacer del Agua y del Espíritu, morir y resucitar con Cristo a la Vida Nueva preparada para nosotros desde el Principio. (Colosenses 2,12) necesitamos vivir ese proceso, de conversión de reconfiguración de nuestra alma, de todo nuestro ser, para nacer en el Espíritu.

Jesús sigue explicándole a Nicodemo con mucha paciencia y amor porque necesita que lo entienda, así como cada uno de nosotros necesitamos urgentemente entender lo que Jesús quiere decirnos con Nacer de Nuevo: ” Lo que nace de la carne es carne, lo que nace del Espíritu es espíritu.

No te extrañes de que te haya dicho: 'Ustedes tienen que renacer de lo alto'. Si bien hemos nacido de papá de mamá, de lo heredado genéticamente, de lo adquirido: experiencias buenas o malas, lo que no buscamos pero se nos presentó; lo elegido, las decisiones que tomamos, todo aquello que formó nuestra manera de ser, para vivir lo del mundo. Eso es de la carne pero ahora Jesús nos invita a entrar en el proceso, de pasar de la carne al Espíritu, lo que implicará un nuevo nacimiento, un doloroso proceso de renacimiento y reconfiguración de nuestro ser.

Y precisamente todo lo que estamos viviendo actualmente, forma parte de ese proceso, de volver al Espíritu, la experiencia de ahora nos hacen ver, que nuestras debilidades nos vienen de lo aprendido, de lo intelectual, y que la fuerza, el valor para superar y mantenerse con fe, en tiempo de crisis, viene de lo espiritual, de Dios, del nacimiento nuevo en Cristo.
"El viento sopla donde quiere: tú oyes su voz, pero no sabes de dónde viene ni adónde va. Lo mismo sucede con todo el que ha nacido del Espíritu".


sábado, 18 de abril de 2020

"Vayan al Mundo entero y proclamen el Evangelio a toda la creación"


¡¡Feliz Pascua de Resurrección!! Sábado octava de Pascua
Evangelio según san Marcos 16, 9-15

Seguimos celebrando la Pascua como un día largo, una Fiesta grande , que culminará mañana con la Celebración de la Fiesta a Nuestro Señor de la Divina Misericordia.

En el Evangelio contemplamos como durante esta semana Jesús se ha estado apareciendo resucitado, a María Magdalena, quien va a contar a los apóstoles que Jesús estaba vivo y no le creen, después Jesús se aparece a dos de ellos que regresaban a su pueblo, y ellos regresan a contarle este encuentro a los demás y tampoco les creyeron, entonces Jesús se aparece a los Once y les reprocha su incredulidad, y su obstinación por no haber creído a quienes le habían visto resucitado, y seguramente siguieron hablando en medio de la alegría del reencuentro de muchas cosas mas, y Jesús termina diciéndoles:
“VAYAN AL MUNDO ENTERO Y PROCLAMEN EL EVANGELIO A TODA LA CREACIÓN”.
Hermanos, este es el anuncio misionero, el mas importante de la Iglesia, anunciar a todos sin excepción, de ninguna clase, la salvación, Evangelio significa Buena Nueva, y que bueno que en medio de tantas noticias malas hoy brilla en todo su esplendor para todo el mundo: La Buena Nueva de la Salvación.
A pesar de las circunstancias que nos rodean, nos envuelven etc. Nuestra Iglesia sigue anunciando, por todos los medios cada día la Salvación, nuestra Iglesia como pueblo de Dios, no está en cuarentena, nosotros seguimos propagando el Fuego de la Fe, el anuncio de la Salvación, la Salvación Eterna; pero también la salvación en el día a día , de nuestras crisis, de nuestras caídas, depresiones, sentimientos, pensamientos, vacíos existenciales, etc…
Siempre necesitamos un Salvador, (al menos yo) y Jesús por eso es la Buena Nueva para nuestra vida, y él que nos llevará a la Plenitud en el día final.

Dice San Juan Pablo II que “El anuncio tiene la prioridad permanente en la misión: La Iglesia no puede substraerse al mandato explicito de Cristo; no puede privar a los hombres de la « Buena Nueva » de que son amados y salvados por Dios.” (RM,n 44)
¡y que bueno que nos lo diga!, que alegría que todos tengamos derecho, a la salvación, Todos!, “Dios no hace acepción de personas”. (Hechos 10,34).
Lo grande es ver también a quienes confía su misión: a personas, que se negaban a creer en su resurrección, a pecadores, personas ignorantes, insignificantes (1Cor, 1,26-29) para que se vea la Gloria de Dios, para revelar en cada uno de nosotros, su Poder para cambiar una vida que de la nada pueda llegar a ser luz del mundo, eso somos, eso hace Jesús con nuestra vida, esas maravillas!!!.

Me encanta cuando Pablo agradece el favor de Dios al haberle llamado, cuando reconoce como era su vida antes de conocer a Cristo: “Porque siendo yo en un comienzo un adversario, un perseguidor y un violento”…. “un día, a Aquel que me había escogido desde el seno de mi madre, por pura bondad le agradó llamarme y revelar en mí a su Hijo para que lo proclamara entre los pueblos paganos”.1Tim,1-13. Gal 1.15
Algo importante que tenemos que saber o acordarnos es que cuando Jesús nos envía, infunde en nosotros un Espíritu de “Parresia”, que nos hace hablar con atrevimiento, con audacia, con entusiasmo, hablar con libertad, con fervor apostólico, tener empuje evangelizador, y no tener miedo de anunciar el Evangelio, porque nos sabemos acompañados por Jesús… El nos ha prometido “….Yo estaré con ustedes hasta el final de la historia” Mt 28, 20b porque efectivamente, cada vez que anunciamos la Buena Nueva a una persona comienza una historia nueva en su vida, la que Jesús siempre llevara a su feliz término, Fil 1,6,
Entonces hermanos animados por esa Esperanza, tan grande vayamos con entusiasmo, a anunciar a Cristo, la Buena Nueva, siendo sobretodo coherentes con lo que anunciamos, y hablando con convicción de las maravillas que Dios ha hecho en nuestra vida.(Salmo 40)

¡¡Feliz sábado de Octava de Pascua!!


viernes, 17 de abril de 2020

"Echen las redes a la derecha de la barca y encontrareis""


 ¡¡Feliz Pascua de Resurrección!!
Viernes de Octava de Pascua. Evangelio según San Juan 21,1-14

Jesús en esta semana de octava de Pascua se sigue apareciendo a sus discípulos, para hacerles Testigos de su resurrección, al igual que se nos aparece en la Palabra cada día a nosotros, para hacernos también sus testigos.   

En el Evangelio de hoy día, nos habla de los apóstoles, ellos estaban solos, en la playa, frente al mar, Jesús, físicamente ya no estaba, y ellos sienten un  vacío muy fuerte en su alma  por la ausencia de su Maestro de su Amigo, y ellos ahora están tratando  de llenar ese vacío con lo que habían estado haciendo antes de conocerlo, eran pescadores, y van a pescar, y esa noche no pescaron nada….cuando sentimos el vacío en nuestro corazón, vacío de la presencia de alguien que amamos, o vacío de algo a lo que estamos habituados, duele, el vacío duele mucho!, parece que no hay nada que pueda sacarnos de esa angustia, y  por eso vivimos tristes, apagados, incapaces de ayudar a otros, porque no nos sale nada, una palabra que ayude, que consuele porque estamos con la vida vacía, las redes vacías.
Así encontramos en este pasaje a los apóstoles sin Jesús, al inicio de esta nueva etapa de sus vidas. 

“Cuando amaneció Jesús estaba parado en la orilla, pero los discípulos no sabían que era él.  Jesús les dijo: «Muchachos, ¿tienen algo que comer?» Le contestaron: «Nada.»  Entonces Jesús les dijo: “Echad la red a la derecha de la barca y encontraréis.”.” La echaron y ya no podían arrastrarla por la abundancia de peces. El discípulo amado de Jesús le dice a Pedro: «Es el Señor»,

Encontraba muy apropiado y oportuno este pasaje para lo que hoy estamos viviendo, así es Jesús, siempre aparece cuando más lo necesitamos, ya tenemos más de un mes en cuarentena, y nos viene la añoranza de muchas cosas, el vacío, especialmente de la familia más cercana que no podemos ver, los hijos, nietos, padres, abuelos, amigos que solíamos ver las veces que queríamos,  o quizás empezamos con los reproches, con  sentimientos de culpa, pude haber ido y no fui, pude haber hecho esto o lo otro y no lo  hice, esos sentimientos son naturales cuando hemos perdido algo, o alguien, sentimientos de un duelo, si, duelo porque hemos perdido la libertad, libertad de movernos de ir donde queremos porque si no nos aplican la ley, la multa, etc. (y sabemos que es   para defender nuestra vida)  

Jesús hoy al ver que ellos no habían pescado nada, les propone algo muy importante, y nos lo propone a nosotros cuando dice “echen la red a la derecha de la barca”. Nos propone un cambio, un cambio de actitud,  esto es básico para este tiempo especialmente…cuando estás viviendo  una situación límite,  situación que no la has buscado tu, sino que de pronto apareció en tu vida, como esto de corona virus, cuando tú no puedes hacer nada,  hay algo que si podemos hacer, algo que esta en nuestro interior y que siempre tendremos, es la libertad de elegir COMO QUEREMOS VIVIR  Este es EL VALOR DE LA ACTITUD.

Jesús no nos puede dejar solos, no nos puede dejar viviendo así, El que lo puede todo, no puede dejar que nos perdamos en el sinsentido de una vida vacía, que enferma. Y por eso viene a decirnos como llenar nuestra barca de peces  de frutos buenos para nosotros y para toda la familia, frutos de amor, de paciencia, de Sabiduría. Porque  Jesús no puede dejar que se pierda todo el PLAN DE SALVACIÓN DEL PADRE.(1Tim 2,4)

Ese amanecer  a orillas del mar, les ofrece un cambio, háganlo como yo les digo, “echen las redes a la derecha….” Y ellos ELIGIERON  seguir la propuesta de Jesús y el resultado fue una gran pesca. Pudieron pensar “nosotros sabemos de pesca, tu no me vas a enseñar”, actuar con soberbia pero eligieron actuar con humildad,   fueron dóciles a esa voz que justo se aparece cuando no tienen nada para comer, que les quiere ayudar, que se interesa por ayudarles. Eligieron aceptar la propuesta de ese Hombre parado a orillas del mar de Tiberíades, y que grande!  que después de ver los frutos de haberle escuchado reconocen: Es el Señor!  

Por eso esta mañana medita el Evangelio, escucha cada Palabra cada actitud, cada sentimiento métete en la Palabra, y elige!, que conviene para tu vida, que conviene para tu familia, para tu futuro, cómo quisieras vivir de aquí en adelante, a Quién quisieras escuchar de aquí en adelante…es el Señor que hoy se presenta a orillas del mar de tu vida, de tu barca vacía. Medita en la Palabra Elegir, eres libre, elige la actitud con la que quieres vivir este tiempo de Pandemia, de cuarentena o cualquier tiempo que la vida te presente, responde con sabiduría, aprende a elegir elige a Jesús Resucitado.

Dice en el Deuteronomio 30,19 “Que los cielos y la tierra escuchen y recuerden lo que acabo de decir; te puse delante la vida o la muerte, la bendición o la maldición. Escoge, pues, la vida para que vivas tú y tu descendencia.   Ama a Yavé, escucha su voz, uniéndote a él, para que vivas y se prolonguen tus días, mientras habites en la tierra.
¡Un feliz Viernes de Octava de Pascua!   




miércoles, 15 de abril de 2020

¿No tenía que ser así y que el Mesías padeciera para entrar en su gloria?»


Miércoles de Octava de Pascua Evangelio según san Lucas 24, 13-35

Estos días estamos reflexionando sobre lo que significan las apariciones de Jesús resucitado a sus discípulos. Jesús tiene un interés muy grande en encontrarse con sus discípulos, se apareció a las mujeres que iban al sepulcro a buscarlo, a María magdalena, personas que fueron a buscarlos pero ahora se aparece a dos discípulos que NO lo estaban buscando, al contrario ellos regresaban a su pueblo muy desanimados por haber contemplado la muerte de Jesús, “el fracaso” de su Maestro. 
 Dice el Evangelio: “En el camino hablaban sobre lo que había ocurrido…Mientras conversaban y discutían, el mismo Jesús se acercó y siguió caminando con ellos.

Pero algo impedía que sus ojos lo reconocieran. El les dijo: "¿Qué comentaban por el camino?". Ellos se detuvieron, con el semblante triste, y uno de ellos, llamado Cleofás, le respondió: "¡Tú eres el único forastero en Jerusalén que ignora lo que pasó en estos días!".
"¿Qué cosa?", les preguntó. Ellos respondieron: "Lo referente a Jesús, el Nazareno, que fue un profeta poderoso en obras y en palabras delante de Dios y de todo el pueblo,
y cómo nuestros sumos sacerdotes y nuestros jefes lo entregaron para ser condenado a muerte y lo crucificaron. Nosotros esperábamos que fuera él quien librara a Israel. Pero a todo esto ya van tres días que sucedieron estas cosas.

Es verdad que algunas mujeres que están con nosotros nos han desconcertado: ellas fueron de madrugada al sepulcro y al no hallar el cuerpo de Jesús, volvieron diciendo que se les habían aparecido unos ángeles, asegurándoles que él está vivo. Algunos de los nuestros fueron al sepulcro y encontraron todo como las mujeres habían dicho. Pero a él no lo vieron".
Que actual se hace la Palabra para nosotros, para lo que vamos viviendo en estos días ¿verdad? Quizás también nos puede parecer que Jesús es “un forastero” que no está enterado de lo que pasa en el mundo, que no ve las noticias, “está en otro mundo”.

Pero  dice el salmo 104,8 que “El se acuerda eternamente de su alianza, de la palabra que dio por mil generaciones” dice otro salmo  ¿Qué es el hombre Señor para que te acuerdes de él?     
Jesús se acuerda de nosotros, El está con nosotros!  de una manera nueva. EL  Padre, ha enviado a Jesús al mundo para vivir en medio de nosotros, pero no de una manera pasiva, mirando lo que nos pasa, sino para compartir con nosotros, para levantarnos, para fortalecernos, para desde nuestro interior y por el poder de su Palabra darnos ánimo para vivir las catástrofes.
En el Evangelio una de las cosas que llaman la atención, es que ellos sin reconocerle, le cuentan a este forastero lo que ha pasado lo que sienten.
Le dicen sinceramente, “Nosotros esperábamos que fuera él quien librara a Israel”.

 ¿Que esperaban los judíos de esa época? Ellos  esperaban un Jesús guerrero, poderoso militarmente,  que  los libere del yugo romano. Pero los había decepcionado.…y también  le cuentan que algunas mujeres le vieron resucitado, pero que a ellos le parecen cuentos de mujeres.
 La resurrección de Jesús que anunciamos a algunos también les parecerán cuentos de mujeres, historias que “les hacen bien a ellos, bueno, pero yo no creo”…y es  porque el corazón está muy triste, muy dolido, y pensamos si Jesús existe y ha resucitado porque  no hace  desaparecer el coronavirus y sane a todo el mundo que nadie muera o que todos tengan dinero para comer, que a nadie le falte nada.  Es que lo seguimos esperando, como nosotros queremos, según nuestra expectativa, lo esperamos como un médico poderoso, un  científico que descubra la vacuna, un Jesús que venga a hacer milagros..

 ¿Tu, qué esperas de Jesús? a Pilatos le dijo..”mi Reino no es de este mundo”, hoy nos puede decir también: mis ángeles podrían venir y dar de comer a todos, Yo lo puedo hacer,” lo cierto es que nos cuesta entender como les costó a la gente del tiempo de Jesús quien es El y para que ha venido al mundo, para que ha muerto y para que ha resucitado. Por eso nos dice como a ellos:

  “¡Qué poco entienden ustedes y qué lentos son sus corazones para creer todo lo que anunciaron los profetas!   ¿No tenía que ser así y que el Mesías padeciera para entrar en su gloria?»  Y les interpretó lo que se decía de él en todas las Escrituras, comenzando por Moisés y siguiendo por los profetas.”
 La verdad es que somos lentos para entender,  para interpretar lo que nos está pasando el sentido de todo esto, el porqué y para qué de lo que estamos viviendo, “estas realidades espirituales nos sobrepasan”, no podemos entender esto.

 Jesús nos va a decir “tenía que ser así” ¿para que  Jesús? para que muchos descubran su identidad, la razón de su venida al mundo,  su misión en esta tierra, como tienen que vivir, cual es su destino…les comparto algo que escribió el Papa San Juan Pablo II, hay mucho que decir, será a su tiempo, pero por ahora meditemos un poquito en estas palabras:

 “Cristo Redentor, como se ha dicho anteriormente, revela plenamente el hombre al mismo hombre. Tal es —si se puede expresar así— la dimensión humana del misterio de la Redención. En esta dimensión el hombre vuelve a encontrar la grandeza, la dignidad y el valor propios de su humanidad.
En el misterio de la Redención el hombre es «confirmado» y en cierto modo es nuevamente creado. ¡Él es creado de nuevo! «Ya no es judío ni griego: ya no es esclavo ni libre; no es ni hombre ni mujer, porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús». El hombre que quiere comprenderse hasta el fondo a sí mismo —no solamente según criterios y medidas del propio ser inmediatos, parciales, a veces superficiales e incluso aparentes— debe, con su inquietud, incertidumbre e incluso con su debilidad y pecaminosidad, con su vida y con su muerte, acercarse a Cristo.

Debe, por decirlo así, entrar en Él con todo su ser, debe «apropiarse» y asimilar toda la realidad de la Encarnación y de la Redención para encontrarse a sí mismo. Si se actúa en él este hondo proceso, entonces él da frutos no sólo de adoración a Dios, sino también de profunda maravilla de sí mismo. ¡Qué valor debe tener el hombre a los ojos del Creador, si ha «merecido tener tan grande Redentor», si «Dios ha dado a su Hijo», a fin de que él, el hombre, «no muera sino que tenga la vida eterna»   Redemptor Homini, 10

 ¿Estás dispuesto a acoger a este Forastero que viene a compartir tu vida, lo que sientes, lo que piensas de tu cuarentena, con El?
¿Con quienes has compartido tu fe, y también  lo que Dios te ha dado materialmente,  en este tiempo de cuarentena?
 ¡¡Dios nos bendiga y sigamos disfrutando de este dia Miércoles de octava de Pascua!!