miércoles, 22 de abril de 2020

"Así Amó Dios al mundo..."


Evangelio según San Juan 3,16-21.  
Siguiendo la Liturgia diaria de la Palabra que la Iglesia nos ofrece, hoy día vemos que sigue el diálogo de Jesús con Nicodemo, es tan importante meditarlo, que el Papa decía hoy en su Homilía que es todo un tratado de Teología, todo un Kerygma.
Ayer Jesús le hablaba a Nicodemo que el Hijo de Hombre tiene que ser levantado, subir a la Cruz, para que los que crean en Él, tengan Vida eterna, ahora Jesús le habla más claro todavía…

“¡Si , Dios amo tanto al mundo que le entregó a su Hijo único para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga Vida eterna!”. Yo me quedaba al principio con la palabra “tanto” y preguntaba a Jesús que significa el tanto del amor de Dios para nosotros, y encontraba de nuevo la Cruz, tanto amor entregado para que me salve!, para que no me pierda, para encontrarme! Y me acordaba de un poema de Francis Thompson “Sabueso del cielo”, (The Hound of Heaven) que habla de la búsqueda de un pecador por un Dios Amoroso que nunca se cansa de insistir con nuestra vida.

Si, Dios nos busca incansablemente, Él ha abierto su corazón para que entremos en el, para incluir aun a los peores y más desesperados de nosotros. Él nos quiere tener a todos en su corazón!, Pero nosotros siempre nos queremos escapar, porque no le conocemos, peor aún algunos ni siquiera aceptamos que nos hablen de Él, cerramos los ojos y el corazón, porque no soportamos la luz.

Estos días de cuarentena salía muy temprano a la puerta, me gustaba mirar el cielo que estaba tan limpio, tan azul, y veía la luz del sol ¡como brillaba! y yo me tapaba los ojos, como una visera, porque me enceguecía; a veces así nos tapamos los ojos del alma, para no ver a Jesús porque preferimos la oscuridad, porque es más cómodo, seguir viviendo a nuestro modo, porque creemos que Dios nos quiere quitar lo que tenemos, y es algo ridículo! Dios lo tiene todo, porque El es Dios ¡nuestro creador!, ÉL no quiere quitarnos nada, al contrario, Él quiere darnos TODO! nuestra vida, y todo lo que tenemos Él nos lo ha regalado, todo es de Él, y lo que quiere más bien es que no nos quedemos con las cosas, sino con Quien nos lo ha dado, para que nuestra Felicidad sea eterna, porque la cosas se van a acabar así como nuestra vida en esta tierra, pero Él nunca se va a acabar, su Amor nunca se va a terminar y nosotros en El, tendremos Vida eterna!

Jesús quiere que Nicodemo entienda bien que Dios quiere salvar! Le dice, “El que cree en él, no es condenado; el que no cree, ya se ha condenado, por el hecho de no creer en Nombre del Hijo único de Dios”.
Dice Jesús le dice claramente que Dios no condena, el hombre solo se condena porque no cree, porque le cierra las puertas a Dios, prefiere la oscuridad a la Luz; hay gente que dice Dios manda a los hombres al infierno, lo cual es falso, Jesús ahora nos lo aclara muy bien, el que no cree- se condena solo- Dios quiere salvarlo!! (1Timoteo 2,4)

“Esto requiere un juicio o: la luz vino al mundo, y los hombres prefirieron las tinieblas a la luz, porque sus obras eran malas. Todo el que obra mal odia la luz y no se acerca a ella, por temor de que sus obras sean descubiertas.”

Meditemos en el evangelio de ahora, demos “un chance a Dios”, una oportunidad, le hemos dado oportunidad a tantas cosas, programas, películas, charlas, etc, hoy día escuchemos a Jesús, pongámonos nuevamente como protagonistas en el lugar de Nicodemo y dialoguemos con Jesús, dejémonos iluminar por la Luz que no se apaga que jamás se extingue, que no es como las luces, o los fuegos artificiales que nos ofrece el mundo, dejemos que el amor de Dios que ha enviado a Jesús a salvarnos entre en nuestro corazón, no tengamos miedo!, El solo quiere colmarnos de su Amor que ilumina y rescata de toda oscuridad, tristeza, soledad, ansiedad, angustia, desazones, amargura, creamos en Él y todo lo que haya en nuestro corazón va a estar iluminado por este Amor, que cada día sale a decirte Te amo!

¿Cómo vas a elegir vivir de aquí en adelante ? ¿En la Luz o en la oscuridad?, la decisión es tuya, creer o no creer. (Deuteronomio 30,15) Y recordemos que ¡Quien a Dios tiene nada le falta, quien no tiene a Dios nada le basta!


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