sábado, 25 de agosto de 2012

El Sí de María nos da la Luz que libera el corazón para la misión.



Lucas 2, 34-35

“Simeón los bendijo y dijo a María, su madre: «Mira, este niño traerá a la gente de Israel caída o resurrección. Será una señal de contradicción,  mientras a ti misma una espada te atravesará el alma. Por este medio, sin embargo, saldrán a la luz los pensamientos íntimos de los hombres.»

Querida Madre, me ayuda mucho contemplar en  la Palabra que tu Sí en la Anunciación selló tu vida para estar unida al destino de Jesús, lo  que sufre Él,  lo sufres tú.  Madre que doloroso tu camino, llevando una espada clavada en el alma,  aunque no entendías las cosas que pasaban, lo duro del corazón del pueblo de Israel,  seguías  diciendo si al Proyecto del Padre con tu entrega total.  
Por eso nos acompañas cuando en la misión en el querer ser Palabra de Dios en nuestro pueblo, nos encontramos con la contradicción, de que mucha gente que quiere ser feliz, sufre y busca consuelo y espera  ayuda, pero no quieren recibirnos cuando les damos la Verdad, la Vida el Camino para salir adelante.

“ Por este medio, sin embargo, saldrán a la luz los pensamientos íntimos de los hombres.». Pasa que cuando compartimos con ellos de muchas cosas del mundo, de la vida, todo va bien en las relaciones sociales, pero cuando en determinado momento les hablamos de Dios, cambian y se alejan porque la Palabra les va descubriendo lo que hay en lo íntimo de sus corazones, su manera de pensar, lo que ni ellos mismos conocen la espada de la Palabra penetra para darles Luz;  Jesús es señal de contradicción,  cuestiona, desinstala, pero siempre es para que al final lleguemos a la Verdad.
Y Como tú madre quisiéramos también, saber aceptar las reacciones, las respuestas de las personas, con la humildad de dejarle a Dios ser Dios en sus vidas, dejar en sus manos su proceso, El tiene su tiempo como lo tuvo con nosotros a quienes nos toca decir Sí a su voluntad de que llevemos su Palabra en nuestra vida cuando se niegan a oírnos.
Con tu Sí  me ayudas a entender que hay que tener fe solamente, en que Dios nuestro Señor es El  más importante, y que su proyecto de llevar la salvación es el que debe prevalecer en todo y por eso nos tenemos que entregar por completo como tu Madrecita.

Que cuando la espada atraviesa nuestro corazón, en los momentos más dolorosos de nuestra vida cuando sufrimos por la muerte de un ser querido, un divorcio, la separación de las persona que amamos, la enfermedad terminal, la frustración de nuestros proyectos, de lo que con tanto amor  proyectamos, nuestros sufrimiento e impotencia por no poder ayudarle a nuestros hijos que sufren, o que se niegan a recibir la Palabra, ayúdanos a aceptar  nuestra pobreza y esperar en el Señor, con una fe grande y firme como la tuya en que sus promesas se cumplen.
Madre ruega por nosotros para hace frente a las contradicciones en nuestras vida y en la vida de la personas, llevar nuestras cargas cada día para presentar en el altar de la oración para su purificación, en esta fragua donde queda al descubierto nuestros pensamientos mas íntimos, y dejarnos liberar para poder ser fieles a la misión encomendada.

Dios nos bendiga.