Nos reconcilió con su Cuerpo

Ciclo: Fuentes de espiritualidad Verbum Dei

Tema: cuerpo Místico

“El es nuestra paz. El ha destruido el muro de separación, el odio, y de los dos pueblos ha hecho uno solo en su propia carne destruyó el sistema represivo de la Ley e hizo la paz; reunió a los dos pueblos en él, creando de los dos un solo hombre nuevo. Destruyó el odio en la cruz y, habiendo hecho de los dos un solo pueblo, los reconcilió con Dios por medios de la misma cruz. (Efesios 2, 14-16)

Pero Dios rico en misericordia ¡Con que amor tan inmenso nos amó!

Esta mañana al orar, me llenaba el corazón de agradecimiento el reconocer este amor de Dios tan grande, que quiso hacernos revivir, salvarnos por medio de Cristo Jesús, nuestro Señor, El Padre quiso crearnos en Cristo como hombres nuevos, sí, Él quiso reunirnos en un solo Cuerpo: que estuviéramos, viviéramos, existiéramos en Jesús como miembros vivos en su Cuerpo.

Esto es lo que hizo Jesús: Derramar su sangre, dejarse clavar en una cruz, sufrir,  morir, amarnos hasta el extremo de quedarse con nosotros de unirnos a su Cuerpo, hacernos parte de Él; a nosotros que le crucificamos, que le negamos, que preferíamos vivir separados y lejos de Él, a nosotros nos ha traído, nos ha recogido del mundo, donde andábamos errantes, perdidos por nuestras faltas, por su infinito Amor  nos ha querido unir a Él para asegurar nuestra salvación.

 El nos ha reunido, Él ahora es nuestra paz, porque nos ha reconciliado con nosotros mismos, con nuestro pasado, con ese pueblo enemigo, que vivía dentro de nosotros, tantas personas a las que no amábamos e inclusive odiábamos, ni las podíamos ver,  ni soportábamos siquiera que las nombren delante de nosotros;  sin embargo por El, es que ahora las tenemos en el corazón, las hemos aceptado, porque Cristo Jesús al injertarnos en Él, nos ha hecho reconciliarnos con su cuerpo, ellas, ellos también forman parte del cuerpo de Cristo, por más daño que hayan hecho, están también como miembros del cuerpo de Cristo, Jesús nos ha reconciliado con su cuerpo, los que estaban lejos ahora están cerca, los que estábamos lejos ahora estamos cerca.

¿Y porque se ha dado este Milagro tan grande en nuestras vidas?

Por la Palabra, porque Jesús Palabra de Dios, nos ha  ido injertando en su Cuerpo, se ha ido metiendo en nuestro corazón, en nuestra mirada, sentimientos y ahora le pertenecemos a Él porque estamos bebiendo de la Palabra, de las Fuentes de espiritualidad,  cada vez que oramos, nos alimentamos espiritualmente, ese alimento se va volviendo carne, vamos encarnando la Palabra y nos va haciendo miembros vivos que dan vida, sanos que dan salud,  miembro que están en paz, para dar paz, para reconciliar a los demás miembros, ahora somos hombres nuevos en Cristo, Él ha destruido el odio en la cruz, en su Amor entregado.

Para nosotros el odio, ese muro que nos separaba de los demás,  ya no tiene poder sobre nuestra vida, esos sentimientos negativos, que nos destruían que nos hacían retorcer las manos, estar tensos, transmitir esos sentimientos de resentimiento, amargura, tristeza, rencor, amargura todo eso que nos hacía daño y ser dañinos para los demás miembros del Cuerpo Místico, Jesús lo ha destruido porque nos ama, porque nos necesita dando amor, amando como El nos ama, dando la vida, Jesús nos quiere dentro de su Cuerpo entregándonos como Él, que en nuestra carne también destruyamos los muros de separación, crucifiquemos todo lo que nos divide de los hermanos , para que  nosotros amemos como Él ama, por eso lo ha destruido, para que no exista mas el odio para que el amor sea nuestra única ley, El es nuestra paz, nos ha reconciliado con su Cuerpo.

Hermanos, ¡que derroche de Gracia!, ¡cuánta sangre derramada hay detrás de nuestra paz, detrás de este hombre nuevo que ahora somos nosotros, cuanta misericordia y cuanto amor!, para que nosotros seamos los miembros  que reconcilien a los que están separados por muros de indiferencia, de odio, los hagamos uno con Cristo, ¡a todos!.

“Somos, pues, los ayudantes de Dios, y ahora les suplicamos que no hagan inútil la gracia de Dios que han recibido”. (2Cor 6,1) 

Todo lo ha hecho Jesús para que seamos uno, Un Solo Cuerpo con un mismo Espíritu, para que nos amemos como El nos ama: Nos recuerda el apóstol Juan “el que no ama esta en un estado de muerte”, 1Jn 3,15 cuando odiábamos estábamos en estado de muerte, ¡ahora estamos vivos! ¡Estamos en el Cuerpo de Cristo para amar, para  ser miembros vivos!

Señor te pido que nos llenes de tu amor, para mirar a los demás con tus ojos, amar con tu corazón, ser evangelizadores de la Paz como Tú, para vivir y caminar en el mundo en un mismo espíritu, orar cada día para reconciliarnos con nosotros mismos y con los demás, solo así podremos ser miembros transmisores de paz y Amor.

Que nuestra Madre del cielo nos bendiga, y acompañe en este proyecto de ser miembros vivos en el Cuerpo de Cristo.

Dios nos bendiga.

Nila