Bienvenidos a la Escuela de la Palabra, de parte de Dios gracias por
venir, por su perseverancia, gracias “porque no has sucumbido al cansancio”.
Si estamos aquí es porque hemos descubierto el manantial
del Agua viva la que necesitamos para Vivir, que la mejor parte es escuchar al Maestro
y que nos dice tengo reservada Gracia para ti,
hay mucho mas, a Dios no se le acaba la Gracia para nuestra vida. La Escuela
de la Palabra, lugar de encuentro con la Palabra, encuentro espiritual, venimos
a escuchar la voz de Dios entre tantas voces, buscamos su voz su rostro, Tú mi Dios
yo te busco sed de ti tiene mi alma, sintámonos privilegiados de estar ante la
presencia de Dos. Hay que darle gracias…
Su Palabra viene a remover
nuestra tierra, Él viene a echarnos el abono de su Palabra, de su amor, el
mismo, el Viñador, para que nuestra vida de frutos duraderos abundantes
deliciosos.
Dice el salmista
¿Quién nos hará ver la dicha? tú alegras mucho más mi corazón, que
cuando ellos se sienten rebosantes de trigo y vino cosechado. En
paz me acuesto y en seguida me duermo, pues tú sólo, Señor, me das seguridad. Salmo 4, 8.9
Mientras que muchos van
buscando la dicha en las cosas de la tierra, nosotros ya hemos encontrado que
nuestra dicha y nuestra alegría, está al lado del Señor en escucharle, en
amarle y sentirnos amados, en vivir para Él.
¡Bendito es el que confía en Yavé y que él
pone su esperanza! Jeremías 17,7 ¿quién que confío en su Amor quedó defraudado?
La esperanza no falla porque
el amor de Dios se va derramando en nuestro corazón, por el Espíritu Santo que
ya se nos ha ido dando. Rom 5,5
Nos decía Pilar la semana pasada,
que los ejercicios espirituales se presentan como un camino de transformación
interior, como un itinerario espiritual hacia nuestra configuración en Cristo Jesús.
Los Ejercicios Espirituales no son para
saber más de Dios sino para poner en práctica lo que ya sabemos. Para
participar del Amor Trinitario, que ya habita en nosotros.
Los ejercicios espirituales son
una experiencia que inició san Ignacio para ayudar a los demás a encontrarse
con un Dios que no está mudo, y que no vive lejos, más arriba de la bóveda
celeste. Deut 30,10
En un encuentro fuerte, vivo
personal, que compromete y a quien sigue
generosamente esa gimnasia espiritual lo lleva a entender y experimentar que Jesús
resucitado lo llama a colaborar con la misión que el mismo tuvo: Dar la Buena Noticia.
Uno de los frutos de los Ejercicios Espirituales es la consagración que es donde radica la
eficacia de nuestra misión.
¿Qué significa consagración? vivir para Dios, Pasar de instrumentos de
pecado a instrumentos de vida.
“Ofrézcanse ustedes mismos a
Dios, como quienes han vuelto de la muerte a la vida, y que sus miembros sean
como armas santas al servicio de Dios”. Rom 6,13
Dios nos ha hecho para amarle y servirle, me ha dado un cuerpo para
hacerle visible, a Él, vivir para Él, ser instrumento de vida.
Cuando no le conocíamos, éramos instrumento de pecado. Pero ahora “He elegido mi Dios hacer tu voluntad, me hiciste un cuerpo para darte a conocer…. tu
ley está en el fondo de mi ser”
No siempre es fácil hacer su Voluntad, pero aunque nos cueste, si
sabemos que nuestra dicha está en hacerlo, que tiene sentido de salvación y es
lo perfecto para nosotros y nuestra familia, El nos dará la fuerza que
necesitamos para perseverar en este camino.
Es necesario ser constantes
en hacer la voluntad de Dios. Para que consigan su promesa. Hebreos 10, 36
Estamos destinados a dar frutos, pero muchas veces las personas no encuentran en nosotros nada
cuando se acercan a nuestra vida pasa como un hombre que sembró una higuera y
pasaron tres años y nunca encontraba higos…Lucas
13, 6-9
Estamos en una viña, la viña
del Señor, pero ocupados en miles de cosas, viviendo solo para nosotros, para
quedar bien tener éxito en la vida, y cuando el Señor espera frutos de nuestra
vida estamos estériles. ¿Qué frutos estas dando? Los frutos de nuestro encuentro con el Señor
nos deben llevar a amar como El nos ama.
Ustedes deben amarse unos a
otros como yo los he amado. Jn
13,34
La oración es para asumir, engendrar asimilar y enseñar a vivir el
amor de Dios, un matrimonio no será matrimonio si no tiene el amor de Dios, entre familias, padres e hijos, si no hay amor, no hay nada, hay vacío, peleas, resentimientos, rencores, habrá amor
de carne pero no amor de Dios.
El ejercicio de oración, el trato con Dios nos hace pasar de la
muerte a la vida porque nos inyecta el
amor de Dios, nos hace pasar del egoísmo al amor, del yo a Cristo, de la
miseria a la misericordia.
La misión que Dios nos pide no es de intereses, proyectos, criterios,
sin un amor verdadero a un nivel superficialmente humano,
Sino la unión vital, comunión, y comunicación de vida, integración de
nuestra vida en el amor. Como la vid y los sarmientos, os he destinado para que
deis fruto abundante, pero este pende del sarmiento no de la vid.
Somos llamados a ser instrumentos de vida, a vivir mi consagración
desde lo que he escuchado de Dios en la oración, de un discernimiento que me
hace consagrar mi ser, mi corazón para que sirva solo a Dios
El pecado ya no los volverá
a dominar, pues no están
bajo la Ley, sino bajo la gracia. Rom 6, 14
La confianza de que estamos
bajo la Gracia de Dios, nos hará pasar
de la miseria a la misericordia, de mi egoísmo, a ser generoso, a perdonar a comprender, al
otro a amarlo.
Lo que yo te pido es que enseñes a los otros lo que yo te enseño…
consagración-misión. Por ellos ofrezco
el sacrificio, para que también ellos sean consagrados en la verdad. Jn 17,19
El amor no es teoría, no se puede hablar del amor sin haberlo vivido,
sin haber pasado por el ejercicio de cruz, de dar la vida, de sufrir para ser
fiel, para vivir para Dios, para vivir
la consagración,…
Si
ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿qué mérito tiene? también los
cobradores de impuestos lo hacen. Y si saludan sólo a sus amigos,
¿qué tiene de especial? también los paganos se comportan así. Por su
parte, sean ustedes perfectos como es perfecto el padre de ustedes que está en
el cielo. Mt 5, 43-48
¿Que nos diferencia de los que no creen en Dios?
es el Amor, amen a sus enemigos recen
por sus perseguidores,…. El amor a nuestros hermanos es para
nosotros el signo de que hemos pasado de la muerte a la vida. El que no ama
está en un estado de muerte. 1Juan 11,14-15
Por
eso al entrar Cristo al mundo dice: Tú no quisiste sacrificios ni ofrendas sino
que me formaste un cuerpo…
¿Qué es lo que
nos pide Dios, ahora?¡ La vida! mi vida,
que le pertenece a Él, me has hecho un cuerpo para vivir para ti, para que sea
amor como tú eres amor para vivir para el amor,
vivir para amar.
Me ha hecho un cuerpo para hacer visible lo
invisible……una calidad de amor que va de lo visible, lo humano a lo invisible,
a lo divino.
Me has dado un cuerpo para que podamos
crear fraternidad, eclesialidad, porque en nosotros esta la fuente y a través
de lo visible somos arrebatados a lo invisible. A lo que ni el ojo vio, ni oído
oyó, lo que Dios ha preparado para los
que lo aman. 1 Cor, 2.9
Consagración, supone ir a la fragua de la
oración, una fragua es un horno caliente donde se quema la chatarra lo que no
sirve y sale el oro reluciente, brillante el metal precioso. No tengamos miedo de meternos a la fragua…Porque donde abundó el pecado, sobreabundó
la Gracia Rom 5-20
Meterse a la fragua es meter nuestra propia
vida, es nuestra propia experiencia,
para que haga de cada uno fermento de comunidad.
Supone morir como el grano de trigo, pero
es morir para vivir. Lo más fácil es cobijarse en la comunidad, buscar a las
misioneras. Cuando era niño, hablaba
como niño. Pero cuando me hice hombre, deje de lado las cosas de niño. 1Cor
13,11
Jaime decía: vayan a hablar con Dios, yo
no me enredo mucho con las personas. El ayudaba a crecer a madurar a las personas, es lo más fácil, ir a la fragua es difícil,
orar para que el crezca y yo disminuya…
Es la experiencia básica del apostolado. Crecer
hacerse hombre, apóstol, no es fácil, hay mucho camino recorrido, pero si vives
fuera de la misión la vida pasa, pero no queda nada….no das frutos, los
ejercicios espirituales nos dan fecundidad
Por eso grita de júbilo tú que estabas
estéril, abandonada, tendrás más hijos que la casada
Si el grano de trigo no cae
en tierra y muere, queda solo, pero si muere da mucho fruto; el que ama su vida
la destruye y el que desprecia su vida en este mundo la conserva para la vida
eterna. Jn 12, 24-26
Cristo no crece dentro de nosotros si no
oramos. Siempre vamos a ir buscando bastones, personas que nos ayuden, vamos a
retraernos, aparentar que todo va bien, e ir tirando la vida. .
Meterse a la fragua es lo que da eficacia a
la misión, al ver vidas transformadas del todo, que aman y crean comunión-
fragua consagración. Se consagran para ser vínculo de unión para un mundo roto.
Fruto de los ejercicios es también la Contemplación.
Estar con Él, en una actitud oblativa, de
entrega, de gratuidad, es estar con El sin pedirle nada, sin esperar, regalarle
este tiempo que
va precedido de intentos, esfuerzos,
ejercicios, para que iluminen esta
oración.
El contacto físico en la Eucaristía logra
el cambio radical. El ideal de la comunión
y fraternidad se logra fácilmente cuando todo nuestros ser está integrado en Cristo,
es orden, orar es vencer el desorden,
orientar a Cristo.
La ruptura de la comunidad los problemas
con los demás, en el matrimonio, con los
padres, con los hermanos, con los compañeros de trabajo, de
estudios, no son por factores externos,
es por falta de integración en el amor Trinitario, comunitario, somos habitados
por la trinidad que es comunión, tenemos una Fuente que nos integra
interiormente, de donde beber de donde sacar amor que es comunión.
Hace falta conocimiento de lo que
recibimos, que es contacto, comunicación vital que engendran vida. Por falta de
conocimiento no hay más vida en nosotros. No es mala voluntad, es falta de
conocimiento, dialogo, mucha gente desconoce dónde está la fuente.
Otro fruto de los ejercicios es la Responsabilidad, nos hace conscientes
de la responsabilidad que tenemos, de lo que Dios pone en nuestras manos: la
vida divina, que solo se entiende por sus frutos en nosotros, es dar razón de
ella, “por ti me daré a conocer” estamos destinados por su gracia gratuitamente
a dar razón de la vida divina,
El
me dijo: «tú eres mi servidor, Israel, y por ti me daré a conocer.» Isaías 49,3
dice Jaime : siento como mi gran responsabilidad ante Dios decirles
que el Verbum Dei tiene una
responsabilidad, sin oración el verbum
dei no existirá, ni predicara ni se extenderá ni puede crecer ni puede ser
feliz ni tendrá razón de existir. ( Es la responsabilidad misma de la
iglesia)
Por eso iba por todo el mundo dando ejercicios que es desde donde sale la vitalidad misionera.
La iglesia al aprobar las
constituciones puso su sello y escribió que Verbum Dei tiene por finalidad
según sus constituciones, formar fraternidad de vida evangélica que oran y
enseñan vivencialmente a orar a la gente, lo cual es propio del cristianismo al vivo.
Señor me has dado un cuerpo para que te vean en mi, que encargo tan
grande, ¿me ilusiona? ¿lo siento como una carga?, ¿como una misión algo que
quisiera hacer, quiero consagrarme vivir mi
bautismo? ¿entrar en la experiencia cristiana la experiencia de ser Cristo,
ser su relevo en el mundo, quiero dejarme remover mi tierra, dejarle entrar en
mi corazón?
¿Es tiempo de dejar la vida infructuosa de un pasado estéril,
infecundo, inmaduro, inútil.?
Puede ser que así dé frutos en adelante: si no la cortarás”. Dame más
vida, no para perderla ni desaprovecharla sino para dar fruto. Es mi tiempo. Cada
higuera esta plantada por ti Señor en tu cuerpo, en la iglesia en la familia en
la sociedad, en su siglo. La conversión es una llamada a dar fruto y fruto
abundante.
¿Vas a aflojar la tierra a mí alrededor y a echarle abono? ¿Qué
circunstancias necesito para vivir dando más fruto? ¡Cuídame, nútreme! ¡Remueve
mi tierra! aunque me cuesta que molesten mi tierra, necesito una buena
removida. Remueve mis principios Señor. No permitas que piense como los hombres
sino como Dios.
Trastoca mis valores. Ponme en disposición de asimilar el abono: abono
de oración. Abono de evangelización. Abono de testimonio de vida, de paciencia,
de sencillez, de fortaleza, de paz, de comprensión.
Que Nuestra Madre Santísima nos acompañe en nuestro camino de oración,
conversión y Misión, para dar los frutos que el Señor espera de nosotros.
Dios nos bendiga.
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