viernes, 22 de julio de 2011

“Yo Soy el Pan de Vida”



Juan 6, 48-51

Adorado seas, Jesús, Cordero de Dios, Segunda Persona de la Santísima Trinidad, Dios oculto en el Santísimo Sacramento del altar. Adorado seas en la eternidad, en el seno de Dios Padre; adorado seas en el tiempo, en el seno de la Virgen Madre; adorado seas, en el tiempo de la Iglesia, en su seno, el altar Eucarístico. Adorado seas, Jesús, en el tiempo y en la eternidad.

“Jesús levantó los ojos y al ver el enorme gentío que acudía a Él sintió gran compasión de ellos y dijo a Felipe: ¿Dónde iremos a comprar pan para que coma esta gente? Se lo preguntó para ponerlo a prueba pues él sabía bien lo que iba a hacer?

Jn 6,5. Mt 14,14

Qué grande es saberse mirado por Jesús, que al levantar los ojos, es a nosotros a quienes ve, y al mirarnos siente com-pasión, porque sabe todo lo que vivimos, todas nuestras experiencias de vida no le son indiferentes, nos ve siguiéndole… algunos con mucha fe otros con poca, pero siempre intentando no separarnos de su presencia. Por eso me ayudaba mucho meditar en este pasaje donde Jesús alimenta a una multitud que le seguía y promete hacerse Pan Vivo para dar la Vida eterna…..

Jesús sabía que el hambre de la gente no solo era de pan, sino de Vida Eterna, que la gente lo seguía porque había encontrado en El algo Nuevo, completamente diferente a todos los maestros y los rabinos, Jesús sabía que ellos tenían hambre de Él, aunque ellos mismos no lo sabían definir bien, por eso les ayuda para que puedan entender e identificar lo que realmente querían, el hambre que tenían.

“Ustedes me buscan, no porque han visto a través de los signos sino porque han comido pan hasta saciarse….trabajen por el alimento que permanece y da Vida eterna. Este se lo dará el Hijo del Hombre; él ha sido marcado con el sello del Padre.” Jn 6,27

Y Jesús entonces les dice ““Yo soy el Pan de Vida”, ustedes tienen hambre de Vida eterna, Yo soy el que ustedes buscan. “Aquí tienen el pan que baja del cielo, para que lo coman y ya no mueran”.

Jesús que ha bajado del cielo para que tengamos vida, para no morir, nos dice “aquí tienen”, El se ofrece como la única Fuente de donde nosotros podemos alimentarnos para saciar el hambre que tenemos de cosas y de personas, El se ofrece como Verdadero Pan, Verdadera Comida, Verdadera Bebida. Alimento que da Vida eterna.

Pero le preguntaba al Señor ¿Porqué Si El nos quiere dar su vida, nos la ofrece para tener Vida, para no morir, y es un Pan Único, a quien nadie ni nada se le puede comparar, entonces ¿Por qué buscamos lo que no es pan, lo que no alimenta? ¿Por qué preferimos el placer pasajero, el pecado que da muerte?, ¿Por qué la indiferencia y frialdad, el anti testimonio de los que lo recibimos? ¿Por qué postergamos o retrasamos, el momento de recibirle?, Señor ¿qué nos pasa?, ¿que nos falta para comulgar contigo en el deseo de no querer morir, de buscar intensamente el tener la Vida eterna que es tenerte a ti Jesús Eucaristía?

Nos falta fe creer en Jesús como el Hijo de Dios, que tiene Poder para darse como alimento El mismo, estamos como los judíos que le siguen, pero van dudando…

Los judíos discutían entre sí: “¿Cómo puede éste darnos a comer carne?” Jesús les dijo: «En verdad les digo que si no comen la carne del Hijo del Hombre y no beben su sangre, no tienen vida en ustedes”.

¿Será que nos falta un encuentro espiritual mas fuerte con Jesús Palabra de Dios, será que nos estamos quedando mas en las cosas humanas?

El hombre que se queda en lo humano no entiende las cosas del Espíritu de Dios. Para él son necedad y no las puede entender, pues éstas sólo se pueden entender a partir de una experiencia espiritual...1 Cor 3,18-20

“Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él”.

La permanencia en el Señor es lo que nos da la Vida eterna, como el oxigeno que necesitamos para vivir y no nos puede faltar porque si no morimos….mucho más vital es permanecer en El para tener vida eterna por eso debemos pedirle al Señor. “Danos Señor de ese Pan que da Vida, para ya no morir y vivir para siempre”.

¿Qué pasaba cuando no comíamos de este Pan?, Qué diferente era nuestra vida, que triste realmente, las preocupaciones del mundo nos quitaban la vida, la corriente del mundo nos arrastraba a donde quería, nos faltaba fuerza para decirle no a la tentación. Ahora tenemos los mismos problemas, las mismas tentaciones incluso, pero los vivimos de otra manera, la diferencia es porque al recibir a Jesús Eucaristía, Pan Vivo bajado del cielo, recibimos su Fuerza para enfrentarlas y para resistir, nosotros no podríamos vivir solos, para Vivir bien necesitamos a Jesús Eucaristía, Sacramento divino que se nos entrega como alimento para trascender a las cosas de esta vida, de este mundo.

“El pan que yo daré es mi carne y lo daré para la vida del mundo”

En la vida diaria, si nos detenemos a reflexionar en ¿Cuáles fueron los momentos en que hemos sentido la Vida eterna derramarse en nuestro corazón, fluir en nuestra vida?, son aquellos en que pudimos ser luz en momentos de oscuridad, pudimos ser instrumentos de unión, de armonía, de esperanza; donde en lugar de esperar y de reclamar nos volvimos generosos, pacientes, y cuando preferimos sobretodo hacer la voluntad de Dios, decidiendo hacer aquello que le agradara: esos momentos fueron los que nos dieron vida eterna porque nos dieron paz y la certeza de que estamos en el camino que Jesús marca para nosotros cada vez que nos alimentamos de Él.

El que come mi carne y bebe mi sangre vive de vida eterna, y yo lo resucitaré el último día.

Creer en la Vida eterna en Jesús Eucaristía no es algo teórico, ni abstracto que me hace vivir en las nubes, mas bien es algo concreto que lo palpo en mi vida, y lo palpan mis semejantes, mi prójimo mi familia palpan la vida eterna que El me da, porque vida eterna es amar al estilo de Jesús encarnar su Vida…el que me come vivirá por Mí. Soy yo quien vivirá en ti, y tu por Mi tendrás vida eterna.

Gracias Señor, por venir a mi vida para darme Tu Vida para salvarme, para permanecer en mi para que ya no muera, gracias por ser Pan de vida, Pan Vivo bajado del cielo, alimento que me convierte también en pan vivo para mis hermanos, para alimentarles de tu amor, de tu Vida a través de tu Palabra y mi testimonio de vida.

Madre querida ayúdanos a ser más fieles a Jesús Eucaristía, acudir con más frecuencia a la Comunión, y compartir el regalo de la Vida eterna con nuestros hermanos.

Dios nos bendiga.

Nila

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