miércoles, 5 de octubre de 2011

¡Cristo es mi Vida!

04/10/2011



¡Qué bonito es darnos este tiempo para Dios y dejarnos sorprender por Él! hoy iniciamos un nuevo ciclo de los cuatro ejercicios que nos ayudan a vivir nuestra vida espiritual.


Estos cuatro ejercicios son propiamente de la espiritualidad del Verbum Dei, el padre Jaime Bonet nuestro Fundador nos propone estos ejercicios para que nos ayude a seguir a Jesús de una manera más coherente.


El que quiera ser buen jugador se ejercita, se prepara y cumple sus reglas y no nos preparamos para una corona material sino una incorruptible; no es como copa la copa mundial que pasa de mano en mano según sea el que gane, ésta es temporal.


Estos ejercicios a que estamos invitados no es para algo pasajero es para la vida eterna, es un regalo que todos adquirimos desde el bautismo pero crecemos sin saber ni vivir esta realidad o la vivimos muy poco. Pero cuando sabemos que esta vida espiritual hay que ejercitarla, luchamos por ella porque es base sólida para ser como Jesús, no es como esos ejercicios que dicen:¡pare de sufrir! Porque Jesús nos muestra en su Palabra que estos ejercicios son más auténticos, reales no es yoga, que uno se relaja y encuentra paz momentáneamente pero las situaciones adversas no las cura de raíz porque pasan y luego vuelve el mal carácter, etc.


Cuando uno entra en esta vida espiritual, profunda, Dios no te da la solución, sino herramientas para entenderte a ti mismo y a los demás.


Como un muchacho cuando vino a una convivencia decía me quejaba de mi casa, de las personas que vivían conmigo y me decía mi casa es un infierno y no me daba cuenta de que el diablo era yo, y pasa que no nos damos cuenta de lo que somos.


Estos cuatro ejercicios son parte de la espiritualidad Verbum Dei, y Jaime Bonet, nuestro fundador, nos lo propone para que nos ayude a cristificarnos.


Primer Ejercicio: ORACIÓN


Sin oración no hay nada, es la base de nuestra espiritualidad, es el alimento para vivir una vida plena y abundante. Aprendemos de Jesús, viéndole en esa actitud de buscar al padre a solas para tener una oración de calidad y con la certeza de que va a ser escuchado, yo le doy gracias a Dios que me enseñaron a orar, como dice Santa Teresa si enseñas a orar a una persona ya te has salvado.


Y nosotros podemos orar en cualquier momento de la vida, encontrarse con Dios, aún en medio del ruido, a mí me ayuda cuando voy en el Metropolitano, descubrir que ahí está Dios hablándome y dejándome sorprender por Él y a veces sin proponértelo.


Orar como Jesús a solas con el Padre, Él despidió a la gente con la entera confianza en su Padre que siempre lo escucha, a veces nosotros decimos: Dios no me escucha o no me habla, Jesús nos enseña a confiar en Dios y si no le escuchamos es porque nos dejamos ofuscar por nuestras dolores, heridas, frustraciones, preocupaciones éstos producen más ruidos que no nos dejan escuchar la voz de Dios.


Ora con el deseo de escucharle, para ello entra en tu pieza, en tu cuarto, es entrar en tu corazón, en tu interior, cierra la puerta deja todo atrás y descúbrelo dentro de ti, porque como dice San Agustín: Dios es más íntimo a mí, que yo mismo. Y allí en lo secreto Dios te premiará descubriendo su bondad, paciencia, fidelidad, misericordia.


La oración es como la gasolina ¿de qué vale, que el carro sea último modelo y de lo mejor si no tiene gasolina? Si yo no oro no funciono, tarde o temprano termino en la apariencia y en la mentira.


Segundo Ejercicio. DE CRUZ


En el fondo todo tiene cruz y requiere ir más allá de mi comodidad, la oración me desacomoda, es darme más tiempo, dejar televisión, levantar más temprano. La cruz es una invitación a purificar nuestra vida, como Jesús dice:


«Ha llegado la hora de que sea glorificado el Hijo del Hombre. En verdad les digo: Si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda solo; pero si muere, da mucho fruto. El que ama su vida la destruye; y el que desprecia su vida en este mundo, la conserva para la vida eterna. El que quiera servirme, que me siga, y donde yo esté, allí estará también mi servidor. Y al que me sirve, el Padre le dará un puesto de honor.


Si el trigo no muere es el momento que más me cuesta entender la cruz, es que no nos gusta sufrir y la vida está llena de cruces, ¡cuánto cuesta amar en el hogar, en el trabajo, en la enfermedad, predicar … ¡ siempre habrá cruz, siempre tiene que haber sacrificio!, renunciar es la dinámica habitual del ser humano, desde que nacemos, es parte de la vida; el sufrir nos enriquece cuando detrás del sufrimiento hay redención, no es sufrir por sufrir, que hace al sufrimiento inútil, como esas situaciones de las mujeres que aman demasiado que sufren por amor las más encarnizadas humillaciones, y pierden hasta la dignidad de seres humanos por amor al hombre o viceversa, eso Dios no lo quiere, eso es patológico, carencia de un Amor verdadero que no llega a redimir.


Es preguntarle a Jesús ¿Cómo sufrir? Él nos invita a vivir dando frutos y frutos que permanezcan. Cómo callarnos cuando nos ofenden, es difícil pasar por ser el tonto, o humillarse, no es humillarse por humillarse es más profundo, la humildad es andar en verdad, a veces no debo quedar callado es denunciar lo que está mal, Jesús nos enseña a humillarnos cuando detrás de ella hay liberación.


Cada uno tiene su cruz, puede que sea el carácter, su inseguridad, miedos, traumas, que nos grite la pareja, el jefe, y ahí encontramos la vida cuando el vivir es Cristo y encontramos la vida eterna. Es saber morir aun cuando los demás no se den cuenta.


A veces yo me pregunto cuando me veo dentro de tantas actividades, gente, cosas ¿Y a mí quien me manda meterme en tanto rollo? Hay cosas que me superan y me toca asumir responsabilidades ahí está la cruz, asumir es ir más allá donde tú no irías.


Y la vida nos presenta situaciones incómodas ¿cómo la vives? Pablo dice: Para mí la vida es Cristo y la muerte una ganancia. Es la vida una cruz y tener paciencia, humildad no es cosa de magia…


Santo Tomás de Aquino, a veces sus hermanos le hacían bromas, una vez sentando almorzando, un hermano le dice ¡Ven, Tomás, mira el cielo, hay elefantes volando! y él se levanta y mira y todos se ríen de él pero Tomás les dice; prefiero creer en un elefante volando que dejar de creer en mi hermano, en el fondo él es libre aunque haga el ridículo, por eso mi vida es Cristo sino de nada me valen los cuatro ejercicios.


Tercer ejercicio: EL AMOR FRATERNO


La fraternidad es amar a los demás está entre la cruz y el amor, es la invitación de Jesús de amar al otro y eso es ser libre de mí mismo, y no usar al otro para mi conveniencia ¿Quién es el otro para mí? Como nos decía un misionero: Cuando me di cuenta que Dios es mi papá me dio una gran alegría pero mi alegría fue bajando cuando me dije, si Dios es mi Padre, también es de todos los hombres y por lo tanto todos los hombres son mis hermanos y me decía hay ¡qué familia que me ha dado! Y están en todas partes eso es más profundo cómo mirar al otro, cómo lo trato y si soy coherente con todos.


Como una señora en Estados unidos que iba de vez en cuando a la comunidad, una vez no tenía donde estacionar su carro y vio a una discípula que iba a estacionar su carro, aun sabiendo eso aprovechó un pequeño espacio y se metió y la discípula tuvo que buscar otro espacio lo que le significó llegar tarde a la escuela, pero esta discípula cuando estuvo a solas con la señora le preguntó por qué había hecho eso y ella le contestó, no sabía que eras tú, nos pasa eso, Dios nos manda a ser coherentes con todos, que me conozcan o no, la respuesta es a Dios. El amor es concreto en cada circunstancia.


Amar incluso es decir: eso no está bien, es sinceridad, honestidad, no es complacer eso es mendigar amor, dar para recibir.


Amar según Dios es amar desinteresadamente y eso necesita recibir mucho amor de parte de Dios, entirse amada por Él. Amar a Dios y a los hermanos a veces sin que se den cuenta ahí cuando está cansado, cuando la vida ya no da para más, pero amar aún en esas circunstancias es opción por el amor, porque es mi hermano.


Cuarto ejercicio: DE MISIÓN


Lo que hemos recibido es para darlo a los demás, según las entrañas de Jesús, a veces nos encontramos como ovejas sin pastor, deprimido, desanimados y Jesús nos invita a tener sus entrañas con el hermano y para eso rogar al Señor para que envíe operarios a su mies, empezando por uno mismo, no como mi abuela, reza y reza para que las vocaciones sacerdotales y misioneras aumenten y cuando le dije que Dios me llamaba a ser misionera e dijo, si quiero que hayan más misioneras pero tú no.


Dios te dice: a ti te necesito, tú eres mi elegido, a ti te quiero enviar, cuento contigo. Lo que más ayuda a salir de sí mismo es ayudar a los demás, ahí tu vida encuentra sentido, levanta la mirada para ver que faltan operarios para la mies y necesito que todos los pueblos sean mis discípulos.


Por eso soy misionera, porque veía a mis compañeras del colegio en drogas, prostitución, embarazadas, y me dije yo quiero invertir mi vida para los demás, a cada persona llevarla a Dios desde su realidad y Jesús se compromete con nuestra vida porque nos dice: yo estaré con ustedes hasta el final para que puedan dar lo que reciben.




Citas para la semana: LOS CUATRO EJERCICIOS


JUEVES: Mateo 6,6 Entra en tu pieza y ora a tu Padre.

VIERNES: Juan 12, 23-26 Cargar con la cruz de Jesús.

SÁBADO: Filipenses 2, 5-8 Tener los sentimientos de Jesús.

DOMINGO: 1 Juan 4,19-21 Amar al hermano.

LUNES Mateo 9, 36-38 La cosecha es grande.

MARTES: Mateo 28, 18-20 Vayan y hagan discípulos.


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