domingo, 14 de diciembre de 2014

Preparar el corazón es ofrecer a cada momento el perdón, el amor, la esperanza que cada dia recibimos de nuestro Dios. Mc 1, 1-8


Buenos días Papito Dios, Jesús  Espíritu Santo,  Dios Uno y Trino, gracias por este amanecer, por la vida, por el descanso que repara nuestras fuerzas, por la esperanza que nos despierta cada mañana que nos motiva para vivir para Ti Señor, Dios de los cielos y de la Tierra, nuestro Dios y Señor.
Señor te quiero agradecer en esta mañana especialmente por el regalo de la conversión, porque tu Palabra ha llegada a mi vida, para remover y quitar de raíz todo lo que no te dejaba entrar a mi corazón y porque cada día encuentro que tu Palabra sigue trabajando esta humanidad que muchas veces se resiste y quiere retroceder pero cada mañana  te encuentro empeñado en sacar de mi la escoria para hacer de mi tu profeta que anuncie tu Verdad.  

Quisiera pedirte poder ser ahora como Juan el Bautista la voz que clama en el desierto CONVERSIÓN a los corazones que viven con sed, con hambre de una vida nueva, que se dejan llevar por los espejismos cómodos y baratos de de una vida fácil, o de los  espejismo de un proyecto que se asume como la felicidad “cuanto tenga mi propia empresa”, “cuando tenga esto o lo otro” voy a ser feliz, cuando lo que realmente da la felicidad es un corazón convertido, de lo terrenal y superfluo a lo esencial, que te acoge como tu total ganancia, su total felicidad  y desde lo cual todo lo vive con sentido, todo le llena porque lo vive desde tu intencionalidad que es ser Paz,  Amor, Esperanza,  Consuelo , luz y sal para el mundo.

Gracias Señor porque esta navidad quieres entrar en nuestro corazón de una manera plena y para siempre, por eso tu Palabra nos llama a revisar nuestra vida,  no hay conversión si no hay un examen sincero y muy humilde  para reconocer nuestro pecado: esa situación que tratamos de tapar o relativizar, porque nos conviene.

Me daba cuenta que muchas veces  es por eso que hay momentos en que sentimos “que no te sentimos”, porque hay un bloque que no te deja entrar más, por eso te pido Señor ayúdanos a abrirte las puertas de esos rincones oscuros que todavía están ahí, penetra con la Espada de tu Palabra, hasta los huesos y los tuétanos, hasta sacar lo que no es de Tuyo aunque podamos quedar más pobres materialmente, pero con el corazón en paz, rico en claridad, lleno de tu Luz, porque hemos abierto la puertas a tu Presencia salvadora y renovadora… y entonces solo entonces me decías mi Dios, podremos ofrecer a nuestro hermanos el perdón tal como lo hemos recibido, el amor que hemos encontrado en Ti capaz de esperar lo mejor de nosotros, y nos haga mirar también con esperanza la vida de las personas.

Veía la noticia de un hombre que mató a un cadete por qué no se dejó robar, y me llamó la atención esa noticia y me hacías ver que a veces nosotros también matamos a las personas cuando no hacen lo que queremos, cuando no ceden a nuestros gustos, las matamos con nuestros juicios, nuestros resentimientos, las juzgamos y condenamos:  “son malas”, merecen que no les hable, que no les vuelva a tratar ni confiar, y hablamos mal de ellas porque no aceptan mis condiciones o no son permisivos con mi manera de actuar.

Señor danos la valentía de Juan el Bautista para anunciar un Bautismo de Conversión para el perdón de los pecados. Que nuestra prédica con la Palabra y con nuestra vida, provoque en la gente el deseo de acercarse a esta navidad con el corazón contrito y humillado que se hace un pesebre pobre para que el Hijo de Dios venga a habitarlo.

Hoy día de nuestra Madre, en la advocación de la Virgen de Guadalupe, nos ayude, como ayudó a San Diego, a curar la enfermedad de su familiar. Tenemos nosotros y muchos de los que conocemos enfermedades que no nos dejan recibir el Bautismo de la conversión para preparar el camino al Señor. Hoy  Ella nos dice “¿acaso no estoy aquí yo que soy tu Madre? Cuenta conmigo ¿Quién que confió en mí quedo defraudado?,

Gracias Madre mía Madre de todos los pecadores. Ruega por nosotros por nuestra conversión sincera para preparar el Camino al Señor.
nila


No hay comentarios.:

Publicar un comentario