viernes, 1 de noviembre de 2013

Dios nos envió al Señor de los Milagros.


Jn 3,16-17; Núm. 21,9  

Buenos días queridos hermanos, le doy gracias a Dios por darme la oportunidad de seguir compartiéndoles mi oración por medio de las pautas.

Hay una canción muy bonita que dice: Amar es entregarse olvidándose de sí, buscando lo que al otro pueda hacerle feliz.  Y encuentro que para nuestro Padre Dios que es Amor, su manera de amar es así entregarse totalmente, enviando a nuestra vida a su Amado Hijo Único, para hacernos felices.

Por eso te quiero dar gracias Señor, por enviar  a Jesús,  para que realice en nuestra vida el milagro de la salvación, para que tengamos Vida Eterna.

Frente al cuadro del Señor de los Milagros, preguntaba, ¿Qué le inspiró a Benito, un esclavo moreno para pintar la imagen del Señor de los milagros? ¿Por qué escogió pintar la imagen de Jesús, clavado en un madero como un esclavo? Y  encontraba la respuesta Desde Dios: Porque encontró su libertad en el Amor, porque reconoció que el Padre había enviado a su Hijo único para darle la libertad, para salvarle;   al ver a Jesús crucificado, vio que aunque estaba crucificada la Carne,  el Espíritu era  libre. Nadie puede esclavizar el espíritu, nadie puede matar  el Amor, porque es más fuerte que la Muerte.
Jesús enviado por el Padre con su entrega nos estaba amando hasta el extremo, dándonos la libertad,….y creo que eso es lo que ha querido comunicarnos, en la imagen del Señor de los Milagros:  que todos podemos ser libres, sanos y salvos, por la Cruz de Cristo.

¡Así amó Dios al mundo! Le dio al Hijo Único, para que quien cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna. Juan 3,16

-¿Cómo te pagaré Señor tanto bien que le haces a mi vida?, Tu amor me hace feliz, me libera, me colma, me plenifica por completo y no son solamente sentimientos es una realidad que lo  abarca todo, aún en los momentos más difíciles, en las situaciones, límites;  cuando me hago consciente de cómo  soy amada, que detrás de mí vida  hay Alguien que se ha entregado primero, gratuita e incondicionalmente me siento segura en todo lo que me pueda pasar, esta seguridad me permite entregarme, darte mi vida entera,  porque el amor es entregarse siempre,  a pesar del sufrimiento.

Cuando me piden hacer el testimonio de mi conversión, siempre acude a mi mente la Palabra de Juan 3,16. Dios me ha amado de tal manera, que ha enviado a su Hijo, a su único Hijo para salvarme, para que no me pierda, porque por  tu amor Señoryo he nacido de nuevo.

Dios envió su hijo para darnos Vida nueva y Eterna  porque desde la cruz de Cristo, desde su amor entregado, desde arriba  nosotros vemos todo diferente, porque nos hace trascender las cosas de la carne, nos hace nacer del Espíritu de Dios, para ser espirituales. Dios envió a su Hijo para que nos enseñe desde donde tenemos que mirar nuestra vida, a nuestra familia, nuestros hermanos, y todo lo que pasamos por esta tierra.

“En verdad te digo nadie puede ver el Reino de Dios si no nace de nuevo desde arriba. Lo que nace de la carne es carne, y lo que nace del Espíritu es espíritu. No te extrañes que te haya dicho “necesitas nacer de nuevo desde arriba” Jn 3, 6- 7

“Cuando el pueblo de Israel perdió la paciencia y murmuró contra Dios”, Él mandó unas  serpientes  ardientes para hacerlos reaccionar,   y cuando se vieron sufriendo por las mordeduras, reconocieron que habían pecado contra Dios, entonces el Señor le  dijo a Moisés que hiciera una serpiente de bronce.

Moisés hizo una serpiente de bronce y la puso en un poste. Cuando alguien era mordido por una serpiente, miraba la serpiente de bronce y se sanaba. Números 21,9;

Dios a través de las serpientes ardientes, quiso recuperar a su pueblo;  a veces no entendemos los caminos del Señor, pensamos que El nos castiga, pero a veces Dios permite algo para sacar un bien mayor, en este caso, el arrepentimiento y  la salvación de su  pueblo.
El Señor de los milagros, viene a concretar, lo que estaba pre-figurado en el Antiguo Testamento, Jesús viene a cumplir todo lo que estaba escrito.
«Pero yo, cuando sea levantado de la tierra, atraeré a todos hacia mí” Juan 12, 32

Dios a enviado a su Hijo para  que  nosotros al contemplar tanto Amor, a Jesús crucificado clavado en la cruz, entregándose hasta el extremo, muriendo para que nosotros tengamos vida, podamos mirarle, reconocernos pecadores y ser sanados, experimentar ¡cuánto nos ama Dios!, y siempre  podemos ir a buscar su misericordia, nunca es tarde, Él siempre nos estará esperando, buscando, llamándonos para perdonarnos, no tengamos miedo, “Dios no envió al Hijo al mundo para condenar al mundo sino para que se salve el mundo gracias a Él” Jn 3,17.  . 

El núcleo de nuestra fe es recibir a Jesús en nuestra vida, el Padre nos lo ha entregado, toca a nosotros recibirle, decirle “Jesús yo te recibo, reconozco que has venido por mi, para mi, para que creyendo en Tí tenga Vida eterna. Gracias por  los milagros de conversión  que se dan en nuestra vida todos los días por tu gracia y tu poder.  Gracias por amarnos hasta el extremo de morir por nosotros en la cruz, gracias Padre por darnos a Jesús, nuestro Señor de los Milagros.

Gracias Madre por tu Sí al plan de Salvación del Padre, gracias por darnos a tu Hijo Jesús, ruega por nosotros para que aprovechemos tanta Gracia, tanto amor para nuestra vida, permaneciendo siempre en oración, en diálogo constante con la Trinidad, para colaborar con la salvación de nuestros  hermanos.

Dios nos bendiga.


Nila

1 comentario: