“Mientras iba de camino, ya
cerca de Damasco, le envolvió de repente una luz que venía del cielo. Cayó
al suelo y oyó una voz que le decía: «Saulo, Saulo, ¿por qué me
persigues?» Preguntó él: « ¿Quién eres tú, Señor?» Y él respondió:
«Yo soy Jesús, a quien tú persigues. Ahora levántate y entra en la
ciudad. Allí se te dirá lo que tienes que hacer.”
Señor el contemplar la experiencia de conversión de Pablo, me hace
sentirme segura, confiada en tu Misericordia, saber que también nosotros
podemos tener una experiencia y un camino como el de él, porque el cambio de
vida de Pablo su nacimiento nuevo es a partir del encuentro contigo mientras
iba de camino, en una circunstancia que no era de ejercicios espirituales, ni
de retiro, Pablo iba a arrestar a tus seguidores, por eso, entiendo que todo lo
que le sucedió fue por Gracia.
Por eso escribe en su carta a los Gálatas “…un día, a Aquel que me había escogido desde el seno
de mi madre, por pura bondad
le agradó llamarme y
revelar en mí a su Hijo para que lo proclamara entre los pueblos paganos. Gal 1,15-16
Señor yo creo que Pablo nunca se habría imaginado que esto le iba a suceder, fue un milagro lo que le ocurrió
en ese camino a Damasco, como yo tampoco me imaginé enamorarme de ti de esta manera, y vivir esta pasión por darte
a conocer, y es que Tú nos sales al
encuentro en el camino de nuestra vida de nuestros quehaceres y rompes todos los esquemas, Tu Palabra nos
hace nacer de nuevo, es una Luz que nos envuelve, nos hace caer al suelo, pero es para
transformarnos, para levantarnos diferentes, con una nueva vida, con una
misión, con un sentido un para que vivir, una razón para amar, para ser
felices, para vivir cada día con esperanza, con fe, con alegría, con ánimo, con amor.
Pablo empezó a descubrirte cuando
empezó a dialogar contigo, y ese es el efecto de la oración cuando te abrimos
la puerta de nuestro corazón, cuando te respondemos, cuando te escuchamos,
cuando conversamos empieza nuestra amistad, nuestro cambio, nuestra vida nueva.
El encuentro con Jesús marca en
nosotros una nueva historia en nuestra vida, Por gracia de Dios Pablo experimenta una
conversión inmediata y radical, pero debió vivirla en la fe y la perseverancia
durante toda su vida esto le hace escribir
“Nuestro hombre interior se renueva cada dia”…2Co 2,26 todo fue por gracia de Dios. Nuestra
conversión puede empezar en los ejercicios pero debe continuar después en el día
a día por la oración permanente, continua, incesante.
Pablo empieza una nueva vida
desde que dialoga con Jesús, cuando le pregunta "¿Quién eres tu Señor?" y
recibe la respuesta que le transforma la vida, Yo soy Jesús y de perseguidor lo convierte a un precursor de la Buena Nueva y en un apóstol apasionado. Que
podamos también nosotros empezar cada día nuestra oración, haciéndote esa
pregunta ¿Quién eres tú Señor? Para escuchar el YO SOY que nos transforme en
instrumentos elegidos por Dios para darle a conocer por sobre todas las cosas y
mirar todo lo creado como pelusa, como peso muerto.
“Al tener
sin embargo a Cristo, consideré todas mis ganancias como pérdidas. Más
aún, todo lo considero al presente como peso muerto en comparación con eso tan
extraordinario que es conocer a Cristo Jesús, mi Señor. A causa de él ya nada
tiene valor para mí y todo lo considero como basura mientras trato de ganar a
Cristo. Y quiero encontrarme en él, no llevando ya esa justicia que
procede de la Ley, sino aquella que es fruto de la fe de Cristo, la justicia
que procede de Dios y se funda en la fe…Filipenses 3,7-9
Quiero conocerte Señor quiero empezar una vida nueva, quiero aprender a
orar, para darte en mi vida el primer lugar, seas mi prioridad en todos mis
proyectos quiero aprender a seguirte y
aunque no sepa quiero conocerte escuchar tu Voz que le hable a mi corazón que
quiere nacer de nuevo, empezar todo, que mi vida sea un después de Cristo DC,
vivir para ti vivir ese amor apasionado de Pablo para predicar tu Evangelio
aunque me canse, seguir entregándote toda mi vida para que hayan muchos Pablos muchos apóstoles que lleven tu Luz a todas las
gentes.
Madre regálanos mucha humildad para creer que se puede nacer
de nuevo, ánimo para buscar esta Vida Nueva que nos ofrece Jesús. Poner
atención al interior para crecer en el Amor.
Dios nos bendiga.
Nila
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