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Isaías 55,10-11
Como baja la lluvia y la nieve
de los cielos y no vuelven allá sin haber empapado la tierra, sin
haberla fecundado y haberla hecho germinar, para que dé la simiente para
sembrar y el pan para comer, así será la palabra que salga de mi boca. No
volverá a mí con las manos vacías sino después de haber hecho lo que yo quería,
y haber llevado a cabo lo que le encargué.
Señor, te doy Gracias por que tu
Palabra tiene una intencionalidad tan grande con mi vida como ninguna palabra en el mundo, ni aun de las personas que mas
me quieren, porque cuando baja y
toca mi vida es para hacer de mi
una persona Viva, Plena, baja para hacer
de mi una persona nueva y no regresa sin
haber logrado su objetivo, no se queda a medio hacer, sino que se empeña en
sacar de mi lo que el Padre le ha encargado.
Baja desde los cielos por mí, para
hacer de mi vida una tierra fértil, fecunda con vida y capaz de dar frutos
de Vida eterna.
Tu proyecto con mi vida es mejor
que mis proyectos, porque yo miro mi vida muchas veces desde lo pequeño, lo que brilla solo por un
momento, lo temporal tener un trabajo, estar bien de salud, tener mis bienes
materiales, bienestar económico, profesión, etc.… pero Tu Proyecto es superior :
es darme la Vida eterna, la Santidad, la alegría completa, ser luz, ser sal,
ser fermento, ¿puede haber un proyecto mejor que el tuyo para mi vida? Nuestra mejor respuesta sería creerle y ponernos
baja la lluvia de su Palabra.
Por eso te doy gracias por la
oportunidad que me das de ir a los ejercicios, de estar a solas contigo,
como lluvia y tierra que se encuentran
para producir frutos.
Si no he estado dando los frutos
que esperabas de mi sé que en este encuentro
tu Palabra como lluvia y como nieve que baja de los cielos va a correr
por mi vida llevándose todo lo que me ha estado contaminando, va a penetrar
hasta lo más profundo de mi ser, hasta
donde se juntan los huesos y los
tuétanos para sacar de raíz lo que no me deja crecer como discípula.
Cuando recibimos la palabra con fe y sobretodo le damos tiempos largos a la Palabra, en los ejercicios o los retiros,
recibimos una Gracia sin igual, porque
el Señor lee nuestros deseos de Él, siente nuestra sed de beber el Agua Viva y
se da en abundancia, derrama su amor sobre nosotros, no solo nos moja sino que
nos empapa hasta chorrear su amor por donde vamos, los
ejercicios son derroche de Amor de Dios para con nuestra vida.
“El que beba
de esta agua volverá a tener sed, pero
el que beba del agua que yo le daré nunca volverá a tener sed. El agua que yo
le daré se convertirá en él en un chorro que salta hasta la vida eterna.” Jn
4,13
Creedme, parece decir el Señor: Mi palabra es
eficaz. Cuanto os digo es verdadero. Como la lluvia que baja del cielo no
vuelve a él sin antes empapar y fecundar la tierra, así mi palabra no vuelve a
mí sin cumplir su cometido.
Necesitamos creer, poner los
medios, salir a su encuentro…Búscame
ahora que me puedes encontrar llámame ahora que estoy cerca….Dios nos está
llamando, quiere cambiar nuestra vida, que no sigamos viviendo igual, estamos
destinados a tener una vida grande a dar muchos frutos abundantes y duraderos,
El nos necesita para dar de comer a tantos hambrientos de sentido, de amor, personas
que parecen vivas por fuera, pero que por dentro están secos, porque gastan su
vida en lo que no es pan, andan con sed
y no encuentran la fuente de Agua viva, nosotros somos los discípulos a quienes
el Señor confía su Palabra salvadora, nos llama para estar con Él (Mc 3,13),
primero nosotros y luego ir predicar a la vida de los hermanos, a darles de comer y de beber, somos VD Palabra
de Dios, para cooperar con el plan del Padre de quien procedemos y adónde vamos a regresar, los ejercicios nos enseñan cómo vivir nuestra
identidad y misión en la vida para no
regresar al Padre con las manos vacías.
Atiéndanme y acérquense a mí, escúchenme y su
alma vivirá.
Dios nos bendiga.
Nila
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