Is 50,4-7; Sal 21,8-9.17-24; Filp 2,6-11; Mt
26,14 – 27,66
Hoy domingo de Ramos, empezamos
la Semana Santa, después de haber vivido los cuarenta días de Cuaresma unidos a
la Palabra de Dios nuestro corazón se ha ido preparando, nuestra fe ha ido
aumentando por la oración y el encuentro con Jesús, para creer Él y reconocerle
como nuestro Rey, como el Hijo de Dios, que tenía que venir al mundo a
enseñarnos ¡Cuánto nos ama nuestro Padre Dios que le ha enviado a redimirnos, a
salvarnos y darnos la Vida eterna!
Este domingo es muy especial,
este día es una puerta que se abre para entrar a la Semana santa y contemplar, la
Pasión del Señor, la pasión por el hombre, por nosotros, es un Amor tan grande
que se entrega sabiendo que le va a costar la vida, que le van a hacer sufrir,
le van humillar, azotar, y crucificar. En
esta semana Santa vamos a seguir paso a
paso a Jesús y Él mismo nos dirá con su
vida, su sacrificio cuánto vale nuestra vida para Él: Mi entrega
es por ti, porque te amo
Jesús estas semanas ha curado a
un ciego, ha resucitado a un muerto, y realizado muchas curaciones más, pero
ahora Él mismo se da por completo ¡para poder vivir dentro de nosotros!! Jesús
va a morir y va a resucitar en cada uno
de nosotros, o sea que muere para que tú vivas, para que yo y todos vivamos la
Vida de Jesús: la Vida eterna! Es muy grande lo que va a suceder esta semana, no podemos dejar de
estar atentos y en oración, siguiendo a Jesús como decía, paso a paso.
Contemplar la Pasión de Jesús
esta semana, es para aprender de Él a amar mas allá de las palabras y los
sentimientos, las charlas o prédicas. Es pasar a dar la vida, salir del miedo,
de ese instinto de conservación, que nos hace ponernos a la defensiva “..y que si me pasa algo malo, y si…”…tantos condicionantes
que nos limitan, ver a Jesús es verle arrojarse sin miedo al martirio, al
dolor, al peor sufrimiento, la peor humillación por ti. Jesús lo único que veía
al final, detrás de la cruz, era tu
vida. Tú eres el motivo de su entrega,
la razón de su Pasión
Es muy importante que hagamos
experiencia personal de salvación, esto cambia nuestra vida y la perspectiva de todo lo que hagamos o estemos viviendo actualmente o más adelante nosotros y nuestros hijos y todas
las generaciones, experimentar que Jesús se entrega por mí, porque me ama es algo que lo cambia todo, que le da sentido
a todo, que te hace sentirte valioso, importante y tanto que se sigue entregando hasta hoy en cada
Eucaristía, por eso el Jueves Santo
necesitamos estar con Jesús, acogerle cuando nos diga “Este es mi Cuerpo que lo
entrego por ti”, responderle, Gracias Jesús yo te recibo con el mismo Amor y te
entrego mi cuerpo, me entrego a ti para
amarte y serte fiel, todos los días de mi vida…y así amar a todos mis hermanos como
tú me has amado a mi”.
El Viernes santo, acompañarle en
su Camino de Cruz o Vía Crucis,
recogiendo esas gotas de sangre y sudor que va derramando por el camino, no
dejar que se pierda tanto Amor, dejarme lavar, purificar, recibir su amor redentor, morir con Él en la cruz, y resucitar al tercer
día con Él. Dejar que me haga pasar de la Muerte a la Vida, y celebrar la
Pascua de resurrección, la Vida nueva
que Jesús nos quiere regalar…la Vida eterna.
Quisiera pedirte Jesús nos regale
la Gracia de vivir estos días, contigo, acompañándote, no permitas que nos
separemos de tu lado, estemos donde estemos, ya sea en un retiro, en la
Convivencia, en la Parroquia, de paseo con la familia, de descanso en la casa,
atendiendo las labores, el trabajo, etc…que nuestro corazón permanezca unido a
Ti, gracias por todo lo que vas a realizar esta semana, gracias por demostrarme
con tu propia vida y entrega cuanto me amas, gracias por venir a
salvarme, por ser fiel al
proyecto del Padre, hasta las últimas consecuencias. Gracias mi Amado Jesús, mi
Redentor.
Nila
No hay comentarios.:
Publicar un comentario