martes, 12 de octubre de 2010

Da lo esencial, lo único que tienes para vivir.

En este comienzo del día, Dios nos otorga el gozo de poder alabarlo, de poder amanecer, abrir los ojos y dirigirlos hacia El y llamarlo PADRE, “Padre mío, Padre de todos, Tu eres Todo lo que tengo para vivir Señor, mi suerte esta echada en tus manos, eres mi Recurso inagotable, la fuente de Vida que no se acaba, que me da en abundancia para dar”.
El amor de Dios se renueva cada mañana en nuestra vida, porque necesitamos sentirnos amados por Dios que es Amor para amar a todos los que nos encontremos en el camino, porque también somos Amor, por eso somos vida para los demás en lo que hagamos, si no amamos estamos muertos decía San Juan.

Por eso esta mañana con la cita que vamos a orar, vamos a contemplar, el amor que pone una viuda en su ofrenda al Templo, ella, además es pobre, que no tiene más recursos para vivir que dos moneditas como dice Jesús.
Lucas 21, 1-4

“Jesús levantó la mirada y vio a unos ricos que depositaban sus ofrendas en el arca del tesoro del Templo. Vio también a una viuda muy pobre que echaba dos moneditas.

Entonces dijo: “En verdad que esa viuda sin recursos ha echado mas que todos ellos, porque todos esos han dado de lo que les sobra, mientras que ella no teniendo recursos, ha echado todo lo que tenía para vivir”

En el Templo habían dos alcancías para las ofrendas, que eran destinadas a las personas que trabajaran en su reparación, mantenimiento etc.no era para los sacerdotes.
El Lugar era para todos, para ir a alabar a Dios, para reconocerle como el Dios de Israel, el que provee de todo , el que sabe lo que necesitan sus hijos, que da el mana cuando tienen hambre, las perdices en el desierto, el agua que sale de la roca.

A mi me ayudaba mucho entenderlo (2Reyes 12, 10-13), porque en el contexto iba entendiendo la actitud de la viuda, ella se desprende de todo lo que tiene, de todos sus recursos materiales, de todo lo que tiene para vivir, por Amor a Yave, y amor a los hermanos israelitas, o a todos los que iban a ir a ese Templo, su poco dinero para ella era toda su riqueza, y lo ponía al servicio de los demás para beneficiar a todos.

Jesús cuando levanta la mirada no se fija tanto en la cantidad que ponemos sino en la calidad, en nuestra intención, si nos reservamos algo, o si lo damos todo.

Esta Mañana la Palabra nos invita a revisar como estamos viviendo con las personas de nuestra casa, con el esposo, los hijos, los amigos, los hermanos de la comunidad?, nos reservamos la entrega, la caridad, el amor, o lo damos todo, decidimos confiar en Dios como nuestro Recurso, como todo lo que tenemos para vivir?

A veces yo siento que mis dos moneditas de paciencia, de confianza, lo poco que tengo se me va acabando, porque hay ocasiones que parece que ya no damos mas, no hay muchos recursos de calma con los hijos, los problemas de la casa, cuando no funcionan bien las cosas, la computadora, los proyectos, el carácter de algunas personas, el poco amor que tengo de repente se acaba, pero ese poquito dice el Señor “dámelo, entrega todo eso que tienes aunque sea poquito, yo lo usare para engrandecer el templo, que es tu corazón”.
Seguramente que la viuda se sintió muy feliz al dar todo lo que tenia, y también seguramente recibiría ciento por uno, porque asi es Dios, cuando das un poquito el te sobrepasa en lo que te da….tenemos la seguridad de tener a nuestro Dios Padre Vida y Amor que nunca nos a va a faltar, porque el sabe lo que necesitamos (Mateo 7).

Jesús dio todo lo que tenía por amor a nosotros en la Cruz, dio su vida humana, no se reservó dolor alguno, no hubo martirio por el que no pasara, porque tenía puesta su confianza en el Padre.
Que podamos hoy también mirarle a El y aprender de la viuda que es lo que nos dice ahora Jesús, “fíjense en esa pobre viuda, aprendan de ella a entregarlo todo, a poner su confianza en el Padre”.
Que nuestra Madre nos ayude a ser como ella, dar lo esencial, dar la Vida de Dios, EL AMOR que habita en nuestros corazones, sin miedo, no desconfiar de los demás, entregarlo todo a Dios para bien de los hermanos.
Dios nos bendiga.

Nila

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