sábado, 2 de octubre de 2010

Hagan lo que El les diga

RESUMEN DE LA ESCUELA DE LA PALABRA
28/09/2010

Qué bonito que Dios y la Comunidad nos ensanche el corazón para acoger a todos los hermanos que vienen a esta Escuela de la Palabra de Dios.

Y empezaba esta Escuela dando gracias a Dios porque tenemos mucho que agradecerle, porque su Amor es eterno. Es preguntarse ¿Por qué te quiero dar gracias? Porque un corazón agradecido está lleno de alegría, como María que siempre canta las grandezas que Él hace en Ella y es feliz.

En esta semana Bíblica agradecía con María a todas las personas que han hecho que la Biblia llegue a tanta gente y en todos los idiomas para tener más cerca la Palabra y aprender a hacer la voluntad de Dios.

Para profundizar con María la oración y Ella sale a nuestro encuentro para enseñarnos a orar. Madre gracias por ayudarnos a ensanchar nuestro corazón y acoger la Palabra. Ella nos enseña a perseverar, a hacer constante en la oración por que Ella es un medio por el cual Dios nos alimenta, nos da la fuerza para enfrentar las circunstancias de la vida y la de todos aquellos a quienes nos confía.

Me acordaba que en una Cuaresma en Cuenca, Ecuador, hicimos una convivencia, con los universitarios y había una chica que se le vio toda empeñosa durante la convivencia y luego ya no se le vio por la Comunidad y nos llamaba la atención y nos preguntábamos qué será de ella, qué le habrá pasado y luego después de mucho tiempo la encontramos y le preguntamos ¿Por qué no había ido a la Comunidad? Y nos contestó que con lo que había hecho en la Convivencia de Pascua era suficiente por ese año, y María nos enseña a perseverar en el día a día pues necesitamos alimentarnos todos los días.
Y le preguntaba a María ¿Cómo acompañaba a los discípulos en su oración? ¿Qué hiciste? Yo los acompañaba para poner cimientos fuertes en la primera Comunidad, y les acompañaba en su procesos de ser Cristos, y Ella lo hace en silencio acompañando a cada uno de sus hijos.
En los Estatutos del Verbum Dei, se nos dice que María revela el rostro materno de Dios, a todos los hombres. El Padre, busca muchas maneras para acercarse a nosotros y nos da a María para que no nos andemos solos, ni huérfanos.

En la Universidad, muchos alumnos vienen de provincias, aunque sus mamás estén lejos, ellos se sienten huérfanos porque llegan a sus cuartos y no hay quién les diga ¿Cómo estás? ¿Qué tal te ha ido? Y yo les decía ahí tienes a María, salúdala, ponte en su regazo como un niño y cuéntale todo lo que te pasa, Ella es tan cercana a nuestra vida, nos es muy familiar.

Yo me acordaba que antes de conocer a Dios, yo sólo acudía a María en los momentos difíciles y le ofrecía rosarios para que me saque de esa situación pero poco a poco me he ido acercando a Ella, y tengo la experiencia de que me siento acogida por ella y yo la acojo en mi vida.

En nuestros Estatutos dice que María es la elegida por Dios, Él la escogió para algo tan grande, tan trascendental como es la de dárnosla como Madre nuestra y de la Iglesia, por eso Jesús nos la dio en la cruz, cuando le dijo a Juan: ¡Ahí tienes a tu Madre! ¿Por qué se la entregó a él, porque confiaba en él, sabía que Juan la iba a cuidar, y a María le dice ¡Ahí tienes a tu hijo! Es un Amor, una confianza recíproca.

Una vez orando esta cita, me preguntaba ¿a quién confiaría a mi madre? Y yo pensaba a quien la cuide y le cuide su fe y eso hizo Jesús dejó a María como nuestra Madre, es la herencia que nos dio Jesús, para que la acojamos, y dejemos que Ella nos cuide, nos de fuerzas para seguir adelante.

Hay una canción que dice: Ella será tu luna llena en las noches más oscuras, cuando arrecie el combate, será tu mejor armadura, ella te dará su Amor, toda su ternura-

Yo le decía: Mamá tú eres mi mejor armadura, porque necesito esa fuerza tuya que viene desde dentro y le agradecía eso que Ella es mi mejor armadura.

Una vez tenía que predicar y hacer otra cosa que a mi me parecía más importante, pues pensaba que la predicación la podía hacer otra misionera, pero no pudieron hacerlo y así que tenía que predicar pero que no me salía por lo que estaba más en hacer lo otro, y le decía a María: Mamá quiero predicar con alegría pero no me sale, ayúdame, y Ella paciente, delicadamente me enseñaba a decir ¡SI! con ganas.
Mamá conviérteme y Ella va conquistando mi corazón para ser más fuerte y ponerme en contacto con Dios, con su Palabra para mi y que llegue también a los demás.

Ella trabaja nuestro corazón cuando le pedimos: ¡Enséñanos a orar! Desde mi situación desde donde estoy.

También en nuestros Estatutos dice: el cambio sustancial que la vida del hombre necesita, de volver a nacer, a resucitar: a pasar del egoísmo al amor, del odio e individualismo a la fraternidad, del yo a Cristo, le resulta imposible al hombre por si mismo: sólo Dios, para el que nada es imposible, nos lo enseña y comparte, pacientemente por medio de María, María nos enseña el camino para hacer lo que nos pide Dios, porque a veces no entendemos sus planes para con nosotros, sus deseos, el hacer su voluntad, en esos momentos fíjate quién es el que te está pidiendo, quién es el que te propone, preguntarle a Dios ¿Qué me propones a mi Señor? Porque tú eres el Dios de los imposibles, y eso le bastó a María, que Dios se lo proponga para que Ella lo haga.

También debemos hacer experiencia de creer en el Dios de los imposibles, que hace las cosas mejor de lo que nosotros deseamos y queremos, a mi me asombra su manera de actuar, por eso decirle ¡SI! y fiarse de El.

En esta noche, me salió Dios al frente y quería preparar la Escuela pero me sentía mal, sentía que debía pedir disculpas a una persona con la que no había sido muy amable, y le decía Madre ¿Qué hago? Ella me decía ¡Lánzate! Es sencillo. Pedí disculpas y es María la que me empujó a dar ese paso a la humildad y me decía se trata de defender lo esencial: la fraternidad, la unión-

Una misionera que ya murió dejó entre sus escritos, ¡Hay que buscar lo esencial! Porque uno se pierde en minucias, y en cosas que son relativas, lo esencial es el reino, la paz entre los hermanos.
El Padre Hurtado, un santo chileno, decía nos dejamos coger por el anzuelo de lo temporal, ponte en contacto con Dios, a través de María, ella pacientemente se aplica a la vida de cada hijo, con delicadeza con ese Amor entrañable.

María en su pedagogía, nos lleva por los caminos de Dios a seguir los pasos de Jesús, y se compromete con cada uno hasta hacer de nosotros otros Cristos y quiere que veamos a los demás, a la humanidad como ese hijo herido, por los resabios amargos de la vida, resentimientos que no se pueden superar, y ella no se escandaliza ni por nuestros pecados, nos da la medicina que necesitamos para ser como su hijo Jesús en plenitud.

Ella en las bodas de Canaán, le dice a Jesús, que no hay más vino, ella no está ahí pasivamente, su paciencia es activa, sin exigir, pide esperando la hora de Jesús, el tiempo de Dios.
En la convivencia con los jóvenes, no querían levantarse, ni a las seis de la mañana, ni a las siete y el tiempo de oración se disminuía y eso me impacientaba, pero esos minutos de oración le decía a María enséñame a ser paciente y ,e decía ¿Quién tuvo paciencia contigo en tu proceso? Cuando aún no entrabas al ritmo de la comunidad, y eso me hizo ser paciente con ellos y ayudarles en su proceso como lo habían hecho conmigo.

María nos dice ¡Hagan lo que Él, les dice! Ahí está la clave: la confianza, hacer lo que Él dice. Y sentía que antes me fiaba de Dios, pero siempre me reservaba algo y no lo hacía totalmente, ahora me doy cuenta que con el tiempo he aprendido a confiar de él, él ha conquistado mi confianza y por ello me lanzo a la Misión, con la certeza de que sus caminos y proyectos son mejores que los nuestros y para ello necesito hacer camino de oración, él nos enseña a descubrir en su Palabra que nos puede curar y curar a las personas que pone en nuestras manos.

Llene los recipientes de agua, ellos se fiaron y lo hicieron porque se fiaron se produjo el milagro, él hace el milagro y a nosotros nos pide disponibilidad, para que todos puedan saborear el buen vino.

María nos encamina y nos pone en contacto con Dios y luego sin que lo notemos ella desaparece para que nos quedemos con Jesús, ella disfruta de que todos disfruten el buen vino.
Ella provoca nuestra conversión personal y comunitaria, el vino lo probaron todos nos ayuda a crear comunidad, a hacer fraternidad.

Mi experiencia en la comunidad, en todo este tiempo que he estado en Perú (Mónica, se va a EE.UU.) le daba gracias a Dios, porque ha sido tiempo de saborear el vino nuevo, ha sido una experiencia de saborear la alegría, el gozo de cómo cada uno pone su agua y se convierte en vino, ahora siento que tengo fuerza para entregarme me siento renovada y he ensanchado el espacio de mi tienda a través de la confianza que me ha dado la comunidad, que me ha sacado a espacio abierto, y me hizo disfrutar en este tiempo en extender mi morada con completa libertad.

Y este buen vino te hace confiar también en los demás, que también quieren lo mejor para nuestra comunidad, que todos queremos lo mismo: la misión, que su Palabra llegue a toda las personas y que con ellos puedes caminar.

Todo este tiempo siento que María se ha comprometido con nuestras vidas para ponernos en contacto con Dios y en las personas que Él nos confía.


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