sábado, 1 de marzo de 2014

Vengan coman y beban este Amor en mayúsculas. Isaías 25,16


Yavé de los Ejércitos está preparando para todos los pueblos, en este cerro, una comida con jugosos asados y buenos vinos, un banquete de carne y vinos escogidos. (Is 25,6-7)
Quiero anunciar la bondad y el Amor del Señor:
Tu misericordia es eterna Padre amado, no te cansas de perdonarnos, de llamarnos de desearnos, de buscarnos para estar contigo y darnos el banquete de tu presencia, de tu compañía, de tu Amor. Gracias por invitarnos al cerro de la oración, al lugar de encuentro contigo, siempre estas disponiendo para nosotros lo mejor lo escogido, lo  bueno,  porque nos miras de una manera especial, nosotros para ti somos únicos e  irrepetibles; nosotros nos miramos tan poquita cosa, nos quedamos mirando nuestras culpas, nuestra miseria, nuestro pecado, nuestra pobreza, y que muchas veces nos paraliza o nos hace ir a medias en la misión, pero cuando  levantamos la mirada nos devuelves la Vida, el ánimo, la alegría, la paz, el consuelo, la esperanza, lo que necesitamos para ser felices. Gracias Padre.
La oración es el monte, el lugar del encuentro personal donde Dios nos invita a subir, el lugar elevado, sagrado, que se alza por sobre la tierra, para darnos una visión panorámica del Plan de Amor que tiene para nuestra vida.
El Señor nos invita a dejar una vida de hambre, de carencias, nos quiere sacar de  la miseria, del vacío, de lo que me tiene raquítico (a) espiritualmente. Nosotros ya conocemos donde está el Pan de vida, que cuando se come no se tiene nunca más hambre, el Agua viva que cuando se bebe no se vuelve  a tener nunca más Sed, solo nos falta decidirnos a subir y si no podemos hasta le podemos decir que nos ayude, así de grande es su Amor.
Estamos invitados a la Mesa del Señor, El nos ama tanto que ha preparado para nosotros manjares exquisitos, y al contemplar la mesa preparada para nosotros;  uno siente tanto agradecimiento, se siente uno tan amado, tan amada, porque Dios nuestro Padre no sabe que mas hacer por nosotros;  quiere contentarnos, hacernos felices, pero que ciegos vivimos algunos, mirando al otro, comparándonos, queriendo ser alguien diferente, tener lo que el otro tiene, mirando lo que nos falta, sin apreciar el Amor que ya  se nos ha dado que Dios todo lo ha hecho perfecto en nosotros. “Si no te has dado cuanto cuanto te amo, “pídeme un colirio que te pondrás en los ojos para ver” “Ap 4,18
EL Señor nos llama porque no necesita bien alimentados, bien fuertes para anunciar su Palabra, alrededor de nosotros mucha gente que  vive en la oscuridad, dentro de cada familia, detrás de muchas personas hay historias de dolor muy grandes. Corazones tan heridos, por lo que han hecho y lo que les han hecho. Hermanos: El Amor de Cristo nos urge, (2Cor 5,14)  no hay que pensarlo mucho para salir a dar su Palabra para contagiar el Amor que recibimos cada día.
 No hay que ir muy lejos para descubrir cuanta falta hace la Palabra, que la gente conozca que su vida es profundamente amada, que Dios les tiene preparada una Vida abundante.
 “En este cerro quitará el velo de luto que cubría a todos los pueblos y la mortaja que envolvía a todas las naciones. Y destruirá para siempre a la Muerte. El Señor Yavé enjugará las lágrimas de todos los rostros; devolverá la honra a su pueblo, y a toda la tierra, pues así lo ha dicho Yavé. Entonces dirán: «Este es, en verdad, nuestro Dios, de quien esperábamos que nos salvara; éste es Yavé, en quien confiábamos. Ahora estamos contentos y nos alegramos porque nos ha salvado;  pues la mano de Yavé se nota en este cerro.»
Que la Mano del Señor que nos ha rescatado que nos ha devuelto la Vida, se note, que seamos discípulos contentos, positivos, optimistas,  que se note que Dios ha pasado por nuestra vida en los ejercicios espirituales y en cada encuentro con El.
Madre enséñanos a vivir alegres, a contagiar a nuestros hermanos el Amor que llena nuestro corazón, la alegría de la salvación.
Dios nos bendiga.
Nila



No hay comentarios.:

Publicar un comentario