miércoles, 4 de diciembre de 2013

Es Rey porque ama la pobreza y pequeñez del pecador que arrepentido humildemente se abandona en Él. Lucas 23, 36-43


Señor Jesús, gracias porque a la luz de tu Palabra nos haces acercarnos a ti en medio de tormentas y de crisis de toda clase, de la falta de trabajo, de dinero, de la impotencia de no poder hacer nada frente a los ambientes de trabajo donde se vive la envidia, la competencia, la deslealtad,  la falta de fraternidad… que bonito es encontrarte siempre a nuestro lado como un Rey que tiene poder sobre nuestra vida nuestra desesperanza y falta de ánimo, Tú tienes Poder Jesús para hacernos saborear las primicias del Reino, saborear la paz, la fe, la esperanza, tu Amor, Ayúdanos Señor ahora a meditar tu Palabra.

“La gente estaba allí mirando; los jefes, por su parte, se burlaban diciendo: «Si salvó a otros, que se salve a sí mismo, ya que es el Mesías de Dios, el Elegido.»  También los soldados se burlaban de él. Le ofrecieron vino agridulce  diciendo: «Si tú eres el rey de los judíos, sálvate a ti mismo.» Porque había sobre la cruz un letrero que decía: «Este es el rey de los judíos.»
 Uno de los malhechores que estaban crucificados con Jesús lo insultaba: «¿No eres tú el Mesías? ¡Sálvate a ti mismo y también a nosotros.» ¿Pero el otro lo reprendió diciendo: «¿No temes a Dios tú, que estás en el mismo suplicio?  Nosotros lo hemos merecido y pagamos por lo que hemos hecho,  pero éste no ha hecho nada malo.» Y añadió: «Jesús, acuérdate de mí cuando entres en tu Reino.»  Jesús le respondió: «En verdad te digo que hoy mismo estarás conmigo en el paraíso.»”  Luc 23, 35-43.

El  otro ladrón,  los jefes y  los soldados  gritaban ¡sálvate a ti mismo!! Porque  ellos solo conocían la palabra salvación personal, egoísta,  su conciencia no podía reconocerte, porque estaba cargada de reyezuelos, y por eso no podían ver al Rey, en cambio  Dimas con gran humildad y abandono  te reconoce como Rey  y te entrega su alma ¡que milagro de conversión!

….. “Acuérdate de mí cuando entres a tu Reino” te preguntaba: Señor que significan estas palabras de Dimas (como ha llamado la Tradición a al buen ladrón, cuya fiesta se celebra el 23 de Marzo), ¡Seguro que había escuchado de Ti!, ¿Quién no había escuchado de ti en Israel?, sabía que se hablaba de que eras el Mesías esperado,  que eras amigo de los pecadores, sabía que no habías hecho mal a nadie, quizás le habrían hablado de tus predicaciones:   del pastor que busca a la oveja perdida y cuando la encuentra hay una gran fiesta en el cielo, habría escuchado de la alegría  del Padre que abraza a su hijo cuando regresa a casa….y  por eso te pide que te acuerdes de él…
Porque te habría estado buscando y en ese momento de sufrimiento, brotó esa semilla que ya tenía en el corazón, la Palabra que por ahí escuchó dio fruto, se manifestó en el  deseo de estar contigo…de encontrar  el Reino de Dios,  de ser amado.

Por eso cuando te ve  a su lado, tan cerca como nunca lo había imaginado y precisamente en el momento que más lo necesitaba en la hora de la muerte, te pide con un corazón contrito y humillado “¡Jesús, acuérdate de mí cuando entres en tu Reino!,  cuanto más querría decirle a Jesús …Jesús perdóname por mis pecados, es que no conocía otra manera de vivir, pero ahora estoy arrepentido, y ahora que estoy  a tu lado viéndote sufrir para salvar a toda la humanidad me doy cuenta que hay otra manera de vivir, es vivir para salvar, para amar….por eso  ahora Señor te pido acuérdate de mi,  reconozco que tu eres Jesús, el Salvador, que no busca salvarse a sí mismo, que se queda en la cruz para salvar a todos porque su amor es tan grande que cubre   todo el pecado de la tierra, y sabe perdonar a todo el que se lo pide con un corazón  arrepentido…

Acuérdate de mí cuando entres en tu Reino, cuando se ama no se olvida, los olvidos son falta de amor, no falta de memoria, cuando se ama mucho, se recuerda todo, pasan los años y sigues acordándote de los detalles de amor…el que ama perdona, Dimas le hace una petición pequeña pero a la vez la tan grande: Entrar al Reino de Dios, no pide un alivio a su dolor, pide amor y también  le ama,  pedirle a Jesús  es confiar,  es amar… “no temas pequeño rebaño porque al Padre de ustedes le agradó darles el Reino”, (Luc 12,32)
Señor que consuelo habrá sido para Tí, la vida de Dimas y su arrepentimiento y abandono; en medio de todos los que te rechazaban entrar al Reino de nuestro Padre, cargando en tus hombros a Dimas, como la ovejita perdida y  hacerle entrar al Reino del Padre,  y juntos celebrar la Fiesta.

Yo también te pido con un corazón arrepentido: Acuérdate de nosotros Señor cuando venga tu Reino, que no te busquemos solamente para que nos salves de las situaciones de sufrimiento, sino mas bien, en todo lo que nos pasa, pedirte que nos hagas entrar en tu Reino de Paz, de Amor,  de confianza, que tu Palabra no pase nunca de nuestra vida, que permanezcamos en ti siempre creyendo que  tu amor ya está derramado  en nuestros corazones, que no busquemos solamente nuestra salvación sino la de todos los hermanos, acuérdate de nosotros Señor,  necesitamos tanto amar como tu amas, consolar a los que sufren, decirles “Hoy mismo puedes entrar a saborear las primicias del Reino del Padre preparado para ti desde el principio, vivir con Jesús todo lo que la vida te va presentando”.

Gracias Madre por acompañarnos por estar con nosotros y alegrarte cada vez que le pedimos a tu Hijo nos haga entrar en su Reino,  danos más humildad más pobreza de corazón para  tener una conversión de corazón como Dimas y abandonarnos en el Señor para entrar en su Reino de Amor.

Dios nos bendiga.

Nila


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