Señor Jesús, gracias porque
a la luz de tu Palabra nos haces acercarnos a ti en medio de tormentas y de
crisis de toda clase, de la falta de trabajo, de dinero, de la impotencia de no
poder hacer nada frente a los ambientes de trabajo donde se vive la envidia, la
competencia, la deslealtad, la falta de
fraternidad… que bonito es encontrarte siempre a nuestro lado como un Rey que
tiene poder sobre nuestra vida nuestra desesperanza y falta de ánimo, Tú tienes
Poder Jesús para hacernos saborear las primicias del Reino, saborear la paz, la
fe, la esperanza, tu Amor, Ayúdanos Señor ahora a meditar tu Palabra.
“La gente estaba allí mirando; los jefes, por su
parte, se burlaban diciendo: «Si salvó a otros, que se salve a sí mismo, ya que
es el Mesías de Dios, el Elegido.» También
los soldados se burlaban de él. Le ofrecieron vino
agridulce diciendo: «Si tú eres el rey de los judíos, sálvate a ti
mismo.» Porque
había sobre la cruz un letrero que decía: «Este es el rey de los judíos.»
Uno de los malhechores que
estaban crucificados con Jesús lo insultaba: «¿No eres tú el Mesías? ¡Sálvate a
ti mismo y también a nosotros.» ¿Pero el otro lo reprendió diciendo: «¿No
temes a Dios tú, que estás en el mismo suplicio? Nosotros lo hemos
merecido y pagamos por lo que hemos hecho, pero éste no ha hecho nada
malo.» Y añadió: «Jesús, acuérdate de mí cuando entres en tu Reino.» Jesús
le respondió: «En verdad te digo que hoy mismo estarás conmigo en el
paraíso.»” Luc 23, 35-43.
El otro ladrón,
los jefes y los soldados gritaban ¡sálvate a ti mismo!! Porque ellos solo conocían la palabra salvación
personal, egoísta, su conciencia no
podía reconocerte, porque estaba cargada de reyezuelos, y por eso no podían ver
al Rey, en cambio Dimas con gran
humildad y abandono te reconoce como
Rey y te entrega su alma ¡que milagro de
conversión!
…..
“Acuérdate de mí cuando entres a tu Reino” te preguntaba: Señor
que significan estas palabras de Dimas (como ha llamado la Tradición a al buen
ladrón, cuya fiesta se celebra el 23 de Marzo), ¡Seguro que había escuchado de
Ti!, ¿Quién no había escuchado de ti en Israel?, sabía que se hablaba de que
eras el Mesías esperado, que eras amigo
de los pecadores, sabía que no habías hecho mal a nadie, quizás le habrían
hablado de tus predicaciones: del pastor que busca a la oveja perdida y
cuando la encuentra hay una gran fiesta en el cielo, habría escuchado de la
alegría del Padre que abraza a su hijo
cuando regresa a casa….y por eso te pide
que te acuerdes de él…
Porque te habría estado
buscando y en ese momento de sufrimiento, brotó esa semilla que ya tenía en el corazón,
la Palabra que por ahí escuchó dio fruto, se manifestó en el deseo de estar contigo…de encontrar el Reino de Dios, de ser amado.
Por eso cuando te ve a su lado, tan cerca como nunca lo había
imaginado y precisamente en el momento que más lo necesitaba en la hora de la
muerte, te pide con un corazón contrito y humillado “¡Jesús, acuérdate de mí cuando entres en tu Reino!, cuanto más querría decirle a Jesús …Jesús perdóname
por mis pecados, es que no conocía otra manera de vivir, pero ahora estoy
arrepentido, y ahora que estoy a tu lado
viéndote sufrir para salvar a toda la humanidad me doy cuenta que hay otra
manera de vivir, es vivir para salvar, para amar….por eso ahora Señor te pido acuérdate de mi, reconozco que tu eres Jesús, el Salvador, que
no busca salvarse a sí mismo, que se queda en la cruz para salvar a todos
porque su amor es tan grande que cubre
todo el pecado de la tierra, y sabe perdonar a todo el que se lo pide
con un corazón arrepentido…
Acuérdate
de mí cuando entres en tu Reino, cuando se ama no se olvida,
los olvidos son falta de amor, no falta de memoria, cuando se ama mucho, se
recuerda todo, pasan los años y sigues acordándote de los detalles de amor…el
que ama perdona, Dimas le hace una petición pequeña pero a la vez la tan grande:
Entrar al Reino de Dios, no pide un alivio a su dolor, pide amor y también le ama,
pedirle a Jesús es confiar, es amar… “no temas pequeño rebaño porque al Padre de ustedes le agradó darles el Reino”,
(Luc 12,32)
Señor que consuelo habrá
sido para Tí, la vida de Dimas y su arrepentimiento y abandono; en medio de
todos los que te rechazaban entrar al Reino de nuestro Padre, cargando en tus
hombros a Dimas, como la ovejita perdida y
hacerle entrar al Reino del Padre,
y juntos celebrar la Fiesta.
Yo también te pido con un
corazón arrepentido: Acuérdate de nosotros Señor cuando venga tu Reino, que no
te busquemos solamente para que nos salves de las situaciones de sufrimiento,
sino mas bien, en todo lo que nos pasa, pedirte que nos hagas entrar en tu
Reino de Paz, de Amor, de confianza, que
tu Palabra no pase nunca de nuestra vida, que permanezcamos en ti siempre
creyendo que tu amor ya está derramado en nuestros corazones, que no busquemos
solamente nuestra salvación sino la de todos los hermanos, acuérdate de nosotros
Señor, necesitamos tanto amar como tu
amas, consolar a los que sufren, decirles “Hoy mismo puedes entrar a saborear
las primicias del Reino del Padre preparado para ti desde el principio, vivir
con Jesús todo lo que la vida te va presentando”.
Gracias Madre por
acompañarnos por estar con nosotros y alegrarte cada vez que le pedimos a tu Hijo
nos haga entrar en su Reino, danos más
humildad más pobreza de corazón para tener
una conversión de corazón como Dimas y abandonarnos en el Señor para entrar en
su Reino de Amor.
Dios nos bendiga.
Nila
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