jueves, 14 de mayo de 2020

"Ámense los unos a los otros, como yo los he amado".

Evangelio según San Juan 15,9-17.
"Jesús dijo a sus discípulos: «Como el Padre me amó, también yo los he amado a ustedes. Permanezcan en mi amor.
Si cumplen mis mandamientos, permanecerán en mi amor, como yo cumplí los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.Les he dicho esto para que mi gozo sea el de ustedes, y ese gozo sea perfecto.»
Este es mi mandamiento: Ámense los unos a los otros, como yo los he amado.
No hay amor más grande que dar la vida por los amigos. Ustedes son mis amigos si hacen lo que yo les mando. Ya no los llamo servidores, porque el servidor ignora lo que hace su señor; yo los llamo amigos, porque les he dado a conocer todo lo que oí de mi Padre.
No son ustedes los que me eligieron a mí, sino yo el que los elegí a ustedes, y los destiné para que vayan y den fruto, y ese fruto sea duradero. Así todo lo que pidan al Padre en mi Nombre, él se lo concederá. Lo que yo les mando es que se amen los unos a los otros"
En el Evangelio de hoy Jesús continua hablando a sus discípulos, y hoy les dice «Como el Padre me amó, también yo los he amado a ustedes. Permanezcan en mi amor.”
Y al conversar con Jesús me llamó la atención él “Como” del Padre Y le preguntaba a Jesús ¿Cómo te ama el Padre?, ¿cuál es su manera de amar?, se me vino la imagen de su muerte en la cruz, y no entendía muy bien, porque nosotros entendemos por amor, recibir, que nos hagan felices, que nos den lo que queremos, dejar de sufrir…
Y Jesús me hizo entender, que la manera de amar de Dios es darse, entregar todo, así como dio a su Hijo Único al mundo para salvarnos, Dios ama dando, y ama a Jesús enviándolo para salvar al mundo, así es su manera de amar, hacernos entrar en su ser Amor, en su manera de amar,
“permanezcan en mi amor así como yo permanezco en el Amor del Padre” permanecer en el Amor del Padre y el Hijo significa hacernos entrar a la Vida eterna amar como Ellos aman, dando vida entregando la vida, muriéndose en el darse, “El que ama su vida la destruye; y el que desprecia su vida en este mundo, la conserva para la vida eterna” Jn 12.25
Por lo general, asociamos mandamientos con el cumplimiento del deber y la responsabilidad, o establecer la ley, el orden y disciplina.
Todo esto parecería opuesto a la alegría, a la alegría del mundo claro, pero Jesús siempre nos invita a salir del mundo para entrar a la vida eterna, la Vida eterna es El, es el Padre, es su manera de amar, y su modo de amar, es que nuestra vida sea un regalo para los demás, por eso Jesús dice “No hay amor más grande que dar la vida por los amigos. Ya no los llamo servidores, porque el servidor ignora lo que hace su señor; yo los llamo amigos, porque les he dado a conocer todo lo que oí de mi Padre.”
El servidor cumple mandatos, pero sin espíritu, el amigo cumple el mandato del Amor, porque ama a su Amigo, porque permanece con quien le da la alegria perfecta, le enseña cada día a amar, porque permanece con Él.
Que el Dios de Cristo Jesús nuestro Señor, el Padre que está en la gloria, se les manifieste dándoles espíritu de sabiduría y de revelación para que lo puedan conocer. Que les ilumine la mirada interior, para apreciar la esperanza a la que han sido llamados por Dios, la herencia tan grande y gloriosa que reserva Dios a sus santos, y la fuerza incomparable con que actúa en favor de los que creemos. Ef 1,17-19
Que nuestra Madre Santísima ruegue por nosotros para poder entender que estamos llamados a amar como Dios ama, llamados a entrar a la Vida eterna, con esta manera nueva de amar, nueva pero que ha estado siempre en nosotros porque somos imagen y semejanza de Dios que es Amor.
 

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